martes, 8 de diciembre de 2015

EN SU SECRETO

Jer.23:18-22.RVR1960
"Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?............ Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras."

La vida del cristiano se alimenta y sostiene por la inspiración de la palabra del Señor.

La Iglesia de Cristo necesita oír la palabra profética más segura, la verdad del evangelio inspirada por el Espíritu Santo.

La falsedad y el engaño espiritual se encuentran muchas veces disfrazados de una actitud religiosa muy celosa y fanática, así como detrás de un legalismo sutil.

Un mal testimonio de la iglesia, así como la carencia de propósito y dirección respecto a los planes de Dios, es debido muchas veces a la falta de palabra y visión en los siervos de Dios. Cuando al pueblo de Dios le falta el conocimiento que viene por inspiración, pierde la visión.

La carencia de una intimidad profunda con el Señor deriva en la carencia de visión espiritual y revelación de Dios.

El resultado de estar en comunión secreta con el Señor será ver y oir su palabra, o dicho de otra manera, tener revelación e inspiración espiritual.

En estos pasajes encontramos un mensaje que reta a todo creyente y ministro de Dios; el Señor indaga a cada uno de sus hijos para que mediten sobre la necesidad de profundizar en su experiencia espiritual.

La misma pregunta indica la escasez de hombres dedicados a buscar a Dios con intensidad y en íntima comunión.

En realidad son pocos los que habitualmente están en el secreto del Señor, porque para la carne no resulta fácil practicar la oración.

Dios siempre mostrará algún tesoro de su verdad a aquellos que le buscan de todo corazón y en silenciosa oración. El silencio, la meditación y la contemplación son necesarias y fundamentales para penetrar en los lugares secretos del Señor.

Creo que la iglesia necesita oir en este tiempo la palabra profética, es decir, el evangelio de Jesucristo, la palabra liberadora de gracia y de poder. La biblia declara que el testimonio de Jesús es el espíritu o  inspiración de la profecía.

1Pe.1.10-12.RVR1960
"Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles."

Ap.19.10.RVR1960 "Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía."

La palabra profética enfatiza sobre todo la gracia que ha sido destinada para todos los creyentes; nos habla de los padecimientos de Cristo y de las gloriosas bendiciones que traerían como consecuencia. El mensaje profético proclama la obra de Cristo la cual apela a la fe de los creyentes.

No es cuestión de ir condenando a todo el mundo expetandoles en la cara cuatro verdades, ni dandoles en la cabeza con la ley de Dios, sino mas bien de guiarles a la provisión de gracia, de poder y de liberación que hay en la obra de Cristo Jesús. Este es y será siempre el mensaje que hará volver a los pecadores del error y que les librará de las ataduras del pecado.

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