jueves, 25 de septiembre de 2014

ARRUGAS EN EL ALMA

El rostro refleja el interior de la persona a la que pertenece.
Qué es el cuerpo sino el molde del alma.
Los pliegues y surcos de la piel revelan muchas veces los arañazos y dobleces interiores acumulados que se han sufrido en el transcurrir del tiempo. Y aunque el habitáculo del espíritu se pinte, se retoque y modele artificialmente, a través de sus ventanas seguirá reflejando sus sombras y soledades.
El rechazo, los fracasos, la desesperanza, la culpa, el rencor, pueden producir heridas supurantes de corrososivo ácido que marcan el alma, que corroen los huesos y disuelve las entrañas y los músculos hasta atravesar y envejecer la piel.

El desfilar de los años no perdona, y los radicales erosionan y envejecen implacables nuestras carnes como las olas desgastan las rocas. Pero más despiadados y mortales son esos radicales que encogen el alma y el espíritu, que la arañan hasta hacerla jirones, y la envenena hasta la locura. Qué crema o elixir existe para renovar el alma y el espíritu. Qué luz penetrará en la más hermética oscuridad del ser donde no hay sol ni se ven las estrellas.

¿Cómo revivirá la esperanza mustia? ¿Cómo se podrá oír de nuevo la canción de la vida? ¿Y de dónde vendrá la lluvia que hará brotar de la oscuridad de la muerte las ilusiones enterradas?

Es la gracia de Jesucristo que renueva el ser y hermosea el rostro, es el agua que Jesús nos da a beber la que refresca el alma y el espíritu. La presencia de Dios morando en el corazón del creyente le ofrece paz y consuelo, la unción del Espíritu Santo sana sus heridas y cicatriza toda brecha poniendo un cántico nuevo en los labios del que cree y ama a Dios.

martes, 23 de septiembre de 2014

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE

Todos sabemos de memoria la oración del Padre Nuestro; pero no todos practicamos este modelo de oración reflexionando y comprendiendo su significado.

Por ejemplo, a muchos se nos escapa el sentido de esta frase: "Santificado sea tu nombre" La misma expresa adoración. El deseo e intención de quién la hace reconoce a Dios en Su santidad; el Señor es Santo, Santo, Santo.

Si Dios es tres veces Santo ¿Cómo es que nosotros podemos santificar su nombre? No podemos hacer a Dios más santo de lo que es, no obstante si podemos dar a conocer su santidad. Podríamos decir que santificar el nombre del Señor es honrarle, es glorificarle, y es representarlo como Él se merece. Es darlo a conocer tal y como Él es en verdad, santo, justo, amoroso, Padre, Dios presente, Dios de paz, ecetera.

En la medida en que conocemos a Dios por su nombre y así lo manifestamos ya le estamos santificando. Reflejar su santidad en nuestras vidas es santificar a Dios, obedecer su voluntad es santificar a Dios, vivir en la fe de Jesucristo es santificar el nombre de Dios.

El creyente nacido de nuevo y que tiene el Espíritu de Dios morando en él tiene un profundo anhelo por santificar a Dios. Aparte de Jesús no es posible santificar, ni honrar, ni agradar y glorificar a Dios. Jesucristo hombre santificó el nombre de Dios Padre por medio de su obediencia, adoración y sacrificio por la humanidad.

No santificamos el nombre de Dios por medio una religiosidad hipócrita, legalista y ritual, ni tampoco por una religiosidad sincera; sino permitiendo que su vida opere profundamente en nuestro ser mediante la gracia, la fe y la verdad.

1 Pedro 3:15a RVR1960
"sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones"

Dios se da a conocer por su nombre, que por otro lado, es muy importante observar y comprender que en su palabra Él se manifiesta con diferentes nombres para mostrarnos por medio de ellos sus atributos divinos, caracter, gracia y voluntad de bendecirnos.

Cada nombre de Dios que se muestra en la Biblia representa una revelación verdadera de su persona. Así que reconocer su nombre, invocarle y venerarlo es santificarle.

TU NOMBRE ES PERFUME DERRAMADO

“A más del olor de tus suaves ungüentos,
Tu nombre es como ungüento derramado”
(Cantares 1:3)

Olor de primaveras infinitas, tus fragancias.
Mi amado fue molido, machacado,
destilado sobre los montes y esparcido por los vientos.
Como árbol sacudido, sus hojas desprendidas por el cuero.
Su esencia extraída por las espinas y el hierro,
y la lanza que abriendo su costado
derramaron ríos perfumados de ungüento sanador.
Tus aceites sanaron nuestras almas quebrantadas,
tus ungüentos suavizaron las heridas abiertas.
Tu fresca unción nos libró del yugo de opresión.
Tu perfume caro enriqueció a los pobres.
Aroma de lirios, fragancia de nardos,
flor de almendro, rosa de Sharon es mi Amado.
Y tu nombre, perfume derramado.
Sándalo quemado de mirra y jazmines,
incienso mezclado de especias exquisitas
traídas de oriente. Jesús.
Emanuel, Dios con nosotros.
Admirable y Consejero, Padre eterno,
Príncipe de Paz.

Pedro Jurado

lunes, 8 de septiembre de 2014

UNA INVITACIÓN A LOS QUE CREEN EN DIOS

JHN 14:1 RVR1960
"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí."

Ingente numero de personas creen en Dios, no obstante viven confusas y en temor. La fe que tienen algunos es una creencia natural, de intuición, es la creencia que se nos dio a todos por acto de creación. Es una fe surgida de la necesidad de respuestas a tantos interrogantes que el ser humano se plantea en la vida.

Todos los seres humanos han creído y creen en Dios, bien en su existencia, de forma afirmativa o ya sea para intentar demostrar su no existencia e intervención en el universo. La creencia en Dios es basicamente genética divina, incrustada en los hombres como impronta del creador que nos hizo a su imagen y semejanza.

Pero Dios es también el gran desconocido aún por los más sabios y entendidos de este mundo. El desconocimiento e ignorancia de Dios es generalizado incluso entre personas religiosas.

Hechos 17:22-23 RVR1960
"Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio."

En el pasaje citado tomado del discurso que diera Pablo en Atenas, la cuna de la filosofía donde diferentes creencias convergían en un sincretismo de la época; el apóstol señala la religiosidad existente y a la vez la ignorancia expresada en los altares "AL DIOS NO CONOCIDO"

El desconocimiento de los atenienses acerca de la deidad no era exclusiva de ellos ni de su tiempo, aún hoy, por medio de las imagenes de talla, los ritos que se realizan, por ciertos conceptos que se tienen de Dios, las tradiciones y formas de adorar a Dios se muestra en los altares religiosos la misma ignorancia.

¿Existe alguna diferencia entre creer en Dios y creer en Jesús? Indiscutiblemente la hay, y es de vital importancia que lo comprendamos. Si no la hubiera, Jesús no habría puntualizado la necesidad de creer en Él además de en Dios.

Alguien podría objetar que Jesús es Dios, y por tanto si se cree en Dios se está creyendo en Jesús. Desde luego no me cabe ninguna duda de que Cristo es Dios Hijo, Dios que se manifestó en carne en la persona de Jesús. Es eterno, es Todopoderoso, y es igual al Padre en esencia y atributos. Pero no necesariamente creyendo en Dios se está creyendo en Jesús, por eso Él dice estas palabras "creéis en Dios, creed también en mí."

¿Cuál es entonces la diferencia entre creer en Dios y creer a Jesús?

En primer lugar, la diferencia está en la revelación o manifestación de Dios por medio de Jesús. A Dios nadie le ha visto jamás. Pero sin embargo el Unigenito Hijo del Padre lo ha dado a conocer. Esto quiere decir que no es posible conocer a Dios sin conocer a Cristo, y que el que conoce a Jesús  ese si conoce a Dios.

Se puede creer en Dios y sin embargo no conocerlo, pero si creemos en Jesús, si hemos depositado la fe en él entonces conocemos también a Dios.

S.Juan 1:18 RVR1960
"A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer."

En segundo lugar, otra diferencia está en el conocimiento más exacto que podemos tener de Dios Padre por medio de Cristo en cuanto a su voluntad y propósito para los hombres.

S.Juan 14:6-7 RVR1960
"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto."

En tercer lugar es, que nadie puede llegar a Dios Padre y agradarle si no es por Jesucristo como único mediador.

1 Timoteo 2:5 RVR1960
"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre"

Para conocer a Dios es de vital importancia conocer a Jesucristo hombre. No es menester haberle conocido en carne, sino en su faceta humana, en su debilidad y humildad, en su entrega y servicio.

En cuarto lugar es, que toda experiencia de salvación que podamos tener de Dios será en virtud de la obra realizada por Jesucristo tanto en su vida, como en su muerte y su resurrección.

En quinto lugar, Jesucristo es Dios con nosotros, presente y palpable a los sentidos espirituales y al alma.

S. Mateo 1:23 RVR1960
"He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros."

Creer a Dios es dar un gran paso hacia Él, creer en Jesús es dar lugar a Dios en nuestro mundo interior y mantener una relación muy estrecha con Él. Jesús es Dios en nuestra cercanía, morando en nuestro corazón por el Espíritu.

Para muchos creer en Dios puede ser desconcertante, turbador, confuso e incomprensible; sin embargo cuando creemos en Jesús entonces descubrimos al Dios de amor, de justicia, de paz y de luz. Jesucristo es la máxima y más perfecta manifestación de Dios.

viernes, 5 de septiembre de 2014

PERSEGUIDORES DE SUEÑOS

ECC 5:7 RVR1960
"Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios."

La cuarta acepción del diccionario de la rae para la palabra "soñar" es: Anhelar persistentemente algo.

El versículo de Eclesiastés está precisamente haciendo referencia a los sueños como fuertes deseos que queremos ver cumplidos.

El texto comienza diciendo "Donde abundan los sueños"; los sueños pueden ser muchos, especialmente en aquellos que viven todo el tiempo dormidos e inconscientes de la realidad que les rodea.

Los que están sumergidos en sus sueños materiales tienen los ojos cerrados a las realidades espirituales.

La ambición, el deseo de grandeza y la búsqueda de riqueza son liebres veloces que terminan escapando y dejando un gran hambre en el alma y el espíritu.

Las vanidades son el contenido visual de la mayoría de los soñadores. Aspiraciones huecas, pájaros que vuelan y espuma del mar que se escurre entre los dedos.

Los creyentes hemos sido rescatados por medio de Jesucristo de una vana manera de vivir, no obstante, muchos vuelven a las andadas.

Profetas soñadores

DEU 13:1-4 RVR1960
"Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis."

Una de las razones por la que existen falsos profetas, engañadores expertos, falsos apóstoles y maestros es para probar a los creyentes verdaderos. La autenticidad y veracidad de tales ministros no se confirma por el solo hecho de que se cumplan sus sueños y expectativas. Según este pasaje de Deuteronomio lo importante es averiguar a que dios están sirviendo y detrás de que van sus corazones.

Tristemente hay multitud de creyentes en el mundo siguiendo a ministros y profetas soñadores, sensuales y amadores de si mismos. Profetizan sus propios deseos que han idolatrizado y convertido en dioses de todos cuantos le siguen. Ellos mismos han tomado el lugar que solo corresponde a Dios. Predican un evangelio, un Jesús y un espíritu diferentes.

Continuamente se están afiliando personas para correr en pos de los sueños, de los suyos propios o los de otros. Son himnotizados por el dios onírico, atraídos por los visuales hermosos de jardines frondosos saturados de amapolas y multitud de flores y plantas dormideras.

Despierte del sueño

Efesios 5:13-14 RVR1960
"Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo."

Muchos creyentes son bellos y bellas durmientes; viven recostados placidamentente  en los sueños de sus vanidades adornados con la locuacidad de abundantes y bonitas palabras.

Compare sus aspiraciones y deseos con la veracidad del evangelio. Pongase bajo la luz de Jesucristo y compruebe si no está siguiendo un dios extraño e ilusiones pasajeras. El dios griego de los sueños, Hipnos, vivía junto a su hermano gemelo llamado Tánatos, muerte. Averigue si no está usted bajo los efectos hipnóticos de algún profeta embaucador seguidor del dios onírico.

2 Corintios 11:3 RVR1960
"Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo."

Los sueños de Dios

"mas tú, teme a Dios" Como dice el mismo autor de esta frase en en otro de sus proverbios: "El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia."

Sea sabio dando a Dios en su vida el lugar que le corresponde, adore, reverencie y honre al único Dios verdadero. Él tiene un sueño para usted y para mí, es algo real y muy práctico. Consiste en los planes y deseos del Señor para nuestras vidas. El sueño de Dios es vida eterna y abundante, es ver su voluntad cumplida en cada una de sus criaturas.

Jeremías 45:5 RVR1960
"¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová; pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares adonde fueres."

Pongamos nuestras expectativas y esperanzas en Dios, Él sabe mucho mejor que nosotros mismos lo que necesitamos y lo que nos conviene. Recibamos sus sueños y visiones inspirados por la palabra de Dios y el Espíritu Santo. Abracemos con fe y plena confianza la guía que constantemente nos ofrece mediante su soberana providencia.

Pedro Jurado

martes, 2 de septiembre de 2014

MI AZOTEA

Desde la azotea de mi casa tengo una vista panorámica de toda la ciudad. Al sur, el puerto, el trazado horizonte maríno, al fondo, tras ingente cantidad de edificios, casas y construcciones de mediana altura. Barriadas, calles, colegios, hoteles y comercios de todo tipo.

Se pueden observar las gaviotas enormes acercándose en su vuelo planeando sobre los tejados y posándose sobre las azoteas.  Graznan como si estuvieran discutiendo unas con otras, o quizás con otros, como si se echasen soberanas broncas. Hacen un ritual extraño persiguiendose.

Al oeste, la vista alcanza hasta vislumbrar Torremolinos, el aeropuerto y numerosas barriadas periféricas. Puedo ver el reloj de la torre de la Iglesia de Carranque, el barrio donde me crié. ¡Qué recuerdos me trae de mi infancia y adolescencia!

Al este, la zona más céntrica, con las construcciones más emblemáticas de Málaga, la Catedral, la Alcazaba y Gibralfaro. Piedras centenarias erosinadas de historia, salpicadas de acontecimientos y secretos imborrables.

Observo el Barrio de la Trinidad y el Perchel, distritos con solera de nuestra ciudad. Mi abuela por parte de mi padre vivía en un patio de vecinos de la Trinidad con sus lavaderos de piedra comunitarios, servicios etc.

Desde mi azotea observo la  boveda celeste salpicada de puntos relucientes, y a la gran dama con su vestido de luz paseando graciosa y lentamente señoreando en la noche. Veo grandeza e infinitud; y observando el espacio abierto también veo y descubro mi mundo interior. Encuentro quietud, oigo el silencio y surge la oración.

En mi azotea conecto con mi corazón y siento sus pulsaciones, comunico con mi espíritu y me elevo, y subo más arriba aún, y descubro donde está Dios. El está arriba, abajo, delante y detrás,  rodeandome por todas partes. Pero todavía está más cerca, descubro que está dentro mí, llenando mi ser, morando en mi alma. Y en mi azotea brillan las estrellas, y hay luz, y paz, y se también que Dios habla con los mortales.