sábado, 21 de septiembre de 2013

PERFECCIONANDONOS EN SANTIDAD

PERFECCIONANDONOS EN SANTIDAD

2CO 7:1 RVR60 "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios."

Este perfeccionarnos en santidad no tiene nada que ver con una actitud santurrona que juzga a los demás y los mira por encima del hombro con orgullo, y dice, aunque no lo declare con la boca , "no me toques que soy más santo que tú"

Jesucristo, que era perfecto en santidad, justo y sin pecado, se mantenía cercano a todo el mundo, amandoles y compartiendo con ellos el evangelio de la salvación y de su señorío.

Jesús comía junto a sus conciudadanos, tenía amigos, se reunía con ellos, asistía a celebraciones y fiestas de su pueblo natal, hablaba con prostitutas, con ladrones y con religiosos, y con todo no pecaba. Lo juzgaban y condenaban, pero el no cambiaba el curso de su vida, porque la misma estaba regida por la voluntad de Dios. ¡¡¡No es maravilloso!!!

Ahora bien, ¿se contradice Pablo con el Señor cuando dice?

2CO 6:14-16a RVR60 "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?

Lo que dice el apóstol es muy distinto de lo que el Señor hacía. El Señor tenía un solo yugo, y este era con el Padre, una misma voluntad, un mismo proposito, una comunión intima y profunda. Con todos los demás compartía sus bondades, los bendecía y orientaba, y los conducia a la salvación.

Llevar un yugo es estar sometido a los deseos, a la voluntad y a los hábitos de alguien, pues al unirnos iremos forzosamente en la misma dirección.

Como creyentes nuestra dirección en la vida solo la debe determinar y gobernar el Señor, y la guía del Señor va totalmente en contra a la del mundo y a la de la gente que no cree a Dios.

Se establece un yugo cuando hacemos un pacto en el cual nos comprometemos con algo o alguien: en un negocio, una relación afectiva, un noviazgo o en un matrimonio. Cuando hacemos eso nos estamos uniendo con esa persona para ir en sus tendencias y gustos, creencias, hábitos y costumbres, lo queramos o no.

2CO 6:16b-18 RVR60 "Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso."

Fijense de nuevo en esta frase del apóstol tan tajante, es fácil interpretarla mal. Es necesario que la comparemos con la enseñanza de Jesús, y con lo que dice Pablo en otros lugares de sus epístolas y a la luz de toda las escrituras.

"Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo;"

S.Juan 17:15-17 RVR60 "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad."

Pablo dice "salid de en medio de ellos, y apartaos" y Jesús declara "no ruego que los quites del mundo"

No podemos y no debemos dejar de relacionarnos con el mundo, pero sí es necesario que nos guardemos del pecado, de todo mal y de toda injusticia. El que tenga falta de sabiduría en esto, es decir, en cuanto a lo que debe hacer o no, que la pida a Dios.

1 Corintios 5:9-11 RVR60 "Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis."

Un par de escrituras que pueden orientarnos en aquellas cosas que no están especificamente señaladas en la palabra de Dios serían:

Romanos 14:23 RVR60 "Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado."

1 Corintios 10:23 RVR60 "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica."

Ahora bien, en todo aquello que no está especificamente escrito en la palabra y declarado como pecado, cada cual debe actuar en responsabilidad, según el dictamen de su conciencia, la guía del Espíritu Santo y con fe. Tengamos en cuenta que lo que no está en la palabra denunciado como pecado, algo que puede ser malo o pecaminoso para usted, no tiene porqué serlo para otros.

"perfeccionando la santidad en el temor de Dios." Cada persona tiene su ritmo de crecimiento y de desarrollo personal y espiritual. El Señor trata con cada creyente de forma individual, y eso es algo que debemos tener en cuenta.

La voluntad de Dios es llevarnos a la perfección, y esto incluye una vida de santidad.

Hebreos 12:14 RVR60 "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor."

Necesitamos tener una buena dosis de temor de Dios en nuestras vidas para conducirnos en todo. Es el temor que surge del respeto, la reverencia y el amor que tenemos hacia el Señor. Es el temor que huye de todo aquello que interrumpe nuestra relación con Él. Si estamos viviendo cerca de Dios, y si somos conscientes de su presencia, mantendremos el pecado alejado de nosotros.

Como cualquier virtud o fruto en el caracter cristiano la santidad fluye y se manifiesta en nuestras vidas por medio de Jesucristo que mora en nosotros. El Señor no nos da un poquito de esto y un poquito de lo otro, un poco de humildad, un poco de amor o un poquito de justicia y de paciencia. El es todas esas virtudes personificadas en nosotros, y en su habitar en nosotros las manifiesta, si nosotros estamos bien arraigados en Él y le creemos. Necesitamos aprender a echar mano por la fe de esa vida poderosa de Jesucristo que está en nosotros.

1 Corintios 1:30-31 RVR60 "Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor."

jueves, 12 de septiembre de 2013

EXAMINADLO TODO Y RETENED LO BUENO

EXAMINADLO TODO Y RETENED LO BUENO

1 Tesalonicenses 5:12-24 RVR60 "Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará."

Lo bueno que no sabemos retener debidamente lo vamos a perder o a estropear, eso es un hecho constatado a titulo tanto individual como comunitario. Cuidar de todo cuanto Dios nos da es nuestra responsabilidad. No obstante, es necesario que lo examinemos todo a la luz de la palabra de Dios y bajo la guía del Espíritu Santo. Debemos ser críticos en el buen sentido del termino, y no tragarnos todo lo que nos echen.

¿Qué debemos examinar?

Examinar, en griego es "dokimázo" poner a prueba, saber distinguir, someter a prueba, comprobar.

Los ministerios y dones para saber si son de Dios.

Las profecías, predicaciones, enseñanzas y doctrinas.

Las manifestaciones sobrenaturales, milagros etc....

Los espiritus.

Las actitudes y manifestaciones de las obras de la carne, distinguiendolas de las que son del Espíritu.

¿Qué es lo bueno que debemos retener?

Retener, en griego es "katéjo" sostener abajo, sujetar, poseer, enfilar hacia, mantener firme, apoderarse, detener.

Los ministerios del Señor que trabajan entre nosotros y presiden.

Es la paz entre los hermanos.

Es la exhortación practicada con amor.

Es el gozo del Señor.

Es la oración constante.

Es una actitud agradecida.

Es el fuego del Espíritu.

Es lo que proviene de Dios por inspiración y por obra de su gracia. La sana doctrina, la revelación, el buen deposito que Dios nos ha entregado.

Es lo que me edifica espiritual, mental, física y emocionalmente.

Es el amor y la aceptación a las personas.

El reconocer y valorar las virtudes, los dones y diferencias que existen en los demás.

Es la santidad en todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo.

Cada apartado y punto mencionado merece ser meditado y estudiado con detención, sería revolucionario si estas recomendaciones del apóstol las llevaramos a la práctica en nuestras propias vidas y congregaciones.

martes, 10 de septiembre de 2013

CAPACITADOS POR DIOS

2CO 3:4-6 RVR60 "Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica."

Nuestra capacidad se desarrolla mediante la fe o confianza que tenemos en Dios a través de Cristo; y que proviene del ministerio espiritual dado por Dios cuando somos llamados.

Efesios 4:7-8, 11-12 RVR60 "Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres........... Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,"

La competencia en el ministerio espiritual nos la da el Señor con el don que nos otorga, en el don está la habilidad, el poder y la capacidad para servir a Dios y ministrar a la iglésia.

"Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo" Los dones y ministerios son una gracia de Dios, es decir, que son una provisión de sus riquezas y sus abundantes recursos; forman parte de nuestra herencia en Cristo.

Dios nos da de su Espíritu sin medida, no obstante, los dones espirituales si tienen diferentes medidas. Con cada don y ministerio Dios da distintas medidas de operación o capacitación.

Los ministerios y dones no solo son diferentes entre ellos, sino que un mismo don o ministerio puede estar operando en distintas personas en diferente medida. Hay diferentes medidas en los ministerios apostólicos, en los proféticos, en los maestros, en los evangelistas y en los pastores. No se trata de que unos sean más que otros, pero sí son diferentes y pueden operar con mayor o menor capacidad.

Muchos creyentes pueden tener el ministerio evangelístico de persona a persona, sin embargo Dios no les da la capacidad para hablar a grupos grandes o multitudes. Muchos pastores solo tienen la capacidad para pastorear un grupo pequeño, sin embargo, otros tienen el don de pastorear un grupo muy grande. Lo mismo se puede decir del alcance del ministerio profético o del de maestro, todos son importantes y todos son necesarios, pero son de diferente medida.

Ahora bien, sea cual sea la medida o la capacidad en el don o el ministerio, ésta proviene de Dios. Y eso es lo que muchos hoy día no tienen claro o no quieren ver. Pensemos un poco en ello a la luz de lo que dice el apóstol.

"no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos" No....por nosotros mismos, es decir, no sale de nuestra naturaleza, ni depende de nuestras capacidades humanas, ni proviene de nuestras propias habilidades o artes. No porque yo lo merezca más que otros, ni porque sea más listo que nadie, ni porque tenga más estudios teológicos que otros.

Sin embargo, estas cosas que hemos mencionado es en lo que se fija el hombre que juzga en lo natural, es lo que valora y considera que es honroso y válido.

Al hombre natural le gusta tener protagonismo y que se piense de él que es digno, que vale, que tiene capacidades que ha logrado con esfuerzo. Quiere el título de experto, el trato de eminencia y que se le considere sabio "para pensar algo como de nosotros mismos"

Este pensar algo como de nosotros mismos, es considerar nuestra propia capacidad, valía o aptitud por nuestros propios logros, y que por todo ello merecemos o somos más dignos que otros para un determinado ministerio.

Ahora bien los ministerios en la obra del Señor y en la iglésia, han de ser del Espíritu o sea por el don, es condición para ser apto para servir en el nuevo pacto. La obra del Señor es sobrenatural, es divina, de modo que lo natural o humano y la sabiduría del hombre no aporta nada al reino de Dios.

Hay una materia prima con la que Dios prepara y capacita a sus obreros veamoslo en la espístola a Timoteo.

2 Timoteo 3:16-17 RVR60 "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra."

Es por medio de su palabra inspirada que Dios nos prepara y capacita para su servicio. Ella nos enseña, nos convence, nos corrige, nos instruye y nos perfecciona; ella nos hace aptos para toda buena obra.

El testimonio de Dios a la persona de su elección para usarla en un ministerio espiritual es la manifestación de su vida en el poder de resurrección. El creyente o el ministerio por mucha capacidad natural que tenga, inteligencia o sabiduría humana, si no ha tenido la experiencia de muerte en Cristo y de resurrección no estará capacitado para servir. El que solo posee conocimientos, aunque estos sean biblicos y de eclesiología o de misiones, no está capacitado para la obra espiritual si no se ha identificado con la muerte y resurrección de Jesucristo.

Es el ministerio del Espíritu el que da vida, no el de la carne, ni por la letra o el conocimiento de la ley que dan muerte.

S.Juan 6:63 RVR60 "El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida."

Esta enseñanza la encontramos en la elección de Aarón al sacerdocio como una confirmación al llamado.

Números 17:5, 8 RVR60 "Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros......... Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras."

Muchos se limitan a un ministerio didáctico carente de poder y de vida espiritual; tienen conocimientos humanos pero les falta revelación espiritual. Solo repiten lo que han leído de otros o han aprendido de segundas, comunican e informan de ciertos conocimientos pero no pueden impartir vida. La vida no la imparte, ni la da el hombre, pero sí el Espíritu Santo cuando opera con libertad a través de él.

"porque la letra mata, mas el espíritu vivifica." Hay muchos "ministros" de la letra que van dejando por ahí una gran mortandad de creyentes. Ellos despliegan sus conocimientos y toda la información que han asimilado, pero no obstante el pueblo de Dios fallece de hambre, son incapaces de impartir vida a sus oyentes. Se jactan de conocer las escrituras y de sus títulos pero no conocen el poder de Dios, ellos no lo han experimentado nunca.

Hasta aquí parece que he estado hablando de ministerios esclusivos como pueden ser aquellos que corresponden a los mencionados en Efesios 4:11, pero debemos entender que en el nuevo pacto todos los creyentes estamos llamados a servir en el Espíritu, todos somos sacerdotes y ministros del espíritu, y todos hemos recibido departe de Dios algún don o ministerio.

1 Pedro 4:10-11 RVR60 "Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén."

Creo nesaria la capacitación que se adquiere por medio del estudio y la meditación de la palabra de Dios. Creo que es de gran provecho hacerse de buenos libros y estudiarlos, debemos estar abiertos a aprender de hombres y mujeres espirituales que nos han dejado su legado en forma de enseñanzas. "Examinadlo todo y retened lo bueno"

domingo, 1 de septiembre de 2013

EL ARCA

El Arca recibe en la biblia tres nombres: El Arca del Testimonio, el Arca del Pacto y el Arca de Dios. Es interesante considerar cada uno de ellos por separado y descubrir su aplicación espiritual en ésta nueva dispensación en la que estamos.

El Arca es una figura o símbolo de cosas celestiales, así como el Templo y todo cuanto contenía en su interior, los ministerios y los servicios que se realizaban en él.

Por medio del Arca y en primer lugar, Dios da testimonio de si mismo. Es un medio por el cual nos revela su gloriosa presencia y su poder. En su contenido está su provisión sobrenatural, su voluntad expresada en forma de mandamientos y leyes y la manifestación de su vida. Este testimonio nos permite conocerle y entender todo cuanto necesitamos saber de lo que está dispuesto a realizar por nosotros.

Cuando el Arca está presente en la iglésia y somos portadores de ella en nuestras vidas tendremos la confirmación de que Dios está en medio nuestra.

Por otro lado, el Arca da testimonio de nuestra elección como pueblo de Dios, por medio de nuestra fe en su provisión, mediante el guardar y obedecer su palabra y a través de la nueva vida resucitada que hemos recibido. Somos un testimonio al mundo, al diablo y a los ángeles, de que la gracia de Dios es poderosa en nuestras vidas.

Tenemos un testimonio tremendo de la provisión de Dios a nuestras vidas, lo hemos experimentado personalmente en diferentes formas y medidas. Dios ha colmado nuestras almas de paz y descanso, de gozo y satisfación inmensos. Nos ha dado esperanza, seguridad y proposito de vida. Nos ha enriquecido con tesoros y riquezas de su reino, ha satisfecho nuestra sed y nuestra hambre espiritual. Estamos llenos de su abundancia ¡Esto es muy grande!

Es lo que venía a representar el maná que Dios ordenó guardar dentro del Arca, la provisión y el sustento de Dios a su pueblo. Durante toda la travesía del desierto que duró cuarenta años Dios suplió su necesidad de alimento, de agua y de vestido. Esto nos enseña que estando bajo la guía de Dios, viviendo en su presencia y estando bajo su protección Él suplirá todas nuestras necesidades. Esto es algo que podemos creer y no estar atemorizados, por más secas, inhospitas y amenazantes que sean las circunstancias que nos rodean.

Poseer el Arca nos garantiza la protección, sustento, prosperidad, cuidados y bendiciones de Dios. Todo esto entendido dentro de los planes y voluntad de Dios para nuestras vidas.

Poseer el Arca implica conocer y guardar los mandamientos de Dios. Tenemos en nuestro poder la palabra eterna de Dios, sus instrucciones precisas.

2 Pedro 1:19 RVR60 "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;"

En nuestra obediencia a la palabra de Dios daremos un testimonio poderoso y genuino al mundo. Seremos un pueblo que habita en luz, que sabemos a donde vamos; nuestras obras no serán las mismas que hace el mundo en su pecado e ignorancia.

Tener el Arca es poseer en nosotros el testimonio de una vida nueva, una vida resucitada, la vida de Cristo fluyendo en nuestro ser. Esto es lo que representa la vara de Aharón que reverdeció habiendo estado completamente seca y muerta.

Se le llama el Arca del Pacto. Dios es un Dios de pactos. El se compromete a sí mismo con sus criaturas por medio de sus palabras, sus mandamientos y sus promesas. El símbolo que representa el Arca es una señal, son como las arras que expresan y confirman un trato entre entre dos personas. Es un compromiso muy particular y exclusivo con su pueblo, el pueblo de su elección.

Es un pacto de pertenencia, tener el Arca significa que somos de Dios y que Él es nuestro único Señor. Es un pacto de fidelidad eterna por parte de Dios a nosotros y de nosotros a Él. Es un pacto de amor, de unión y comunión con el Señor.

El lugar donde está guardada el Arca en el Tabernáculo es el Lugar Santísimo, la parte más profunda y secreta. Es allí donde solo el sumo sacerdote una vez al año podía entrar y estar en la presencia de Dios. Ese lugar santísimo estaba cerrado por un grueso velo, un velo que fue desgarrado y abierto para siempre cuando Cristo murió en la cruz dando así libre acceso a todos cuanto se acercan a Dios por medio de Él.

En un sentido espiritual el Arca está en el lugar mas profundo de nuestro ser, en nuestro espíritu, en el lugar santisimo. Es desde nuestro espíritu que entramos en comunión secreta e intima con Dios. Necesitamos atravesar el atrio, el lugar santo y penetrar en el lugar más secreto para estar en la presencia de Dios y poder percibirla.

Dios solo se alía con el pueblo y los individuos que han hecho la paz con Él, aquellos que han aceptado las condiciones de paz según su pacto serán sus aliados para siempre.

Romanos 8:31-39 RVR60 "¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."

El termino Arca de Dios nos indica su divinidad y origen, primero como algo hecho por orden suya y segundo porque es un símbolo que representa su trono y gloria. El arca es una imagen o figura, es una sombra de una una realidad espiritual mucho mayor y eterna.

Es un privilegio y también una gran responsabilidad que Dios nos haya escogido como portadores de su Arca. Esta debe regir nuestras vidas y guiarnos en todo el trayecto de nuestro camino, el Arca debe ir delante de nosotros abriendonos el paso en todo lo que es la voluntad de Dios.

El Arca nos habla del gobierno del Señor, de su reinado y señorío en nuestras vidas. Significa que vivimos bajo sus ordenes y directrices. No hacemos lo que nos parece con nuestras vidas, ni actuamos en independencia y por cuenta propia, sino que nos movemos cuando ella se mueve y vamos hacia donde ella nos dirige.