martes, 30 de julio de 2013

PARTICIPES DE LA NATURALEZA DIVINA

2 Pedro 1:3-11 RVR60 "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo."

Dios es espíritu, esa es su naturaleza esencial; Dios es eterno en su existencia; Dios es santo, Dios es justo y Dios es amor. Todo eso y más es parte intrínseca de la naturaleza de la Deidad.

El plan eterno de Dios es tener una familia de muchos hijos semejantes a Jesús, es decir, con la misma naturaleza en esencia y en virtudes que su Amado Hijo.

Por eso vino Jesucristo, y participó de carne y hueso haciendose semejante a los hombres, para luego poder hacernos conformes a su imagen y semejanza. Toda una obra maestra y maravillosa de gracia.

Cristo, mediante su vida, muerte y resurrección, nos provee de todo lo necesario para que participemos de la naturaleza de Dios y de todo cuanto pertenece al reino divino.

Por medio de Jesucristo recibimos la vida de Dios o vida eterna, recibimos una naturaleza espiritual, y somos participes de las riquezas abundantes de Cristo, de sus virtudes y de su caracter.

Analicemos en este pasaje que escribe el Apóstol Pedro, cómo, de que manera y porqué medios se lleva a cabo esta obra de Dios en nuestras vidas.

En primer lugar notemos que es un acto de gracia llevado a cabo por el poder de Dios. "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder" Es decir, que todo es un regalo de Dios inmerecido. La vida de Dios y la piedad no es algo que podamos alcanzar por nuestras propias fuerzas, obras, ni medios. Se requiere del poder de Dios, solo Él puede hacerlo mediante un acto de amor divino.

La vida de que habla el apóstol es "zoé" vida eterna, vida de Dios. Por eso es inalcanzable por medios humanos. El hombre por si mismo solo puede vivir en su "siqué" vida del alma, de su mente, de su voluntad y de sus emociones, pero con ella no puede percibir, ni tan siquiera oler la vida de Dios. Para ello necesita revivir a la vida de Dios "zoé" vida espiritual. Es para eso que vino Jesús, para dar vida en abundancia, para darnos la vida de Dios.

S.Juan 6:51, 54, 57 RVR60 "Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo....... El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero....... Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí."

"Cosas que pertenecen a la vida y a la piedad" Cosas cuya existencia ignorabamos debido a nuestra naturaleza corrompida y depravada. Tesoros completamente ignorados y ocultos a causa de nuestra ceguera espiritual, nuestra mente oscurecida y nuestro corazón y conciencia entenebrecidos por el pecado.

Ahora bien, en segundo lugar, es mediante el conocimiento de Jesús que nos llama, que Dios nos otorga esas cosas. "mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia"

Es por medio del conocimiento de Jesús que recibimos departe de Dios todas las cosas pertenecientes a su reino y a su naturaleza divina.

S.Juan 17:3 RVR60 "Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado."

Esto no es un conocimiento teórico y mental, sino revelacional. Es experimentar el amor de Dios y el perdón de nuestros pecados, es la unión con Jesús por medio de la fe, es gustar la gracia de Dios. Es recibir la vista espiritual. La vida de Dios y todo cuanto corresponde a ella comienza a fluir en nuestro ser en el momento en que somos restaurados a la comunión con Él. Nuestra percepción y sensibilidad espiritual nos es restaurada y la fe son los ojos que nos permiten ver y recibir todo lo que viene de Dios.

Este conocimiento obedece al llamado del Señor, que de otra manera sería imposible que ni siquiera nos acercaramos a Él. El nos llama por nombre para que nos vovamos a Él y le sigamos. Nos llama por su gloria y excelencia, no porque somos nosotros gloriosos y excelentes, ni merecedores y aptos. El nos llama para que participemos de su gloria y excelencia, es decir, de su estado glorioso resucitado y de sus obras maravillosas, y así nos hace participes su naturaleza divina.

Filipenses 3:8 RVR60 "Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo"

El apóstol Pablo estimaba todas las cosas como pérdida por "la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús" no existe nada más exelente que el conocimiento de Jesús. Para ganar a Cristo es necesario que estemos dispuestos no solo a dar nuestras cosas, sino nuestras vidas. ¿Hasta cuánto estamos dispuestos a perder para asirnos de Cristo, para ganar a Jesús?

En tercer lugar nos ha dado grandes promesas y dones. "por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina"

Nos ha dado la preciosa gran promesa de la salvación. Nos ha dado la gran promesa del Espíritu Santo. Nos ha dado la preciosa promesa de su presencia permanente.

En cuarto lugar, nos ha facilitado una salida o via de escape a la corrupción del mundo. "habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia" Es imposible salir del mundo de corrupción si no es a través de la puerta de salida que Jesucristo a provisto. Debemos entender que donde quiera que vayamos nos sigue el pecado, la maldad y la corrupción. No podemos huir de ella porque no es algo exterior y ajeno a nuestra naturaleza, sino que la llevamos incrustada dentro de nuestro ser. Veamos cual es la corrupción del mundo y como podemos huir de ella sin que nos atrape. No se trata de salir del mundo social, político y familiar. No es cuestión simplemente de alejarnos de otras personas, o del trabajo o de nuestra cultura y hacernos ermitaños, aun haciendo todo eso seguiremos bajo la corrupción del mundo.

1 Juan 2:16 RVR60 "Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo."

El mundo son los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Entiende ahora porqué es imposible escapar, el mundo lo llevamos dentro.

La única manera de escapar del mundo es muriendo, es dramático, pero es así, es la única salida efectiva; usted y yo tenemos que morir si queremos huir del mundo.

Esa es justamente la salida que Jesucristo nos ha provisto, la muerte por medio de la cruz. En la cruz morimos al mundo, y éste pierde su poder e influencia sobre nosotros.

Gálatas 6:14 RVR60 "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo."

2 Corintios 5:14-15 RVR60 "Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos."

Romanos 6:6 RVR60 "sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado."

Estos pasajes son suficientes para mostrarnos la manera en la que Jesucristo mediante su muerte en la cruz nos ha librado de la corrupción del mundo. Hemos muerto juntamente con Él, el mundo en nuestra carne fue crucificado, el viejo hombre con sus pasiones y conscupicencias fue crucificado. Es algo que debemos hacer nuestro por la fe. Ahora bien, otra cosa es si en verdad queremos huir de ese mundo o no; si usted se siente a gusto no huirá, si no quiere morir no correrá hacia la cruz. Pero entoces no podrá ser participante de la naturaleza divina.

Una vez que lo viejo ha sido destruido se puede construir lo nuevo, si el viejo hombre está crucificado, entonces podemos ser edificados sobre el nuevo hombre.

Ahora podemos entender el porqué muchos creyentes vuelven al mundo, no es que vuelvan, es que aunque están en las iglésias el mundo no ha salido de ellos, porque no se han identificado con la muerte de Jesús. Ellos siguen vivos y coleando en su viejo hombre, por lo tanto son dominados por el pecado y por el mundo que llevan dentro.

A continuación el apóstol nos muestra lo que debemos hacer para que la naturaleza divina y el caracter de Dios se pueda ir desarrollando y creciendo en nuestras vidas.

"vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor." Continuará........

lunes, 29 de julio de 2013

TENGA UN BUEN CONCEPTO DE SI MISMO

Romanos 12:3 RVR60 "Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno."

1 Corintios 15:10 RVR60 "Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo."

El Apóstol Pablo conocía muy bien la gracia de Dios, de modo que habla con conocimiento de causas. Él que había sido perseguidor de la iglésia, el Señor tuvo gran misericordia al escogerlo, en su debilidad conoció el poder de Dios; y en sus persecuciones y naufrágios Dios lo guardó.

Dios lo capacitó mediante su abundante gracia para llevar a cabo su obra con éxito por toda Asia y Europa levantando pueblo para el Señor donde quiera que llegaba. Pero Pablo no se volvió a la locura del orgullo, él no pensó que era mérito suyo todo cuanto le aconteció, ni se envaneció por la revelación recibida, sino que daba la gloria a Dios.

Ahora bien, el Apóstol reconoce que la misma gracia de Dios que fue derramada sobre él ha sido dada a todos los creyentes sin excepción, quizás manifestandose de diferentes maneras, pero la misma gracia.

De modo que Pablo hace un llamado a la cordura de todos los creyentes que han gustado la gracia de Dios en toda su multiformidad. Les dice: "que no tenga más alto concepto de sí que el que deben tener" Debemos tener un sano y alto concepto de nosotros mismos, correspondiente a la realidad de la identidad que hemos recibido y conforme al don o dones que Dios nos haya dado. Pero no debemos tener un concepto más alto que el adecuado, que el justo y equilibrado.

Es un deber de cada creyente tener un buen valor de si mismo siempre contemplandose desde la perspectiva del amor y la gracia de Dios. ¡Es tanto lo que Dios ha hecho para dignificarnos! Dios nos tiene en tan gran estima, que es un pecado el menospreciarnos a nosotros o menospreciar a cualquier otro.

Es necesario que entendamos la diferencia entre humildad y autodesprecio. El menoscabo no es humildad, sino la actitud mental de alguien que no está equilibrado ni sano. La humildad es el reconocimiento y la aceptación de la valoración justa que hace Dios de nuestras vidas. La humildad se aprende cuando nos unimos a Jesús mediante la cruz y nos convertimos en seguidores fieles de su enseñanza.

S. Mateo 11:29 RVR60 "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;"

Tanto el menoscabo como el orgullo son actitudes de un corazón incredulo y desobediente a Dios. Son un pecado moral y espiritual que obstaculiza nuestra relación con el Señor.

PENSAR CON CORDURA

"sino que piense de sí con cordura"

El diálogo interno que tenemos con nosotros mismos es muy importante, es algo que debemos aprender a controlar. Pensar con cordura es un deber, no una opción. La consideración y valor que nos damos ha de estar acorde con lo que Dios nos dice en su palabra y conforme a la identidad que tenemos en Cristo Jesús. No debemos insultarnos, ni maldecirnos, ni devaluarnos, ni tener pensamientos negativos hacia nosotros mismos. Declaremos lo que somos en Cristo y lo que el nos ha hecho, creamos al amor de Dios.

1 Corintios 1:25-31 RVR60 "Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor."

"conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno."

La medida de fe que Dios ha dado a cada uno determina su valor, su estatura y su función en la vida. Nuestro valor no lo determina lo que hemos conseguido de este mundo, ni los títulos, ni el dinero, ni las posesiones, ni el poder, sino la fe.

La fe es la receptora de toda gracia de Dios y mediante la cual somos hechos aptos y aceptos delante de Dios. Somos realmente, lo que somos delante de Dios. Es bajo la luz de Dios que nos podemos ver bien a nosotros mismos y conocernos, y apreciarnos correctamente.

"Pero por la gracia de Dios soy lo que soy"

¿Cómo nos juzgamos a nosotros mismos cuando nos miramos? ¿Según la fe y gracia de Dios? O ¿Según la imagen distorsionada procedente del hombre de pecado? Dios a puesto su imagen y semejanza en sus hijos, ésta fue distorsionada y destruída por el pecado; pero ahora mediante Jesucristo hemos sido restaurados y hechos un nuevo hombre y una nueva mujer por la fe. Somos nuevas criaturas en Cristo Jesús mediante su gracia. ¡Esto es algo muy grande amados hermanos! no es que Dios nos haya reformado, nos ha hecho totalmente nuevos. El nos ha dado un corazón nuevo y un espíritu nuevo, y ahora habíta por su Espíritu en nosotros.

Dios ha cambiado nuestra placa matríz y nos ha metido un nuevo sistema de gracia y fe; no obstante debemos colaborar con Él en la instalación de los nuevos programas que permitirán que nos desarrollemos con todo el potencial que Dios nos ha dado.

Veamos parte del nuevo programa de Dios:

Efesios 4:22-24 RVR60 "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."

El viejo programa era nuestra pasada manera de vivir, controlado por el viejo hombre, viciado por el pecado, por los deseos engañosos y por una mente vana. Debemos hacer tres cosas para que el nuevo sistema de fe y gracia que Dios ha instaurado funcione en nosotros:

A.) Despojarnos del viejo hombre. El viejo hombre es el antiguo programa que se nos introdujo a causa de la desobediencia de Adán. Nuestro ser fue infectado y atacado por el virus del pecado. ¿Cómo resuelve el Programador Divino este problema en el hombre? Por medio de Jesucristo que borra el pecado por su sangre derramada, y por la obra de la cruz donde juntamente con Él el viejo hombre es crucificado y desactivado. Según la obra de Dios ésto es un hecho ya consumado que debemos aceptar por fe. Es en la cruz donde somos despojados, en el momento en que nos identificamos con la muerte de Jesús.

B.) Renovar el espíritu de nuestra mente. No se trata simplemente de sustituir pensamientos negativos por pensamientos positivos, no es cuestión de aceptar una nueva filosofía o conjunto de creencias. Es mucho más profundo el cambio que ha de producirse, es de naturaleza espiritual "renovaos en el es-pí-ri-tu de vuestra mente" Muchas personas no tienen éxito en controlar su mente porque no entienden la magnitud del cambio que ha de producirse y a que nivel.

Debemos entender que satanás quiere controlar nuestra forma de pensar mediante sus semillas envenenadas, son pensamientos de naturaleza espiritual, son espiritus malignos, es la sabiduría terrenal, animal y diabólica. Solo la verdad de la palabra de Dios y la revelación de Jesucristo tienen poder para librarnos de tales influencias y control del enemigo. Es por medio de la luz de Dios que somos renovados, fortalecidos y edificados.

C.) Vestirnos del nuevo hombre. El nuevo hombre no es un cristiano idealizado por nosotros, no es el super yo. El nuevo hombre es Jesucristo, es Cristo viviendo en nosotros. "y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí"

Gálatas 2:20 RVR60 "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí."

¿Cómo se hace esto, cómo sucede que Cristo viva en mí? Este pasaje nos da la clave nuevamente, no es otra que lo que vengo diciendo. Primeramente identificación con la muerte de Jesús "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo" Segundamente vivir en la fe "y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios" Esto significa depender de la vida de Jesús en nosotros. Quiere decir que vivimos por su gracia que de forma constante fluye desde nuestro interior. Necesitamos creer esto, debemos confiar que esto es así, que Cristo es el motor y la energía de nuestra vida.

miércoles, 24 de julio de 2013

EL JUSTO, EL VERDADERO, Y EL MISERICORDIOSO

PSA 85:10-13 RVR60 "La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos. Jehová dará también el bien, Y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrá por camino."

He aquí una palabra profética preciosa que apunta directamente al ministerio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. En la ley, la misericordia y la verdad no podían encontrarse. La ley juzga y condena al pecador, ella exige su cumplimiento sin contemplaciones y castiga a quien la infringe. Es en Jesús nuestro abogado, es en el Ungido de Jehová que tomó un cuerpo humano; y se hizo débil, y sufrió. Es en el Hijo del Altísimo que se unen la misericordia y la verdad, porque Él es ambas cosas, misericordioso y verdadero.

Los interpretes de la ley trajeron a la mujer adúltera delante de Jesús, y le dijerón, que según la ley esa mujer debía morir. El Señor como verdad reveló los corazones de todos los acusadores haciendoles ver que todos habían cometido pecados, y como misericordioso perdonó a la mujer librándola de una muerte segura.

La ley no puede ser misericordiosa, ella es solo la verdad condenatoria, Jesús es el único que ofrece nuevas oportunidades. La ley apunta al pecado concreto, la verdad de Jesús revela lo más profundo del ser que junto a la misericordia nos salva y libera del mal.

En Cristo se unen la justicia y la paz en un ósculo de amor santo. Él es el Justo y quien justifica a los que creen en su nombre.

Isaías 53:11 RVR60 "Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos."

Romanos 5:1 RVR60 "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;"

Por medio de Jesucristo es únicamente como todo ser humano puede ser justificado delante de Dios y declarado justo.

Es solo por Jesús que podemos hacer la paz con Dios. Justificación y paz por la fe en el Hijo de Dios.

No es por mis oraciones, ni por guardar las fiestas, ni por leer la biblia, ni por asistir a todas las reuniones, ni por ninguna obra que yo pueda hacer, que seré justificado y estaré en paz con Dios.

Surge un idilio con el Pastor de nuestras almas en el momento en que somos perdonados y reconciliados con Dios en paz. ¡Gloria al Señor"

"La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos." Así fue con Jesús, Él vino a la tierra y nació de una virgen, y brotó como simiente de Dios, como renuevo en tierra seca.

Isaías 53:2 RVR60 "Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca"

"Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del Unigenito del Padre, lleno de gracia y de verdad"

Cristo es la verdad que nos liberta de toda esclavitud y nos hace ver con claridad. Cuando esa Verdad es recibida en un corazón con buena tierra, brota y crece.

"Y la justicia mirará desde los cielos" ¿porqué no desde la tierra? Porque la justicia es de Dios y no de los hombres. Los hombres no son justos, no existe ni uno que sea bueno. El Padre es justo, el Hijo es justo y es desde y por medio de su reino que la justicia de Dios es aplicada. En la tierra no hay justicia, pero Dios si hace y hará justicia a sus escogidos.

"Jehová dará también el bien, Y nuestra tierra dará su fruto." El bien no es otra cosa que la bendición de Dios; Cristo es la personificación tanto de la Verdad, como de la Justicia, como del Bien Supremo. "Y nuestra tierra dará su fruto" Así fue profetizado y así se cumplió y se sigue cumpliendo la palabra de Dios. "Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho" Todos los hijos de Dios son el fruto de la aflicción de Cristo.

Como grano de trigo cayó en tierra y murió, y como resultado dio mucho fruto. Y este principio sigue funcionando y cumpliendose en las vidas de todos aquellos que permanecen en Jesucristo. Si perdemos nuestra vida en el Señor y por su causa, la ganaremos. Si permanecemos en Él y Él en nosotros y guardamos sus palabras, llevaremos mucho fruto.

"La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrá por camino."

S.Juan 13:15 RVR60 "Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis."

1 Pedro 2:21-25 RVR60 "Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas."

El Señor no hizo pecado, no engañó con su boca, no maldijo a nadie, y no amenazaba. Fue justo en su trato con todo el mundo, a Él nadie podía acusarlo de haber pecado. Es cierto que no cumplía con el día de reposo, ¿pero no es Él el Reposo verdadero, y Señor de todos los días de reposo? Es cierto que Él y sus discípulos no se lavavan las manos para comer, pero dejó muy claro que lo que contaminaba a los hombres no era comer con las manos sucias, sino que lo malo que sale del corazón es lo que contamina. Se juntaba con los pecadores, con las prostitutas y con los marginados del pueblo, y aun así no pecó.

"Y sus pasos nos pondrá por camino." ¡Amo a Jesucristo! Sus pasos serán los mios, sus pisadas han marcado ya mi trayecto y mi destino. Pondré mis pies donde Él ha puesto los suyos. "dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas"

¿Qué significa andar en los pasos del Señor? Leamos un pasaje en el evangelio de San Juan:

S.Juan 6:57 RVR60 "Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí."

El Señor fue enviado por el Padre y vivió por la vida del Padre, es decir, que la vida de Jesús se sostenía en una dependencia total de la voluntad de su Padre. Jesús hacía lo que veía hacer a su Padre. Hacer la voluntad de Dios era la comida y la bebida espiritual de Jesús. Esas fueron las pisadas del Señor, caminar por la vida de Dios en su perfecta voluntad.

"asimismo el que me come, él también vivirá por mí." Si comemos al Señor tendremos su vida dentro de nosotros y eso dará como resultado que viviremos por Él. Al vivir por Él estaremos haciendo su voluntad y caminaremos sobre sus mismas pisadas.

La vida cristiana no podemos vivirla por imitación, sino por fusión. Es la consecuencia de la unión del creyente con Cristo que como resultado produce en nosotros la poderosa energía de Dios. "Porque separados de mí nada podeis hacer"

lunes, 22 de julio de 2013

MINISTROS DEL NUEVO PACTO

MINISTROS DEL ESPÍRITU

2 Corintios 3:1-7, 9-18 RVR60
"¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros? Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.  Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.  Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.  Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor."

El ministerio del Espíritu o del nuevo pacto no lo pueden entender los que tienen el entendimiento embotado a causa del paradigma legalista. Realmente es necesaria la obra de la gracia por medio de Jesucristo para que el velo que les separa de la gloria del Espíritu de Dios les sea quitado.
La obligación o responsabilidad del hombre frente al arquetipo de la ley lo expresa muy bien el apóstol San Pablo con las siguientes palabras:

Romanos 10:5 RVR60
"Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas."

El hombre que haga, o que cumpla, o que obedezca, es decir, el hombre que actua y el que obra para salvarse. Según el antiguo pacto el hombre es justo y se salvará si obedece toda la ley escrita, las ordenanzas, estatutos y normas dadas por medio de Moisés.

Ahora bien, el deber de hacer es  también un concepto muy arraigado en la propia justicia del hombre. El cree siempre que debe hacer algo. Con respecto a las leyes de Dios nádie ha cumplido jamás con todas ellas por mucha voluntad que le haya puesto. Por la sencilla razón de que los hombres son débiles para cumplir con toda justicia de Dios, son pecadores y carnales, y la ley de Dios es espiritual.

Pablo les había predicado a los corintios el evangelio de Jesucristo, un evangelio de poder, una noticia de salvación. Pablo les anunció desde el principio el mensaje de la cruz, y les dice ahora:

"Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón."

El apóstol les explica que son cartas de Cristo, expedidas por él, escritas no con tinta, ni en tablas de piedra. ¿A qué se está refiriendo Pablo? Claramente las tablas de piedra hace referencia a la ley de Moises grabada en ellas, donde inicialmente Dios entregó sus leyes al pueblo. Luego todo lo demás que fue escrito con tinta en pergaminos y papiros, tanto leyes civicas y sociales, así como las ordenanzas de culto.
¿Pero que significa ser carta de Cristo? Sabemos lo que no es, es decir, no son cartas que tengan que ver con lo que Moises escribió ni en las tablas de piedra, ni en los libros de pergamino.

S.Juan 1:17 RVR60
"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo."

Las cartas de Cristo son escritas con la gracia y la verdad. Son el testimonio vivo de la obra de Jesucristo. Son los hijos nacidos del Espíritu por voluntad de Dios. Por medio de su Espíritu Dios escribe en los corazones su voluntad, el pone sus leyes en los corazones completamente nuevos de sus hijos. Pero no nos confundamos, Cristo no vuelve a escribir el antiguo pacto, sino el nuevo pacto en su sangre.

Hebreos 10:15-18 RVR60
"Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:  Éste es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,  añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.  Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado."

Cristo fue inmolado en el altar de la cruz como un cordero sin mancha, ni defecto, fue ofrecido una vez y para siempre, e hizo perfectos a los santificados.

Aquellos que aun tienen el velo delante de sus ojos y están embotados por causa del paradigma de la ley no pueden entender el nuevo pacto. Ellos no pueden aceptar que no tengamos que observar la ley grabada en tablas de piedra o escrita en el rollo del libro.

Es decir que ellos entienden que todo lo que Dios va a hacer, tiene que ser porque lo merezcamos, si Dios nos va a bendecir será porque cumplimos con su ley. O sea que debemos demostrar que cumplimos con las leyes dadas en el monte Sinaí. Para ellos no es suficiente la obra realizada por Jesucristo en el monte Calvario. Pero no es del Sinaí de donde vendrá la salvación, sino de Sión, de Jerusalem, de Belén de Judea.

Muchos en vez de cartas son lozas de piedra que caen sobre todo el mundo y los aplastan con sus leyes, y leyes y más leyes.

"Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica."

La competencia o capacidad para ejercer el ministerio según la ley viene por cumplir la ley, por tanto soy competente porque yo cumplo y yo hago, lo soy por mi mismo. La conpetencia según la ley produce jactancia, orgullo, nos pensamos merecedores de los dones o cargos que Dios nos da.
Sin embargo mediante Cristo tenemos confianza en Dios de que nuestra competencia, capacidad o habilidad para ejercer el ministerio vienen de Él.
Tiene que ser así puesto que se trata del nuevo pacto que es por gracia y no por obras, no es por la observancia de la letra de la ley, sino por el espíritu.
Ahora fijese muy bien en lo que dice el apóstol: "porque la letra mata, mas el espíritu vivifica." ¿Qué significa esto de que la letra mata y a qué letra hace referencia? Claramente y según lo que ha expuesto en todo el contexto Pablo se refiere a la ley de Moisés. La ley condena a todos los infractores aunque sea en un solo punto, por ella es el conocimiento del pecado y la paga del pecado es muerte. Por eso todos los que están bajo la ley están bajo maldición, pues nadie puede cumplirla cabalmente, así que están sentenciados a muerte.

"Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación."

Antes habia dicho Pablo: "porque la letra mata" ahora dice "y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria" y "Porque si el ministerio de condenación fue con gloria"
Ministerio de muerte y ministerio de condenación.

Pero tome buena nota de esto: "Mas el espiritu vivifica" La letra mata, el espíritu vivifica. ¿Qué quiere decir que vivifica? Pues que nos da vida, nos capacita, nos ayuda en nuestra debilidad. Por el Espíritu de Dios somos vivificados en nuestro espiritu y podemos servir a Dios en competencia.

Entonces tenemos un ministerio de la letra que mata, es un ministerio de muerte y de condenación, ante este ministerio todos somos incapaces, no somos hábiles para cumplirlo. Y tenemos un ministerio del espiritu, que es también un ministerio de justificación y un ministerio que vivifica, este nos hace aptos y capaces para servir al Señor.

Les aseguro que esto no lo entienden aquellos que están en el paradigma de la letra o de la ley, los que siguen bajo el antiguo pacto. Solo Cristo les puede quitar el velo, aunque yo lo explique de mil maneras no habrá forma de hacerles entender. No es cuestión de estudios teológicos, ni de graduaciones académicas, ni de licenciaturas en divinidades.  Es cuestión de ver, si tengo el velo no veo, cuando el velo es quitado veo. Cristo  en su muerte rompió el velo del templo que nos separaba del lugar santisimo mediante su cuerpo que fue inmolado. Aun así muchos como dice el apóstol continuan con un velo en su corazón que solo será quitado cuando se conviertan al Señor.

"Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor."
No se que Jesús han recibido algunos, o que evangelio o que espíritu. Pero lo cierto es que el Señor es el Espíritu; solo hay un Señor y solo hay un Espíritu. Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Libertad del pecado, libertad de la ley y libertad de la muerte y la condenación.

Si hemos conocido y recibido a Jesús el Señor y hemos recibido su Espíritu seremos libres de la ley. El Señor nos transforma por medio de su Espíritu  desde que comenzamos a tener acceso a su  gloriosa presencia; no es un cambio que producimos nosotros, lo hace Él. Al acercarnos cada día por medio de la fe al Señor, contemplandole en fe por medio  del espejo de la palabra de Dios somos transformados a la imagen de Cristo.

Filipenses 3:3 RVR60
"Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne."

Pablo está hablando de la circuncisión en el corazón, es la obra de gracia por medio de Jesucristo la que nos hace hijos de Dios, pueblo de Dios. Los que servimos a Dios en espíritu, somos ministros del espíritu, no de la letra. Nos gloriamos en Cristo Jesús, es decir, en su persona divina y en su obra. Y no confiamos en la carne, o sea, que no dependemos, ni nos apoyamos en todo cuanto pueda proceder de nosotros, ni en nuestras buenas obras, ni en nuestra mejores intenciones. ¿Y entonces qué nos queda? Pues nada de nosotros y todo de Cristo ¡Gloria al Señor! No queda absolutamente nada en lo que nos podamos jactar.

Ezequiel 36:25-27 RVR60
"Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra."

En este pasaje de Ezequiel podemos observar el proceso de cambio que obra la gracia de Dios y el ministerio del espíritu.
En primer lugar el Señor nos limpia, el borra nuestros pecados pasados y nos quita las idolatrias. Segundamente nos hace nuevas criaturas al darnos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Habiendo estado muertos en nuestros pecados Él nos da vida nueva, vida espiritual, nos justifica con su propia justicia, nos viste de su santidad, y nos declara justos ante Dios.
Terceramente, viene por su Espíritu a morar en nosotros y es aquí donde su provisión suple todo lo que nos falta, es mediante el poder del Espíritu de Dios que podemos hacer su voluntad y entrar en este ministerio del espíritu para servirlo.

PALABRA DE PAZ

PALABRA DE PAZ

PSA 85:8-9 RVR60
"Escucharé lo que hablará Jehová Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura.  Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la gloria en nuestra tierra."
La actitud de muchos predicadores, sus mensajes y el modo que tienen de representar a Dios da la impresión de que el Señor siempre está enfadado. Ellos dan a entender que Dios está siempre descontento y continuamente regañando y refunfuñando, pero nada está más lejos de la verdad.

Por supuesto que Dios, al que ama lo disciplina, y corrige a todos los que son hijos suyos. Pero Él no es un Padre maltratador como algunos lo dibujan. Dios nos ama con ternura, toda buena dadiva y todo don perfecto procede de Él, y además se goza y se alegra con sus hijos, de estar en su compañia, de escucharlos y atenderlos.

"Escucharé lo que hablará Jehová Dios" El creyente vive de toda palabra que sale de la boca de Dios, por ello entiende que debe escuchar con mucha atención lo que Dios tiene que decirle cada Día. Dios siempre tendrá palabras de paz para nosotros y para todo su pueblo "Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos"

Por muy fuertes, cortantes y escudriñadoras que sean las palabras de Dios, siempre nos traerán paz y toda clase de bendición. El evangelio de Dios que nos llega por medio de Jesucristo es una noticia de reconciliación, es un mensaje de vida abundante, es una palabra de esperanza y de oportunidad para un nuevo comienzo.

El termino "paz" del hebreo "shalóm" seguro, bien, bienestar, feliz, amistoso, salud, prosperidad, pasto delicado, salvo, victorioso. Es decir, que todo cuanto el Señor nos tiene que decir está relacionado con el profundo y maravilloso significado de la palabra "shalóm". Cuando Dios habla es para transmitirnos paz, salvación y liberación. El no desea destruirnos, ni amargarnos y aplastarnos bajo su poderosa mano, sino edificarnos.

Cuando los mensajes que recibimos son en verdad del Señor nos transmiten seguridad y esperanza, son un trato delicado que Él nos dispensa. Su palabra nos hace bien, es decir, transforma nuestra vida para toda bondad. Su palabra también nos transmite bienestar y felicidad. Su mensaje extrechan los lazos de amistad entre Él y nosotros, aprendemos a conocerle mejor.

El Señor habla a menudo para que seamos guiados a la victoria. El mensaje que Él nos transmite es para mostrarnos como podemos ser más que vencedores por medio de Jesucristo.

En una ocasión, cuando terminé de predicar mi mensaje en una iglésia, alguien me dijo que tenía una palabra de Dios para mí. Era un momento en el que yo me encontraba cansado, pues por varias noches me había quedado con mi suegro que estaba ingresado en el hospital. La palabra de esa persona era una crítica a mi falta de unción y fuerza en la predicación. Me sentí como si me dieran un hachazo. Yo sabía que esa palabra no era de Dios, estaba seguro porque no es así como Él nos trata. Yo era muy consciente de mi estado anímico, pero tenía y tengo muy claro que Dios no se vuelve para machacarnos cuando estamos trababajados, cargados y cansados "porque hablará paz a su pueblo y a sus santos"

Aunque Dios esté señalando nuestros pecados y llamandonos al arrepentimiento siempre será paz lo que nos transmita y a lo que nos está llevando.

"Para que no se vuelvan a la locura." Muchos creyentes sufren de locura, ellos han perdido la cordura a consecuencia de oir mensajes que no son de Dios. Algunos están en peligro de volverse inestables, locos o esquizofrénicos a consecuencia del trato, las palabras, el despotismo y maltrato que reciben por personas que están en autoridad sobre ellos.

El legalismo que dispensan algunos lideres a los que están bajo su cuidado hace que esas personas terminen rotas, inseguras, infelices, infravaloradas y desequilibradas en su mente, emociones y vida espiritual.

2 Corintios 11:19-20 RVR60
"porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos. Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas."

Pablo no entiende el porqué los corintios se dejaban abusar y avasallar por algunos lideres. Estos creyentes consentían de buena gana el ser explotados, saqueados, esclavizados y devorados por lideres de guantes blancos. Permitirlo queridos hermanos es de locos. El Señor nos ha hecho cuerdos, porqué vamos a permitir a los lideres necios que nos vuelvan locos, no lo consintamos, resistamoslos, no recibamos sus lisonjeras palabras, ni sus maldiciones, ni sus despropositos, rechacemoslos en el nombre de Jesucristo. No nos pongamos bajo su autoridad, o terminaremos muy mal.

¿ Cómo podemos identificar a los necios para poder evitarlos?

Ellos buscan esclavos, o sea que son esclavistas. Buscan que las personas se le sometan en una total obediencia. Son devoradores, lobos disfrazados de ovejas. Se alimentan de nuestra buenas intenciones, nos enguyen para hacernos desaparecer en ellos, bajo sus personalidades carismaticas e influyentes. Toman lo vuestro ¿Reconoce usted a alguno?
Se enaltecen, se levantan sobre otros orgullosamente. Alardean continuamente de sus títulos y sus logros personales.

Son repartidores de hostias, y no precisamente de las que dan los curas; estos apalean a los creyentes con sus doctrinas de demonios, y los golpean hasta dejarlos maltrechos e indefensos. Usan la verdad adulterada para dar de bofetadas sin numero a los creyentes débiles e ignorantes y machacan sus conciencias.

¿Está usted volviendose loco/a? revise sus influencias, es decir, la influencia que están ejerciendo otros sobre usted. Las personas desequilibradas que están ejerciendo liderazgo vuelven locos a los que están bajo ellos.

Muchas personas pueden estar sufriendo de depresión por causa del mal trato sicológico que continuamente reciben, no pueden levantar cabeza porque alguien sobre ella la está pisando sin darle tregua, puede ser un lider, un pastor, un marido, un jefe, un padre, una madre etc. No les dejan ni respirar.

"Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la gloria en nuestra tierra."

Ahora bien, si tememos al Señor, su salvación está cerca. ¿Cómo de cerca? ¿De qué manera?

Romanos 10:8-10 RVR60
"Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Ésta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación."

El temor de Dios nos librará del temor a los hombres, la consideración de la obra de Cristo nos librará de la extorsión y manipulación de hombres religiosos y sin escrupulos. Es la palabra de verdad en nuestro corazón y boca la que nos liberta de la opresión. Entremos a la libertad en Cristo Jesús y mantengamonos firmes en ella.

1 Corintios 7:23 RVR60
"Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres."

Gálatas 5:1 RVR60
"Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud."

"Para que habite la gloria en nuestra tierra." Nosotros somos la tierra del Señor y donde Él habita. Con su salvación, con su paz y con su liberación llega su glória, y ésta resplandece en nuestras vidas.

Fijese que la libertad y la gloria van juntas, es la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

2 Corintios 3:17-18 RVR60
"Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor."

Oración: Padre bueno ayudame a tener mi mente, mi corazón, mis emociones y mi espíritu abiertos y receptivos a tu palabra de paz. Inclino mi oído para escuchar tu voz, tu palabra de verdad. Librame de los hombres insensatos, de los que me quieren manipular y esclavizar, dame discernimiento espiritual para verlos venir. Me afirmo en Jesucristo y en la libertad que Él me ha dado. Que tu glória resplandezca en mi vida. En el nombre de Jesucristo.













viernes, 19 de julio de 2013

LA CULTURA DEL REINO

Es curioso que la palabra 'cultura' del latín (cultûra) significa cultivo, crianza'. ¿Es la vida cristiana una cultura? Según el significado original de la palabra sí. Por la sencilla razón de que la fe, ceencias y experiencia cristiana consiste en cultivar, criar y hacer crecer. En su primera acepción de nuestro diccionario de la r.a.e leemos que cultivar es 'Dar a la tierra y a las plantas las labores necesarias para que fructifiquen.' Cuando leemos la biblia que es fuente principal de información y fundamento del cristianismo, descubrimos que Dios espresa su voluntad y propositos en ella haciendo uso frecuente de la figura del campo, de su cultivo y su cuidado.

Practicar la cultura del reino es vital en la vida de todo creyente. Ésta no es otra cosa más que el cuidado atento de la vida espiritual para que crezca y se desarrolle y produzca sus frutos. La voluntad de Dios es que llevemos mucho fruto en todo lo que es la manifestación su reino en nuestras vidas. El apóstol Pablo dice a los creyentes de Corinto que son labranza de Dios; todos los creyentes en Cristo son en realidad parte de esa labranza o cultivo de Dios. Cada uno de los hijos de Dios es cultivo, es campo, es tierra, es semilla, es arbol y es fruto dentro de la cultura del reino de Dios.

1 Corintios 3:6-9 RVR60 "Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios."

En este pasaje de corintios observamos como Apólos y Pablo son considerados colaboradores con Dios en la cultura del reino. Lo cierto es que si no existe una participación y colaboración con Dios de nuestra parte no es posible llevar a cabo, ni desarrollar la cultura del reino de Dios.

No se trata simplemente de adquirir unos conocimientos teóricos respecto a las cosas del reino de Dios, ni consiste en ser licenciado o doctorado en teología y divinidades. No digo que el conocimiento no ayude, por supuesto que sí, simplemente digo que es mucho más que mera información.

S.Juan 15:1-12 RVR60 "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado."

Vamos a reflexionar un poco sobre algunos aspectos vitales que forman parte de nuestra cultura, llamese cristiana, llamese del reino o llamese espiritual. Indistintamente creo que son válidos los tres terminos de modo que haré uso de todos

A.) La fe forma parte integral de la cultura del reino. Es algo intrinseco al mismo. La fe es un valor o virtud espiritual que proviene de Dios. Cualquier intervención de Dios, operación o manifestación de su parte es obrada como respuesta a la fe. Esto no es que simplemente lo diga yo, es una verdad divina que se encuentra por toda la bíblia.

Hebreos 11:6 RVR60 "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan."

Gálatas 3:2, 5 RVR60 "Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?.......Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?"

Tanto el don del Espíritu y vida espiritual, como cualquier milagro o respuesta del Señor maravillosa se recibe por medio de la fe. No es cuestión de merecimiento, ni por ninguna obra que hagamos aunque se trate de cumplir un mandamiento o ley de Dios. No estamos viviendo en la cultura de las obras sino en la de la fe. Esto es algo que nos sacude profundamente a todos sencillamente por nuestro orgullo, no admitimos, ni aceptamos que no tengamos nada que hacer por nuestra parte, precisamente por eso es por fe, para que solo Dios sea quién se lleve la glória.

Romanos 3:27 RVR60 "¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe."

B.) El trabajo también forma parte de la cultura del reino. Algunos podrían pensar que el trabajo se opone a la fe, sin embargo nada está más lejos de la verdad. La laboriosidad es una bendición cuando va unida a la fe. Tanto el trabajo secular como todo cuanto podamos realizar y desempeñar con respecto al reino de Dios forma parte de la vida cristiana.

S.Juan 6:27 RVR60 "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre."

El Señor tiene comida abundande para darnos, pan del cielo y vino del Espíritu Santo, leche y miel. No obstante tenemos que buscar todo esto en Él, profundizando en nuestra relación con Dios, cuidando lo que Dios nos ha dado, cultivando la vida del Espíritu. Viviendo una vida de oración y de meditación en su palabra, y manteniendonos en comunión espiritual con los hermanos hacemos crecer nuestro huerto y damos frutos para Dios.

No trabajamos y obramos en el Señor para merecer la salvación, sino simplemente como responsables que somos de cuidar todo cuanto nos ha dado y de hacer que se multiplique por la gracia de Dios.

Génesis 2:8-9, 15 RVR60 "Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal...... Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase."

Los perezosos no trabajan su campo, no cultivan su tierra, por tanto lo que tienen es ruina en sus vidas, se empobrecen y no tienen para ellos, y mucho menos para compartir nada con otros.

Proverbios 6:9-11 RVR60 "Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado."

Romanos 12:11 RVR60 "En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;"

C.) La limpieza forma parte de la cultura del reino. No permita que se acumulen porquerías en su vida, ni en en su ser. Tenga una higiene mental, emocional y espiritual. Cuide sus pensamientos, sus palabras y sus actos. Ejerza dominio propio sobre todo su ser por medio del poder del Espíritu Santo. No salte de la cruz, permanezca ahí donde hemos sido colocados por Cristo Jesús juntamente crucificado con Él.

Debemos entender que la cultura del reino de Dios no es una religiosidad afectada e hipócrita, tampoco es una ética humana y superficial, es la vida de Dios vivida en el poder del Espíritu Santo. Nuestra cultura la establece el Señorío de Jesucristo y su gobierno de amor.

Quite las piedras y arranque las malas hiervas y los epinos de su campo, despojese de todo peso y del pecado que lo asedia. No permita ninguna raiz de amargura, no sea que deje de alcanzar la gracia de Dios

D.) La siembra forma parte de la cultura del reino. En el cultivo existe una ley que es inquebrantable, lo que uno siembra es lo que cosecha. En la vida espiritual sucede lo mismo, recogemos lo que sembramos.

Gálatas 6:7-8 RVR60 "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna."

E.) El fruto de calidad es el resultado final de la cultura del reino. Cuando se ha hecho un trabajo en fe y en el Espíritu, se ha tenido cuidado en la limpieza, se ha sembrado buena semilla y se ha trabajado en el terreno correcto, entonces habrá resultados.

Proverbios 14:23a RVR60 "En toda labor hay fruto;"

1 Corintios 15:58 RVR60 "Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano."

Solo hay dos terrenos donde podemos sembrar, y no estoy hablando de lo que sembramos en otros, que eso sería otro tema para tratar aparte.

Volvamos a repasar el pasaje de Galatas que nos habla de la siembra:

Gálatas 6:7-8 RVR60 "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna."

Hay quienes siendo creyentes están ocupados en cultivar el terreno carnal, sembrando en su vida semillas de vida carnal. Ellos aun estan vivos en su viejo hombre y lo cuidan y miman, se ocupan en las cosas de la carne. Cómo se hace eso, no lo digo porque tengamos que aprenderlo, desde pequeños estamos habituados a ello. Veamos un versiculo en Romanos ocho:

Romanos 8:5-6 RVR60 "Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz."

Lo que somos es lo que hacemos, aunque se disimule queriendo hacernos pasar por otra cosa, tarde o temprano sale a la luz la naturaleza que nos controla. Solo hay dos opciones que tenemos como creyentes somos de la carne o somos del Espíritu.

¿Cómo podemos saber que somos de una o de otra cosa? Es simple, según lo que pensamos, es decir, comforme a los pensamientos, ideas e intenciones que tenemos, así somos de la carne o del Espíritu.

Pensar, ocuparse y sembrar para la carne produce frutos y obras corruptas que son de muerte. Pensar, ocuparse y sembrar para el Espíritu es vida eterna y paz.

Hoy tenemos la opción del terreno que elegimos para cultivar, yo decido vivir en el Espíritu, ocuparme de las cosas de arriba, pensar según el Espíritu y sembrar en esta vida del reino. ¿Y usted? ¿A decidido ya?

Cantares 4:16 RVR60 "Levántate, Aquilón, y ven, Austro; Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto, Y coma de su dulce fruta."

Oración : Padre Santo, gracias por tu Hijo Jesucristo, Tu me has dado vida por medio de su muerte y resurrección. Has crucificado junto con Él a mi viejo hombre y me has hecho un nuevo hombre, me identifico con la obra de la cruz.Tomo la decisión de buscar las cosas de arriba donde está Cristo sentado a Tu derecha. Tomo la decisión de ocuparme, sembrar y pensar en el Espíritu. Decido vivir en la cultura de Tu reino. En el nombre de Jesucristo.

jueves, 11 de julio de 2013

¿CULTURA CRISTIANA?

En nuestro país existe una gran confusión e ignorancia respecto a lo que es el cristianismo autentico y sus prácticas. Muchas veces incluso los evangélicos aportan más confusión que claridad al asunto, y eso es triste. Aunque el responsable principal de tal confusión ha sido el catolicismo romano con sus practicas y creencias a lo largo de los siglos. Creencias y prácticas totalmente antibiblicas y anticristianas.

El catolicismo romano ha contemporizado desde siempre con todas las culturas de los países incluyendo los hábitos y costumbres paganas contrarias a Dios.

Es curioso que la palabra 'cultura' del latín (cultûra) significa 'cultivo, crianza'. ¿Es la vida cristiana una cultura? Según el significado original de la palabra sí. Por la sencilla razón de que la fe, ceencias y experiencia cristiana consiste en cultivar, criar y hacer crecer. En su primera acepción de nuestro diccionario de la r.a.e leemos que cultivar es 'Dar a la tierra y a las plantas las labores necesarias para que fructifiquen.' Cuando leemos la biblia que es fuente principal de información y fundamento del cristianismo, descubrimos que Dios espresa su voluntad y propositos en ella haciendo uso frecuente de la figura del campo, de su cultivo y su cuidado.

De modo que afirmo que la fe cristiana sí es una cultura, en su sentido más estricto, puesto que la fe una vez que se tiene es necesario cultivarla para que crezca cada vez más.

S. Mateo 13:24 RVR60 "Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;"

S. Mateo 13:31-32 RVR60 "Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas."

S. Mateo 21:33-34 RVR60 "Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos."

Ahora bien, cuando hablamos de culturas, en el sentido de aquellas caracteristicas historicas, políticas, sociales, costumbres, habitos, lengua, arte, gastronomía etc, que identifican y diferencian a los pueblos, no debemos confundirlo.

La cultura del reino de Dios no tiene nada que ver con la cultura humana, ni con los hábitos y costumbres de ningún pueblo en particular, aunque éstas y éstos puedan ser influenciados poderosamente por los principios cristianos y la intervención de Dios.

A lo largo de la historia se ha caído en el error de confundir la evangelización o extensión del reino de Dios con la própia cultura de donde es originario el misionero, imponiendo así sobre los paises de misión su propia cultura y costumbres. Claro, que toda costumbre y hábito que no concuerden con la voluntad de Dios expresada claramente en las escrituras y declaradas como pecado deben abandonarse. El pecado lo es y sigue siendo, independientemente de la cultura o lugar, donde de infrinjan las leyes de Dios.

La cultura cristiana o cultura del reino es una vida de fe, es vida espiritual, es vida de Dios. Está fundada en los principios eternos y en las verdades de Dios. Son cosas que emanan exclusivamente de Dios, de su Ser y de sus propios atributos; y comprende su actuación e intervención divina, su revelación y actuación por medio de su obrar. La cultura de Dios es la expresión de su gracia sobre todo ser humano.

La cultura cristiana no es algo que se pueda imitar, ni copiar o duplicar a nuestro antojo, eso es lo que ha dado como resultado la religión en los países que se llaman "cristianos" pero que en realidad no lo son.

Para ser cristiano hay que nacer por la voluntad de Dios de su reino.

S.Juan 1:11-13 RVR60 "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios."

La cultura, costumbres, y habitos sociales en general de los diferentes paises si pueden convertirse en medios de expresión del reino de Dios, de su mensaje y de su amor.

Dios mismo se hizo hombre y habitó entre nosotros, se acopló a la cultura de oriente y expresó su voluntad haciendose entender por medio del lenguaje y diferentes maneras de expresión del pueblo donde nació ¡no es maravilloso! El comía y bebía lo mismo que sus conpatriotas, vestía las mismas ropas, frecuentaba las plazas, iba al mercado, asistía a las celebraciones, trabajó en el arte de la carpintería y asistía al templo. Se relacionaba sin escrupulos con todo el mundo, sobresaliendo y yendo aún más allá de los prejuicios culturales de sus contemporaneos, Jesús revolucinó con la cultura del reino de Dios la sociedad donde vivía, Él la trascendió con su vida.

Fijense que el Señor lo que estaba era en contra de aquellas prácticas consideradas como tradiciones o costumbres de hombres que contradecían los principios del reino de Dios, con todo lo demás no había ningún problema.

Así que es muy importante tener lo más claro posible la diferencia entre lo que es la cultura del reino de Dios, nuestra propia cultura y aquellos elementos que no son aceptables según la voluntad de Dios.

Por lo demás debemos actuar en libertad, teniendo la fe y la paz de Dios como árbitros en todas las cosas.

Romanos 14:5-9, 22-23 RVR60 "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven...... ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado."

El apóstol san Pablo como misionero en Asia y Europa se adaptaba a la cultura de todos los países donde evangelizaba con el proposito de alcanzar con la palabra de Dios al mayor numero de personas.

1 Corintios 9:19-23 BLPH "Soy plenamente libre; sin embargo, he querido hacerme esclavo de todos para ganar a todos cuantos pueda. Con los judíos me conduzco como judío, para ganar a los judíos. Con los que están sujetos a la ley, yo, que no estoy sujeto a la ley, actúo como si lo estuviera, a fin de ganarlos. Igualmente, para ganar a los que están sin ley, yo, que no estoy sin ley de Dios ya que mi ley es Cristo, me comporto con ellos como si estuviera sin ley. Con los poco formados en la fe, procedo como si yo también lo fuera, a ver si así los gano. A todos traté de adaptarme totalmente para conseguir, cueste lo que cueste, salvar a algunos. Todo sea por amor al mensaje evangélico, de cuyos bienes espero participar."

Algo que no deberíamos hacer por ser contraproducente es ofrecer los valores cristianos o virtudes esprirituales como si fuesen normas a cumplir y validas y adsequibles para todo el mundo. ¿Porqué no? Simplemente porque forman parte del caracter cristiano y éstas se dan como un fruto y no como una obra surgida de nuestra propia voluntad o religiosidad. Las virtudes cristianas son el resultado de una vida espiritual, es la consecuencia de una vida de fe y dependencia en Dios, son el fruto del Espíritu. Aunque teoricamen sabemos esto, insistimos en imponer a otros el tener un comportamiento cristiano.

Ni siquiera en el creyente los valores cristianos son algo que el mismo produzca sino que es el resultado de la obra de la gracia y de la realidad de la presencia de Jesucristo en nuestras vidas. Como dije antes, se trata de los frutos del Espíritu que surgen en el creyente como resultado de la obra de Dios en su vida. El que está en Cristo es una nueva criatura, es un nuevo hombre nacido del reino de Dios en Espíritu, ha recibido departe de Dios un nuevo corazón y el Espíritu de Dios mora en él. Esto es precisamente lo que capacita al cristiano para vivir una vida agradable a Dios, de otra manera sería imposible.

Ezequiel 36:25-27 RVR60 "Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra."

Leamos también en Gálatas:

Gálatas 5:22-24 RVR60 "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos."

Algo que solemos pasar por alto es la frase "contra tales cosas no hay ley" lo qué quiere decir el apóstol es muy simple, que no son cosas que se exijan por ley, es decir, como algo que tengamos que hacer nosotros con nuestro propio esfuerzo. Son el resultado de una vida de fe, es algo que fluye en la vida de todo aquel que está en comunión con Dios y vive en el Espíritu.

No me quiero extender, pero si voy a mencinar algo importantisimo que permite que en la vida de los creyentes prevalezcan y se desarrollen los frutos del Espíritu y no los frutos de la carne. "Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos."

Pablo no está diciendo que nos tengamos que crucificar, eso es lo que la gran mayoría de cristianos entienden que dice el apóstol. Él está hablando en pasado, como de algo que es un hecho y una realidad debido a nuestro estar en Cristo y ser suyos. Los que están en Cristo deben de saber que han sido crucificado juntamente con Él.

Romanos 6:6 RVR60 "sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado."

La carne fue crucificada con sus pasiones y deseos en el Calvario, junto con Jesucristo. Esto es algo muy necesario de saber y creer. Luego, lo que nos queda, es solo hacer lo que nos dice el apóstol en el versículo siguiente.

Romanos 6:11 RVR60 "Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro."

Considerarnos muertos al pecado, contarnos, tener en cuenta.

Así que no es tan fácil o simple ser cristiano y desarrollar los valores espirituales y morales que corresponden y pertenecen exclusivamente a la vida espiritual. Como hemos visto no se obtienen por imitación o cópia.

No me entiendan mal al decir que no es fácil, es completamente imposible si no hay fe y una dependencia total de la gracia de Dios.

Si hablaramos de la obra cristiana, del servicio o ministero espiritual desarrollaríamos practicamente la misma argumentación. La obra de Dios se realiza por medio del poder del Espíritu Santo. Pero no me voy a extender aquí, sería un tema para tratar en otra ocasión. Solo cito un pasaje de Filipenses.

Filipenses 3:3 RVR60 "Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne."

martes, 9 de julio de 2013

EN EL DIA DE LA ANGUSTIA

PSA 77:1-20 RVR60
"Con mi voz clamé a Dios, A Dios clamé, y él me escuchará.  Al Señor busqué en el día de mi angustia; Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo.  Me acordaba de Dios, y me conmovía; Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah  No me dejabas pegar los ojos; Estaba yo quebrantado, y no hablaba.  Consideraba los días desde el principio, Los años de los siglos.  Me acordaba de mis cánticos de noche; Meditaba en mi corazón, Y mi espíritu inquiría:  ¿Desechará el Señor para siempre, Y no volverá más a sernos propicio?  ¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?  ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? ¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah  Dije: Enfermedad mía es ésta; Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.  Me acordaré de las obras de JAH; Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.  Meditaré en todas tus obras, Y hablaré de tus hechos.  Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?  Tú eres el Dios que hace maravillas; Hiciste notorio en los pueblos tu poder.  Con tu brazo redimiste a tu pueblo, A los hijos de Jacob y de José. Selah  Te vieron las aguas, oh Dios; Las aguas te vieron, y temieron; Los abismos también se estremecieron.  Las nubes echaron inundaciones de aguas; Tronaron los cielos, Y discurrieron tus rayos.  La voz de tu trueno estaba en el torbellino; Tus relámpagos alumbraron el mundo; Se estremeció y tembló la tierra.  En el mar fue tu camino, Y tus sendas en las muchas aguas; Y tus pisadas no fueron conocidas.  Condujiste a tu pueblo como ovejas Por mano de Moisés y de Aarón."

Todos experimentaremos en nuestras vidas el día de angustias, ese día no es limitado a uno, pueden ser muchos. Estemos mentalizados, porque eso será así.

Job 5:7 RVR60
"Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción."

Podemos sufrir por muchas razones, y sentiremos el dolor en nuestro cuerpo, nuestra alma y aún en lo más profundo de nuestro ser. Nos alcanzará la confusión y la oscuridad mental, y aun nuestra alma reusará el consuelo. Nadie nos podrá consolar, solo Dios en su gracia e intervención misericordiosa.

Asaf, cantor de Israel, nos cuenta en este precioso Salmo como es el tiempo de angustia y aflicción, de cómo nos podemos sentir; y desde su experiencia en todo el proceso nos dice como el actuó. Nos puede ser de gran ayuda considerar la respuesta de Asaf y su actitud en medio de su sufrimiento y crisis en el centro de ese desierto espiritual y emocional tan inospito.

1. Clamar a Dios. "Con mi voz clamé a Dios, A Dios clamé, y él me escuchará." El clamar a Dios será un alibio para toda la presión acumulada. Expresar a Dios con nuestra voz y grito de socorro que necesitamos de su intervención. Es un clamor desesperado a aquel de quién vendrá nuestro socorro, sabiendo que con toda certeza nos responderá.

2. Buscar a Dios. " Al Señor busqué en el día de mi angustia;" Es necesario buscar a Dios no porque Él se halla alejado de nosotros, sino porque a causa de la angustia, aflición o sufrimiento nos sentimos ofuscados y no le percibimos. El sol sigue brillando aunque existan las nubes y la oscuridad. Emanuel, Dios está con nosotros.

La palabra buscar, en hebreo "darásh" pisar o frecuentar, seguir en persecución o búsqueda, adorar, consultar, desear, indagar, inquirir. Es decir, que en tiempo de angustia debemos hacer lo mismo que en tiempos sosegados, persistir en buscar a Dios y en adorarle, seguir meditando en su palabra e inquiriendo en su presencia. Anhelarle con todo el corazón.

Tenemos su promesa que Él cumplirá con toda seguridad.

2 Samuel 22:7 RVR60
"En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios; Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó a sus oídos."

Jeremías 33:3 RVR60
"Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces."

Puede que nosotros no veamos en los dias de oscuridad, pero Dios si nos ve, Él no nos pierde de vista ni un momento. El Señor observa nuestra actitud deseando ver la expresión de nuestra fe y confianza en Él. Por medio de la adoración y rendición, alzando nuestras manos como señal de absoluta entrega y confianza, aunque fatigados y débiles; Dios será fiel en responder.

"Mi alma rehusaba consuelo." No hay consejo de nádie que nos ayude, las palabras de otros no tienen peso, no nos alcanzan. Solo Dios puede sacarnos del pozo donde nos hallamos.

3. Hacer memoria. " Me acordaba de Dios, y me conmovía;"  Todas estas cosas que se han mencionado y que el salmista hacía podemos hacerlas sin mayor dificultad nosotros también, y aún ésta que apuntamos ahora.

Acordar, en hebreo, "zakár" marcar como para que sea reconocido, mencionar, traer a la memoria. Necesitamos recordar quién es Dios. En nuestra situación es imperioso reconocer a Dios como lo que es. Mencionar su nombre e invocarlo resultará en nuestra liberación. Proclamar el nombre del Señor nos removerá y conmocionará profundamente, hará que toda nuestra pespectiva cambie. No nos hagamos una imagen distorsionada de Dios, según el estado se nuestros sentimientos, Él sigue siendo el mismo, no ha cambiado. Creamoslo tal como se ha manifestado a lo largo de la historia, conozcamos sus nombres y lo que representan.

Jehová Shalón (mi paz), Jehová Jireh (mi proveedor), Jehová Nisi (mi bandera) Jehova Shiquenu (mi justicia), Jehová Rafha ( mi médico), Jehová de los Ejercitos, Jehová es mi Pastor, Dios fuerte, Padre eterno, Admirable, Emanuel, Salvador...etc.

Es una elección nuestra el proceder conforme a los puntos que se han mencionado hasta ahora. No obstante aun podemos tener en nuestro interior sentimientos muy encontrados y contrarios a la fe.

"Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. No me dejabas pegar los ojos; Estaba yo quebrantado, y no hablaba."
La queja puede estar presente, así como la debilidad y el sentimiento de impotencia; podemos sentir que desmayamos y que estamos rotos. No debemos culparnos, ni condenarnos por ello, porque todo forma parte de nuestra condición humana.

Es una gran ayuda aceptar nuestra condición de que somos polvo, reconocer nuestras debilidades, incapacidades y limitaciones, Dios conoce nuestra condición y aunque el no comulga con nuestros pecados, si comprende nuestras debilidades.

Hebreos 4:15-16 RVR60
"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."

Ahora bien, como Asaf podemos considerar la situación y experiencia que estamos viviendo desde nuestra perspectiva subjetiva y permitir que nos embargue el desanimo, la duda y la depresión. O podemos dar solo cabida en nuestros pensamientos a los hechos de Dios considerando objetivamente todo lo que Él ha realizado a nuestro favor.

"Enfermedad mía es ésta" La palabra enfermedad que en hebreo es "kjalá"  gastado o desgastado, estar débil, enfermo, afligido. Estado en el que cualquiera puede llegar a encontrarse, pero que es importante identificar y reconocer como algo que procede de nosotros y que por diversas razones podríamos haber caído ahí.
En ésta condición pensamos que Dios nos ha rechazado y abandonado. No podemos vislumbrar el final del oscuro tunel donde nos hallamos. Sentimos que ya no tenemos esperanza y que no vamos a poder levantar cabeza. A causa de cómo nos encontramos sentimos que Dios no nos tiene ya en cuenta, que nos ha desechado y no volverá a ayudarnos.

Pero recordemos que esto es "enfermedad nuestra" todo este sentir no procede de Dios sino que es consecuencia de nuestra debilidad y desgaste emocional y mental. Puede ser también el producto de haber aceptado los dardos de satanás, son los pensamientos diabólicos que hemos permitido hacerse parte de nuestro diálogo interior.

No obstante hay una salida, y eso es una buena noticia, podemos remontarnos y salir de nuestra pésima y desgraciada situación, todabía podemos hacer algo por nosotros mismos, no estamos anulados del todo. Que el diablo no nos haga creer que no nos queda voluntad y capacidad para realizar un acto de fe y poder redirigir y enfocar nuestra mente en el Señor.
¿Qué haremos entonces? "Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.  Me acordaré de las obras de JAH; Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.  Meditaré en todas tus obras, Y hablaré de tus hechos."

Podemos tener uno o varios días malos, pero son muchos los días y los años buenos que nos da el Señor. De modo que recordemos trayendo a nuestra mente los años en los que hemos experimentado el poder de Dios y en los que a lo largo de la historia el brazo de Dios se ha extendido para salvar. Su diestra sigue extendida sosteniendo todas las cosas y dirigiendo como director la gran melodía del universo, su diestra nos sostiene, nuestras vidas están en sus manos.

Recuerde que Dios no se ha dormido, sino que está velando por usted y por mí. Traiga a su memoria las obras de Dios, y muy especialmente las obras realizadas por medio de Jesucristo a favor nuestro. Recuerde la obra preciosa de Jesús en el Calvario, su muerte y resurrección. En la obra de la cruz fuimos rescatados y liberados de la tiranía del pecado, del gobierno de Satanás y de la seducción del mundo. Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Cristo y fuimos hechos un nuevo hombre por la resurrección de los muertos de Jesús. Mire y considere a Jesús hasta que su fe se active y en su alma y espíritu resplandezca la luz.

Declare sus hechos, los de Dios naturalmente, confiese la verdad de Dios como realidades, creale a Él más que a sus propios sentimientos y eso lo cambiará todo. Usted comprobará como progresivamente todo se aclara en su vida y se remontará como un águila surcando los cielos con sus álas desplegadas.