miércoles, 26 de febrero de 2014

Y SE HIZO LA LUZ (CONTINUACIÓN)


Y SE HIZO LA LUZ (continuación)


¿LUK 24:45 RVR60
"Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras"

LUK 24:45 BLPH
"Entonces les abrió la mente para que comprendieran el sentido de las Escrituras."


¿Cómo y cuándo sabremos que tenemos la inspiración o revelación de la verdad de Dios?

Solo quiero mencionar unas cuantas consecuencias o efectos desde  mi propia experiencia y que por supuesto son cosas que se confirman por la palabra de Dios. El orden no tiene porque ser tal y como lo expongo, puede variar, pero ésta es mi percepción, sólo menciono algunas que considero las más importantes.

En primer lugar somos llevados a una dependencia y confianza total en la obra de Cristo. Se experimenta una conexión y unión con Jesús y su obra tan vital en la que sabemos que sin Él no podemos hacer absolutamente nada. La obra del Señor se convierte en nuestro fundamento de fe y y por tanto es ella lo que viene a ser nuestra experiencia de fe.

En segundo lugar experimentamos una libertad espiritual genuina, es decir, que la luz del Señor quema nuestras ataduras librandonos del pecado, de los lazos del mundo y de ataduras diabólicas. La comprensión de la verdad nos trae a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Somos verdaderamente libres por medio de la revelación de la verdad, sencillamente porque por medio de ella somos colocados en el lugar correspondiente donde Dios hace su obra en nosotros.

En tercer lugar entramos en un descanso espiritual de nuestras propias obras, se nos va ese afán por hacer cosas por nosotros mismos, nuestras actividades religiosas terminan; ya nos encontramos en la tierra prometida la cual es Jesús y donde es el Señor el que pelea por nosotros, por tanto descansamos de nuestras obras propias.

En cuarto lugar, todo se nos hace sencillo, claro y simple, pero a la vez profundo y real. Le damos importancia en nuestras vidas a lo que lo tiene, que es nuestra relación con el Señor, una relación de amor. Y eso es lo que en verdad nos llena y colma de plenitud. Nos centramos por completo en el Señor, lo que deseamos es estar cada día más unido a Él, y todo lo que no nos lleva a esa unión lo apartamos de nuestra vista y expectativas.

En quinto lugar, hay una progresión y aumento considerable en el conocimiento de Dios y en la revelación, y por consecuencia en madurez espiritual. Y entiendanme que no hablo de conocimiento teórico, ni de sabiduría humana, ni de un conocimiento religioso general. No se trata tampoco de conocer la Biblia de memoria, ni de saber ciertas doctrinas. Sino de un entendimiento espiritual de la verdad y realidad del Reino de Dios que sólo podemos adquirir por el Espíritu.

En sexto lugar, cuando la revelación o inspiración del Espíritu nos viene la presencia de Dios se nos hace muy palpable y experimentamos la llenura del Espíritu Santo, así como una unción y capacidad especial para hacer la obra del Señor. Tenemos la seguridad de que cuanto hacemos, lo hacemos desde el Señor y en su voluntad.

En séptimo lugar, cuando estamos en la revelación e inspiración del Señor ya no nos conformamos con menos, queremos más y más de eso. Usted deja de correr por ahí buscando de otros un toque especial seas quienes sean, porque usted ya lo tiene y lo vive, y no de vez en cuando, sino de forma continuada. Lo que está recibiendo no lo cambiará por nada del mundo.

Toda esta experiencia espiritual es otra dimensión, no se si la cuarta, la quinta o la sexta, pero es nueva y es maravillosa, y es poderosa. Una cosa le puedo decir con toda seguridad,  esto es la tierra que fluye leche y miel; y todos cuantos creen pueden entrar en ella.

martes, 25 de febrero de 2014

Y SE HIZO LA LUZ

Y SE HIZO LA LUZ

LUK 24:45 RVR60
"Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras"

LUK 24:45 BLPH
"Entonces les abrió la mente para que comprendieran el sentido de las Escrituras."

Para comprender las cosas de Dios es necesario que haya una intervención divina que nos ayude y nos permita discernirlas. En el conocimiento de Dios no nos sirve la imaginación que podamos tener naturalmente, sino que es imprescindible la inspiración o revelación por medio del Espíritu de Dios.

No se trata de tener una mente capaz o ámplia, o simplemente abierta como se suele decir comunmente, sino una capacidad de entendimiento espiritual, una mente humilde y dispuesta a entrar en las profundidades de Dios; y todo lo demás solo es obra de la gracia de Dios.

Todos podemos tener una opinión de Dios y todos podemos teorizar sobre las obra de Cristo y la vida espiritual, pero solo cuando por medio del Espíritu nuestras mentes sean iluminadas comprenderemos la verdad y experimentaremos su verdadero sentido.

Todo comienza con un fuego que arde en nuestros corazones cuando oímos que Dios nos habla en nuestro andar diario de comunión con Él.

S. Lucas 24:32 RVR60
"Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?"

JEREMÍAS 23:29 RVR60
"¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?"

La palabra del Señor no es una luz fria y artificial, sino caliente y viva. Puede comenzar como una chispa, pero si le ofrecemos el combustible de nuestra atención por medio de la oración y la meditación, comienza a crecer para convertirse en un gran fuego.

Es precioso ver como avanza el fuego de Dios, no debemos contentarnos simplemente con ver arder la zarza en otros, sino ser nosotros esa planta ardiendo por medio de la gloria del Señor.

Los espinos hacen mucho ruido cuando están ardiendo, pero tengamos en cuenta, que todo cuanto consumirá el fuego es lo que pertenece a nuestra naturaleza carnal. El ruido que hacemos no es la gloria de Dios, sino los chasquidos de nuestra naturaleza humana.

Si queremos avanzar en el conocimiento y la revelación de la verdad de Dios es imprescindible tener la disposición de querer hacer lo que Él nos dice. Ahora bien, es importante que entendamos que esta actitud o disposición debe descansar por completo en la gracia de Dios, no en nuestra propia capacidad y esfuerzo por obedecer. El Señor no va a cargar a nadie con un yugo, leyes y mandamientos que son imponsibles de llevar. Dios no exige a nadie, ni quiere meternos en una actividad frenética de actividades religiosas, de obras y multitud de normas. Así que podemos descansar confiadamente, porque su yugo es fácil y su carga es muy ligera.

Cuando llega la revelación ella misma hará el trabajo, pues nos guiará a depender toalmente por fe de la gracia y poder de Dios. Con la inspiración de la verdad el nuevo hombre en Cristo es fortalecido y guiado por el Espíritu Santo para toda justicia y obediencia. Es la ley del Espíritu de vida en Cristo la que operará en usted y en mí llevandonos hacia una vida libre para servir y adorar a Dios.

domingo, 23 de febrero de 2014

MOLESTIAS, LAS NECESARIAS

MOLESTIAS, LAS NECESARIAS

Gálatas 6:14-17 RVR60
"Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.  De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús."

A veces compartir y enseñar a otros significa morir para poder impartir vida de Dios. No me apetece discutir nada en absoluto con ninguna persona sea creyente o no lo sea; y me fatiga tener que explicar las cosas y enfrascarme en intentar convencer a alguien de mis creencias y mis propias experiencias. No creo que ese sea mi cometido, sino solo compartir, entregar lo que entiendo que Dios me ha dado, y dar de comer y de beber a aquellos que en verdad tienen hambre y a los que tienen sed de Dios.

No podemos evitar si queremos servir al Señor y ser de bendición para los hermanos el sentirnos muchas veces como Pablo se sentía, con dolores de parto hasta que Cristo sea formado en los creyentes. Todo siervo del Señor que es verdadero quiere ver a la iglesia de Cristo madurar espiritualmente y que el caracter de Jesús sea formado en los creyentes. El obrero de Dios no busca seguidores, ni aduladores, ni establecer su reino particular. Ellos buscan el reino de Dios, su justicia y su paz, y que éste sea establecido en cada vida por toda la tierra; que cada creyente profundice en Dios en su conocimiento y comunión, y que sean gobernados por el señorio de Jesucristo, y bendecidos y usados por el Señor.

Pero aún siguen hoy los judios religiosos en la iglésia con su ley, demandando obras, marcas y señales, y los gentiles que aún no han muerto con Cristo siguen exigiendo sabiduría mundana.

Pero como obrero del Señor lo único que tengo es la cruz de Cristo y lo que quiero es morir a mi mismo; deseo permanecer en la paz de mi muerte con Jesús, sin que nadie turbe mi descanso espiritual. Que no me exijan más pruebas, y no me demanden más señales, que no quieran ver en mí muestras de éxitos efímeros, porque no tengo nada que mostrar, solo mis secretos espirituales más profundos, mi fe y el amor que profeso a mi Señor. Y estos no son trofeos que puedan exibirse, ni son valores deseados ni comprendidos por todo el mundo. Solo les puedo ofrecer la cruz de Cristo.

No me agradan los que se revuelven y pisotean con menosprecio las joyas y tesoros que Dios me ha dado, ni todas esas cosas que en mí pertenecen a su reino. ¡Tu conoces mi corazón, Señor, y mis intenciones están todas delante de tí!

He querido compartir y he compartido las palabras de Dios con todo el mundo, he dado todas aquellas cosas que Él me ha enseñado por su Espíritu, pensando que querían oir, creyendo que estaban dispuestos a recibir. Sin embargo me he equivocado, porque no todos quieren escuchar su voz, no todos quieren saber que para vivir en Dios han de morir primero, y son muy poquitos los que están dispuestos.

Le pido a Dios que me permita discernir a quienes enseñar y con quienes he de compartir los tesoros y las riquezas espirituales que me han sido entregados.

Son demasiados los que quieren la gloria de este mundo, son muchos que lo que solo desean es exibirse. Y es fatiga de mi carne, es turbación para mi alma salir de mi reposo, para dar de comer y de beber de la palabra a aquellos que no quieren vivir en Él, a todos esos que no quieren antes morir a si mismos.

Es muy fácil hablar de fruslerías, icluso de religión, o de política y deportes, pero cuando se comparte la palabra inspirada y profética de Dios se crean cosas nuevas, se cambian vidas desde lo más profundo y se preparan almas para la eternidad;
y esto solo es posible por la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo. Solo hombres y mujeres que han muerto a si mismos en Cristo y han resucitado pueden ser instrumentos en las manos de Dios para impartir vida espiritual, y eso es un alto coste que no todos estan dispuestos a pagar.

El Señor me libre de aquellos que solo quieren causarme molestias, de los que desean que yo muera mil muertes por ellos sin que ellos mismos mueran nunca. Yo he muerto en la muerte de Cristo, y estoy cada día muriendo a mi vida. Que cada cual venga a la cruz de Jesús para identificarse y morir su muerte, y que todos y cada uno de ellos tomen cada día la suya propia para morir también a su propia vida.


viernes, 21 de febrero de 2014

LA FE Y NUESTRA IDENTIDAD

LA FE Y NUESTRA IDENTIDAD

Romanos 12:3 RVR60
"Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno."

El apóstol Pablo sabe muy bien de lo que está hablando; desde su experiencia en la gracia de Dios el puede hablarnos con autoridad de todo cuanto esa gracia hace a favor de los creyentes. El hacía la siguiente declaración en uno de sus escritos:

1 Corintios 15:10 RVR60
"Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo."

Cuando en mi juventud me convertí al Señor, mi vida era como un puzle con todas sus piezas, pero metido en una bolsa, totalmente desmontado, sin una clara identidad, sin un proposito en la vida, sin unos valores que le diesen sentido a mi existencia.

Creer en Jesús como mi salvador y recibirlo en mi vida como Señor comenzó a cambiar por completo el concepto que tenía de mi mismo. La fe en Jesús resultó en que mis temores comenzasen a salir fuera de mí, que me fuese desembarazando de mis complejos, y que una sana y equilibrada confianza en mi mismo apareciese progresivamente.

Y es que la fe en Dios funciona, porque Dios es real; y cuando nos acercamos a Él entramos en su orden y armonía, y comenzamos a ocupar nuestro lugar y nuestra función en este maravilloso universo.

Los hombres no somos el centro de toda la creación de Dios, solo somos una parte importante, muy importante, apreciados y amados por el Señor, tanto que Él nos hizo a su imagen y semejanza. El centro de todo es Dios mismo, y Él es el principio y el fín, el primero y el último, y el que sustenta con su poder todas las cosas sean visibles o invisibles.

Cuando nos creemos el centro de todo ya vamos mal, porque comenzamos a pensar que todo lo demás nos debe favorecer y girar a nuestro alrededor para darnos todas las satisfacciones que se nos antojan. Pensamos que somos nosotros los que hemos creado a Dios, y que Él tiene que estar a nuestro servicio y para todos nuestros requerimientos. Pero no es así como funcionan las cosas, sino al contrario, Dios requiere que lo busquemos a Él, y que nos adaptemos a sus planes y hagamos su voluntad. Entonces y solo entonces la vida de cada hombre y de cada mujer experimentará una plenitud en su existencia, es de esa manera cuando cada criatura racional sabrá el porqué y para que vive.

La fe juega un papel superimportante en la vida de todo ser humano, si los hombres nos negamos a creer a Dios jamás le encontraremos un significado transcendente a nuestra existencia. Y es que la fe trasciende la barrera de lo material y visible para conectarnos con Dios y con su reino invisible. Sin fe es imposible agradar a Dios ni podemos entender sin ella  muchísimas cosas. No podemos comprender la eternidad para la cual hemos sido creados por Dios si no tenemos fe en Él.

Ni siquiera nos podemos entender a nosotros mismos sin creer a Dios, sencillamente porque nuestra identidad verdadera proviene de Él y radica en Él. Dios nos conoce muy bien, porque Él nos hizo. Eche mano por medio de la fe a su identidad en Dios, descubra realmente quien es usted, conozcase a si mismo mirandose en la vedad de Dios como en un espejo.

Crea que Dios le hará ser la clase de persona que usted debe ser, le aseguro que esto funciona.

jueves, 20 de febrero de 2014

LA IMPORTANCIA DE LOS DONES ESPIRITUALES

LA IMPORTANCIA DE LOS DONES ESPIRITUALES

1 Corintios 12:4-11 RVR60
"Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere."

Todos los dones espirituales son dados por Dios para provecho y edificación de la iglesia. Sirven para suplir al cuerpo de Jesucristo en sus deficiencias, para perfeccionar a los creyentes, para que sean sanos en la fe y para que el Evangelio de Dios sea dado a conocer con poder.

Los creyentes y muy especialmente aquellos que anhelan servir al Señor por el llamado y dones que Dios ha puesto en ellos deben capacitarse lo mejor posible y desarrollar precisa y justamente la gracia que hayan recibido.

Según las posibilidades de cada uno, y dependiendo de sus circunstancias y de los recursos que cada cual dispone la preparación puede ser distinta y apropiada a los diferentes casos.

Los planes de Dios son distintos para cada uno; y las medidas del don son también distintas. Todos no están llamados por Dios a hacer las cosas de una misma manera, aún teniendo un mismo don. La capacidad y diferencias será conforme a la medida de la fe que Dios haya dado a cada uno en particular.

La obra del Señor sólo puede realizarse con las capacidades espirituales y sobrenaturales que Dios da por medio del Espíritu Santo a sus hijos. Los dones espirituales son dados por gracia y en virtud de la obra hecha por Jesucristo.

Efesios 4:8 RVR60
"Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres."

Los dones y ministerios no se adquieren por medio de estudios teológicos. Usted podrá adquirir algunos conocimientos o títulos académicos, pero eso no le confiere el don.

Podrá estudiar sobre la Iglesia, hacer cursos de consejería pastoral, estudiar homilética y hermenéutica etc, etc. Todo eso está muy bien, tiene su utilidad. Pero el don sólo viene de Dios y la palabra de la predicación será ungida y poderosa, y su ministerio será efectivo cuando sea el don del Espíritu lo que esté obrando en su vida y en la mía.

Le digo que con todos los conocimientos que adquiera, podrá enseñar, podrá predicar y hará muchas obras religiosas, pero no impartirá vida espiritual. Realizará posiblemente muchas acciones, pero todas carentes de poder espiritual.

Espero que mis lectores no se ofendan, lo que pretendo es que no se conformen sólo con una religión y unas formas de enseñanzas carentes de poder, sino que aspiren a más.

La preparación humana o capacitación secular tiene su valor. Pero no tiene ni punto de comparación con los dones espirituales. Alguien que no tenga una preparación natural puede ser perfectamente capacitado por medio de la gracia y el don de Dios para realizar la obra del Señor con poder y autoridad. Sin embargo, cualquiera que solo tenga capacidades naturales y preparación académica, si Dios no le ha dado el don o ministerio, carecerá de la gracia de Dios, la autoridad espiritual y el poder de Dios.

1 Corintios 1:26-29 RVR60
"Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia."

Muchos objetarán a mi reflexión, que el curriculum académico es fundamental e imprescindible para servir al Señor en alguno de los cinco ministerios que instituyó el Señor. Y yo no niego el valor de los estudios como dije anteriormente, sin embargo, no puedo estar de acuerdo con la idea de imprescindible. Alguien puede decir ¿En quién confiariamos más, en alguien con un curriculum y una preparación o en alguién que no tiene titulos academicos? Depende de lo que estemos hablando.

La obra de Dios es de naturaleza espiritual y de caracter sobrenatural, por lo tanto deberíamos considerar hasta que punto serán útiles las invenciones humana, su sabiduría y las habilidades de la carne. Al cuerpo de Cristo que es la iglesia del Dios viviente es el mismo Señor el que la capacita y prepara con sus dones.

Aquí no estamos hablando de profesiones del mundo como la de arquitecto, abogado, médico etc, etc, que lógicamente hay que tener para ejercerlas las titulaciones académicas apropiadas.

Sin embargo no es requisito exigido en la palabra de Dios que los que sirven al Señor deban obtener una titulación, ni un nombramiento de parte de los eruditos del mundo para poder servirlo. No obstante, sí deben servir conforme a la gracia del don de Dios que han recibido, y tener el reconocimiento y aprobación de la iglesia de Jesucristo.

1 Pedro 4:10-11 RVR60
"Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén."

Se puede hablar de muchos temas y nos podemos expresar de diversas maneras, no obstante los que operan y sirven a Dios con el don lo hacen conforme a la guía del Espíritu Santo. Los que hablan, enseñan, predican o escriben lo hacen comforme a las palabras o los mensajes que Dios les inspira.

1 Corintios 2:12-13 RVR60
"Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual."

Muchos creyentes aunque llevan años parece que no hayan recibido aún el Espíritu de Dios, el espíritu que opera en ellos es el del mundo. Ellos están empapados de la sabiduría humana y es con eso con lo que pretenden servir a Dios y edificar a la iglesia de Jesucristo. Imparten a la iglesia cosas del mundo, es decir cosas humanas y son imfluenciados por el espíritu del mundo. Sencillamente muchos ignoran por completo la herencia, las riquezas y las bendiciones espirituales que Dios ha concedido a sus hijos, y que esas cosas se enseñan mediante las palabras que da el Espíritu, con sus expresiones y con sus énfasis apropiados. En todo esto es necesario el ser guiados por el Espíritu de Dios y no conformarnos con transmitir cosas aprendidas de segunda mano. Es necesario que se ministre a la iglesia y al mundo con el poder que Dios da.

Quiero acabar mi reflexión con un par de pasajes en las escrituras que nos hablan de lo que capacita además de los dones al obrero del Señor, y de lo que Dios va a utilizar para formar a sus siervos y que por supuesto debemos entregarnos a ello, para su estudio, meditación y práctica.

2 Timoteo 3:14-17 RVR60
"Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra."

2 Timoteo 2:15, 19-21 RVR60
"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad........ Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.....  Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra."

Dos cosas fundamentales se deducen de estos pasajes como necesarias, además de lo que ya habíamos mencionado para que el obrero del Señor esté preparado para ser utilizado por Dios.
Tener las escrituras como máteria formadora de la vida espiritual, y vivir en santidad y con limpieza en todas las areas de nuestro ser y de nuestra existencia en este mundo.



martes, 18 de febrero de 2014

DERRIBANDO ARGUMENTOS

2 Corintios 10:3-6 RVR60
"Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta."

Antes de ser creyentes en Jesucristo teníamos nuestros propios ideales, teorias, argumentos, pensamientos, creencias y principios. Muchos nos aferrabamos a lo poquito que teníamos o habíamos aprendido como a un clavo ardiendo. Al descubrir la verdad en Jesús comprendimos muchos de los errores en los que estabamos posicionados, nos dimos cuenta de que nuestros pensamientos no concordaban con los de Dios, y que a causa de tantas mentiras que teníamos metidas en nuestras cabezas nuestras vidas eran un rotundo fracaso.

Aunque seamos creyentes, no crean ustedes que el proceso de cambio se terminó cuando recibimos a Cristo en nuestros corazones como nuestro salvador. Aún tenemos que enfrentar batallas, todavía tenemos que lidiar con nuestros propios pensamientos, con argumentos que se levantan y con ideas contrarias a la mente del Señor. Muy especialmente tendremos que superar y vencer ideales religiosos, mentiras espirituales, paradigmas equivocados y creencias erroneas.

Fijense ustedes hasta que punto podemos estar engañados, que podemos creer que tenemos luz y que estamos viendo, pero sin embargo esa luz que tenemos sean tinieblas. O como dice el apóstol Pablo, podemos imaginar que sabemos algo, y sin embargo, no saberlo como deberíamos.

S. Lucas 11:35 RVR60
"Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas."

1 Corintios 8:2 RVR60
"Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo."

Bueno, esto es un aviso, para que vayamos con cuidado, o como se suele decir en mi tierra "con pies de plomo".

Los creyentes partimos de una premisa que es muy importante que siempre tengamos en cuenta, y es que "todo el ser del hombre está corrompido por el pecado" el cuerpo, la mente, y el alma en su totalidad. Si bien, hemos sido hechos nuevas criaturas en Cristo Jesús, esto significa que hemos nacido del Espíritu y somos un nuevo hombre o mujer en Él. Dios nos ha hecho participantes de su naturaleza divina por medio de sus promesas.

El viejo hombre ha sido crucificado juntamente con Cristo, en la obra de la cruz todo nuestro ser pecador, el cuerpo de pecado fue destruido, es decir que fue desactivado, desconectado, para que ya no seamos dominados por el pecado.

La cruz es la arma más poderosa que Dios a entregado a su pueblo, es la artillería pesada. Pero no es para que vayamos por ahí crucificando a todo el mundo, entiendanme, sino para que cada uno se identifique con esa cruz y muera en ella.

Los argumentos carnales y la altivez del alma no pueden ser vencidas sino por la Cruz de Cristo.

No es el conocimiento bíblico, ni siquiera el sustituir nuestros propios pensamientos por los que son de Dios lo que nos otorgará la victoria.
Es sólo cuando la verdad obra en lo íntimo de nuestro ser; es cuando la palabra entra como una espada en lo más profundo y corta, y divide, y separa el alma del espíritu, es entonces cuando se obra el milagro.

Muchos tienen tanta teología en su cabeza y son tan religiosos, han abrazado tantas doctrinas, que la verdad poderosa de la cruz no les hace ningún efecto.

Cuando alguien está encerrado en sus propias fortalezas que se ha construido; y créanme que todos y cada uno de los creyentes tienen alguna fortaleza donde están refugiados y se sienten a salvo. Pero son fortalezas carnales, son los castillos que ellos mismos se han construido, por supuesto con la ayudita del diablo. Pueden ser creencias, paradigmas y argumentos religiosos que parecen muy espirituales; pero son mentiras y son ideales provenientes de actitudes e intenciones altivas y orgullosas.

Las fortalezas y argumentos altivos son todas aquellas cosas que se han levantado en nuestras vidas y que constituyen verdaderos obstáculos para conocer a Dios.

Es la aceptación, sumisión y obediencia a la voluntad de Dios el único camino que nos conduce a la victoria.

"llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta."

Jesús dijo que nadie podía entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes si primero no le ata. El hombre fuerte, aunque nos gusta pensar que es el diablo, pero no es así; es el viejo hombre al cual estamos ligado desde que nacimos. Satanás se alía con el viejo hombre, con la carne, y ambos construyen las fortalezas en las que somos encerrados.

La única forma de vencer y derrocar al viejo hombre es por la Cruz de Cristo, es decir, tomando nuestra posición en ella. Una vez realizado este hecho todo el botín de una vida abundante y de victoria será nuestro. Satanás habrá perdido a su aliado principal, ¡Gloria al Señor! Las fortalezas, los argumentos, las falsedades, la religiosidad y las altiveces irán cayendo.

Me atrevería a decir que la espada de la palabra y la cruz tienen una misma función, nos llevan a un mismo fin que es a morir cuando somos atravesados por ambas para que la vida de Dios pueda fluir a través de nosotros. Nunca debemos desprendernos ni separanos de la cruz ni de la palabra.

Toda actividad del viejo hombre cesa en el momento en que atravesamos la cruz y nos sabemos y consideramos muertos en ella. Les puedo asegurar que eso funciona.

lunes, 17 de febrero de 2014

UN SISTEMA BÍBLICO (PARTE 4)

Me ha llamado la atención la cantidad de sinónimos que tiene la palabra sistema, es abrumador, y curiosamente muchos de esos terminos se encuentran en la biblia.

Algunos sinónimos del término sistema son: Ordenanza, doctrina, red, regla, régimen, gobierno, uso, costumbre, norma, etc, etc. Vamos a ver en la biblia solo unos cuantos de ellos.

Ordenanza: Método, orden y concierto en las cosas que se ejecutan. Lógicamente eso nos habla de un sistema que sin lugar a dudas es bíblico. Necesitamos conocer los metodos y el orden de Dios para nuestro tiempo y estar abiertos a que el Señor obre como el desee, aunque a veces sus maneras nos puedan resultar extrañas y chocantes.

1 Corintios 14:37-40 RVR60
"Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. Mas el que ignora, ignore. Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden."

Doctrina: Enseñanza que se da para instrucción de alguien. Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, etc., sustentadas por una persona o grupo.

S.Juan 7:14-17 RVR60
"Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta."

2 Juan 1:9 RVR60
"Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo."

Hechos 2:42 RVR60
"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones."

Debemos procurar tener clara la doctrina de Cristo y de los apóstoles, conocer el cuerpo de verdades fundamentales para que nuestra fe sea solida. Y noten que digo verdades fundamentales, que son las que unen a todos los creyentes y nos hacen formar parte de un mismo cuerpo y una iglesia sin apellidos. Luego hay muchas creencias e interpretaciones que son secundarias y en las cuales debemos tener libertad.

El Señor nos ha dado un sistema muy sencillo y aplicable, de tal forma que todos los que quieran seguirlo puedan hacerlo. Es un sistema facilmente duplicable, miren como lo plantea el apóstol Pablo:

2 Timoteo 2:2 RVR60
"Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros."

Red: Aparejo hecho con hilos, cuerdas o alambres trabados en forma de mallas, y convenientemente dispuesto para pescar, cazar, cercar, sujetar, etc. Conjunto de elementos organizados para determinado fin.

S. Mateo 13:47-48 RVR60
"Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera."

Régimen: Conjunto de normas que gobiernan o rigen una cosa o una actividad.

Romanos 7:6 RVR60
"Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra."

Todo esto que he mencionado tiene su lado opuesto, y puede que existan quienes pervierten y usan de forma negativa estos conceptos; y los usen para su provecho, para controlar y manipular y hacer el mal. En algunos de mis escritos ya he mencionado a aquel personaje de la mitología griega que se llamaba Procustos.

Procustos era un personaje de la mitología griega que tenía una hacienda con una cama de hierro y cuando algún viajante pasaba cerca de sus terrenos los invitaba a hospedarse y a pasar la noche. Cuando el visitante se acostaba y éste era más grande que la cama Procustos le cortaba la parte de sus miembros que sobresalian de la cama y si era más pequeño lo estiraba hasta que se ajustase a la medida. Así mataba a todos los que se alojaban en su casa, porque nádie lógicamente daba la talla. Procusto significa en griego "estirador, avasallador, y controlador"

¿Nos cargamos a la gente? ¿Se nos rompen y quebrantan en las manos de forma que los echamos a perder? Muchos pueden creer que estirando a las personas van a crecer, pero lo único que consiguen es desmembrarlas y destrozarlas. Otros piensan que tienen que controlar todo lo que hacen y lo que logran es asfixiarlas y aplastarlas, e impiden que se desarrollen.

Si un sistema no sirve, porque no ayuda y sirve a las personas, simplemente hay que desecharlo; pero nunca dañar, violar y destrozar a las personas ni sus derechos y dignidad por conservar ese sistema, ese método concreto o esa institución.

Nada justifica la violación de los derechos fundamentales de las personas, no tenemos ningún derecho a privar de su dignidad a nadie, y nada justifica el que sacrifiquemos a otros haciendoles sufrir injustamente. Ni por razones políticas, ni religiosas, ni culturales, ni por creencias o diferencias de pensamiento, o de sexo.

Hace años leí un libro precioso escrito por un pastor, me acuerdo del título pero no del autor, si pueden conseguirlo, se lo recomiendo "Amor, perdón y aceptación" estos tres conceptos los exponía el escritor como las cualidades que deben caracterizar a la iglesia del Señor. Al trato que deben recibir todos los creyentes dentro de una congregación que se precie de ser la iglesia de Jesucristo.

UN SISTEMA BÍBLICO (parte 3)

Dios ha establecido en su iglesia un orden o sistema de gobierno espiritual, veamoslo en la carta de Pablo a los efesios y a los corintios.

Efesios 4:11-12 RVR60
"Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo"

1 Corintios 12:27-28 RVR60
"Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas."

En estos pasajes podemos ver claramente cinco dones ministeriales que el mismo Señor es el que da a su iglesia o cuerpo. Nadie toma para si esta honra de gobierno espiritual, no se adquiere por meritos propios, ni por estudios, ni por posición albitraria, es el Señor quien los pone.

Como creyentes a lo más que podemos aspirar es a identificar y reconocer todos esos ministerios y dones que el Señor ha dado a su pueblo. Son regalos de Dios a su iglesia para que ésta sea edificada, madure y lo sirva y lo adore hasta el cumplimiento del tiempo en el que el Señor venga.

Hoy lamentablemente son muchos los que así mismos se llaman apóstoles o profetas, pastores y maestros ¿Pero realmente lo son? ¿Les ha dado el Señor esos ministerios? El Señor nos dejó dicho que por sus frutos los conoceríamos.

No hay dudas de que el Señor estableció también un cuerpo o sitema de enseñanza y de doctrina. Un metodo, la predicación y el discipulado; una doctrina o cuerpo de verdades, el evangelio de Jesús y la enseñanza apóstolica.

S. Mateo 28:18-20 RVR60
"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."

El sistema del Señor es del Espíritu, y no de la carne. En el no puede prevalecer la mente natural, ni la tradición, ni la costumbre de los hombres, ni la sabiduría humana. Aunque lógicamente deben existir algunas normas cívicas y sociales minimas que regulen el comportamiento. La anarquía no puede ser una opción, debe existir un orden, una ética, un respeto, un compromiso y una responsabilidad para tener una convivencia justa y apacible. Deben existir ciertas normas y leyes que regulen y marquen unas pautas a seguir y que promueban el respeto de los derechos humanos.

Mientras estemos en este mundo debemos obedecer las leyes del mundo, sujetarnos y obedecer mientras no desobedezcamos las leyes de Dios. Es necesario que demos al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.

Ahora bien, como creyentes estamos bajo el regimen del Espíritu, por tanto actuemos y sirvamos al Señor bajo el gobierno del Espíritu.

Romanos 7:4-6 RVR60
"Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra."

El regimen del Espíritu opera desde lo profundo de nuestro ser, es el sistema del Espíritu que obra por la vida de Jesús que se nos ha impartido. Se manifiesta desde dentro hacia afuera, es la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús. Es la ley de la fe, es la ley de la libertad y es la ley real, que es el amor.

domingo, 16 de febrero de 2014

UN SISTEMA BIBLICO (parte 2)

Es conveniente entender como actua la ley, y por otro lado como obra la gracia en el nuevo pacto. Muchos creyente no acaban de comprender el principio por el que opera la ley y como obra la gracia. Hay quienes van de un extremo a otro. El Señor por medio de su gracia no da a nadie licencia para pecar, el que lo entienda así está muy confundido. Tampoco ha dado el Señor a nadie licencia para matar y hacer rodar cabezas, ni para establecer leyes y normas y mas leyes. No se puede estar destrozando, desmembrando y lapidando a todos aquellos que no dan la medida de nuestras normas eclesiales.

Gálatas 3:10-14 RVR60
"Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.  Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;  y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.  Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero ), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu."

Permitanme decirles algo, si su sistema, maldice, condena, marca, discrimina, excluye y aparta a todo el que no esté de acuerdo con él, dudo mucho de que Dios lo apruebe.

Antes de continuar quiero explicar como funciona la ley y como la gracia. La respuesta la encontramos en el pasaje de Galatas.

"El justo por la fe vivirá;  y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas."

Romanos 10:5 RVR60
"Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas."

La ley exige al hombre que haga y obre por si mismo lo que ella demanda. Si lo logra entonces vivirá, pero estará siempre obligado a regirse por la misma y cumplirla absolutamente toda, de lo contrario si incumple alguna norma será culpable y condenado. Esto es así con cualquier ley escrita y constituida ya sean de los hombres o de Dios. Siempre es el hombre el que por su propio esfuerzo tiene que obedecer y cumplir.

La ley descarta a la fe " y la ley no es de fe" es decir, no adquirimos la fe por intentar cumplir la ley, porque la ley no puede producirla. Está muy claro lo que Pablo está diciendo, pero lo mismo es con cualquier norma, regla o ley  humana, no son de fe.

La gracia, y el nuevo pacto si produce fe y apela a ella "El justo por la fe vivirá"

Romanos 3:21-22 RVR60
"Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él."

La justicia de Dios no solo se refiere al favor de Dios en perdonar nuestros pecados, sino a todo cuanto se refiere es justo y santo, y es espiritual, y que corresponde a la naturaleza de Dios. Bien, pues todo eso se nos da por fe, y no se adquiere por nuestras propias obras, ni mediante la observancia de la ley escrita.

Es en este sentido que acabo de explicar a lo que el Señor se refiere cuando dice "porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."

El yugo del antiguo pacto comprendía todo el sistema legislativo mosaico. El apóstol Pedro dijo que era un yugo que en toda la historia de israel los padres no pudieron llevar; pero el yugo de Jesús, el sistema del evangelio, su carga es ligera y es fácil para llevar y cumplir.

El sistema que el Señor ha venido a establecer es el reino de Dios, un reino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.  Eso nos habla del mismo gobierno de Dios. No obstante, debemos comprender que se trata de un reino o gobierno espiritual, un reino de amor y de libertad. No lo confundamos con un gobierno teocrático que solo será establecido cuando Cristo regrese a este mundo para reinar por mil años.

En este último parrafo he mencionado varias cualidades que son parte integral del reino de Dios, he dicho que es de naturaleza espiritual, y que se ha de caracterizar por la justicia, la paz, el gozo, el amor, la libertad etc, etc.

La iglesia del Señor tiene un fundamento el cual es Jesucristo, es sobre Jesús que hay que edificar y construir. Sobre su propia obra, es decir, partiendo de los hechos en su vida, su muerte y su resurección. Debemos partir de la revelación de Jesucristo y del evangelio, de su verdad que por el Espíritu Santo nos es dada a cononocer por medio de las escrituras y su guía.

Dios ha establecido un sistema vital en su iglesia, no mecanico, él no nos controla como a marionetas ni juega con nosotros como se juega con las fichas del ajedrez. Todo funciona en base a una relación vital en la que estamos unidos como creyentes con nuestro Dios y Padre y con Jesucristo nuestro Señor, y los unos con los otros mediante la unidad del Espíritu.

sábado, 15 de febrero de 2014

UN SISTEMA MAS BIBLICO (PARTE 1)

S. Mateo 11:28-30 RVR60
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;  porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."

¿Estableció Jesús un sistema? ¿Configuró el Señor una extructura? ¿Debe haber en la iglesia un sistema de gobierno, un cuerpo de doctrinas, unas normas, reglas o princicipios a los que debamos sujetarnos todos?

No es conveniente precipitarse en dar respuestas a estas preguntas. En vista de las tantas doctrinas como existen, las diferentes extructuras de gobierno eclesiales, y dado los abusos de muchos dirigentes religiosos, es necesario que conozcamos lo que la palabra de Dios dice al respecto.

En algo creo yo que estamos todos o casi todos de acuerdo, la iglesia de Jesucristo es una y es universal, son todos aquellos creyentes seguidores de Jesucristo, son los que por fe han recibido la vida de Dios y obedecen el evangelio de Jesús. Lo único imprescincible para formar parte de la iglesia de Cristo es arrepentirnos y creer en el evangelio. Eso es lo que predicaba el Señor como condición para entrar en el reino de Dios.

No debemos rechazar a los que el Señor ha recibido y aceptado como hijos suyos, aunque no tengamos y creamos las mismas doctrinas ni nos reunamos en los mismos lugares. Lo que Dios ha escogido y limpiado no deberíamos llamarlo inmundo por muy feos que sean y por muy bichos que nos parezcan.

Si estudiamos la biblia con un corazón y una mente abierta observaremos que todas las preguntas que he formulado un poquito más arriba de este escrito tienen una respuesta afirmativa.

Lo que si considero necesario para no caer en interpretaciones erroneas y sistemas equivocados, manipuladores e insensibles, es mirar este asunto desde la perspectiva de los dos pactos principales descritos en la biblia. El antiguo pacto y el nuevo pacto. Una gran mayoría de individuos y de congregaciones han hecho una mezcla con los dos pactos y eso no es aceptable por el Señor ni le agrada en absoluto.

Jesús expone sobre lo incongruente y destructivo de hacer mezcla con los dos pactos, el pacto mosaico que comprende toda la ley que fue dada a israel y el nuevo pacto en la sangre de Jesucristo y que comprende el evangelio del reino de Dios. La diferencia es como de la noche a la mañana el antiguo pacto es la ley y los profetas, el nuevo pacto es la gracia y la verdad. La ley fue dada por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

S.Juan 1:17 RVR60
"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo."

S. Lucas 5:36-39 RVR60
"Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán. Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan. Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor."

El sistema mosaico con sus leyes, formas de culto, ritos etc fueron hasta Juan, dijo el mismo Jesús, y añadió que desde entonces es anunciado el reino de Dios, es decir, desde ahí son predicadas las buenas noticias del evangelio que es el nuevo pacto.

S. Lucas 16:16-17 RVR60
"La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.  Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley."

Ahora bien, lo que no es admisible es que el Señor haya venido para terminar con la ley cumpliendola toda en sí mismo, de manera que ya no estemos bajo la ley, y muchos traten de establecerla nuevamente o por el contrario implantan un sin fin de tradiciones y de normas humanas.

jueves, 13 de febrero de 2014

LOS SISTEMAS RELIGIOSOS (PARTE 3)

El texto que encabeza este escrito nos viene a decir que estamos en el mundo, somos parte de él, y negarlo es la tontería y el error más grande que podemos cometer. El mundo está lleno de pecado, de imperfecciones, y todo él se rige por sistemas. Donde hay personas existen los sistemas y las normas, aunque sean minimas; y en la congregación de los creyentes es un tanto de lo mismo.

Siempre tendemos a establecer normas, principios y protocolos con los que estamos comodos, y si alguien actua diferente a nosotros nos incomodamos y hasta nos ofendemos. Lo ve usted, sin siquiera plantearnoslo establecemos nuestros propios patrones de conducta y sistema a todos cuantos nos rodean o se acercan a nosotros. Entonces es razonable que los sistemas u organizaciones sirvan a la mayoría, pero sin extorsionar ni perjudicar ni etiquetar a la minoria de personas que por cualquier razón no quieran integrarse a él.

No le digas al Señor que te saque del mundo, sino que te guarde del mal. Pidamos a Dios ser libres del pecado, libres del despotismo, libres de la manipulación y libres de la apariencia de piedad. Pero que en el lugar que Dios nos ha puesto, y es importante que eso se tenga muy claro, demos testimonio del poder de Dios, de como actua en nuestras vidas y de la libertad a la que Cristo nos está llevando. Si creemos que hemos recibido un poco de más luz que otros, compartamosla, pero sin imponerla, sino simplemente alumbrando con nuestras buenas obras en el Señor. No solo somos el cuerpo y la iglesia de Jesucristo, también tenemos que parecerlo.

Romanos 12:2 RVR60
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."

Lógicamente los sistemas congregacionales u organizaciones son necesarios para que las necesidades del pueblo de Dios puedan ser atendidas, pero esos sistemas han de permitir la fluidez de la vida de Dios, deben servir como canales o redes de bendición. Las extructuras organizacionales deben potenciar y ayudar a los creyentes para que se desarrollen y crezcan en la obra del ministerio, para que maduren espiritualmente, para cubrir sus necesidades. Pero nunca, para catalogar, etiquetar y mutilar; nunca para competir, ni manipular, ni para aprovecharse de las personas. Tampoco deben servir para poner a los creyentes bajo un sinfin de normas y leyes estrictas que no les permitan ni respirar y ser ellas mismas y que ni siquiera puedan actuar con libertad en Cristo.

Personalmente me cuesta muchísimo comulgar con los sistemas, y muy especialmente con sistemas congregacionales religiosos extrictos. Lamentablemente hay que decir que muchos de ellos se construyen sobre los intereses personales de unos pocos. Sin embargo porque existan los aprovechados como pueden haberlo en la política o en cualquier otro tipo de asociación, de partidos, de ONG, o de peñas. No por eso no deja de haberlas legítimas y honradas, equilibradas y justas, que ayudan y potencian al desarrollo de las personas sin usarlas como simples herramientas.

Hay quienes se puedan encontrar cómodos formando parte de una gran maquinaria extructural, y dentro de un sistema cerrado y totalmente organizado, yo desde luego no, y me consta que hay muchos creyentes que tampoco. Por lo tanto creo que debe haber libertad y respeto para que cada cual se reuna como quiera y donde quiera, siempre que lo hagan  recomendablemente en el nombre del Señor, puesto que es la condión principal para que el Señor se encuentre en medio de esas personas.

Quiero añadir  un punto más antes de terminar esta reflexión. La mayoría de los creyentes que leerán este artículo han conocido al Señor como yo, en una congregación tradicional, da igual la denominación. Hemos crecido y hemos servido al Señor y aún seguimos haciendolo en ella. Para muchos no es prudente salir de ese entorno de seguridad, les puede ser muy perjudicial para su vida espiritual y familiar apartarse o dejar de asistir a sus reuniones. Hermano, permitame que le diga que no tiene usted porqué hacerlo, pero aún así aprenda a depender totalmente del Señor. Usted debe profundizar en su relación intima y personal con el Señor, y eso ningún sistema u organización ni nadie lo podrá impedir.

Todos debemos saber y aprender que la iglesia no son las cuatro paredes que conforman el lugar donde nos reunimos, la iglesia es el cuerpo de creyentes que tienen comunión con Jesucristo y con los que si es necesario que tengamos comunión los unos con los otros.

Por otro lado los que somos más independientes, y nos gusta la vida solitaria o retirada del tumulto, algo muy legítimo, debemos tener cuidado de no confundir nuestros gustos personales o preferencias con la verdad de Dios y proyectar nuestras tendencias o necesidades sobre los demás creyentes. Error que se comete muy a menudo cuando estamos decepcionados con todo, o tal vez ilusionados y motivados con nuestros propios dones y proyectos particulares.

En las organizaciones o sistemas eclesiásticos, como en toda asociación de cualquier índole que sea, el problema no son las estructuras sino las personas que ocupan los diferentes cargos y que utilizan su posición para beneficio propio. El mal está en aquellos que se aprovechan de su estatus, para manipular, extorsionar, enriquecerse y alcanzar exclusivamente sus propios objetivos.

Siempre están los que quieren sacar el mayor partido posible a la organización en la que están afiliados, sea por arriba o sea por abajo.

En todo lugar existen las personas que se toman más atribuciones de las que le corresponden, y que quieren controlar más de lo debido. A esos no hay que someterse bajo ningún concepto. Pero aún más, es que cada persona es responsable de lo que hace o no hace y tendrá que dar cuentas a Dios de sus propios actos.

No habrá sistema que camufle a nadie, ni ninguno podrá excusarse o justificarse al amparo de una organización por sus propias injusticias cometidas. Decir eso de yo obedecía, o de que lo hacía bajo autoridad cuando machacaba o abusaba de alguien, y manipulaba a todos cuantos podía porque el sistema me obligaba, no nos servirá ante Dios.

Ni tampoco nos justificará ni excusará de nuestra responsabilidad, ni nos salvará el decir, yo seguía a mi pastor, a mi apóstol o a mi lider. O simplemente el pensar que hemos permanecido y sido fieles a nuestra religión o denominación por toda la vida.

LOS SISTEMAS RELIGIOSOS (PARTE 2)

Ahora bien, la iglesia según la biblia es el cuerpo de Cristo, y esto quiere decir que Jesucristo es su cabeza desde donde salen todas las ordenes de mobilidad y funcionamiento vital para todos los miembros y organos. Nuestro propio cerebro da ordenes a nuestro cuerpo para que este funcione con normalidad, estemos conscientes de ello o no.

El cuerpo de Jesucristo tiene su propio sistema y extructura que el mismo Señor le dio. Lógicamente la extructura o sistema con los que funciona la iglesia no puede ser uno inventado por el hombre, no es como el sistema de gobierno de las naciones, ni como un sistema de organización empresarial, pero tampoco es el sistema sacerdotal judio, ni católico, ni los sistemas protestantes ni evangelicos. Me parece que me estoy metiendo en un lio, a ver cómo salgo.

El cuerpo de Jesucristo, su iglesia, es universal y comprende el conjunto de todos los creyentes en el mundo. Puede ser tan pequeña en numero como donde se encuentren dos o tres reunidos en el nombre del Señor. O puede ser una gran comgregación de miles de creyentes que se han reunido también en el nombre de Jesús.

La iglesia es la multitud de los creyentes y es también el grupo pequeño de unos cuantos cristianos que se reunen para adorar al Señor.

Ahora bien un mal sistema, uno ferreo, injusto y simplemente humano, se puede imponer tanto en un grupo numeroso como en uno muy pequeño. Los sistemas no son monopolio de las grandes organizaciones, aunque ciertamente si son más aparatosos, más extructurados.

Yo conocí al Señor y fui formado como creyente en una extructura o sistema eclesial tradicional. Quizás algo diferente en cuanto a que era una comunidad de convivencia, un lugar donde creyentes lo compartiamos todo, dormiamos, comiamos y serviamos juntos al Señor. Practicabamos el discipulado de vida por medio de la instrucción, la enseñanza de la palabra, la disciplina comunitaria y el servirnos los unos a los otros.

No obstante, aunque parece un sistema totalmente bíblico el que yo experimenté, y le doy gracias a Dios por ello. No dejo de reconocer que no es práctico para las familias de hoy, o sea el irnos todos juntos a formar comunidad con esposas, esposos e hijos, no sería funcional. A no ser que suceda una persecución y nos veamos obligados a ello, claro está.

De hecho no es sabio imponer un sistema comunitario dentro de una congregación, sea de muchos o de pocos creyentes. Ahí están los amis o los llamados cuaqueros que viven en su propio mundo, apartados de la moderna actualidad y de todas las tecnologías. Aún así, no dejan de tener su propio sistema eclesial.

En una ocasión fui invitado a unas reuniones sobre el tema de las iglesias en casas, las cuales no dejaban de ser otro sistema más. No olvido que dibujaron unas casillas en el suelo y todos los que asistian a la reunión según las experiencias negativas que habian tenido con sus respectivas congregaciones tenían que encajar con algunas de las casillas dibujadas.

O sea que finalmente sea como fuere te encasillaban, me negue rotundamente. Ya de entrada te etiquetaban.

miércoles, 12 de febrero de 2014

LOS SISTEMAS RELIGIOSOS (parte 1)

LOS SITEMAS RELIGIOSOS

S.Juan 17:15 RVR60
"No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal."

Las cosas no se resuelven en nuestras vidas simplemente con salir de una iglesia, de una relación o una situación y circunstancia dada. Hay otros muchos factores que están en juego, por lo que la huida y el abandono por lo general no resuelven nada e incluso pueden empeorar las cosas

No es conveniente culpar a todo el mundo que nos rodea de nuestra tibieza espiritual. Nadie es responsable de nuestra falta de crecimiento en el Señor excepto nosotros mismos.

No es prudente ni sábio decir que todos los sistemas son malos o contrarios a la vida y la libertad. Ciertamente la tendencia natural es que cuando se ha tenido una experiencia negativa con algún sistema tenemos el hábito de juzgarlos a todos como malos y meterlos en el mismo saco.

Estas son las cuatro primeras entradas al significado del termino Sistema según la RAE:

Sistema:
1. m. Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí.
2. m. Conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto.
3. m. Biol. Conjunto de órganos que intervienen en alguna de las principales funciones vegetativas. Sistema nervioso.
4. m. Ling. Conjunto estructurado de unidades relacionadas entre sí que se definen por oposición; p. ej., la lengua o los distintos componentes de la descripción lingüística.

El termino no es negativo, ni denota en ninguna de sus acepciones algo perjudicial ni malo, o contraproducente.

Imaginense por un momento que nuestro sistema planetario actuara anarquicamente y algunos de esos astros saliesen de su órbita. O que simplemente la luna se acercara o alejara más de lo debido de la tierra, sucederían catastrofes naturales de magnitudes sin precedentes.

Dios ha establecido leyes y normas en el universo para que persevere la belleza en todo y para que en nuestro mundo la vida sea posible. Dios ha escrito sus codigos en toda la creación visible e invisible.

El sistema nervioso en nuestro organismo es perfecto, tiene su propósito y función para que podamos vivir sintiendo y de forma coordinada. El sistema circulatorio que permite que la sangre llegue a todas las partes de nuestro cuerpo y sin la cual nuestros organos se morirían. El esqueleto o sistema obseo es una extructura vital para la vida de nuestro cuerpo.

Los sistemas de gobierno son inprescindibles en nuestras sociedades para que estas funcionen y para que podamos tener una existencia minimamente civilizada. Luego en las sociedades todo practicamente está organizado y regido por sistemas, no podemos escapar de ellos. Sistema económico, sistema judicial, sistema empresarial, sistema educativo etc, etc.

Sistemas políticos, sistema sanitario, sistemas eclesiásticos, sistemas religiosos, ¡Glub, Glub, Glub! con la iglésia hemos topado. Continuará.........

lunes, 10 de febrero de 2014

LA CONQUISTA DE NUESTRA ALMA

LA COMQUISTA DE NUESTRA ALMA

LUK 21:19 RVR60
"Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas."

Nuestra voluntad, nuestros sentimientos y pasiones, nuestro caracter, nuestra mente, nuestras actitudes sicológicas. Podríamos darle identidad personal a cada una de las cualidades, virtudes, pecados y actitudes por las que somos dominados. El alma es como una gran ciudad gobernada y controlada por un alcalde y unos concejales que nosotros mismos hemos elegido.

Toda alma o vida está dominada por personajes corruptos que están en el poder. Hay un rey o gobernador principal que es de donde salen todas las ordenes y es el que lo controla todo, siempre se hace lo que él propone. Este gobernador es el viejo hombre o cuerpo de pecado, es un ser que todos lo llevamos dentro, es el que manda y dirige todo el cotarro. Su control se originó en una alianza que el alma hizo con un poderoso señor de las tinieblas el cual consiguió inocular su propio veneno de rebelión en el ser del hombre surgiendo así de ese pacto un alma corrupta, un ser depravado, el viejo hombre.

Claro que no es el diablo, como lo llama la biblia, el culpable de este engendro, sino el propio hombre por haber desobedecido a su creador, el hombre y solo él es el responsable.

Dios hizo al hombre y a la mujer un alma viviente, no obstante, a causa de su desobediencia se transformaron en un alma corrupta y deprabada, y esa es toda nuestra herencia e identidad que recibimos de Adan y Eva.

Nadie ha podido jamás derrocar al viejo hombre por sí mismo e impedir que la corrupción de su alma lo domine. La palabra de Dios dice que este inquilino está viciado conforme a sus deseos engañoso. Puede ser muy religioso, puede ser muy ético, pero todo eso es engañoso, no es autentico, todas sus intenciones son perversas.

Creer en Jesús, y recibirlo en nuestras vidas como salvador y Señor es solo un comienzo del proceso de expansión y conquista del reino de Dios sobre nuestras almas. Lamentablemente muchas personas no han entendido bien el mensaje del evangelio de Jesucristo y están pensando que Dios les va a llevar al cielo con todos sus hábitos de pecado y sin ni siquiera haber experimentado en sus vidas un cambio profundo.

Aquellos que no están venciendo al mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, es porque todabía no han nacido de Dios o bien son creyentes carnales, niños en Cristo. Pueden ser muy religiosos y tener apariencia de personas piadosas, pero no conocen ni experimentan el poder liberador del Señor.

1 Juan 5:1-5 RVR60
"Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?"

El alma separada de Dios y sin fe es vagabunda, camina perdida en la soledad. No le queda otro destino que la oscuridad y un eterno vacio. A los que creen les espera la conquista y la herencia de Dios, tendrán sus propias almas como botín y la vida de Dios por recompensa.

Romanos 5:17 RVR60
"Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia."

Donde la justicia de Dios y la abundancia de su gracia no están, es la muerte por causa del pecado la que está reinando. Solo por medio de Jesucristo es que podemos reinar en vida, pues él es la Vida y es Soberano Señor. Jesús es la tierra prometida, nuestro Canaán espiritual, él es el verdadero reposo y la tierra de la abundancia.

Ahora bien, no todos los que han emprendido el camino de la fe perseveran hacia la conquista de las promesas de Dios. Muchos se quedan vagando en su corazón y no avanzan en el conocimiento del Señor. Muchos se quedarán en la soledad del desierto espiritual postrados y ahí morirán sin haber experimentado lo que es reinar en vida, y gozar de la vida abundante que hay en Jesús.

Los que son esclavos de sus propias pasiones y deseos, es decir, de sus propias almas, no están reinando en vida, sino que son gobernados por su viejo hombre. Reinan en vida los que viven bajo el señorio de Jesucristo y están permitiendo que sea la abundancia de la gracia del Señor la que les envuelva y los domine.

Ganar nuestras almas no es solo saber que iremos al cielo, sino llegar a la meta habiendo permitido que Dios nos transforme a la imagen y semejanza de Jesús. Algunos esperan experimentar la vida eterna cuando se mueran y vayan al cielo, pero mientras tanto, aquí en la tierra se conforman a una vida de miseria y derrota espiritual.

No nos conformemos en salvarnos por los pelos, y chamuscados en nuestros traseros por las llamas del infierno, sino en tener una amplia y generosa entrada en el reino de nuestro Padre celestial. ¿Es eso posible? Claro que sí, por los meritos de Jesucristo.

Termino esta reflexión con el siguiente pasaje del apóstol Pedro:

2 Pedro 1:3-11 RVR60
"Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo."

Existe una tierra de la que fluye leche y miel, y de la que podemos proveernos de todos los recursos necesarios. El Señor ha preparado para todos sus hijos una gran mesa llena de abundancia para que podamos saciarnos. Solo por fe tenemos acceso a ella, solo con Jesús podemos conquistarla. No será por meritos propios ni con esfuerzos humanos, nada más permaneciendo en Jesús y perseverando en él y rindiendonos a su señorio.

sábado, 8 de febrero de 2014

UNOS APUNTES BIOGRÁFICOS (parte 4)

ESCRIBE TODO CUANTO TE HABLE

Escribe, este es el Sentir que puso el Señor en mi corazón en cuanto a la escritura, es decir, el de tomar buena nota de toda palabra que mediante la lectura, la meditación y la oración Él me diera. Dios me hizo comprender que todo cuanto el me hablara traería liberación y victoria a mi vida, y además me permitiría conocerle más directa y profundamente.

Una de las inquietudes más fuertes que he tenido en mi vida y a lo que he dado siempre mucha importancia es a aprender a excuchar a Dios y a saber distinguir su voz entre tantas otras que continuamente están susurrando. La voz de Dios solo la podemos captar en nuestro espíritu, esto es algo que sabía, puesto que es por el espíritu que nos comunicamos con Él. Y es por su Espíritu que Dios nos habla y transmite su voluntad a nuestras vidas.

1 Corintios 2:10-14 RVR60
"Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.  Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente."

La mente natural no es la que percibe las cosas de Dios, ni la mente del creyente ni la del incredulo, ambas son ineficaces. Es por la intuición del espíritu que ha sido vivificado por Dios, es en nuestro nuevo hombre interior que unicamente podemos oir al Señor. Se trata de un conocimiento revelacional e intuitivo que se recibe y que si le prestamos atención va creciendo y creciendo desde lo más profundo hasta irse haciendo claro en nuestras mentes.

Esta es mi propia experiencia y como funciona en mi vida, es como esas nuevas bombillas de luz a las que una vez que has dado al interruptor se encienden, pero no alumbran con toda intensidad hasta pasado un buen rato.

Puedo percibir ese toque del Señor y saber que Él me quiere mostrar algo por medio de su palabra, es entonces el momento de oir o ver lo que Dios quiere decirme prestando toda mi atención. Oro y medito, y guardo silencio, mientras cada vez se va haciendo más claro ese sentir y es el momento en el que me pongo a escribir y expresar lo que Dios me da. Es como la punta de un hilo que agarras y comienzas a tirar, y no sabes cuando darás con el final.

Dios no nos habla con voz audible, sino con impresiones espirituales que luego se transforman en ideas, en pensamientos y conceptos que nos alumbran el entendimiento.

Efesios 1:17-18 RVR60
"para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos"

En principio escribo para mí mismo, para tener mi propio granero. Quiero aprovechar cada palabra y retener lo que el Señor trae a mi vida; no puedo confiar a mí memoria todo cuanto medito, lo olvidaría.

La palabra que Dios habla a mi espíritu es justa la que ha salido de su boca. Es el pan que me alimenta y me sustenta cada día, me fortalece y me llena de fe.

S. Mateo 4:4 RVR60
"Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."

El Señor ha hablado mucho a lo largo de la historia, pero usted y yo necesitamos oír lo que el nos dice concreta y personalmente.

Para mí es un reto poder plasmar y expresar claramente mediante la escritura los mensajes que el Señor me da.

Les conté que me era muy difícil preparar mis mensajes, pasaba gran parte del fin de semana apartado, orando y leyendo para tener una palabra departe de Dios. Mi mujer no me veía el pelo, y no estaba para nadie. Eso ha cambiado por completo.

Ya no leo la Biblia para preparar sermones, sino para que el Señor me hable a mí, para que me enseñe, y eso cada día. Y como he explicado, tomo nota de todo y lleno mi granero.

Ahora tengo otro problema, y no es el no tener que compartir, sino de todo y de tanto como el Señor me da, que elijo cuando tengo que predicar. ¡El Señor es maravilloso en todo lo que hace!

Habacuc 2:1-3 RVR60
"Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará."

Yo ni soy profeta ni escritor profesional, soy solamente un testigo de Jesucristo que tiene algo que decir, osea, que tengo un mensaje del Señor, palabras preciosas que el me ha dado. Con los mensajes recibidos el Señor está transformando mi vida y me está llevando a una plenitud en Cristo y en un avance espiritual rapido, profundo y victorioso. Es mediante la revelación de la verdad que esto está ocurriendo.

El pasaje de Habacuc describe en cierto modo lo que está sucediendo en mi experiencia, el velar delante del Señor y exponerle mis quejas e inquietudes espirituales para oir lo que él me dirá. Permitir que por su espíritu escriba en mi corazón sus palabras, y expresarlas luego mediante la escritura con el proposito de que aquellos que lean puedan también avanzar hacia el cumplimiento de la voluntad de Dios y a una vida de liberación y victoria.

Espero que estos breves apuntes biograficos hayan podido ser de bendición e inspiración para algunos de los lectores. Yo me encuentro dentro de esa mayoría de los que el Señor ha escogido, como vil, como menospreciado y como lo que no es.

No tengo nada valioso ni importante que poder mostrar por mi mismo, solo puedo confesar con esas palabras de Pablo las cuales hago mias lo que representa la obra del Señor en mi vida. "Por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no ha sido en vano para conmigo"

Al Señor sea la gloria y la honra por siempre y para siempre.

Pedro Jurado: hijo de Dios y obrero de Jesucristo.


miércoles, 5 de febrero de 2014

UNOS APUNTES BIOGRÁFICOS (Parte 3)

HAZTE TU PROPIO PÚLPITO

Medio broma, medio en sério, en la congregación donde comencé como creyente había un dicho, no se si acertado, pero era el siguiente "El que quiera pulpito que se lo haga". Y esto fue lo que sucedió en mi vida, predicando y dando testimonio en la calle, en la iglesia, estudiando la palabra de Dios, leyendo mucho, comenzando y dirigiendo reuniones en los hogares y siendo fundador de varias obras en la ciudad.

Dios me ha dado la gracia y la oportunidad de compartir el evangelio durante muchos años en albergues, en hospitales, en barriadas marginales, y a miles de personas, y muchos han entrado a formar parte del reino de Dios. El Señor me ha dado también la oportunidad de hacer radio y televisión, siempre he sentido la necesidad de aprovechar cualquier oportunidad y entrar por toda puerta que Dios me abriera para compartir mi fe.

A estas alturas algunos se podrán estar preguntando ¿Qué eres entonces Pedro, y que dones te ha dado el Señor? ¿Cuál es tu ministerio? ¿Sirves al Señor a tiempo completo o a medio tiempo? Permitanme que les diga algo, no me gustan las etiquetas, ni que me cuelguen títulos. Y el concepto de servir al Señor a tiempo completo o parcial es una idea erronea y que nos puede conducir a muchas meteduras de pata.

Yo sirvo al Señor al cien por cien, él es mi dueño, y lo fundamental para mi es hacer su voluntad. Ahora, díganme si eso no es estar a tiempo completo en la obra de Dios. Toco este punto por la sencilla razón de que nos han metido en la cabeza que hay obreros de diferentes categorias y grados de compromiso, que no digo que no sea cierto, sino que la vara para medir eso no es tan simple como decir, que porque alguien esté trabajando en un oficio o profesión secular no está al cien por cien o a tiempo completo.

Pablo trabajaba haciendo tiendas para poder sustentarse y cuidar de todos los que estaban con él. ¿Estaba el apóstol dedicado a tiempo completo a la obra? Nadie lo pondría en duda. Le doy gracias a Dios por tantos pajaritos como ha quitado de mi cabeza. La calidad o cantidad de nuestro servicio solo es medible por la actitud de nuestro corazón, Dios mira al corazón. Lo importante es ser dirigidos por el Señor mediante la llenura del Espíritu Santo.

Para que Dios nos pueda usar solo necesitamos ser un vaso limpio, tener una actitud dispuesta y mantener una relación autentica con el Señor. Por supuesto hay un fruto, un testimonio de vida y una manifestación de esos dones que Dios ha puesto dentro de cada uno. La clave es dejar que fluya lo que Dios quiere hacer y desarrollar y usar los dones que él nos ha dado, pero aún más importante que los dones es vivir todo el tiempo en su presencia, es tener la Vida de Dios operando y fluyendo en nuestro ser.

He tenído negocios y he trabajado en alguna que otra empresa, y siempre ha habido ocasiones y momentos en los que compartir el evangelio con álguien y dar testimonio del obrar de Dios en mi vida. Desde que me convertí, mi disponibilidad y servicio al Señor ha sido una constante, llevando las responsabilidades en la iglésia y preparandome mediante la oración, el estudio y meditación de las escrituras, y como no a través de la lectura de literatura cristiana. Doy gracias a Dios por esos pastores que me inculcaron la importancia de leer buenos libros y de no dejar en ningun momento a un lado el cultivo de mi vida espiritual.

Les voy a confesar algo. He estudiado homilética y hermenéutica, he leído y releído un buen puñado de libros. He leído bosquejos de sermones de grandes predicadores; sin embargo, siempre me ha costado un mundo preparar y escribir o bosquejar mis propios mensajes. No obstante, nunca me he sentido con la libertad de utilizar un sermón de otro o lo leído en un libro para predicar en la iglésia. Por supuesto hemos usado en los grupos familiares algunos materiales didácticos y  libros apropiados para la edificación y enseñanza, pero con la idea de asegurar un ciclo completo de preparación básica en la doctrina cristiana.

Cada vez que he tenído que predicar me he encerrado en mi habitación para orar, leer y meditar, buscando y esperando una palabra del Señor. Los que tienen la responsabilidad de predicar cada domingo saben de que les estoy hablando. Excepto en contadas ocasiones nunca me ha faltado un mensaje que creo ha sido departe del Señor, y en las que me sentía vacio y sin algo concreto me lanzaba por fe a la palestra. Ya sabía lo que era eso de no tener un mensaje preparado, de no saber de que hablar hasta el mismo momento en que te toca hacerlo, tengan en cuenta que mi preparación en la predicación ha sido en gran parte en la calle y total y absolutamente por fe, sin bosquejos, sin apuntes, solo con la biblia, y a veces ni eso, una experiencia fantástica. Les recomiendo que lo prueben, se manifiesta una gracia de Dios preciosa, hay una unción poderosa, fluyen el Espíritu y las palabras.

Me he esforzado todo cuanto he podido para mantenerme en equilibrio y firme sobre las tres patas de mi vida, el trabajo secular, la familia y la iglésia. No obstante he perdido muchas veces la estabilidad porque he permitido que una de esas patas crezca y crezca más de lo debido. Ahora y después de lo vivido y aprendido procuro que eso no me ocurra ¿Cómo lo evito? Muy simple, el Señor es mi centro, busco primera-mente el reino de Dios, su justicia y paz, es decir, que me enfoco en mi relación con el Señor y en profundizar en ella. Todo lo demás está en el orden en el que Dios me pueda estar guiando, entendiendo por supuesto que mi primera responsabilidad es mi familia, es cuidar de mi matrimonio y de mis hijos.

Les quiero decir que esto funciona, ¡Qué libertad! ¡Qué descanso! ¡Cuánta paz se experimenta! Claro que hay dificultades, por supuesto que acechan circunstancias adversas con las que hay que lidiar, pero el saber que estás en el centro de la voluntad de Dios es algo maravilloso, te llena de fe, te colma de esperanza y palpas como fluye la gracia y el amor de Dios.

martes, 4 de febrero de 2014

UNOS APUNTES BIOGRAFICOS (PARTE 2)

SOBRE MI LLAMADO AL MINISTERIO

Acerca de este tema habría mucho que decir y dificil de explicar. No voy a dar un estudio sino simplemete contar un poco lo que ha sido y es mi experiencia en el servicio al Señor.

La congregación en la que tuve la oportunidad de conocer a Jesús llevaba apenas un año funcionando, era una comunidad cristiana donde se preparaban obreros para el ministerio, y funcionaba también como iglésia. El lugar de reunión era un local comercial de unos doscientos metros que disponía de un sotano con las mismas dimensiones. Dicho sotano estaba habilitado con una cocina y camas litera donde un grupo de jovenes de distintos lugares de España y algunos de otros países estudiaban la palabra de Dios y se preparaban en disciplina y sobre el terreno práctico de la obra de Dios.

Yo, como era de la ciudad no tenía necesidad de estar viviendo en la comunidad todo el tiempo, vivía en mi propia casa con mi madre y una hermana. No obstante pasaba largas temporadas de convivencia en la comunidad. Cada mañana estabamos en pie antes de las siete, nos aseabamos y seguidamente dedicabamos las primeras dos horas a leer la biblia orar y compartir algún mensaje de inspiración. Cada día le tocaba a uno diferente compartir una palabra que Dios le hubiese dado.

Esto era una experiencia muy edificante, pues creyentes jovenes y de pocos meses convertidos estabamos aprendiendo una disciplina que con los años nos ha venido a resultar utilisima.

La misión de la comunidad era discipular, lo cual implicaba formación de caracter por medio de la enseñanza y la corrección. El estudio de la palabra de Dios como eje central, y  además la preparación práctica para el ministerio en consejería, predicación, oración y evangelismo.

La obra de evangelismo la realizabamos a diario; a las diez de la mañana de cada día tomabamos posición en una de las calles más céntricas de la ciudad colocando una mesa con libros y folletos con mensanjes evangelísticos. Pero lo que procurabamos sobre todo era hablar con los transeuntes y no darles un simple papel. Muchos venían al Señor mediante esta labor constante que se hacia.

Campañas de evangelismo en las barriadas, sabados de evangelismo en el local de reunión, vigilias de oración, estudios personalizados etc, todo eso era la dinámica constante de la congregación donde me convertí.

Iba madurando como persona y como creyente, aunque con algunas carencias. Claro que en esos primeros años de creyente no era consciente de ninguna falta ni en la congregación ni en todo cuanto se hacía, pensaba que teníamos la sana doctrina, mi único anhelo era servir al Señor. Fui asumiendo responsabilidades, primeramente como dirigente de grupos caseros y posteriormente como responsable de un sector de la ciudad. Reuniones y más reuniones, caseras, en la iglesia, de liderazgo, de estudios etc.

A los veintitres años me casé con aquella chica de la que me enamoré siendo joven, después de cinco largos años de noviazgo. Había orado y preguntado al Señor por su voluntad al respecto, si algo tenía claro es que yo quería a aquella que fuera la mujer de Dios para mi vida. Hasta que no lo tuve suficiente claro no formalicé ni relación de noviazgo, puesto que yo no quería equivocarme en aquello que consideraba una de las decisiones más importantes de mi vida. Le doy gracias a Dios porque el trajo a mi vida a la mujer que yo necesitaba, mi ayuda idonea. Mi vida no habría sido la misma sin ella, ni mi ministerio y crecimiento espiritual. Es una mujer inteligente, es graciosa, es trabajadora, es reponsable, es espiritual y tiene unos ojos preciosos y una sonrisa que ilumina. Dios nos ha dado tres hijos varones Abel, Pablo y David.

Pero no es oro todo lo que reluce, hemos vivido muchos problemas familiares derivados de mis responsabilidades, tareas y ocupaciones eclesiásticas, demasiadas actividades y excesivas cargas. He sufrido las consecuencias de mi excesiva dedicación a lo que entendía era la obra del Señor y entregandome al servicio a los demás, desatendiendo a mi familia. Un grave error, que si pudiera dar marcha atrás con lo que ahora se no lo volvería a cometer. Ya no eramos aquellos jovenes adolescentes sin responsabilidades, teníamos cargas familiares había una obra del Señor que hacer, que era estar con mis hijos, cuidar de mi esposa y ocuparme de las necesidades de mi casa.

Se nos había programado para hacer la obra de Dios sirviendo a todo el mundo, pero no a nuestras familias. El lema era "Ocúpate de las cosas de Dios que él se ocupará de las tuyas" parece muy espiritual y correcto pero es un error. Es un error si pensamos que como siervos de Dios la obra es la iglesia, o hacer reuniones y más reuniones, y estar pendientes de todo el mundo menos de nuestra familia. Si usted no quiere tener graves problemas, no cometa el mismo error que yo.

Entienda que la obra de Dios es usted, es su casa, es su esposa y son sus hijos. Y somos nosotros los que debemos ocuparnos de ellos; ésta es la mejor manera de discipular a la iglésia, ser ejemplos con nuestras familias, que todos los creyentes aprendan como se hace. Ahora bien, no me entiendan mal, yo estoy convencido de que primeramente hay que buscar el reino de Dios, su justicia y paz. ¿Pero que es buscar primeramente el reino de Dios? Es sencillamente que Dios es nuestro centro, y que como hijos de Dios somos guiados por su Espíritu.

La obra de Dios no es ser siervos de un sistema religioso y eclesial. No es estar esclavizados a gente que nos manipulan y quieren tener el control de nuestras vidas. La voluntad de Dios es que seamos libre de todos y que le sirvamos desde la gracia.

Tengo que decir que muchos obreros y pastores han acostumbrado mal a su gente, les han enseñado a tener una dependencia de sus ministerios malsana, de tal manera que muchos terminan agotados y acaban abandonando su dedicación ministerial.
Otros sufren en sus matrimonios las consecuencias de la dejadez familiar, por lo que terminan divorciados y sus hijos no quieren saber nada de las iglesias.

Mi trayectoria en el servicio de la iglésia era ir asumiendo cada vez más actividades, más responsabilidades, y por otro lado iba dejando a un lado mi negocio y mi familia. Estaba convencido de que Dios cuidaría de todo lo mio si yo me ocupaba de Su "obra", pero eso no ocurría. Me he perdido cumpleaños de mis hijos, tiempos de acompañar a mi esposa
y muchas oportunidades de disfrutar con mi familia, la "obra" era lo primero.

Ahora se que Dios está más interesado en mi persona, en mi vida, en mi familia, en mi matrimonio y en que cultive mi relación con Él y profundice en ella, que en que haga cosas. El Señor es el centro de mi vida, no es mi denominación, ni la obra, ni en lo que pueda servirlo, ni mi familia, ni mi esposa, ni mis hijos, ni mi ministerio. Jesús es quién gobierna en mi vida, él es mi Señor, su Vida es mi vida. Ahora puedo decir sin lugar a dudas que busco primera-mente el reino de Dios su justicia y paz, y no me interesan otros planteamientos.

En el año 1993 fui ordenado pastor en mi denominación, después de una muy larga trayectoria de trabajo. En 1995 salimos de dicha denominación y nos integramos a otra congregación de nuestra ciudad en la que permanecemos hasta el día de hoy. Fue un gran dolor para mi esposa y para mí el que tuvieramos que abandonar la congregación en la que nos habíamos convertido y permanecimos durante veinte años. La iglésia que yo pastoreaba la entregué al apóstol y presidente  de nuestra denominación y abandoné mi cargo y responsabilidades en sus manos.

Hoy no nos arrepentimos de la decisión que tomamos, quién sabe como hubieramos terminado de no haber salido de tal sistema eclesial.

Como dije antes, mi familia y yo nos integramos en otra congregación de la ciudad, empezando desde cero. Para mí representó un cámbio muy brusco. De estar activo durante tantos años en mi iglésia, de pronto un parón en seco. Me centré en el trabajo de comercial y procuré integrarme como un miembro más en la nueva iglésia. Nunca ha desaparecido de mi corazón el llamado de Dios; el Señor continuaba trabajando en esta nueva etapa de mi vida. El me estaba preparando para algo diferente, nunca he dudado de mi elección, pero el Señor tenía que trabajar muy profundamente en mi ser.

Actualmente soy anciano en la congregación donde estoy y en la que sirvo con libertad, ha habido muchas oportunidades de trabajo, de madurar, de crecer, de desechar falsas creencias, de experimentar nuevas cosas. Qué puedo decir, sino, que hasta aquí me ayudó el Señor. Ahora veo por todo el camino que el Señor me ha guiado, para a la postre hacerme bien.

lunes, 3 de febrero de 2014

COMBATIENDO LA PEREZA (PARTE 2)

C) No espere a que otros le digan lo que usted tiene que hacer. Lo que nos sobra es teoría, es necesario que empecemos a practicar lo que sabemos, y eso es de sabios.
Cuando usted va a un restaurante ¿Necesita estudiarse la carta de menús? Usted simplemente le echa un vistazo y procede a pedir lo que le gusta para comerselo en cuanto se lo sirvan. Pero en la iglesia nos pasamos toda la vida escuchando y escuchando lo que hay para comer, nos conocemos la carta y todos los platos que hay, pero muchos aun están muertos de hambre porque luego no comen nada de lo que se les ha ofrecido.

Escuchamos sobre la necesidad de orar, pero no oramos, oímos de la importancia de leer la palabra con meditación, pero no lo hacemos. Se nos dice que tengamos fe, pero sin embargo no la ejercitamos, y así tantas otras cosas. Jesús dijo, "mi comida y mi bebida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra" ¿Qué está comiendo y bebiendo usted?

Piense en este otro pasaje del Señor, en el que se encierra el gran secreto de la vida cristiana:

S.Juan 6:54-57 RVR60
"El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí."

D) Sea previsor y precavido. Como creyentes tenemos la palabra profética más segura, y a la que se nos recomienda estar atentos como a una linterna que alumbra en lugar oscuro.

2 Pedro 1:19 RVR60
"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;"

En la palabra de Dios se nos presenta una visión de los acontecimientos futuros, predicciones proféticas y un mensaje del Señor totalmente fiable y creible. Las escrituras no son solo proféticas porque apuntan a lo porvenir, sino porque al ser el consejo de Dios y evangelio eterno, cuando lo creemos y aplicamos a nuestra experiencia descubrimos que son palabras verdaderas y que tienen un valor universal. De manera que cuando por medio de la fe miramos a través de ellas y permitimos que nuestras vidas sean reguladas por sus principios y verdades iremos caminando sobre seguro y sin temor a nada. La palabra de Dios es viva y eficaz, es digna de ser creída, es espíritu y es Vida de Dios para todo nuestro ser.

Como creyentes somos afortunados, porque no vivimos en este mundo en la ignorancia, ni vamos a tientas en la oscuridad, tenemos a Jesús que es la luz del mundo y tenemos su palabra y la guía del Espíritu Santo. Tenemos esperanza, tenemos un propósito y tenemos un destino en la vida y para la eternidad. Nosotros tenemos clara nuestra identidad, sabemos de donde venimos, para que estamos aquí y hacia donde nos dirigimos !Es algo glorioso¡

La palabra del Señor nos guía, ella nos aconseja y también nos advierte de los peligros que nos acechan. Además Dios ha entregado a sus hijos una armadura  de luz y un arsenal de armas para que puedan combatir con todos sus adversarios, enemigos que no son de carne y sangre, sino principados, potestades y huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Leer (2 Corintios 10:4-6) (Efesios 6:10-18)

Romanos 13:12 RVR60
"La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz."

E) Despierte de su estado aletargado y salga de la cueva donde se ha acomodado. Sea diligente en buscar a Dios.

Romanos 12:11 RVR60
"En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;"

Es triste ver a tantísimos creyentes que un día tuvieron una experiencia espiritual, y nacieron de nuevo; pero sin embargo hoy viven en la cueva religiosa de las sombras y figuras, de la ley mosaica, y bajo normas humanas. Y muchos en su ignorancia espiritual son regidos aún por la sabiduría del mundo que nada tiene que ver con la sabiduría que viene de lo alto.

Ingente multitud de creyentes sinceros esperan en su estanque de Bethesda a que venga un ángel a mover el agua. Algunos lo esperan como aquel paralítico, por más de treinta años. Aguardan y buscan el avivamiento por todas las iglesias, escuchan y siguen al los que hoy están en el candelero a ver si reciben algo, pero son sólo sacudidas y movimientos demasiado débiles como para darles vida y para que les haga cambiar.

Permítanme que les diga un par de cosas para salir de su estancamiento y pereza espiritual. Si usted las hace irá de más a más en su vida espiritual y experimentará su propio avivamiento.

Primero, no busque fuera lo que ya tiene dentro de usted. Malgastamos la vida, el tiempo y nuestros pocos recursos buscando por todas partes la vida que anhelamos.

Si usted a creído en Jesús y lo recibió como Salvador y Señor, entonces tiene todo cuanto necesita en Él. Profundice en su relación con el Señor, conecte con él que vive y mora en usted, crea que está presente en su vida. No sea religioso en su actitud ni en sus maneras, sencillamente viva en una relación de amor con el Señor siendo consciente en todo momento que Jesús está dentro de su corazón. Cuando usted crea esto y haga como le estoy diciendo no le será dificil orar, ni tendrá que gritar para que el Señor le oiga. Tenga la completa seguridad de que Dios está presente en su vida, en su interior y rodeándole, delante, detrás, por arriba y por abajo.

Le aseguro que en cuanto usted tenga esta experiencia de la presencia de Dios en su vida le sobrará todo lo que huele a religión, tantas cosas que se hacen para conseguir unas migajas de la mesa del Señor, tantas cosas especiales que se hacen. Usted dejará de ir detrás de los hombres, de hombres supuestamente ungidos, así como de muchas otras cosas que más que ayudarle le serán un estorbo en el disfrute de la presencia de Dios.

En segundo lugar ha de centrarse en la cruz de Cristo, la obra del Calvario fue completa. Usded y yo como todo creyente necesitamos comprender cabalmente el mensaje se la cruz de Cristo. Debemos atravesar esa cruz identificandonos con ella, hay un lugar para cada uno de nosotros en la muerte de Jesús. Es necesario que nos apropiemos no solo de la muerte del Señor para el perdón de nuestros pecados, sino para experimentar nuestra propia muerte y liberación del viejo hombre. Y desde ahí avanzar en el poder de una vida nueva y resucitada en Cristo.

Finalmente le quiero decir que para vencer la pereza, el estado de estancamiento y lo que hoy se dado en llamar depresión; es necesario desechar la tristeza de nuestro corazón. Hablo de la tristeza como una actitud de vida constante, y como forma de reaccionar a todas aquellas circunstancias que nos desagradan. La tristeza nos roba el ánimo y nos da sueño, nos paraliza y nos hunde en la miseria si permitimos que nos domine.

LUK 22:45-46 RVR60
"Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación."

A todos nos tienta en determinados momentos de nuestras vidas el caer en un estado de tristeza, depresión y sueño. Es como hundirse en la oscuridad y caer en un pantano de desesperanza. Es como meter los pies en un cieno desde el que nos cuesta muchísimo movernos.

Jesús nos da la solución a ese estado de nuestras almas y nos dice: "Levantaos, y orad para que no entréis en tentación."

La medicina de Jesús es preventiva, es decir para no entrar. Sin embargo, qué sucede si ya estamos dentro del "pantano de la desesperación" como lo llamaba el escritor Jonh Bunyan. Necesitamos hacer uso de la fe y seguir avanzando hasta encontrar suelo firme, sabiendo que el Señor no nos abandonará en ningún momento.

Sigamos orando y creyendo aún sin sentir, renovemos el espíritu de nuestra mente por la palabra de Dios y finalmente el Señor nos sacará del estancamiento y sueño en el que estamos.