jueves, 17 de mayo de 2018

SOBRE LOS PLANES DE DIOS

"Yo sé los planes que tengo para vosotros, planes para vuestro bienestar y no para vuestro mal, a fin de daros un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo."
JEREMÍAS 29:11 DHHE

"Al hombre le corresponde hacer planes y al Señor dirigirle los pasos."
PROVERBIOS 16:9 DHHE

"El hombre hace muchos planes, pero solo se realiza el propósito divino."
PROVERBIOS 19:21 DHHE

Nadie conoce en su totalidad los pensamientos o planes de Dios, ni tan siquiera una ínfima parte de ellos, pero de algo si podemos estar seguros, que él sí los tiene y que son buenos.

Damos gracias a Dios que tenemos su palabra escrita, por medio de la cual se nos revelan sus pensamientos y propósitos. 
En ella encontramos sus testimonios, sus mandamientos, sus promesas, sus hechos pasados, presentes y futuros.

"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;"
2 Pedro 1:19 RVR1960

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra."
2 Timoteo 3:16‭-‬17 RVR1960

Los planes de Dios los conocemos por las escrituras, por las palabras de Jesucristo y por la enseñanza de los apóstoles.

Pero todavía mucho mejor que eso es, que el Señor nos ha unido con sus planes y propositos en espíritu habiendo escrito su voluntad en nuestros corazones, y habiendonos sellado con el Espíritu Santo para que seamos guiados a toda la verdad.

"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra."
Ezequiel 36:26‭-‬27 RVR1960

En estos tiempos tan inciertos en que nos ha tocado vivir necesitamos asirnos de la palabra profética que Dios nos ha dado. Cuando la profecía es de Dios vamos a ser llevados a buscar más de él, a confiar en él y a descansar en su poder y en su amor.

La palabra que es de Dios no produce temor en nuestros corazones sino más bien fe y esperanza.
Dios tiene para todos y cada uno de los que creemos en él pensamientos de paz, planes de bienestar, propósitos de liberación, de perdón y de prosperidad.
Como pueblo e individuos tenemos diseñado de parte del Señor un plan estratégico perfecto. Lógicamente para que nos sea mostrado o revelado es necesario que estemos dispuestos a seguirlo.
Dios tiene para mí y para usted planes de bienestar ¡No es maravilloso! ¡Creamoslo!

"Los planes son del hombre; la palabra final la tiene el Señor.  Al hombre le parece bueno todo lo que hace, pero el Señor es quien juzga las intenciones.  Pon tus actos en las manos del Señor y tus planes se realizarán."
PROVERBIOS 16:1‭-‬3 DHHE

Está bien y es necesario que hagamos planes para alcanzar nuestras metas e intereses. Es responsabilidad de cada individuo organizar y planificar su vida en la medida de lo posible, según sus capacidades y recursos. Dios está de acuerdo, es su voluntad de que hagamos planes y tengamos proyectos. No necesitamos una palabra especifica de Dios ni una profecía o revelación para ponernos en marcha y hacer aquello que ya sabemos que es nuestra obligación y responsabilidad.

También es cierto que como creyentes nos conviene que presentemos en oración delante del Señor todos nuestros planes o proyectos para que él nos guíe.

Puede que pensemos que nuestras circunstancias actuales y las situaciones que vivimos no sean las mejores, Dios las conoce, él no las ignora. Siempre esperamos que las cosas cambien y vengan tiempos mejores, y eso es precisamente lo que Dios promete. El nos promete un futuro lleno de esperanza, pero también un presente con propósito y finalidad.

El tiempo presente que estamos viviendo con todo su contexto, circunstancias, pruebas y aflicciones son oportunidades que nos preparan para un futuro mejor. Si gestionamos bien nuestra vida presente y nuestras experiencias pasadas, podremos ser mejores personas y más felices. Conocer a Dios y tener fe en Él es esencial.

Una parte de los ciudadanos de Jerusalén se encontraban desterrados en Babilonia cautivos del rey Nabucodonosor, no estaban en su mejor momento. Ellos estaban bajo el juicio y castigo del Señor. Su conducta desobediente y su idolatría les había llevado a esa situación.
 
Aún así, Dios tenía un plan para su pueblo; el Señor estaba tratando con ellos en esas circunstancias de cautividad. Ellos podían elegir como vivir en el contexto en que Dios les había puesto. Ellos podían seguir creyendo a Dios o no, y podían reconocer su mano poderosa actuando sobre sus vidas y someterse a ella o no.

Por medio de Jeremías Dios les avisa de que tengan cuidado y no se dejen mover por los falsos profetas y sus profecías de rápido cumplimiento e instantánea y falsa prosperidad. Jeremías les dice que ellos deben aceptar el trato de Dios y mirar más allá de sus circunstancias. Los falsos profetas les dicen que huyan de su situación, que Dios no quiere esa prueba de sufrimiento para ellos. 
Pero Dios quiere que ellos se enfrenten con la realidad de sus circunstancias y las acepten con fe sabiendo que él está al control de todas las cosas.

Para salir airosos de toda situación debemos tomar siempre el lado de Dios. Esto no se trata de ser dogmáticos ni de creer que somos los únicos que tenemos la sana doctrina, ni de pensar que Dios sólo está por nosotros y por nadie más. Aunque es cierto lo que nos dice la escritura: "Si Dios es por nosotros, quién contra nosotros"

"El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama."
S. Lucas 11:23 RVR1960

Es posible que nuestro adversario el diablo tenga pensado el mal para nosotros, y que haya gente que nos aborrecan y nos maldigan, pero en los planes de Dios está bendecirnos y llevarnos a la prosperidad.

"Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Ésta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová."
Isaías 54:17 RVR1960

Para acertar a entender correctamente la voluntad y el plan de Dios es necesario que comprendamos que lo más importante no es lo que nosotros hacemos por Dios sino lo que el ha hecho por nosotros.

Nuestro interés principal debería ser conocer que ha hecho Dios por nosotros.

Toda nuestra vida depende de que conozcamos y recibamos la gracia y amor de Dios mostrados en su obra por Jesucristo y que nos es conferida por medio del Espíritu Santo.

Pero aún hay algo más importante que lo que el Señor ha hecho por todos y que lo que nosotros hacemos, primero se trata de conocer lo que Él es, y segundo la identidad que nos ha dado.

"Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado."
S.Juan 17:3 RVR1960

Necesitamos profundizar en conocer a Dios como Él es y en conocernos a nosotros mismos.

Para finalizar este escrito os dejo con las siguientes sugerencias para reflexionar:

En todo plan o proyecto de Dios hay un llamado, una salida o comienzo, un camino o desarrollo, y un fin o meta.
Dios llamó a su pueblo a salir de Egipto y les hizo atravesar el desierto, para finalmente introducirlos en Canaan.
La experiencia del pueblo de Dios es para nosotros los creyentes un ejemplo para la vida espiritual.

Dios tiene un plan de salvación y liberación, un plan de edificación, construcción o formación, y un propósito o plan final.

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.  En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria."
Efesios 1:3‭-‬14 RVR1960

"Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu."
Efesios 2:19‭-‬22 RVR1960

Observando estos pasajes podemos descubrir que hay un llamado, un proceso de edificación y un propósito final. Bendiciones.

Pedro Jurado