miércoles, 30 de abril de 2014

EL BUEN ENTENDIMIENTO Y LA FE (PARTE 2)

PRO 16:20 RVR1960
"El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado."

Proverbios 16:21-24 RVR1960
"El sabio de corazón es llamado prudente, Y la dulzura de labios aumenta el saber.  Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; Mas la erudición de los necios es necedad.  El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios.  Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos."

PRO 17:27-28 RVR1960
"El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido.  Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido."

Dentro de este tema vimos el significado tan amplio que del original hebreo tiene el término "palabra", en hebreo "dabár", materia o cosa (como de lo que se habla), asunto, dicho, discurso, hablar, lenguaje, hecho, libro, ley, mandamiento, mensaje, noticia, pensamiento, razón etc, etc.

Además de lo que traté en el artículo anterior, como podemos observar, el termino hace referencia al lenguaje, a lo que hablamos y expresamos con nuestros labios, a los temas en que ocupamos nuestras conversaciones y nuestro discurso, y a cual es nuestro pensamiento y razón.

Los versículos de proverbios que encabezan este escrito están relacionados precisamente con este significado, en cuanto que trata de nuestras palabras o de lo que pronunciamos con nuestros labios, lo que puede ser idicativo de tener un buen entendimiento o de la falta del mismo.

Primero reflexionemos brevemente en la frase "Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee" De alguna manera las personas entendidas manifiestan hacia el exterior esa cualidad o capacidad de caracter. El autor de proverbios toma la figura de un manantial para hacer la comparación. Como  bien sabemos todos, el manantial hace brotar el agua desde el interior de las rocas, hace que fluya hacia afuera. Una fuente natural de agua es vida, muy especialmente cuando se encuentra en un entorno desértico.

El individuo que posee un buen entendimiento y fe, de sus labios brotan palabras frescas, palabras de vida, palabras que reconfortan, que consuelan, que renuevan y que sacian al alma sedienta. Palabras fieles, de promesas que se cumplen, dichos verdaderos y coherentes en medio de un desierto repleto de contradicciones. Jesús dijo: "Mis palabras son espíritu y son vida a los que las hallan" Así el creyente con entendimiento en la palabra da vida y salud a los que le oyen.

PRO 18:4 RVR1960
"Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría."

S. Lucas 6:45 RVR1960
"El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca."

Por la boca sale lo que hay en el corazón, que no es otra cosa que lo que somos por dentro y lo que pensamos y creemos. Según la naturaleza por la que nos estamos dejando dominar en nuestro interior así será el fruto de nuestros labios y de nuestros actos.

En lo que hablamos, y en como nos expresamos, en la actitud, y en las palabras que empleamos vamos a reflejar nuestro estado espiritual, anímico y mental. El caracter, la madurez y nuestra salud integral también los manifestamos por nuestros labios. De manera que nuestras expresiones son un indicativo que apuntan sin lugar a dudas a como estamos, señalando o evidenciando nuestra condición interior actual.

Particulamente me interesa lo auténtico, lo honesto, lo sincero y verdadero. El problema no se resuelve simplemente tratando de aparentar delante de otros con nuestras palabras o teorias aprendidas, cosas que ni por asomo estamos experimentando. De manera que si queremos ser entendidos, estar sanos, ser verdaderos y honestos al punto de poder expresar con nuestras palabras aquello que creemos y de lo que estamos convencidos, descubriremos en la palabra de Dios los consejos más eficaces.

Es necesario comprender que el buen entendimiento o la sabiduría comienza en el corazón. "El sabio de corazón es llamado prudente...... El corazón del sabio hace prudente su boca"

Lo primero que se manifiesta en los sabios y entendidos es la prudencia, por medio de su actitud moderada y por su cuidado en el hablar. Según señala el proverbio es lo primero que se observa y de lo que otros se dan cuenta.

martes, 22 de abril de 2014

EL BUEN ENTENDIMIENTO Y LA FE

PRO 16:20 RVR1960
"El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado."

En este pasaje el término "palabra" es en hebreo "dabár" teniendo un significado muy amplio: materia o cosa (como de lo que se habla), asunto, dicho, discurso, hablar, lenguaje, hecho, libro, ley, mandamiento, mensaje, noticia, pensamiento, razón etc, etc.

El término se usa en el antiguo testamento para referirse a todo lo que es palabra del Señor, no obstante, como podemos observar abarca el lenguaje en su conjunto, la expresión, el pensamiento y los conceptos, la idea y la extructura en la que se forma. Pero aun es mucho más, es el Verbo y la materia con la que se ha construido el universo, el dicho de Dios; es el mismo Jesucristo.

Ser entendido en la palabra es saber hacer buen uso de ella, utilizarla adecuadamente, entender como se aplica en la práctica.

La comprensión del significado profundo del término está ligado a la experiencia vital. Es decir, que el vivir y practicar la palabra es fundamental para su entendimiento y para que la misma nos beneficie plenamente. Por tanto la coherencia es algo que no debemos pasar por alto si queremos alcanzar el bién de la palabra.

De manera que podemos decir que el buen entendedor de la palabra no es simplemente el que teoriza sobre ella, sino el que está comprometido con la misma, el que la cree, aquel para el que la palabra es un hecho y una realidad.

"El entendido en la palabra", es decir, en el mensaje, en la noticia del evangelio, en los hechos de Dios Padre y de Jesucristo.

El entendido en el pensamiento, en la razón, en las ideas, en el discurso, son los que hallarán el bien, lo que es bueno, la bendición.

En hebreo el significado de "bien" es también muy amplio, heb. "tob" : bueno, cosas buenas, bienes, acertado, abundancia,
alegría, beneficio, mejor, dichoso, prosperidad, tesoro, exito, gozar, etc, etc.

Como podemos observar, el ser entendidos en la palabra nos dará unos beneficios, y nos permitirá alcanzar unos resultados muy favorables en muchos sentidos. De modo que merece la pena el esfuerzo por aprender y buscar con diligencia de parte de Dios este entendimiento, y procurar que él nos coceda una mayor capacidad.

El término "entendido" de "entender" tiene también diferentes significados en hebreo que son interesantes de estudiar:

"sakál" ser circunspecto y de aquí inteligente, hacer o actuar, advertir, comprender, diestro, conducir, considerar, inteligencia, entendimiento, sabiduría, éxito, enseñar. Aquí el termino tiene que ver con la idea de tener una disposición a aprender, de la consideración y observación de las cosas. Implica un hacer y actuar con sabiduría y de manera exitosa.

"yadá" conocer (asegurar al ver), observación, cuidado, reconocimiento; comprender, conocido, concernir. Es el entendimiento que surge de la experiencia o comprobación, de la propia observación y consideración de las cosas, por la unión o cercanía; es aquel que nos asegura que es cierto lo que conocemos. Es tener el testimonio y la certeza.

"bín"  separar mentalmente (o distinguir), entender, apto, comprender, darse cuenta, cordura, discernimiento, docto, maestro, prestar atención, prudente, respetar, saber, sentir. Tiene que ver con la facultad o capacidad de diferenciar las cosas, las ideas, los pensamientos; tiene que ver con lo que se ha venido a llamar también inteligencia emocional.

En el pasaje la palabra traducida a entendido es "sakál" o sea que se trata de aquel que entiende como para saber lo que debe hacer, es decir, comprende como practicar y llevar a cabo la cosa, sabe el cómo.

En un sentido general, el entendimiento es conocer las cosas en su debida relación.

El entender correctamente la palabra de Dios nos llevará invariablemente a conocerle; y como consecuencia a confiar en él, y a su vez la confianza será la causa de nuestra felicidad.

Podríamos decir que las personas entendidas son aquellas que saben confiar en el Señor, son los creyentes que  dependen de Dios. No los que se consideran autosuficientes, orgullosos, inteligentes y sabios en si mismos.

Los creyentes son felices no porque sean ignorantes, sino porque entienden cosas que van mucho más allá de la razón y la lógica humana. Ellos saben de las cosas que no se ven y que no se pueden entender excepto por el Espíritu.

De manera que el buen entendimiento, el buen juicio y el razonamiento más acertado van unidos a la fe y a una adecuada y correcta relación con el Señor.

Por la fe alcanzamos a tener una perpestiva más correcta de las cosas, porque podemos contemplar todo desde una posición más alta y con una luz más clara. La fe nos da acceso a la revelación de Dios, es decir, al conocimiento y verdad que provienen de él.

Contrario a lo que muchos piensan, la fe en Dios no mutila nuestra libertad de pensamiento, ni nuestro criterio, sino que nos otorga una mente sana, capaz, renovada y creativa.

miércoles, 16 de abril de 2014

GRITOS AL AIRE

PRO 16:8 RVR1960
"Mejor es lo poco con justicia Que la muchedumbre de frutos sin derecho."

El rey Salomón cuyo reinado sobre Israel fue el más prospero y pacifico que se haya conocido en la historia de esa nación  escribió este proverbio que cito. El sabía perfectamente de lo que estaba hablando, su reinado se caracterizó por la justicia, la riqueza, la paz y la prosperidad sobre todo el pueblo que gobernaba.

El reino de Salomón era la envidia de todas las naciones de medio oriente y aún de países mucho más distantes como Etiopía de donde tenía la admiración de la reina de Saba.

Salomón es conocido por su sabiduría y su riqueza, ambas las consiguió departe de Dios, pero también es cierto que supo multiplicarlas con trabajo y dedicación, con estudio, justicia, y juicio.

Esta máxima es muy valida para tenerla en consideración, especialmente en estos tiempos en que vivimos, ya que como bien sabemos se carece de ella a una escala mundial.

Hoy nadie se conforma con lo que tiene, aún aquellos que teniendo riquezas de sobra quieren más y más. Los de mejor estatus social son los más inconformistas, los políticos, los aristocratas.

Lo de tener poco se lleva hoy día muy mal, todos queremos más. El dinero, las posesiones, el exito y la fama tienen más seguidores y adoradores que todas las religiones juntas.

Ser justo, honesto, honrado y pobre, como que es algo a lo que pocos aspiran hoy en día. Y que conste que no pienso que el ser prospero y tener riquezas sea algo malo, sino más bien el cómo se logran las cosas y cuáles son las artes que empleamos.

Según el sabio, lo poco es mejor con justicia; rinde más y somos más felices con aquello que hemos alcanzado actuando con justicia.

Hoy existen demasiados hombres que se han enriquecido a costa de los demás, explotando, pagando sueldos miserables a sus empleados, otros expropiando y robando descaradamente y con engaños; y ya ni hablar de aquellos que están en posiciones políticas, servicios públicos y sociedades del gobierno que solo saben barrer para adentro.

Ni en toda la historia de la humanidad han existido más estafadores y ladrones de guante blaco y corazones negros. Porque desde luego están podridos, son corruptos, son unos desalmados y unos criminales sin escrupulos. Han logrado lo que tienen sin derecho, robando y extorsionando a los más desfavorecidos, a los más débiles, a los pobres.

Ya les vendría bien a más de uno tomar nota del sabio y mandatario Salomón, aunque solo llegasen a ser aspirantes de aprendiz, las cosas marcharían de otra manera. Seguro que nuestro país sería más rico y esas riquezas estarían mejor repartidas, y habría menos o tal vez ninguna pobreza.

Claro que hablo de todos esos señores y señoras que salen a diario en nuestras pantallas y que siguen y siguen y siguen contandonos sus historias como si alguien les creyera. Son falsos, son incoherentes, son mentirosos, son encubridores, son corruptos, no existen suficientes palabras en nuestro diccionario para calificarlos. Deberían devolver todo lo que no les pertenece, lo que han robado, hasta el último céntimo, y dimitir de sus cargos de una vez.

Cuándo se ha visto a un cerdo dando clases de limpieza y polcritud vestido de etiqueta. Cómo gente deshonesta, injusta e inmoral pueden verlar y cuidar por los intereses de una nación y de un pueblo, eso es ajeno a su condición.

¿Dónde están los integros? ¿Dónde se hayan los lideres honestos? ¿Existe algún gobernante que sea justo y haga justicia?

martes, 15 de abril de 2014

LA CORRECCIÓN DEL SEÑOR

PRO 16:6 RVR1960
"Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal."

No es con el juicio y la condenación que las personas se vuelven de sus caminos malvados, de la inmoralidad y de la rebelión contra Dios. Estas cosas abren el camino hacia la desesperación y la incredulidad, haciendo que la gente resbale y se deslice aún más hasta la profundidad del infierno. La sentencia que cae sobre la culpabilidad de los hombres los mantendrá en la más absoluta miseria y la más desesperante debilidad. Según la ley de Dios, la paga del pecado es muerte.

No obstante, en este proverbio encontramos una solución mucho más efectiva por la que los hombres pueden ser rescatados de su desvío y corrupción. Humanamente no parecen que sean unas maneras eficaces ni mucho menos aceptables, pero sin embargo son la forma en que Dios actúa.

Santiago 2:13 RVR1960
"Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio."

El juicio y la misericordia deben ir siempre juntos, es así como Dios hace. No se trata de echar tierra sobre el pecado ni sobre nuestras debilidades y fracasos, es necesario que las reconozcamos y que las confesemos con arrepentimiento. Dios siempre nos dirá la verdad sobre nuestros errores y nos confrontará con ellos, pero también nos extenderá su mano de misericordia.

El amor de Dios nos da la oportunidad de salir airosos, justificados y victoriosos de nuestros pecados y debilidades.

"Con misericordia y verdad se corrige el pecado". La verdad muestra la realidad, descubre el problema haciendo un diagnostico de nuestra condición, y seguidamente nos conduce a la solución que se haya en la gracia de Dios. Las escrituras nos enseñan que la gracia y la verdad han venido por medio de Jesucristo, y juntas nos traen una salvación completa. La salvación no nos llega por la ley ni por el juicio, tampoco por la ira o por que nos muestren un rostro severo, sino por el favor de Dios, por su gracia y su verdad.

S.Juan 1:17 RVR1960
"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo."

Antes de llevar a la gente un camión lleno de verdades contruyamos un puente de amor. Y antes de decir a alguien lo que debe o no debe hacer, comprendamos lo que está viviendo e identifiquemonos su estado, para así poder aportarles algo nuevo, como una esperanza y un camino que los conduzca a la victoria.

La segunda parte del versículo parece contradecir la primera "Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal". Pero no es así, la palabra "temor" tanto en hebreo como en griego significa: reverencia, respeto y veneración. Es en la adoración reverente de Dios, en su veneración y respeto que somos librados del mal. Venerar a Dios es darle culto, buscarle y adorarle en su santidad. El pánico nos aleja de Dios, la reverencia nos acerca a él y nos aleja del pecado.

En la epistola a los Romanos capítulo 12 se nos dice como debemos reverenciar a Dios, que no es otra cosa que darle culto y adorarle:

Romanos 12:1-2 RVR1960
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."

Practicando lo que nos dice este pasaje es como nos apartamos del mal, es Dios quien nos libra, de tal manera que cuando le rendimos culto somos transformados mediante su gracia y conformados a su santidad y caracter. Somos trasformados de gloria en gloria a su misma imagen como por el Espíritu del Señor ¡Esto es algo grandioso!.

lunes, 14 de abril de 2014

EL PODER DE SU RESURRECCIÓN

Filipenses 3:9-10 RVR1960
"y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte"

La resurrección de Jesucristo es un hecho grandioso, y constituye la piedra angular de la fe cristiana. La tumba del maestro de Galilea está vacia, no porque robaran su cuerpo o porque lo exhumaran para hacer reliquias. El mismo Espíritu Santo que hizo posible que Jesús fuese engendrado en una virgen es el que volvió a darle vida una vez muerto y sepultado. Esta vez transformando su cuerpo de carne y convirtiendolo en energía espiritual, corporea e inmortal.

Jesús está vivo, y en sus propias palabras el le dice a todos los creyentes :

S.Juan 14:19 RVR1960
"Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis."

El poder que levantó a Jesús de la muerte es el mismo que más tarde fue derramado en pentecostés llenando a todos los discípulos. Y es el mismo que reviste y llena a la iglesia, el cuerpo de Cristo, para impartirle su vida poderosa y transformadora.

Necesitamos comprender que el poder de la resurrección está obrando aquí y ahora en todos los que creen en Jesucristo conforme a las escrituras.

Conocer el poder de su resurrección significa haber entrado en una nueva dimensión de la experiencia cristiana, esto es vivir en la vida de Dios, la vida del Espíritu, y ya no más según la voluntad de nuestra carne y nuestra mente. No es algo que optendremos plenamente en nuestra existencia aquí en la tierra, no obstante sí lo podremos experimentar en mayor o menor medida.

Asemejandonos a su muerte también nos asemejaremos a su vida, lo primero es la entrada a lo segundo.

El camino hacia la apropiación de su muerte y de su resurrección es la revelación, y eso es algo que no viene de nosotros mismos sino de Dios. De nuestra parte solo hemos de poner el hambre por Dios, el deseo y la pasión por conocerle. Dios debe ver en cada uno de nosotros que lo anhelamos, así como él nos anhela por su Espíritu.

Efesios 1:17-21 RVR1960
"para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero"

Conocer la "supereminente grandeza de su poder" es parte de la herencia de los creyentes. Este poder emana de la misma presencia de Dios, desde su trono de gloria y autoridad. La palabra de Dios nos confirma que estamos en Cristo, sentado juntamente con él en los lugares celestiales. Dios nos ha concedido tanto su poder como su autoridad espiritual, sobre todo principado  y hueste espiritual en las regiones celestes. Es solo en base a esta obra de Dios, privilegio y bendición que se nos ha concedido, es decir, desde esa posición en la que hemos sido colocados que fluye el poder y la autoridad que son de Dios.

jueves, 10 de abril de 2014

PARTICIPES DE SUS PADECIMIENTOS (PARTE 2)

Filipenses 3:9-10 RVR1960
"y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte"

El apóstol menciona dos aspectos importantes en los que conocer al Señor. "y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos"

Su objetivo es conocer a Cristo en el poder de su resurrección, y conocerle en la participación de sus padecimientos.

¿Qué significa todo eso y cómo podemos llegar a conocer al Señor así?

El apóstol no está hablando aquí de la resurrección futura de nuestros cuerpos, ni tampoco se está refiriendo a cualquier tipo de padecimiento.

Hay quienes se apartan del Señor sólo con padecer un poquito, y simplemente con que las cosas no salgan como ellos desean, tropiezan. Y por supuesto todos queremos conocer "el poder de su resurrección"
A todos nos encanta experimentar la unción del Espíritu Santo y que el cuerpo nos tiemble; y que el poder de Dios fluya como una corriente eléctrica a través nuestro.

No obstante, no podemos experimentar el poder de su resurrección sin primero participar de sus padecimientos.

¿Pero de qué padecimientos habla Pablo?

Esto es fundamental entenderlo, no es por mi sufrimiento particular, no se trata del padecer a consecuencia de mis propios pecados, equivocaciones y negligencias. Sino de "la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte"

Cristo padeció de dos maneras: Primeramente por su obediencia de vida a la voluntad del Padre. En la negación de si mismo al no hacer su propia voluntad sino la de Dios. Esto le supuso la contradicción de todo el mundo, el rechazo y el vituperio.

Cristo no padeció por sus pecados ni por su viejo hombre. El no negó a su cuerpo de pecado puesto que no lo tenía, el había nacido sin pecado.
Sin embargo si sufrió en su alma y cuerpo por causa de su obediencia al Padre.

En segundo lugar, Cristo padeció en la cruz por nuestros pecados, él recibió el castigo que mereciamos todos nosotros. El proposito de su crucifición fue para salvarnos y liberarnos de una vida de pecado y de todas sus consecuencias. Estos fueron sus padecimientos.

Lo que no acabamos de entender es que Cristo no solo sufrió la cruz para perdonarnos los pecados, sino que en su crucifición fuimos también todos incluidos, para que fuesemos liberados de la esclavitud y poder del pecado. Es aquí donde nos hacemos participantes de sus padecimientos, cuando nos identificamos con su cruz y en su muerte.

El padecimiento del Señor es un acto consumado, nuestro padecer en su cruz también es un acto legal consumado. Ahora bien, lo que necesitamos es creerlo y apropiarlo por fe. Noten bien lo que dice el pasaje "llegando a ser semejante a él en su muerte" Esto quiere decir, que debemos hacer de la muerte de Jesús nuestra muerte y de esa manera conformarnos a ella para que así se cumpla en nuestra experiencia.

La palabra semejante en griego es "jomoióo" asimilar, llegar a ser similar, el mismo; en el mismo lugar o tiempo: juntos.

No es nuestro propio padecimiento lo que nos hace vencer nuestras debilidades y pecados, sino el padecimiento de Cristo es lo que nos libra y da la victoria.

1 Pedro 4:1-2 RVR1960
"Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios."

La obra de Cristo es tremenda y poderosa "pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado" El Señor terminó con el pecado, luego si nosotros estamos en él, si asimilamos lo que Jesús hizo, seremos participantes de sus mismos padecimientos y por tanto terminaremos también con el pecado. ¡Gloria al Señor! ¡Es maravilloso!

En Romanos encontramos este mismo mensaje claramente expresado, como bien lo explica este pasaje es como venimos a asimilar, a ser semejantes, a estar juntos

Romanos 6:6 RVR1960
"sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado."

Nuestro padecimiento, crucificción y muerte ocurrió en el mismo lugar y tiempo que le sucedió a Jesús, jomoióo, "nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él"

En Romanos 6, el apóstol Pablo nos dice que es algo que debemos saber, y  1Pedro nos dice que es un pensamiento del cuál debemos armarnos. Es decir, que nuestro padecer con Cristo es algo que no podemos ignorar, pero aún más, es algo que necesitamos tener presente en nuestra mente en todo momento. Esta debe ser nuestra equipación, ésta es nuestra arma más poderosa contra nuestros adversarios, la cruz de Cristo, nuestra identificación con su muerte.

Por si nos quedara alguna duda de que se trata de los padecimientos de Jesús los que debemos apropiarnos leamos de nuevo en la epístola a los Romanos.

Romanos 8:17 RVR1960
"Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados."

A continuación, en el versículo que cito puede observarse la misma verdad, es decir, que se trata de el padecimiento y la muerte de Jesús que debemos apropiarnos para que su vida se manifieste en nosotros.

2 Corintios 4:10 RVR1960
"llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos."

Ahora bien, en toda esta enseñanza hay una segunda parte que es muy importante que comprendamos. La cruz de Jesús trata con nuestro viejo hombre o el cuerpo de pecado. No obstante hay un padecimiento que proviene de nuestra propia cruz, un morir a nuestra propia vida que también se menciona en la palabra de Dios. Es la muerte que ha de operarse en nuestra voluntad, deseos propios y forma de pensar natural. Esto es el día a día, es conformarnos a la voluntad de Dios negando nuestra independencia.

Volviendo a 2 Corintios 4 observaremos este otro aspecto de nuestra participación en los padecimientos por causa de Jesús.

2 Corintios 4:11 RVR1960
"Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal."

"Nosotros que vivimos" La palabra "vivimos" hace referencia a la vida de Dios, en griego es "záo". Los que creemos en Jesús y nos hemos identificado con su muerte tenemos vida espiritual, porque hemos nacido de Dios. Los que tenemos esta vida de Dios, dice el apóstol que "siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús"

Esto debe constituir la disposición y la actitud constante de un creyente, entregar su vida, su alma, para que la vida de Jesús se manifieste aquí y ahora en su carne mortal.

S. Mateo 16:24-25 RVR1960
"Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.  Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará."

La misma idea la tenemos en el evangelio de Juan:

S.Juan 12:25 RVR1960
"El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará."

Una vez más vemos en este pasaje de Juan el término vida, cuando se refiere a nuestra vida, en griego es "psujé" vida sensitiva, aliento; y cuando hace referencia a la vida divina, vida de Dios o vida eterna, en griego se emplea el término "zoé" viviente, vivo, vivir.

En ningún momento nos está enseñando la palabra de Dios que debamos flagelarnos para así participar del sufrimiento de Jesús. Este padecer en Cristo no son obras meritorias para alcanzar ni el favor de Dios ni ninguna de sus bendiciones. Dios lo tiene todo preparado de antemano, solo nos toca aceptar como de parte de Él la obra de la cruz y los acontecimientos y circunstancias que en su voluntad ha creado para cada uno de nosotros. Lo único que debemos hacer es estar dispuestos a conformar nuestra voluntad a su voluntad.

Romanos 8:17-18, 36 RVR1960
"Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.  Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse......... Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero."

Somos hijos de Dios, y hemos sido nombrados herederos de Dios y coherederos con Cristo de toda riqueza perteneciente al reino de Dios. Hay una glorificación y una gloria que se ha de manifestar en nuestro ser por medio de la cual seremos transformados, y en todo lugar exparciremos la fragancia de su conocimiento que es olor de vida.

martes, 8 de abril de 2014

PARTICIPES DE SUS PADECIMIENTOS (PARTE 1)

Filipenses 3:9-10 RVR1960
"y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte"

Dios en su gracia nos ha destinado un lugar y una participación en toda su obra realizada por medio de Jesucristo. Si atendemos bien la palabra de Dios observaremos que existe un proceso y un orden que es necesario que atravesemos con los medios que el mismo Señor nos ha provisto.

Nuestra actitud hacia todo lo que el Señor quiere hacer es muy importante, y es necesaria una disposición apropiada si es que queremos experimentar la gloria de Dios aquí y ahora.

En el pasaje de Filipenses que hemos mostrado tanto como en su contexto el apóstol Pablo nos señala unas pautas que él mismo sigue.

Filipenses 3:7-8 RVR1960
"Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo"

En este versículo él está haciendo referencia a su vida pasada en el judaismo, así como a su genealogía y todo cuanto había logrado como practicante celoso de su religión.

Filipenses 3:4-6 RVR1960
"Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;  en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible."

Pablo había sido un numero uno en su religión, un lider indiscutible e incoestionable, estando por delante de muchos personajes respetables contemporaneos suyos. Él podía estar muy orgulloso como judío que era de nacimiento y hombre religioso.

En el versículo ocho nos comienza a contar sus nuevas aspiraciones y de los nuevos valores y prioridades en su vida. Pablo nos cuenta la actitud que tiene ahora respecto a su vida pasada y qué es lo que pretende alcanzar.

Su experiencia pasada en el judaismo, sus titulos como israelita y todo lo conseguido con respecto a la ley, su celo; todo lo considera una pérdida y una basura comparado con el conocimiento de Jesús y con ganar a Cristo.

Noten ustedes que todas las cosas que el apóstol considera sin valor, hoy en nuestra actualidad muchos las tienen como tesoros y como aspectos valiosos y necesarios a lograr. Ser celoso de la ley, ser irreprensible según la ley, tener nacionalidad judía, estar circuncidado etc, etc. En Cristo Jesús nada de todo lo mencionado sirve para merecer el favor de Dios ni ninguna de sus bendiciones, nada de todas las cosas relacionadas con el antiguo pacto sirven o tienen utilidad en cuanto al nuevo pacto.

Por supuesto que esta actitud de rechazo hacia todo lo que representaba su vida pasada en el judaismo le trajo al apóstol persecución y muchos problemas con los de su nación.

Gálatas 5:11 RVR1960
"Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz."

La aspiración del apóstol Pablo era ser encontrado en Cristo revestido con la justicia que es de Dios por la fe de Jesús y no por sus propias obras de justicia que eran según la ley. Es curioso, lo normal sería que Pablo quisiese lograr meritos, pero no, los meritos del apóstol eran los que Cristo había logrado.

"y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo"

Todos queremos justificarnos siempre delante de Dios de alguna manera, bien por el cumplimiento del antiguo pacto y tradiciones religiosas, o bien con algunas prácticas eclesiales como  el ayuno, los diezmos, la mucha oración, las reuniones, el celo por servir al Señor, guardando el día de reposo, nuestra denominación etc, ect.

Muchas de estas cosas las hacemos para dar una imagen espiritual delante de los hombres y para que nos consideren buenos cristianos. Estas cosas se constituyen en la vara de medir por la mayoría de congregaciones protestantes. No digo que no tengan su importancia, y que algunas no tengan su valor en la vida espiritual, pero no para demostrar nada, ni para competir, ni para que nadie nos juzgue por la frecuencia o carencia con la que las cumplimos. No podemos ni debemos hacer leyes con todas estas prácticas.

La proyección prioritaria en la vida de Pablo era conocer a Cristo, ese era su objetivo "a fin de conocerle". La única manera de conocer a Cristo es estando unidos a Él. Aprendemos a conocerle cuando pasamos tiempo en comunión y en meditación de su palabra, cuando sabemos callar y estar en silencio permitiendo que nos hable al corazón. Conoceremos a Cristo cuando en nuestras vidas demos lugar al Espíritu Santo, porque es él quien nos enseñará todas las cosas.

Es más importante conocer a Jesucristo, que promovernos y procurar darnos a conocer a nosotros mismos al mundo e incluso que darle a conocer a él. El dar a conocer al Señor a otros debe ser solo la consecuencia de que lo conocemos a él antes.

2 Corintios 2:14 RVR1960
"Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento."

Aún no hemos entrado de lleno en el tema propuesto para esta reflexión, pero es importante considerar lo que he expuesto hasta ahora ya que constituyen los pasos previos hacia el avance y una mayor profundidad del conocimiento de Cristo.

jueves, 3 de abril de 2014

LOS LUGARES CELESTIALES (PARTE 2)

Efesios 1:3 RVR1960
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo"

Los lugares celestiales son aquellos donde se encuentra la presencia de Dios. Es un hecho en la palabra, estimados hermanos, que el Señor ha puesto estos lugares donde él mora, es decir, en cada uno de sus hijos, haciendo de ellos su templo o casa.

De esta manera Dios ha puesto fácil que su bendición nos alcance a todos en cuanto su trono y su gloria ya está dentro de nuestro ser, y por cuanto nos hayamos ubicados y posicionados en Cristo.

Este pasaje de efesios nos dice además de dónde y en que lugar seremos bendecidos, el cuándo. Y en ese sentido es muy importante que sepamos en que dirección debe apuntar nuestra fe.

Miremos de nuevo y atentamente el versículo, que dice: "que nos bendijo", está en pasado, como algo que ya ha sido hecho. Ahora bien, debemos comprender que ese es el proceso para ser alcanzados por la bendición, y sabiendo que es así, recibirla por la fe. Los hechos de Dios son la realidad, Cristo es la realidad, su obra ha sido efectuada, y por tanto cuando estamos en Jesús podemos reclamar todo lo que él ha conseguido para nosotros.

Yo me pregunto como muchos otros lo harán ¿Qué debo hacer entonces para alcanzar las bendiciones de Dios? ¿Tengo que pelearlas? ¿Debo esforzarme por conseguirlas? Veamos un pasaje que nos aclara todo esto.

Efesios 2:6-7 RVR1960
"y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús."

Las bendiciones nos alcanzan desde la posición de descanso donde hemos sido colocados juntamente con Cristo, sentados. "nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús"

Estar sentados no significa que estemos en actitud pasiva, sino más bien es la posición donde nos coloca la fe para que todas las promesas de Dios se confirmen en nosotros.

Este estado implica una resistencia a nuestro propio yo, ego, o alma, para impedir su propia actuación independiente y por su propia fuerza natural, dando lugar a la actividad del Espíritu de Dios. Es en virtud de la obra de Cristo y por su gracia que actúa en nosotros que entramos a toda la plenitud de Dios, y que podemos gozar de sus bendiciones.

En la práctica esto nos lleva a tomar acción por fe, pero en total dependencia del Espíritu Santo, creyendo que el Señor hará en nosotros lo que es agradable delante de Él.

A partir de este punto de la fe es muy dificil seguir explicando como es que suceden las cosas, Dios en su soberanía obra como el quiere. El Señor hace cosas que van más allá de lo que podemos esperar y entender según la operación de su poder en nosotros.

Efesios 3:20 RVR1960
"Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros"

martes, 1 de abril de 2014

LOS LUGARES CELESTIALES (PARTE 1)

Efesios 1:3 RVR1960
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo"

Lo siento mucho por aquellos que piensan que el nadar en la abundancia de cosas materiales, y el conseguir posesiones y dinero, o tener posición, éxito, fama y popularidad es señal de la bendición y aprobación del Señor. Tampoco significa lo contrario, es decir, que necesariamente estemos desagradando al Señor. Ni la pobreza ni la riqueza son sinónimos de maldición; sin embargo, sí son oportunidades o circunstancias en las que podemos ser prosperados espiritualmente, crecer en la fe y un conocimiento más profundo de Dios.

Por la fe podemos echar mano de un convertidor que nos ayudará a ver toda circuntancia desde la perspectiva más correcta y la más cercana a Dios.

Romanos 8:28 RVR1960
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."

Aun en aquello que nos pueda suceder y que es aparentemente malo hay algún bien que podemos extraer por el cual seremos ayudados de alguna manera.

Es legítimo y digno desear la prosperidad material y trabajar para cubrir nuestras necesidades más naturales y perentorias; pero sin olvidarnos para que estamos aquí, ni de cual es el propósito principal de Dios para cada uno de nosotros. En las escrituras se declara que las riquezas que más dichosos pueden hacernos son las que nos han sido entregadas departe de Dios, es decir, todas aquellas que proceden de Él. Todo lo bueno que Dios tiene para nosotros y que nos ha sido entregado en esencia en forma de palabra, de promesa y de dicho es lo que más nos puede enriquecer.

Proverbios 10:22 RVR1960
"La bendición del Señor es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella."

Ahora bien, las únicas bendiciones con garantía de origen son las espirituales, y éstas nos alcanzan cuando estamos en el sitio correcto que es "los lugares celestiales en Cristo"

Las bendiciones de Dios Padre no son pocas, son "toda bendición espiritual", abarcan toda la abundancia de su provisión y riquezas celestiales.

Me pregunto si llegamos a comprender qué son las bendiciones espirituales. Y si tenemos la percepción o discernimiento necesarios para apropiarnos de ellas.

Los lugares celestiales nos hablan de posiciones o estados espirituales en los que entramos por medio de Jesucristo.

¿Vamos a describir estos estados o posiciones?¿Cuáles son?

Primeramente debemos entender que el acceso a esos lugares celestiales es por medio de Cristo, es Jesús el único que ha subido hasta esa posición. Entonces ese estado se alcanza al encontrarnos en el mismo Jesucristo, es decir, cuando nos hayamos posicionados dentro de él. Jesús es nuestro vehículo, el único capaz de transportarnos a los lugares donde seremos plenamente bendecidos.

"en Cristo" Esta frase es mucho más que una creencia intelectual, es ser participante, significa estar involucrado, es estar identificado y unido con Jesucristo. Ahora bien eso fue realizado por un acto divino de gracia, y nunca es alcanzado ni logrado por voluntad humana.

Estando posicionados "en Cristo"  irremediablemente todo cuanto a él le sucedió, a donde él fue y todo lo que ha realizado nos afecta también a nosotros.

Efesios 1:4a RVR1960
"según nos escogió en él antes de la fundación del mundo"

1 Corintios 1:30 RVR1960
"Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención"

La elección del Señor hacia nosotros fue desde antes de la fundación del mundo, fuimos escogidos en Cristo según su santidad, por su obediencia y por su sacrificio. Porque Dios el Padre se agradó en él, tuvo complacencia con su Hijo.

Efesios 1:5 RVR1960
"en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad"

Fuimos elegidos y predestinados para ser sus hijos por amor y por el puro afecto de su voluntad. No somos un accidente ni un producto de la casualidad, ni somos alcanzados por Dios y bendecidos por azar, sino con toda intención y propósito.

Los lugares celestiales es el sitio donde Dios habita y donde Cristo fue sentado a su derecha junto a su trono de autoridad una vez resucitado.

Efesios 1:20-23 RVR1960
"la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo."

Ahora bien, como creyentes no debemos hacer volar nuestra imaginación y pensar que nos tenemos que elevar hasta el cielo haciendo uso de nuestra religiosidad, Jesús subió hasta lo más alto para traernos seguidamente esos "lugares celestes" aquí a la tierra. Cuando Jesús viene a morar en nuestro corazón, ya su reino, su gloria y toda bendición están a nuestra disposición.