lunes, 31 de diciembre de 2012

EL ESPÍRITU DE UN VERDADERO APÓSTOL

 “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos” (Apocalipsis 2:2)
Entre las cosas positivas que el apóstol Juan le dice a la iglesia de Efeso departe del Señor, le señala su especial discernimiento y la capacidad para desenmascarar a los falsos apóstoles. Esta característica tan peculiar formaba parte de los creyentes de Efeso, era un don que operaba en el cuerpo de Cristo. ¿De cuantos peligros, pérdidas, divisiones y sufrimiento fueron librados gracias a esa facultad? Podríamos decir que la unción del Espíritu Santo obraba en ellos enseñándoles y guiándoles a toda la verdad, no tenían necesidad de ser engañados por falsos obreros. El apóstol San Pablo había instruido bien a la iglesia en la doctrina apostólica y en cuanto a las funciones de ese ministerio. Luego Timoteo que fue pastor de la misma iglesia continuó ofreciéndoles la misma enseñanza y avisándoles de los peligros de los falsos maestros y falsos profetas que se levantarían de entre los propios hermanos. En estos tiempos también estamos viendo como ingente número de maestros, apóstoles y profetas se están levantando, es como una epidemia que de pronto ha comenzado a propagarse, no se sabe como ni de dónde han salido. Hay muchísimos que dicen ser apóstoles de Cristo. Lo difícil para la iglesia es distinguir entre los verdaderos y los falsos. En los tiempos de Elías la proporción era de un profeta verdadero por cada 450 falsos y en la época del profeta Jeremías un tanto de lo mismo. No obstante, mientras que aquellos que eran contemporáneos de Elías adoraban declaradamente a otros dioses, los que profetizaban al pueblo en tiempos de Jeremías pretendían representar al verdadero Dios y hablar las palabras que según ellos decían el Señor les había dado. Los primeros estaban institucionalizados, eran idolatras declarados representantes de falsos dioses que tenían el beneplácito del rey, los segundos que también gozaban del apoyo del monarca pretendían representar al Dios verdadero, pero ni por casualidad daban en la diana con sus profecías, porque todo lo que hablaban era invención de su propio corazón, de ninguna manera hablaba Dios por medio de ellos. ¿Cómo puede distinguir la iglesia de Cristo a los falsos apóstoles de los que son verdaderos? ¿Bajo que criterio y con respecto a que modelo debemos juzgar la autenticidad del ministerio apostólico? ¿Cómo se prueba a los apóstoles? La palabra de Dios no nos ha dejado a oscuras respecto a este tema tan importante, y muy especialmente es el Apóstol San Pablo quien en sus escritos nos arroja bastante luz sobre el asunto. Otros escritores como el Apóstol Juan, Pedro y San Judas también nos dan suficientes referencias para salvaguardarnos del peligro de caer bajo la influencia de falsos ministros. Nuestro Señor Jesucristo igualmente nos alertó y profetizó tocante a los tiempos y peligros venideros con relación a los falsos cristos, falsos profetas y maestros. Sin embargo antes de continuar es necesario que hagamos una definición que establezca como criterio bíblico lo que se entiende por apóstol. · El apóstol es uno de los cinco ministerios que Dios ha dado a la iglesia para su edificación, su formación, su madurez, su unidad y crecimiento. (Efesios 4:11) · Los primeros 12 apóstoles que el Señor nombró tenían como característica especial y distintiva que habían visto al Señor y oído sus enseñanzas directamente de él. Aquí hay que mencionar al apóstol San Pablo que aunque no fue de entre estos doce Jesucristo se le manifestó en el camino a Damasco y lo eligió como apóstol. Por tanto se cumple en Pablo uno de los principales requisitos de este ministerio, que es haber visto al Señor resucitado, aunque también como él mismo declara recibió directamente del Señor el evangelio que predicaba. · Estos apóstoles que vieron al Señor fueron los instrumentos y canales por los cuales Dios estableció su doctrina, es por lo que se llama la doctrina apostólica o fundamento de los apóstoles. Con ellos se cierra el canon de la revelación y doctrina cristiana. De modo que se puede decir que apóstoles de esa categoría no existen más, es decir que hayan visto al Señor y que puedan recibir revelación añadida a la que ya ha sido dada una vez. · Además de los 12+1 apóstoles, en la Biblia se mencionan otros tantos mas que ejercieron funciones apostólicas, como Bernabé, Silas, Silvano,Timoteo, Tito y otros mas. Eran hombres con una gran autoridad espiritual y una misión, llenos de sabiduría y revelación de Dios. “Tampoco buscamos gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.” (1ª Tesalonicenses 2:6) · Las funciones apostólicas incluyen: la fundación de iglesias, ser pioneros en lugares donde Cristo no ha sido predicado, poner los fundamentos doctrinales, el establecimiento de ancianos y obreros y corregir y poner orden en la iglesia. “Y de esta manera me esforcé en predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiera sido anunciado, para no edificar sobre fundamento ajeno,sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; y los que nunca han oído de él, entenderán».”(Romanos 15:20,21) “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieras lo deficiente y establecieras ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé.” (Tito 1:5) · El apóstol San Pablo nos habla también de ciertas señales que deben caracterizar a los apóstoles. “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, señales, prodigios y milagros” (1ª Corintios 12:12) Vamos ahora a desenmascarar a los falsos apóstoles con la palabra de Dios. Según las escrituras ¿Quienes son y como actúan? ¿Cuáles son sus intenciones y que enseñan? La prueba del fruto. Indiscutiblemente el Señor estableció una premisa, un principio irrefutable, es una prueba evidente e innegable, es el fruto visible. “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.”(Mateo 7:15-20) Lo que Cristo está enseñando aquí es que debemos hacer una diferencia entre la apariencia y el fruto. La primera impresión puede ser solo una fachada que deslumbre, pero aun no tenemos suficientes datos o conocimientos para juzgar. Ya Jesús nos avisa que no debemos juzgar según las apariencias, sino con juicio justo. Es decir que debemos considerar el trasfondo, los testimonios, los resultados, la vida y la obra de dicho ministerio. El Señor exhorta a sus discípulos a que se guarden de los falsos profetas, y es necesario, es de vital importancia que le obedezcamos. A primera vista un falso ministro puede parecer como un ángel en su apariencia, lleno de luz, aparentando bondad y colmado de conocimientos y revelación de Dios. Sin embargo eso no es garantía de que sea un obrero del Señor, es necesario algo mas, es menester que haya desarrollado buen fruto. El buen fruto o el fruto malo están latentes dentro de la naturaleza del árbol, es lo que Jesús nos está apuntando. Los árboles, es decir los ministros que hayan producido malos frutos serán juzgados por el Señor y a su tiempo recibirán su merecido. El obrero cristiano ha recibido la naturaleza divina, ha sido renacido por la palabra de Dios y la obra del Espíritu Santo. Sus frutos son los frutos del Espíritu mencionados en Galatas. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.” (Galatas 5:22-24) De manera que es imprescindible considerar este principio del fruto, de los resultados y las obras, si queremos discernir a los falsos apóstoles. Nuestro Señor remacha esta idea reiterándola de nuevo al final del versículo 20 y a modo de broche con la frase: “Así que, por sus frutos los conoceréis” Dándonos a entender que tengamos en cuenta lo que nos ha dicho y que no lo tomemos livianamente. Examinar lo que predican y enseñan. “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.”(2ª Corintios 11:13-15 ¿A quienes se estaba refiriendo San Pablo en estos versículos? Para saberlo tenemos que ir al contexto anterior, concretamente al versículo cuatro: “porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis.” (2ª Corintios 11:4) Pablo está señalando como falsos apóstoles a los que predican un Jesús distinto al de los cuatro evangelios y distinto al de las cartas apostólicas. Se refiere también a los que traen y comunican un espíritu diferente al Espíritu de Dios. Y finalmente hace alusión a los que ofrecen otro evangelio que no es el de Dios. La doctrina es importante, al punto de que podemos perder la salvación si no la tenemos en cuenta. Jesucristo exhortó a sus seguidores a escudriñar las escrituras porque ellas daban testimonio de Él. San Pablo le dijo a Timoteo : “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina, porque haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren” Debemos comparar todo lo que se enseña con las escrituras para verificar si son verdades bíblicas. Especialmente pongamos atención en los énfasis que dan a ciertos asuntos que ni siquiera son respaldados por la palabra de Dios. Muchos no predican el evangelio de Jesucristo, ni mucho menos dan todo el consejo de Dios. El que no prediquen toda la verdad de Dios los delata como obreros reprobados. El que no enseñen las escrituras tal y como se nos fueron entregadas los delata como falsos apóstoles. Predican y enseñan un evangelio que no es estrictamente el que nos ha sido transmitido por el testimonio de Jesucristo y de los apóstoles neotestamentarios. Añaden y quitan a su antojo a las verdades reveladas en las escrituras contradiciendo el sentido general de las mismas. Minimizan el poder de la verdad y la obra de Cristo considerándola insuficiente para resolver los problemas espirituales, físicos, psíquicos y emocionales del ser humano. Adulteran la verdad revelada en las escrituras con teorías y ciencias humanas restandole de esta forma poder y autoridad a la misma y convirtiéndola en inútil. Enseñan doctrinas de demonios bajo la influencia de los espíritus de mentira y de error. Ellos pueden tener esas enseñanzas como revelaciones de Dios, pero en verdad no es luz y liberación lo que traen a los oyentes sino esclavitud y tinieblas. No ayudan a que los creyentes maduren espiritualmente, mas bien producen estancamiento y carnalidad en los que lo siguen, así como una dependencia malsana de ellos. Son enemigos de la cruz de Cristo, por lo tanto no predican sobre la múltiple obra de la misma en la vida de los creyentes. No hablan sobre el pecado, el arrepentimiento, la culpabilidad del hombre, sobre el juicio de Dios, la liberación, los demonios, el infierno, la segunda venida de Cristo, el poder de Dios, la santidad y la gracia en todo su pleno significado. Hablarán de prosperidad, ofrecerán mucha teoría con base en la psicología humana, hablarán de política y de temas sociales, y harán un gran despliegue de cultura general que en nada edifica a los creyentes. Tienen la cabeza hinchada de teorías y argumentos que los envanecen y los estorban en el verdadero conocimiento de Dios y que los convierte en instrumentos en manos de satanás. Estos son la mayoría de los nuevos apóstoles que circulan por las iglesias de nuestros días. Otra señal de los falsos apóstoles es que se meten en las obras que no son suyas y sin ser llamados, es decir que usurpan el trabajo y el fruto de otros. Según la palabra de Dios un apóstol centra su trabajo en abrir obras nuevas, su tarea es pionera, predica a Cristo donde no ha sido predicado antes. Su visión es extenderse hacia aquellos lugares donde aun no existen iglesias y llenarlo todo de Cristo. “Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida al permitirnos llegar también hasta vosotros, porque no nos hemos extralimitado, como si no hubiéramos llegado hasta vosotros, pues fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con el evangelio de Cristo. No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla. Así anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en la obra de otro para gloriarnos en lo que ya estaba preparado.” (2ª Corintios 10:13-16) Otra señal de los falsos apóstoles es que si han sido solicitados para ayudar a alguna iglesia se envanecen desmedidamente agenciándose todo el trabajo de la obra. Y no solo eso sino que usurpan la labor pastoral desplazando sutilmente a los ministerios que estaban encargándose de la obra. Es decir que asumen tareas que no les corresponde dentro de la iglesia del Señor para finalmente ejercer plena total y absoluta autoridad sobre los creyentes. Estos falsos apóstoles abusan de la confianza que se ha depositado en ellos y comienzan a trabajar entre las ovejas desacreditando a los ancianos y pastores para quedarse ellos con la iglesia. Esta es una entre las muchas formas que tienen para embaucar al pueblo de Dios. Otra señal incuestionable que los delata es su intencionalidad; lo que los mueve es la avaricia y la codicia de las riquezas. Son expertos consumados en conseguir todo lo que desean del pueblo del Señor. Usan la piedad como fuente de ganancia, la iglesia es para ellos una empresa o maquinaria para producir dinero. Las credenciales bíblicas de los apóstoles. A continuación vamos a estudiar algunas declaraciones del Apóstol San Pablo que nos ayudarán a discernir con claridad mucho de lo concerniente al ministerio apostólico y a diferenciar entre los verdaderos y falsos apóstoles. Pablo se presenta a si mismo como un modelo, un ejemplo positivo de ministerio apostólico. El ministerio apostólico permanece aun en nuestros días operando como un don que Dios ha dado a la iglesia hasta el fin de los tiempos cuando llegue lo perfecto. No hay razón para pensar que Dios haya retirado este ministerio como tampoco ninguno de los otros que se mencionan en Efesios 4:11, todos son necesarios para la edificación de la iglesia, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, a un varón perfecto y a la estatura de Cristo. El apóstol Pablo a lo largo de sus escritos nos habla y expone las credenciales que deben poseer los apóstoles del Señor. En ningún momento San Pablo certifica su apostolado por los conocimientos académicos que él poseía o hubiera adquirido. El no aparecía en las iglesias haciendo un despliegue de sus títulos y conocimientos en cuanto a la sabiduría del mundo. Se resistía completamente a ello, porque como muy bien él declara pretendía que los creyentes pusieran su fe en Dios y no en la sabiduría de los hombres. Sin embargo los falsos apóstoles se exaltan así mismos y siempre se están midiendo con otros para demostrar su grado de conocimiento y autoridad. Pablo dijo a los creyentes de Corinto: “No nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos manifiestan su falta de juicio al medirse con su propia medida y al compararse consigo mismos.” (2ª Corintios 10:12) “Pero el que se gloría, gloríese en el Señor. No es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.” (2ª Corintios 10:17,18) Lo que Pablo viene a decir es que los que se alaban a si mismos ya son presas del error y están desvariando en su concepto de si mismos. Estos no son siervos apostólicos aprobados por Dios, sino falsos apóstoles. Muchos presentan como credenciales ante el pueblo de Dios sus éxitos, su prosperidad y la ingente multitud que los siguen como garantía de su apostolado. Sin embargo, todo eso no garantiza la autenticidad de un verdadero apóstol. Comparemos con lo que hemos visto hasta ahora como se presentan los muchos apóstoles de hoy con las credenciales que nos refiere Pablo: “en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces....en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frió y desnudez” (2ª Corintios 11:23-33) Lea y observe la lista de asignaturas que tuvo que dar el apóstol de los gentiles. En nada se parece a la que nos enseñan los nuevos apóstoles de hoy. San Pablo es un rotundo fracaso según los parámetros con los que en nuestra actualidad se mide el éxito ministerial. Leer (1ª Corintios 4:9-13) Aquí tenemos otra lista del temario que Pablo estudiaba en la universidad de Dios como apóstol de Jesucristo. En el siguiente versículo Pablo nos habla de otras evidencias que demuestran un autentico ministerio apostólico. Estas señales están completa y totalmente de acuerdo con el tenor de toda la enseñanza de las escrituras. No existe en la biblia referencia que haga mención alguna a la retirada de las manifestaciones sobrenaturales como la sanidad, los milagros y los prodigios. Estas son señales que seguirían como testimonio y confirmación a todos los creyentes a lo largo de toda la historia de la iglesias hasta el final de los tiempos, cuánto mas han de ser manifestadas en los apóstoles del Señor. “Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos y, aunque beban cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (Marcos 16:17,18) “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, señales, prodigios y milagros” (2ª Corintios 12:12) Ahora bien esto no significa que todas las manifestaciones sobrenaturales provienen de Dios, los demonios también actúan de forma sobrenatural y hacen señales através de los falsos apóstoles y profetas. Es necesario que analicemos la procedencia y origen de las manifestaciones sobrenaturales para no caer en el engaño de satanás. Las escrituras nos exhortan a probar los espíritus. Mucho de lo que se observa hoy es puro emocionalismo y sentimiento en lo que satanás es un experto para manipular a los cristianos a su antojo. No obstante los abusos no deben llevarnos al extremo de no hacer uso de lo que Dios nos ha concedido. Pedro Jurado

miércoles, 26 de diciembre de 2012

AVANZANDO EN EL CONOCIMIENTO DE DIOS

OSEAS 6:1-3, 6 RVR60-ES
“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.  Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.  Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.“

¿Nos conformamos con lo que hasta ahora hemos conocido y experimentado en el Señor? Creo que muchos se dan por satisfechos con pensar que ya son salvos e irán al cielo. Un paso más se da en aquellos que están dispuestos a recibir el bautismo poderoso del Espíritu Santo. Otros van un poco más adelante en un compromiso con su congregación o institución hasta estar metido de lleno en el engranaje de la maquinaria eclesiástica.
Bastantes buscan la posición y el liderazgo lo cual piensan les dará honra y prestigio. Y unos pocos opinan que el servicio y el sacrificio por los demás es lo máximo en la vida cristiana.
Estos son conceptos que se nos han enseñado y tenemos en mente de lo que puede significar avance o crecimiento espiritual, en parte contienen algo de verdad pero no están totalmente acertados. Hay otros aspectos que son importantes a tener en consideración.

En el pasaje de Óseas podemos observar unas palabras proféticas radicales que apuntan hacia una transformación y cambios profundos, y una forma segura de avanzar en el conocimiento de Dios.

En primer lugar debemos saber que siempre habrá más para conocer de Dios y experimentar en Él. “Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová;“

Proseguir, Hebreo “radáf“ correr detrás, acosar, combatir, buscar, persecución, perseguir

FILIPENSES 3:12-14 RVR60-ES
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.  Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,  prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.“

Podemos recibir y tener de Dios tanto como queramos y busquemos de Él.

SAN LUCAS 11:9-13 RVR60-ES
“Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.  Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.  ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?  ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?  Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?“

El progreso comienza en el instante en que nos volvemos a Dios. “Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.“

El significado de venir en hebreo es entrar, proseguir, fluir. Volverse significa arrepentirse, cambiar, regresar, tomar otra dirección, cambiar de pensamiento y de actitud.

Esto significa que entramos a tener relación con Dios, comenzamos a fluir en algo que se había secado y desaparecido por completo.
El volverse implica apartarse y cambiar de actitud hacia el pecado y hacia Dios, cambiar de pensamiento y de dirección. Nos empleamos en la búsqueda de Dios constante y continua y proseguimos en ello.

Si observamos atentamente veremos que este texto señala a la obra del calvario donde Cristo fue arrebatado y herido por Dios a causa de nuestros pecados. El Padre incluyó en la obra de Jesús a toda la raza humana.
“El castigo de nuestra paz fue sobre él y por sus llagas fuimos nosotros curados“
Gracias a Jesús es que podemos volvernos a Dios en arrepentimiento y ser perdonados y restaurados. En la obra del calvario podemos hallar sanidad y restauración integral, es decir, física, mental, emocional y espiritual. Todo depende del conocimiento de la verdad que recibamos de Dios y de nuestro estado, y de que apliquemos por fe las palabras de Dios a nuestras vidas. Es un proceso que lleva su tiempo, pero es un camino seguro y que ofrece más garantías y resultados que los que pueden ofrecer los hombres con toda su sicología y filosofías.
El viejo hombre o hombre de pecado es un concepto bíblico que no lo contempla la sicología, sin embargo a causa de que el pecado se introdujo en la humanidad por la desobediencia de Adán y Eva es algo que está arraigado en nuestra naturaleza. A causa del viejo hombre que está viciado conforme a deseos engañosos, nuestras almas, mente y emociones han sido muy afectadas y perjudicadas. Si podemos comprender la obra completa de la Cruz vamos a recibir los beneficios inmensos que ésta encierra para nosotros.

EFESIOS 4:22-24 RVR60-ES
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,  y renovaos en el espíritu de vuestra mente,  y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.“
Cuando nos despojamos del viejo hombre nos quitamos un gran problema de encima, un peso muerto y un lastre que nos impide avanzar.
¿Cómo se hace esto? Ya es un hecho ¡Gloria al Señor!
Sin embargo debemos mirar profundamente a la obra de la cruz para ver que ahí fuimos colocados por Dios e introducidos en Cristo y juntamente crucificados con él.
Nuestro viejo hombre fue arrebatado de muerte y herido junto con Jesucristo. Es importantísimo no pasar por alto este hecho de nuestra inclusión en la cruz, pues si lo ignoramos perderemos apoyo para nuestra fe. Se trata de algo que necesitamos saber y meditar para que nos podamos identificar con ello y beneficiarnos de su poder.

ROMANOS 6:6 RVR60-ES
“sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.“

2 CORINTIOS 5:14-15 RVR60-ES
“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;  y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.“

Entonces hay algo que con toda seguridad y sin lugar a dudas el Señor hace cuando nos volvemos a él  y es sanarnos y restaurados íntegramente. Esto es así porque toda la gracia y poder de Dios fueron liberados en el calvario a nuestro favor. No obstante Dios no puede trabajar en nuestras vidas y perfeccionar su obra y hacerla completa si no tomamos por fe nuestra posición en la cruz de Cristo.
Es importantísimo ponernos por completo en las manos de Dios bajo el instrumento de la Cruz, es ahí donde él acaba con lo que más nos daña, perjudica y enferma. Esto nos lleva al siguiente paso o realidad en Dios y es que él nos dará vida.
“Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.“

Como podemos observar, la la alusión que hace el pasaje a la resurrección es profética, se refiere a Cristo, pero también al pueblo que se ha vuelto a Dios. Fuimos incluidos en la crucifixión y muerte de Cristo, pero igualmente fuimos resucitados con Él. El nos ha dado vida espiritual por el poder del Espíritu Santo, ahora andamos en novedad de vida, es la vida resucitada.

ROMANOS 6:4-5 RVR60-ES
“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
   Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;“

COLOSENSES 2:11-13 RVR60-ES
“En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;  sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.   Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,“

¿Entonces, qué nos queda por hacer ahora? Leamos el siguiente pasaje donde podremos saber cuál a de ser nuestra actitud.

COLOSENSES 3:1-3 RVR60-ES
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.   Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.  Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.“

Si hemos muerto con Cristo y resucitado con El, es decir, si nos hemos identificado con su muerte y resurrección aceptandolas por fe, nuestra vida está ahora en el Reino de Dios, está escondida con Cristo. Ahora buscamos las cosas del Reino y trabajamos y servimos por la vida de Dios. Lo que mejor describe nuestro nuevo estado y vida es la frase del texto “y viviremos delante de Él“
El tan anhelado deseo de los creyentes de vivir todo el tiempo conscientes de las presencia del Señor y en comunión con Él se hace una realidad cuando entramos por fe a apropiarnos la muerte y resurrección de Jesucristo. Esto significa aún más, quiere decir que la vida de Dios poderosa fluye a partir de entonces en nuestro ser, vivimos en el poder de su resurrección ¡Gloria al Señor! “a fin de conocerle, y el poder de su resurrección,“
Nuestra vida que parecía muerta y seca reverdece como la vara de Aharón. A partir de ahí entramos en una nueva dimensión espiritual tanto en nuestra relación con Dios como en el ministerio hacia los demás. Hay un incremento exponencial en la revelación de Dios. Muchas cosas que no entendíamos antes el Señor nos las muestra con claridad, progresamos en el conocimiento de Dios a pasos agigantados. Sin embargo nos sentimos humillados, estamos convencidos que no sabemos las cosas como deberíamos saberlas. Para nada se sentirá usted orgulloso, si agradecido a Dios y muy sorprendido, porque sabe que todo proviene de Él.

FILIPENSES 3:8-12, 14 RVR60-ES
“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,  y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;  a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,  si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
   No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.  prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.“

LLUVIAS DE GRACIA

“y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra“

Al fin rompieron los cielos, y
las nubes cargadas soltaron sus aguas,
preciosas lagrimas regaron la tierra sedienta.
Aromas de campo, olor de vida enterrada.
Semillas ocultas, que estaban dormidas
y reposando apaciguadas,
despiertan del sueño al amanecer,
el sol las alumbra en la mañana,
suavemente las levanta de su tumba,
con sus rayos dorados sus moradas penetrando.
Su voz arrastrada por el viento las llama por nombre,
alegremente las invita a salir de la profundidad terrestre.
Señor tu pueblo espera desde hace tiempo, aguarda la divina lluvia,
que tu gracia se derrame sin medida.
Nos hallamos sedientos de amor,
hambrientos de conocerte y de ver que tu poder se manifieste.
Necesitamos que tu agua nos riegue, que nuestra sed sea calmada.
Que al fin la sequía sea vencida y nuestra árida tierra se empape.
Semillas que broten dando fruto,
resucitando de la muerte, de los lugares oscuros.
Huertos de arboles cargados de dones.
Flores hermosas, olores fragantes, aromas de vida.
Ríos que fluyan desde tu trono alegren nuestra ciudad
y jueguen los niños junto a sus riveras.
Danos tu gracia sin retención, una vez más,
como en tiempo pasado lo hiciste, vierte tu amor sin limite.
Derrama tu Espíritu como antaño sobre tus hijos y nazcan nuevos retoños.

Pedro Jurado

jueves, 20 de diciembre de 2012

SER IGLESIA

HECHOS 6:13-14 RVR60-ES
“Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley; pues le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres que nos dio Moisés.“

Todo lo que va en contra de nuestras instituciones, sistemas de creencias, leyes y tradiciones, por el solo hecho de ser diferente pensamos que no puede ser de Dios. Eso es lo que creían los sacerdotes del templo, los ancianos y los escribas del pueblo judío. Las acusaciones y falsos testimonios que se habían hecho contra Esteban como también se hicieron de Jesús progresaron porque en parte eran ciertas. El Señor apareció para destruir lo viejo, no por ser simplemente viejo sino porque no cumplía a la perfección con los planes y propósitos de Dios. Vino para hacer cambios y mucho más que cambios o simples reformas, apareció para hacer todas las cosas nuevas. ¡Con la Iglesia hemos topado! ¡Con la Santa y madre Iglesia! ¿Quién es ese Jesús que viene a tirar por tierra nuestras costumbres? ¿Y ese Esteban don nadie, que se ha creído? Siempre hemos hecho las cosas así. Esta es en la mayoría de las ocasiones la manera que tienen de defender la decadencia institucional los religiosos profesionales y los que ostentan el poder. En ninguna manera se menciona en las escrituras que Jesús viniera para rescatar a alguna institución, él estaba por salvar a la gente, el Señor vino a buscar y salvar lo que se había perdido. Los religiosos defendían el sistema y sus tradiciones, y Jesús se ocupaba de sanar, liberar y dignificar a las personas. ¿Era eso para el Señor sólo una cuestión de enfoque? Y mucho más, era la voluntad de Dios el Padre y era la única manera de hacer Iglesia. Para Dios la Iglesia son las personas, edificar la Iglesia es edificar a las personas, servir a la Iglesia es servir a las personas, hacer crecer la Iglesia es conseguir que las personas desarrollen todo el potencial espiritual en sus vidas. La voluntad perfecta de Dios es la de reunir todas las cosas en Cristo Jesús por medio de la obra consumada de la Cruz.

COLOSENSES 1:17-22 RVR60-ES
“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;“

La Iglesia no es el lugar de reunión, la Iglesia no es una denominación, ni todas las denominaciones juntas, la Iglesia no es una asociación, la Iglesia no es una institución humana. La Iglesia no son aquellos que consideran que poseen el monopolio de la verdad y sana doctrina. La Iglesia es todo grupo de dos, tres o más personas que están reunidas en torno a la autoridad y el nombre de Jesús.

SAN MATEO 18:20 RVR60-ES “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.“

Según el pasaje de colosenses, la Iglesia subsiste en Cristo, su cabeza es Cristo, Cristo es su plenitud, Cristo tiene la preeminencia en ella, y ella es su cuerpo (organismo vivo), el cual se presenta en santidad y sin mancha delante de Dios. Todo lo que no reúne estas cualidades no es Iglesia. No debemos dar por sentado que tenemos estas cosas de que habla Pablo a los colosenses, no vayamos a la ligera. Sería un riesgo demasiado peligroso, pues si no somos Iglesia podríamos ser otra cosa, como cueva de ladrones o sinagoga de Satanás.

jueves, 6 de diciembre de 2012

FUNDAMENTOS EN RUINA


Si son destruidos los fundamentos,
¿qué puede hacer el justo?” (Salmos 11:3)

Creo que no ha existido otra época en la que lo que sugiere este salmo de David sea tan evidente y abarque tantos asuntos en cuanto a lo que a fundamentos destruidos se refiere.

En la palabra de Dios está profetizado que en los postreros tiempos la maldad aumentaría, es decir, que alcanzaría cotas a las que nunca antes había llegado, la inmoralidad sería como una carcoma o como gusanos que raen las raíces y destruyen la esencia de la vida.
Muchos fundamentos están siendo destruidos y los hombres caen en un abismo de perdición; cuando los cimientos son dinamitados todo lo que está edificado encima se viene abajo.

La sociedades se derrumban y las familias se desintegran; los valores de justicia, la integridad moral y aun la propia dignidad del ser humano se han corrompido. A lo bueno se le llama malo y a lo malo se le considera bueno. Y todo esto es el resultado de darle la espalda a Dios y de no tener en cuenta su perfecta voluntad, es la consecuencia de negarlo y ser rebeldes a sus propósitos.

Con respecto a lo que sucede en el mundo y a las corrientes por las que este es arrastrado, debemos entender como creyentes que hemos sido librados de su ímpetu. Los que forman parte de la iglesia de Jesucristo han sido apartados de todas las practicas contrarias a Dios que son del mundo y están consagrados a Dios. Al estar en Cristo nos hayamos muertos para el mundo, muertos para el pecado y vivos para Dios. O por lo menos así debería ser según nos enseña la palabra de Dios.

porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1ªJuan 5:4,5)

De modo que en cuanto a lo que el mundo se refiere está muy claro en el evangelio cuando dice que no debemos amar al mundo ni sus cosas, y que tampoco tenemos que conformarnos a él.

No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él, porque nada de lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1ªJuan 2:15-17

Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:1,2)

Así que a la pregunta que hace el salmista ¿qué puede hacer el justo? La respuesta sería guardarse en todo lo que es corrupto, injusto, inmoral y contrario a las leyes de Dios.

Permaneciendo en Cristo y sus enseñanzas, el creyente que es justo, puesto que ha sido justificado en Jesús debe continuar firme en el evangelio. Y no solo debe mostrar una actitud pasiva hacia el mal, sino también defender la verdad del evangelio de Jesucristo y proclamarlo con sus hechos y palabras.
Alumbrando con nuestras obras y dando testimonio de la verdad debemos reprender las tinieblas de este mundo, la injusticia, la corrupción y toda clase de maldad y pecado.

Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: «Conoce el Señor a los que son suyos» y «Apártese de maldad todo aquel que invoca el nombre de Cristo».” (2ªtimoteo 2:19)

Fundamentos que se están destruyendo en la iglesia.

Ahora bien, el peligro más desastroso y terrible, es que la destrucción de fundamentos se de dentro del seno de la iglesia. Que aquellos que han sido una vez alumbrados y han experimentado la gracia de Dios rechacen los fundamentos de la verdad de Dios y pongan de lado la obra de Jesucristo y se vuelvan a las teorías, argumentos y sabiduría del mundo. Que los creyentes pongan en duda o en tela de juicio las leyes de Dios, los principios y valores espirituales y morales.

Esto es lo que está ocurriendo actualmente en el cristianismo por todo el mundo, que los fundamentos establecidos por Dios, las verdades absolutas, la santidad, la obra de la gracia, el mensaje de la cruz, la fe en Dios, el poder del evangelio y las escrituras son minimizados de muy diversas maneras y banalizadas por hombres corruptos de entendimiento.
Muchos falsos profetas y maestros se han filtrado en las filas de los santos y de los justos para desviarlos de su fidelidad a Cristo y su mensaje. Y esto no solo lo hacen con sus prácticas codiciosas y sus vidas corrompidas, sino que también lo enseñan en sus doctrinas humanistas y seudocristianas.

Estos predicadores y maestros, muchos sinceros, pero equivocados, con buenas intenciones como el apóstol Pedro, pero al que el Señor tuvo que decirle “apartate de mi satanás, me eres tropiezo porque no pones la mira en las cosas de Dios sino en la de los hombres” (Marcos 8:33b)

Esto es algo muy sutil pero es muy grave y peligroso, estamos hablando de desviar por completo el enfoque de Dios, es anteponer lo humano a la voluntad de Dios. Es precisamente lo que muchos predicadores y consejeros bienintencionados están haciendo, poner al hombre en el centro y desplazar a Dios hacia un lado mediante la introducción en la iglesia de paradigmas humanos y posturas y teorías seudocientíficas.

¿Que a de hacer entonces el justo en medio de esto? ¿como debe actuar el creyente que quiere obedecer a Dios en la verdad del evangelio, pero se encuentra con que su pastor, apóstol, líder o consejero está dando enseñanzas extrabiblicas y contrarias a las sanas palabras de Jesucristo?

Aquí se complica este asunto mas de la cuenta, porque se trata de personas en las cuales hemos confiado nuestro cuidado espiritual, son obreros del Señor que tienen transcendencia sobre nosotros.
Los estamos escuchando asiduamente y recibiendo de ellos continuamente sus enseñanzas y consejos.
No obstante, si como cristianos vamos profundizando en la vida espiritual y en el conocimiento del Señor; y la oración, la palabra de Dios y la guía del Espíritu Santo tienen relevancia en nuestra vida, entonces seremos guardados del engaño.

Os he escrito esto sobre los que os engañan. Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; y así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.” (1ªJuan 2:26,27)

El Espíritu Santo nos va a enseñar siempre a permanecer en Cristo, siempre nos conducirá a la sana doctrina de Jesús y de los apóstoles, siempre nos llevará a las escrituras. El Señor habló del Espíritu Santo diciendo que este lo glorificaría a él, porque tomaría de lo suyo y nos lo haría saber.

Sería entonces conveniente que preguntásemos ¿A quien glorifica o exalta lo que creemos o se nos está enseñando, a Jesús o tal vez a los hombres? Pero diría más ¿Se está exaltando a las escrituras, o se están relegando a un segundo termino, y poniendo en su contrapartida los conceptos humanos y sabiduría de hombres?

El Señor prometió que el Espíritu Santo nos guiaría a toda la verdad y que nos mostraría todo lo que nos hiciera falta saber.
¿De donde procede la sabiduría y el consejo del Espíritu? Evidentemente de Dios, es la sabiduría que viene de lo alto y que está cien por cien de acuerdo con la biblia. Los que creemos en Cristo estamos comprometidos con toda su enseñanza y doctrina. La palabra de Dios es para el cristiano autoridad indiscutible y está por encima de cualquier opinión, teoría o autoridad de hombre por muy experto que este sea.

Sin embargo la cosa es bastante grave porque el problema que se está dando en el pueblo de Dios es que algunos creyentes están esforzándose por integrar la sabiduría humana con la palabra de Dios formando una mezcla, y eso que yo sepa es adulterar el mensaje, pues cambian su sentido y rebajan su autoridad diluyendo la verdad. Esta manera tan astuta es la que está utilizando satanás para destruir los fundamentos de la fe y la doctrina cristiana, incitando a algunos creyentes que no tienen discernimiento espiritual para que introduzcan herejías en la iglesia.

El apóstol Pablo se guardaba mucho de no cometer ese error de anteponer sabiduría humana a la de Dios, y para no relegar la sana doctrina de la cruz a un segundo plano, de modo que los creyentes no pusieran su fe en el conocimiento de los hombres sino el poder de Dios.

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría, pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” (1ªCorintios 2:1-5)

Muchos deberían tomar hoy buena nota de esto y no dárselas de sabios y maestros por muchos títulos académicos que posean, pues eso no es indicativo de madurez espiritual. La iglesia está recibiendo mucho daño porque en ella están tomando lugares prominentes personas que solo tienen en su haber títulos académicos y sabiduría humana. Y lo peor de todo es que con el bagaje de conocimientos que traen del mundo quieren sustituir las verdades absolutas de Dios mediante sus propios razonamientos.

Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros cree ser sabio en este mundo, hágase ignorante y así llegará a ser verdaderamente sabio.
La sabiduría de este mundo es insensatez ante Dios, como está escrito: Él prende a los sabios en la astucia de ellos». Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, y sabe que son vanos.” (1ªCorintios 3:18-20)

El fundamento de la fe de los cristianos se destruye también con la introducción e incitación a un sensacionalismo y emocionalismo exacerbado en la iglesia. Se alienta a los creyentes a que busquen sensaciones y experiencias electrizantes. La mayoría de conferencias, eventos, conciertos y concentraciones tienen esa finalidad, dar un espectáculo que le ponga al publico los vellos de punta.

Soy un convencido de que Dios nos puede hacer sentir cosas maravillosas y dar a tener experiencias profundas. El puede darnos sueños y visiones espirituales. Veremos como los enfermos son sanados y los demonios son expulsados. Si Dios lo quiere nos puede llevar hasta el tercer cielo como a Pablo y hacernos mirar cosas que ningún hombre a visto.
Sin embargo, aunque todo esto es posible no tenemos que perseguirlo, pues el diablo nos engañará si lo hacemos.
Muchos creyentes están siempre a la caza y captura de nuevas sensaciones, por lo que caen presas de falsos profetas y apóstoles. Ellos siempre están deseando dar con el profeta de turno para que le de una palabrita profética, cuando lo que deben hacer es orar y escudriñar la palabra de Dios diariamente por ellos mismos para que el Señor los guíe. Entonces ya no irán corriendo de un lado para otro porque sabrán lo que tienen que hacer y serán cristianos fuertes en la fe.

Andamos por la fe y no por la vista, creer es nuestro lema. Y si creemos como bien dijo el Señor veremos la gloria de Dios, el nos concederá buenas cosas y entre ellas experiencias que nos edifiquen y nos hagan madurar como cristianos.

Se han introducido también en la iglesia otras doctrinas modernas llamadas de pensamiento positivo, de prosperidad y de autoestima, que han sido gratamente aceptadas por ingente numero de creyentes.
Pero además como si no fuera suficiente el haber tomado esos conceptos de las fuentes del mundo y haberlos metido en el pueblo de Dios, se las considera doctrinas inspiradas, y se les pone también el sello de revelación de Dios.
Si conocemos bien las escrituras y doctrina de Dios comprobaremos que esos pensamientos e ideas no provienen de Dios, sino del hombre y de satanás.

Por muy positivos que sean los pensamientos, por mucho que uno se autoconvenza de que puede hacer todo lo quiera o conseguir todo lo que se proponga no significa que eso sea bueno y aceptable a Dios.
Se le está diciendo a los creyentes que pueden conseguir todo lo que deseen y llegar a ser todo lo aspiren ser. Se les está enseñando que pueden lograr todos sus sueños, pero no es eso lo que enseña la biblia, esa no es la voluntad de Dios. Dios no es el genio de la lampara que frotamos para que nos conceda nuestros deseos egoístas, él no se presta a eso.

Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia y nada podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, pero no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” (Santiago 4:2,3)

Muchos predicadores están enseñando al pueblo de Dios a ser codicioso, a desear cosas prohibidas, a anhelar la prosperidad del mundo y las cosas materiales. Esto es totalmente contrario a la doctrina de Cristo y la enseñanza apostólica.

Jesús enseño que todo lo malo sale del corazón de los hombres, bien en forma de ideas, de palabras, o plasmado en acciones.

Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre, porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.” (Mateo 15:18,19)

Según la palabra de Dios los hombres son intrínsecamente malos y no puede salir nada que sea bueno de ellos pues toda su naturaleza es corrupta. El pecado lo ha contaminado por completo en todo su ser, por tanto es un inepto para con Dios y solo le aguarda la condenación.

Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de víboras hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; destrucción y miseria hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos.” (Romanos 3:10-18)

La palabra de Dios advierte también que el corazón del hombre es engañoso y perverso y que nadie lo conoce en profundidad excepto Dios. Entonces esto significa que no podemos fiarnos en absoluto de nada de lo que se cuece en la mente, en la imaginación y en las emociones humanas.

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? ¡Yo, Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras!” (Jeremías 17:9,10)

A la luz de lo que venimos diciendo y según la palabra de Dios dónde queda entonces el concepto de autoestima. Esto es una idea que la iglesia a asimilado del mundo, de hombres ateos, desprovistos de la vida Dios. La biblia llama orgullo a todo lo que es un concepto alto o una imagen elevada de uno mismo, o una forma de pensar de manera autosuficiente. Esa mentalidad que se ha infiltrado en los creyentes de yo puedo o yo soy, o yo seré, me suena más a diablo que a cosa de Dios. Pues no olvidemos que satanás en su orgullo fue desterrado y echado de la presencia de Dios cuando dijo:

¡Cómo caíste del cielo, Lucero, hijo de la mañana! Derribado fuiste a tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón:
Subiré al cielo. En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré, en los extremos del norte; sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo”. Mas tú derribado eres hasta el seol, a lo profundo de la fosa.” (Isaías 14:12-15)

Según las escrituras el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios pero cuando el pecado se introdujo comenzó a destruir esa imagen, de modo que cualquier reminiscencia de Dios en la humanidad es nula, todos los hombres están muertos para Dios.

Dios nos ama y él quiere darnos vida, así como quiere también restaurar la imagen suya en nosotros sus criaturas. Esto lo hace Dios concediéndonos la oportunidad y el don del arrepentimiento. Si no nos arrepentimos de nuestros pecados y los abandonamos completamente no hay esperanza de mejora. Dios nos ha ofrecido por medio de Jesucristo la oportunidad de cambiar y de ser nuevas criaturas. En la biblia no dice por ninguna parte que los hombres se tengan que superar a si mismos y mejorarse. Ese no es el método de Dios. La manera de Dios es hacer una nueva creación, es poner en los hombres su propia naturaleza divina.

Entonces sería bueno que nos preguntáramos ¿Que imagen quiero tener en mí? ¿Lo que de por mi mismo puedo lograr ocultando y negando todo lo que está mal? ¿Que ideal voy a considerar para lograr en mi vida? ¿Los ideales de un mundo sin Dios, al margen de su voluntad y propósitos; la sabiduría del mundo va a ser la que me moldee, los pensamientos humanos? ¿Que disposición o actitud tendré hacia mi mismo? ¿Estoy de acuerdo con lo que Dios dice en su palabra sobre mi y reconozco que no soy nada, ni que puedo hacer nada sin él?.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas.” (2ªCorintios 5:17)

Querido amigo, la obra de Dios es completa por medio de Cristo; la muerte y resurrección de Jesucristo es la solución de Dios para todos nuestros males porque mediante ellas atajó la raíz y el origen verdadero de todos nuestros problemas.

Para terminar este mensaje observemos en el Salmo 11 algunos consejos y verdades que expone el rey David frente al hecho de que los fundamentos puedan ser destruidos. ¿Que puede hacer el cristiano cuando los mismos cimientos de la fe son dinamitados?

Primero, confiar en Dios.
Se pone a si mismo como ejemplo, nos dice lo que el hace.
En Jehová he confiado; ¿cómo decís a mi alma que escape al monte cual ave?” (V. 1)

Muchos le dicen que huya y se salve a si mismo, que abandone, poniendo a un lado las leyes de Dios y los principios en que cree.
Pero él se afirma más en Dios declarando su fe y confesando su confianza.

Segundo, reconocer la lucha y oposición que hay.
Estamos en una guerra espiritual y son muchos los adversarios. Existen enemigos de fuera y enemigos que están dentro. Vivimos una realidad actual innegable, y si ignoramos los peligros y engaños a los que estamos expuestos como cristianos seremos muy perjudicados. Jesús nos advirtió diciendo: Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe,” (Mateo 24:4)

porque los malos tienden el arco, disponen sus saetas sobre la cuerda, para lanzarlas en oculto
a los rectos de corazón.” (V. 2)

Satanás es un lanzador de dardos, siempre está lanzando acusaciones, malos pensamientos, confusión, desánimos y otros muchos dardos que tiene en su arsenal. Todo para destruirnos o para hacer que abandonemos la obra de Dios.

El diablo usa a hombres malos, a personas no espirituales que con sus pensamientos corruptos, carnales y naturales quieren sustituir la verdad de Dios en nosotros con sus mentiras.

porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos a castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.” (2ªCorintios 10:4-6)

Tercero, reconocer y creer en la soberanía de Dios.

Dios está por encima de todos los hombres y su autoridad excede con mucho cualquier otra autoridad. El gobierna sobre la tierra y controla sobre todos los acontecimientos.

Jehová está en su santo Templo; Jehová tiene en el cielo su trono;
sus ojos observan, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.” (V.4)

La mirada de David está puesta en Dios el cual no cambia, ni puede ser movido de su sitio. Las cosas pueden torcerse y todo puede venir en contra del creyente pero Dios al cual podemos recurrir sigue en su lugar. El está observando a todos los hombres y examinando a cada uno, conoce sus pensamientos, sus invenciones, sus fantasías y su vanidad.
El hecho de que Dios está en su templo y que tiene su trono en el cielo significa que los fundamentos de la fe del cristiano están basados en la sabiduría de Dios, en su poder y en su reino., La iglesia es templo de Dios, es la casa donde él habita y de la que es el Dueño y Señor y él mismo constituye sus fundamentos que nadie puede cambiar.

Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” (1ªCorintios 3:11)

Cuartamente, los justos, es decir los que están en Cristo deben saber que Dios los está probando. “Jehová prueba al justo;” (V.5a)

Esto es algo positivo y de edificación para la vida espiritual de los creyentes. Dios pone a prueba lo que el considera que tiene algo de valor con el propósito de añadirle mucho más valor aun.
La prueba pondrá de manifiesto de que lado estamos, de Dios, del yo pecaminoso, o de parte del enemigo. También mostrará hasta que punto estamos comprometidos en obedecer la palabra de Dios.
Porque Jehová es justo y ama la justicia,
el hombre recto verá su rostro.” (V.7)

La prueba revelará si la obra que estamos edificando y los medios, materiales y recursos que estamos empleando son de Dios o simplemente humanos.

Quinto, los malos serán desechados y juzgados.

pero al malo y al que ama la violencia
los repudia su alma.
Sobre los malos hará llover calamidades;
fuego, azufre y viento abrasador serán la porción de su copa.” (Vs.5,6)

A veces puede parecer que aquellos que están haciendo mal son prosperados y que todas las cosas les van bien. Siguen el error, desobedecen a Dios y viven según el ritmo que les marca este mundo.
David se sorprendía, e incluso llegó a tener envidia de la prosperidad de los impíos, hasta que estando él en la presencia de Dios el Señor le hizo comprender el fin de ellos.

Nos hace falta una buena dosis del temor de Dios de manera que las cosas de su reino, su palabra, sus mandamientos, sus condiciones y todo que está establecido por él sea respetado. Dios no cambia con el tiempo, ni se amolda a la mentalidad de los hombres y sus modas que en su orgullo creen que pueden mejorar lo que él a estipulado para que sean salvos.
El creador acepto el sacrificio que Abel le ofreció porque así fue estipulado, pero rechazó la ofrenda de Caín porque éste pensó que eso mejoraría lo que Dios había pedido, y eso fue un gran error.

Pedro Jurado

lunes, 3 de diciembre de 2012

MUY AMADO....TU ORACIÓN HA SIDO OIDA

 
DANIEL 10:12,18,19 RVR60-ES
“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.“.......“Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció,  y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.“

Cuando oramos y quedamos con la sensación de que no ha sucedido nada porque vemos que las circunstancias parecen no haber cambiado, entonces debemos ampliar nuestra mirada por medio de la fe.

2 CORINTIOS 4:18 RVR60-ES
“no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.“

Este pasaje de Corintios nos muestra que hay cosas que no son perceptibles para nuestros sentidos naturales, ni siquiera para nuestros pensamientos y emociones, sólo pueden ser percibidas en el espíritu, pues son cosas que no se ven.

Dios siempre está obrando y cuando exteriormente no cambia nada es  porque el está cambiando cosas en nuestro mundo interior.

El Señor siempre oye las oraciones, otra cosa es que el responda conforme a la idea que tenemos preconcebida, que por lo general no lo hace.

No se trata de falta de fe, sino de que Dios es soberano y obra las cosas como el quiere.

Los textos que hemos leído del profeta Daniel nos muestran unas realidades preciosas que nos alientan a mirar y creer más allá de la apariencia.

Primero la necesidad de buscar a Dios en oración. Estar en la presencia de Dios es lo más importante y maravilloso. Creamos que estamos delante de Él, aún más, Dios mora en nosotros. Toda nuestra oración cambia cuando partimos de esta realidad. “porque en Él vivimos, en Él nos movemos y en Él somos“ Apóstol Pablo

Segundo la importancia de una actitud y disposición de búsqueda para entender delante del Señor. Nuestra búsqueda de sabiduría y entendimiento tiene su respuesta en el secreto de Dios. “en tu luz veremos la luz“

Tercero, una actitud humilde delante del Señor.

1 PEDRO 5:6 RVR60-ES
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;“

SANTIAGO 4:6 RVR60-ES
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.“

Cuarto, con las disposiciones anteriores nos exponemos o colocamos ante  Dios para que Él pueda tocarnos y hablarnos.
a) Su toque nos fortalece.
b) Sus palabras nos afirman en su amor y refuerza nuestra identidad.
Nos consuela y nos alienta.
c) Somos revitalizados y queremos más de su palabra. El hambre espiritual crece en nuestro interior.