sábado, 26 de octubre de 2013

NINGÚN PECADO SE ENSEÑOREE DE MÍ

NINGÚN PECADO SE ENSEÑOREE DE MÍ

PSA 119:133 RVR60 "Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí."

Nuestras vidas estarán en orden cuando ninguna iniquidad, impureza carnal o espiritual nos esté esclavizando, es decir, cuando dejemos de estar subyugados al pecado. Pero no entendamos esto mal, el pecado siempre estará muy próximo a todos nosotros, nos rodea por todas partes y de continuo estará llamando a las puertas de nuestra alma. Aunque no andemos en la carne, siempre la carne y su debilidad estará con nosotros, hasta que este nuestro cuerpo sea completamente transformado por el Señor.

Para que la palabra de Dios opere el orden en el caos de nuestras vidas necesitamos oirla muy atentamente y darle lugar a que haga su obra desde lo mas profundo de nuestro ser. No es fácil aceptar los pensamientos de Dios y estar de acuerdo con Él, nuestra mente natural y no renovada rechaza la manera en que Dios hace las cosas, no las puede entender, le son locura.

Nuestra alma está tan apegada a la iniquidad que la única forma de despegarnos y ser liberados es por medio de la palabra, pero de una palabra muy concreta, la que el apóstol Pablo denomina la palabra de la cruz.

Muchos creyentes no terminamos de entender lo que significa la obra de la cruz, nos hemos quedado en el inicio o comienzo, es decir, creemos que Jesús murio en la cruz para perdonar nuestros pecados y para salvarnos y llevarnos al cielo, eso está bien, pero no es todo el mensaje de la cruz. Otros van un poco más allá y dicen, Cristo murió en la cruz para salvarnos y cambiarnos, en nuestra fe incluimos la doctrina del arrepentimiento que por supuesto es biblica y es por lo que entendemos que el cristianismo es un cambio "metanoia" cambio de mente, de actitud, de vida y de un abandono del pecado, eso tambieén está bien. El problema o la dificultad la encontramos en como queremos llevar a cabo esos cambios, y es ahí donde fracasamos porque no hemos entendido aun la verdad de la cruz en su plenitud.

El mensaje de la cruz no es de cambio, no es de reforma, es una palabra y una obra de muerte; Cristo no murio en la cruz para que cambiemos de criterio, ni para que nos reformemos, ni para que nos hagamos buenas personas, El murio para que todos nosotros muriesemos junto con ÉL. Jesús fue crucificado y muerto, y todos los que creemos hemos sido crucificados y muertos con Él, eso es cristianismo. Por supuesto que los que hemos muerto con Él también resucitaremos con Él a nueva vida, a una poderosa y liberadora vida.

El fundamento del cristianismo se haya en la muerte y resurrección de Jesús, el fundamento de nuestra experiencia cristiana se encuentra igualmente en nuestra muerte y resurrección en Cristo Jesús. Es el hecho de la obra de Cristo en el Calvario, y es nuestra inclusión en esa obra lo que hace la diferencia con cualquier filosofia humana o concepto religioso humano. Si no hemos muerto y resucitado con Jesús, todo será simplemente una religión más. Tendremos buenas intenciones, palabras bonitas, una apariencia religiosa, unos modales aceptables, pero en el fondo seremos los mismos hombres pecadores y esclavos de los hábitos del viejo hombre.

El mensaje del evangelio es claro, la única manera de que la iniquidad o el pecado no se enseñoree de nosotros es estando muertos, no lo digo yo lo dice la palabra de Dios.

Romanos 6:6, 11 RVR60 "sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.........Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro."

Este es el desagradable mensaje de la cruz, locura para los que quieren conservar sus vidas intactas, locura para solo los que quieren lo agradable, lo llamativo, lo bonito y dulce del cristianismo; pero poderoso mensaje de salvación, liberación del pecado y sanidad para los que lo reciben, para todos aquellos que abrazan la cruz.

Es la palabra de la cruz lo que trae el orden de Dios a nuestras vidas y a las vidas de todos aquellos que están astiados de que la iniquidad los esté y nos esté gobernando.

viernes, 11 de octubre de 2013

EN ÉL SOMOS

EN ÉL SOMOS

Hechos 17:28a RVR60 "Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos"

Este pasaje forma parte de un discurso que el apóstol Pablo da en Atenas a hombres cultos, probablemente entre ellos se encontraba algún que otro filosofo y estudiantes extranjeros. Pablo comienza identificandolos como personas muy religiosas.

Hechos 17:22-23 RVR60 "Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio."

Alguien puede ser muy religioso, pero no conocer a Dios, puede que adore o rece, pero no obstante no saber a quien lo hace. Por otro lado, por más que nos ofenda, nadie ostenta en este mundo el monopolio de la verdad, ni del conocimiento de Dios, sin embargo es algo a lo que todos tienen acceso y pueden conocer.

Estos atenienses cultos eran ignorantes respecto al conocimiento del verdadero Dios, ellos adoraban a un Dios desconocido.

Un poco más adelante Pablo les da otra pista en cuanto a su identidad; primero les dice que son religiosos, y seguidamente los identifica como linaje de Dios.

De manera que lo que el apóstol les viene a decir es que existen conexiones y similitudes entre ellos y Dios su creador. Todos los hombres proceden de una misma sangre, les dice Pablo, todos procedemos de una misma creación, de Dios, y fuimos hechos a su imagen y semejanza. Es por eso que desde que el hombre existe sobre esta tierra siente en su interior el impulso espiritual de adorar a Dios y el anhelo de conocerlo. Como el salmón que vuelve al lugar donde nació de forma instintiva, el hombre necesita volver a los brazos de su creador para poder descansar en Él.

Solo en Dios podemos llegar a conocernos profundamente a nosotros mismos y a saber quienes somos. Él es la luz que alumbra a todos los hombres. No hablo de religión, no hablo de tradiciones, no hablo de borreguismo, sino de la necesidad y la importancia tan significativa que tiene conectar con Dios desde lo más profundo de nuestro ser.

Salmos 42:1-2, 7-8 RVR60 "Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?......... Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida."

Nuestras almas son como un abismo insondable, pueden precipitarse hacia una oscuridad profunda de soledad y de confusión, o pueden unirse a las profundidades de Dios, a su amor, a su luz, a su paz y a su armonía. Cada persona tiene en si misma la capacidad para decidir con que se quiere unir y hacia donde se va a orientar. Este salmista decía que él clamaba en su alma por Dios, tenía sed de conocer al Dios vivo.

Cada hombre y cada mujer tiene en su ser un gran abismo, un vacio que nada de este mundo puede llenar, solo Dios con su plenitud puede satisfacerlo.

Cuando una persona comienza a buscar a Dios y cree en que Él se ha manifestado a través de la persona de Jesús, su hijo amado, de su interior comienza a fluir un rio, una fuente, un manantial de agua de vida.

S.Juan 7:37-39 RVR6 "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado."

Cuando nos volvemos a Dios de nuestros propios caminos, y de nuestras busquedas inútiles de meditaciones, y de todos nuestros vanos esfuerzos y contactamos por medio de la oración con Él somos alumbrados. En esa luz que resplandecerá en nuestro ser veremos con claridad y nos conoceremos perfectamente a nosotros mismos. Nuestra propia luz no es suficiente para que podamos ver todo con claridad, necesitamos la energía divina y estar conectados a Aquel cuyo poder y energía fluye y sostiene el universo visible e invisible.

Salmos 36:9 RVR60 "Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz."

Todos necesitamos ser libres de ataduras internas, de hábitos y costumbres perjudiciales, de mentiras y creencias erroneas, solo a través de la verdad podemos alcanzar la tan ansiada libertad. Han de derribarse muros y fortalezas, y han de romperse las cadenas invisibles que nos aprisionan, es unicamente por el conocimiento de la verdad que esto será posible.

Les dejo con estas palabras del Maestro:

S.Juan 8:32 RVR60 "y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."

S.Juan 14:6 RVR60 "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."

Una cosa más, es solo en nuestra unión con Dios que podremos llegar a ser en plenitud aquello para lo que hemos sido destinados y unicamente así alcanzaremos la perfección espiritual.

miércoles, 9 de octubre de 2013

EN EL NOS MOVEMOS

EN ÉL NOS MOVEMOS

Hechos 17:28a RVR60 "Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos"

La vida es movimiento, es cámbio, es evolución, es propósito y es acción. Muchas veces los cambios son imperceptibles y los movimientos son profundos pero muy reales.

Los cambios exteriores no son siempre la evidencia de auténticas y profundas experiencias, pero tarde o temprano los movimientos y procesos de cambios que hemos experimentado en nuestro interior se mostrarán hacia afuera.

La hiperactividad no es buena para nadie en ningún sentido, no es saludable para el cuerpo, ni para el alma, ni mucho menos para el espíritu.

Si adecuamos nuestras vidas a lo que nos dice este pasaje del apóstol Pablo nos daremos cuenta que si vivimos en Dios, también nos moveremos en Dios.

Las personas que experimentan la vida de Dios "zoé" que es vida espiritual y eterna, y se mueven en él, lo hacen por fe y en obediencia a su palabra, ellos son guiados por el Espíritu de Dios.

Romanos 8:14 RVR60 "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios."

El movernos en Dios y ser guiados o llevados de la mano por él tiene mucho que ver con aquello a lo que aspiramos. Necesitamos poner nuestro corazón, nuestros deseos y nuestros pensamientos en sintonía con su voluntad y con su plan para nuestras vidas.

La condición para permanecer en Dios es amarle con todo el corazón, con toda nuestras fuerzas y con toda nuestra mente; así como guardar su palabra poniendola por obra.

Es maravilloso saber que nos estamos moviendo en el orden de Dios y saber que nuestros pasos están siendo dirigidos por él. Para que ésto sea una realidad que podamos experimentar día a día, debemos buscar a Dios y su reino siempre. Eso es lo que él ha expresado y lo que quiere que hagamos.

Hechos 17:26-27 RVR60 "Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros."

S. Mateo 6:33 RVR60 "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."

Isaías 55:6 RVR60 "Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano."

Hemos mencionado que es necesario que amemos a Dios, que tengamos fe y que guardemos su palabra, pero no menos importante es ser espirituales, algo que no es posible si no vivimos en una relación personal e íntima con Él.

Jesús dijo que Dios es espíritu, y que busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad. De manera que la preferencia de nuestra alma y todo nuestro ser es y debe ser la adoración a Dios. Para los hombres es una necesidad adorar a Dios, honrarlo y reverenciarlo.

S.Juan 4:24 RVR60 "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren."

No puedo terminar esta breve reflexión sin decir que, en Dios la mejor manera y la más segura de avanzar es quedarnos quietos, en silencio, solo aguardándole a Él. Abandonando por completo todo afán y ansiedad, toda preocupación y temor.

Mantener en quietud y bajo control y en sumisión a Dios nuestros deseos, nuestros pensamientos y nuestra voluntad, permitiendo que su presencia nos embargue y su Espíritu nos impulse y nos lleve como un rio que fluye desde nuestro interior.

EN EL VIVIMOS

EN EL VIVIMOS

Hechos 17:28a RVR60 "Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos"

Saber y conocer el lugar donde vivimos, el hábitad donde estamos es importantísimo para poder subsistir. Saber cuales serán aquellas cosas que nos permitirán vivir en plenitud, en dignidad y con significado es fundamental.

Estar conscientes de nuestras necesidades más fundamentales es necesario para que podamos buscar todo cuanto puede hacernos falta.

Nuestras necesidades vitales son muy pocas, lo más importante es identificar la naturaleza y esencia de nuestras carencias y que es lo que las satisface.

Somos seres tripartitos, tenemos cuerpo, alma y espíritu; por lo tanto aquellas cosas que nos permitirán vivir y sustentar nuestra existencia tendrán que ser en esencia de distinta naturaleza, es de decir, material, psíquica y espiritual. Somos seres integrales, pero con necesidades de caracter y naturaleza muy diferenciadas por las distintas partes en la que está formado nuestro todo.

La necesidad de alimento y de bebida para nuestro cuerpo no la podrá satisfacer el mucho afecto, ni la meditación, ni la oración. Pero igualmente sucede con nuestra necesidad espiritual, no la podrá satisfacer la comida, ni la bebida, ni el cultivo de nuestra mente, ni las experiencias o satisfacciones de caracter emotivo. Solo Dios, el Padre de los espiritus podrá colmar plenamente nuestra necesidad espiritual y nuestros más profundos anhelos.

De manera que la frase en él vivimos es muy significativa, porque viene a decirnos que Dios es la fuente y el fundamento de toda vida, él es el sustento de nuestra existencia, el único que puede colmar toda necesidad vital. Por eso además, Dios en su palabra nos llama la atención a tomar en cuenta lo siguiente, que no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

No es el hombre el centro del universo, sino Dios, Él es el origen y causa de cuanto existe, Él es la Vida y el que la sustenta con su palabra de poder. Cuanto antes comprendamos esto, antes entenderemos el verdadero sentido de nuestra existencia y hallaremos muchas respuestas a las preguntas que nos hacemos.

Nuestra consciencia del ser y el conocimiento de lo que somos y para que existimos no será completa sin una consciencia de Dios, y si sentir la conexión con su Vida. No tenemos que inventarnos a Dios, ni ponerle nuestra imagen particular, pues eso será siempre una caricatura de su verdadero Ser e identidad. Dios ya se ha revelado, Él siendo Uno se ha manifestado de muchas maneras. El es el que es, el es el gran Yo soy; Yo soy la luz del mundo, Yo soy el camino, Yo soy la verdad, Yo soy la vida.

El gran Yo soy lo llena todo y lo envuelve todo, nos rodea, nos satura, nos insufla su aliento; está tan cerca que es imposible no dar con Él si lo buscamos de todo corazón.

viernes, 4 de octubre de 2013

RESPONDIENDO A QUIENES NOS QUIEREN AVERGONZAR

PSA 119:41-42 RVR60 "Venga a mí tu misericordia, oh Jehová; Tu salvación, conforme a tu dicho. Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado."

Indiscutiblemente vivimos en tiempos peligrosos, momentos difíciles en los que la fe, compromiso y fidelidad de los creyentes están siendo puestas a prueba de diversas maneras.

Para muchas familias la crisis laboral y problemas financieros que se les ha venido encima es una gran prueba y motivo de aflicciones. Las relaciones matrimoniales y familiares sufren de una gran tensión debído a la falta de recursos económicos. La fe es puesta a prueba en tales circunstancias carenciales.

Pero también están siendo probados y examinados por Dios los que tienen abundancia; el que todo les vaya aparentemente bien a algunos será lo que los examine, y se verá si en verdad están confiando en Dios o en sus riquezas y posesiones. Para muchas personas, creyentes o no, la prosperidad es su perdición.

David Wilkerson profetizaba que la gran prueba para los creyentes de los últimos tiempos sería la abundancia y prosperidad.

¿Cómo estamos respondiendo en medio de nuestras circunstancias actuales? Ya no solo frente a la carencia o a la abundancia de cosas materiales, sino frente a todo. A la política, a los políticos, a las situaciones sociales, a las falsas religiones, a los pecados y errores de otros, a nuestros propios pecados y equivocaciones, a nuestras dolencias y enfermedades, etc.

Este corto versículo del Salmo 119 nos dice tanto, que se merece una reflexión aunque sea escueta, nos ofrece muy buenos consejos.

En primer lugar el salmista reconoce la misericordia de Dios y la reclama para su vida. "Venga a mí tu misericordia, oh Jehová" En cualquier circunstancia o contexto en el que estemos viviendo depender de la misericordia de Dios es lo más acertado y sabio que podemos hacer. Pero esto no es algo que se debe dar por sentado negligentemente y ya está; como el salmista debemos invocar y reclamar de manera especifica la misericordia y la gracia de Dios.

Observen como lo dice el autor del libro a los hebreos:

Hebreos 4:16 RVR60 "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."

Es necesario que haya de nuestra parte un acercamiento a Dios, una busqueda, un clamor con desesperación desde lo más profundo de nuestro ser. Pero también es necesario que sea un acercamiento confiado, de fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios.

En segundo lugar debemos entender que la misericordia, la gracia de Dios y su salvación se revela o manifiesta hacia nosotros u otros, por sus dichos y/o palabras. "Tu salvación, conforme a tu dicho." Esto es muy importante comprenderlo, que Dios nos salva por medio de su palabra que es vida, salud, liberación y seguridad para toda nuestra vida integral.

Dios actuará siempre conforme a su palabra, y de acuerdo a su promesa y a sus dichos.

Salmos 107:20 RVR60 "Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina."

Como creyentes no debemos apoyarnos ni confiar en las circunstancias, ni en nuestras emociones, ni por supuesto en las de otros, ni depender de los hombres para nuestro socorro, sino mirar a Dios. Claro, que Dios puede enviarnos su ayuda y bendecirnos a través de otras personas, no obstante, solo debemos esperar en Él.

No deberíamos tampoco confiar solo en nosotros mismos, en nuestras capacidades, habilidades y recursos propios, sino más bien echar mano de la fe. Nunca más que ahora estamos comprobando que la mucha capacitación no resuelve nuestros problemas. Esto no quiere decir que no hagamos uso inteligente de los recursos que tenemos y los dones y talentos de que dispongamos.

Romanos 9:15-16 RVR60 "Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia."

Finalmente el poéta responde con el testimonio de la palabra de Dios siendo eficaz en su vida y confesada por sus labios.

"Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado."

"Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación" declara el apóstol.

En otro lugar dice también:

2 Corintios 4:13 RVR60 "Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,"

Hermanos, tenemos la palabra profética de Dios, más fiel y firme que todo el universo que nos rodea. Si esperamos en Dios y creemos a su palabra no seremos jamás avergonzados.

Romanos 10:11 RVR60 "Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado."

2 Pedro 1:19 RVR60 "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;"

Tanto con nuestra actitud, como con nuestro comportamiento y con lo que sale de nuestros labios deberíamos estar mostrando que creemos a Dios. Los que deberían avergonzarse son los incredulos, los que niegan a Dios y todos cuantos no confian en su palabra y la practican y confiesan.

El mundo, satanás, e incluso algunos "creyentes" carnales quisieran que cayesemos en desgracia y quedasemos en ridículo. Nosotros debemos andar delante de Dios y por descontado dando un buen testimonio delante de los hombres. Sin embargo no nos solprendamos si el mundo no nos recibe, no digo todo, pues como dijo el Maestro que a Él lo recibierón a nosotros también nos recibirán, a el lo persiguieron, a nosotros también nos perseguirán, y todo eso por causa de su nombre.

Noten ustedes, "por causa de su nombre" no por nuestros pecados y nuestro mal testimonio, ni porque hacemos lo malo.

Como creyentes debemos responder al mal con bien, orar por los que nos ultrajan, bendecir a los que nos maldicen, y amar a nuestros enemigos. Ser luz y sal en el mundo, y mostrar las obras de nuestra fe con humildad para que muchos las vean y busquen a Dios en arrepentimiento.