jueves, 8 de junio de 2023

Jesucristo es el mismo

 Hebreos 13:8 RVR1960

"Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos."

Jesús es el Señor del tiempo y del espacio. Es interesante notar en este pasaje que no se nos habla de un Jesús sobre el que pasa el tiempo, sino de un Jesús que está  o que habita en el tiempo sin que sufra cambios. El versículo no dice que Jesús sea el mismo que ayer, o que será el mismo mañana, sino que "es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos"  El pasado, el presente y el futuro están siempre delante de Él; dicho de otra manera, el Señor está presente y ahora en todos los tiempos.

Esto viene a significar que Jesús es el Dios soberano del pasado, del presente y del futuro. Suponiendo que actualmente estoy en él y le estoy creyendo, y si he depositado mi fe en la muerte y resurrección de Cristo toda mi vida desde que fui concebido está en sus manos. Los cambios no afectan a Jesucristo, pero Jesús si afecta toda mi existencia desde el instante en que me coloco en Él.

La inmutabilidad de Jesucristo si afecta mis tiempos y todos los resultados que estos puedan tener sobre mí.

Salmos 31:15a RVR1960 "En tu mano están mis tiempos"

En la medida en que nuestras experiencias pasadas de cualquier indole que sean nos afecten llevemoslas delante del Señor, Él puede intervenir, Dios se ha hecho cargo de todas nuestras preocupaciones pasadas, presentes y futuras.

Recoja todo su pasado, póngalo en Jesús, y mírelo a través de Él. Vea el amor, el poder y el perdón de la cruz. Traiga a la presencia del Señor toda experiencia preterita que le afecte, y su vida será sanada y restaurada.

El Señor tiene una respuesta para cada situación de nuestras vidas independientemente del tiempo en que sucedan los acontecimientos.

Dios puede obrar de tal manera por medio de su gracia que todo parezca que se ha reescrito nuevamente en nuestras vidas y venga a ser como un nuevo empezar.

Podemos reunir la totalidad de nuestra existencia y presentarla ante la eternidad de Jesucristo en un acto de fe, y comprobar como toda nuestra vida será impactada por su amor y su gracia.

Podemos hacer un montón con todos los recuerdos negativos y dolorosos del pasado, con los fracasos y derrotas, con los pecados y las malas decisiones, y ponerlos en la cruz de Jesucristo. Tome el presente con todas sus necesidades, las debilidades de su vida, sus circunstancias, sus anhelos y esperanzas y haga exactamente lo mismo. Con las preocupaciones por el futuro realizar la misma operación espiritual en un acto de fe, llevarlo todo a la cruz y dejarlo ahí, y proclamar que Jesús es el Señor de nuestra vida.

Es así como la eternidad de Jesucristo puede alcanzarnos y por medio de su vida abundante transformar toda nuestra existencia para siempre, unicamente a través del suceso ocurrido en la cruz.
Pedro Jurado

jueves, 30 de marzo de 2023

BÁSTATE MI GRACIA

 BASTATE MI GRACIA


2 Corintios 12:7-10 RVR60
"Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte."

El aguijón que hacía sufrir a Pablo podía ser cualquier cosa, una enfermedad, una persona o una circunstancia de la cual no podía zafarse. Desde luego no estaba en su mano el poder librarse de ello. Si él hubiera podido quitarse la espina que le causaba molestias o escapar sin más de ese mensajero de satanás, sin duda que lo habría hecho.

Una cosa es cierta, el pinchazo que continuamente sentía lo mantenía desinflado de orgullo. Un mensajero de satanás no era otra cosa que un demonio, un espíritu maligno que ni aun Pablo con toda su autoridad apostólica podía neutralizar.

Tal vez podría tratarse de alguien que Dios había colocado cerca de él y del cual no se le permitía distanciarse sin causar un daño mayor en su vida, la vida de otros o el ministerio. Era una situación que lo tenía bien atrapado.

Podría tratarse de un lastre o peso muerto que el Señor había permitido sobre su vida y que no le permitía volar tan alto y libre como él hubiera querido. Aunque ciertamente alcanzó alturas a las que muy pocos han llegado.

En nuestras vidas puede igualmente tratarse de una enfermedad, situaciones familiares, o carencias y debilidades que nos mantienen como se suele decir entre la espada y la pared, sin nada que podamos hacer para librarnos.

Lo cierto es que por más que el apóstol oró a Dios el aguijón no le fue quitado. También es cierto que por muy dolorosa que fuese la espina no era un impedimento para que el sirviera al Señor y que la gracia y poder de Dios se manifestasen en su vida y ministerio.

De ninguna manera debemos pensar que la debilidad que Pablo sentía en su carne consistía en un hábito pecaminoso por el cual era vencido. Más bien se trataba de algo que debilitaba su fuerza natural, un sentir de impotencia en su cuerpo y alma, de tal magnitud que era llevado a depender totalmente de Dios.

¡¡Es maravilloso, como cuando aceptamos la gracia del Señor, las adversidades se convierten en oportunidades para crecer en el conocimiento de Dios y en un ministerio de poder!!

El sufrimiento estará muy presente en nuestras vidas, pero también la revelación, la gracia y el poder de Dios.

"Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad."

Si la gracia de Dios fue suficiente para el apóstol Pablo lo será con toda seguridad también para nosotros. Apropiemonos con fe de ella y veremos como actua a nuestro favor y para la gloria de Dios.

No tendremos el poder de Dios sin sentir al mismo tiempo una gran debilidad en nuestra vida natural. No somos fuertes y poderosos en Dios cuando nos sentimos así en la carne, sino que cuando somos débiles en la carne entonces podemos ser fuertes en Dios.

Pedro Jurado

lunes, 20 de marzo de 2023

UN SISTEMA BÍBLICO

 UN SISTEMA BÍBLICO


S. Mateo 11:28-30 RVR60
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;  porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."

¿Estableció Jesús un sistema? ¿Configuró el Señor una extructura? ¿Debe haber en la iglesia un sistema de gobierno, un cuerpo de doctrinas, unas normas, reglas o princicipios a los que debamos sujetarnos todos?

No es conveniente precipitarse en dar respuestas a estas preguntas. En vista de las tantas doctrinas como existen, las diferentes extructuras de gobierno eclesiales, y dado los abusos de muchos dirigentes religiosos, es necesario que conozcamos lo que la palabra de Dios dice al respecto.

En algo creo yo que estamos todos o casi todos de acuerdo, la iglesia de Jesucristo es una y es universal, son todos aquellos creyentes seguidores de Jesucristo, son los que por fe han recibido la vida de Dios y obedecen el evangelio de Jesús. Lo único imprescincible para formar parte de la iglesia de Cristo es arrepentirnos y creer en el evangelio. Eso es lo que predicaba el Señor como condición para entrar en el reino de Dios.

No debemos rechazar a los que el Señor ha recibido y aceptado como hijos suyos, aunque no tengamos y creamos las mismas doctrinas ni nos reunamos en los mismos lugares. Lo que Dios ha escogido y limpiado no deberíamos llamarlo inmundo por muy feos que sean y por muy bichos que nos parezcan.

Si estudiamos la biblia con un corazón y una mente abierta observaremos que todas las preguntas que he formulado un poquito más arriba de este escrito tienen una respuesta afirmativa.

Lo que si considero necesario para no caer en interpretaciones erroneas y sistemas equivocados, manipuladores e insensibles, es mirar este asunto desde la perspectiva de los dos pactos principales descritos en la biblia. El antiguo pacto y el nuevo pacto. Una gran mayoría de individuos y de congregaciones han hecho una mezcla con los dos pactos y eso no es aceptable por el Señor ni le agrada en absoluto.

Jesús expone sobre lo incongruente y destructivo de hacer mezcla con los dos pactos, el pacto mosaico que comprende toda la ley que fue dada a israel y el nuevo pacto en la sangre de Jesucristo y que comprende el evangelio del reino de Dios. La diferencia es como de la noche a la mañana el antiguo pacto es la ley y los profetas, el nuevo pacto es la gracia y la verdad. La ley fue dada por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

S.Juan 1:17 RVR60
"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo."

S. Lucas 5:36-39 RVR60
"Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán. Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan. Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor."

El sistema mosaico con sus leyes, formas de culto, ritos etc fueron hasta Juan, dijo el mismo Jesús, y añadió que desde entonces es anunciado el reino de Dios, es decir, desde ahí son predicadas las buenas noticias del evangelio que es el nuevo pacto.

S. Lucas 16:16-17 RVR60
"La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.  Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley."

Ahora bien, lo que no es admisible es que el Señor haya venido para terminar con la ley cumpliendola toda en sí mismo, de manera que ya no estemos bajo la ley, y muchos traten de establecerla nuevamente o por el contrario implantan un sin fin de tradiciones y de normas humanas.

Es conveniente entender como actua la ley, y por otro lado como obra la gracia en el nuevo pacto. Muchos creyente no acaban de comprender el principio por el que opera la ley y como obra la gracia. Hay quienes van de un extremo a otro.

El Señor por medio de su gracia no da a nadie licencia para pecar, el que lo entienda así está muy confundido. Tampoco ha dado el Señor a nadie licencia para matar y hacer rodar cabezas, ni para establecer leyes y normas y mas leyes. No se puede estar destrozando, desmembrando y lapidando a todos aquellos que no dan la medida de nuestras normas eclesiales.

Gálatas 3:10-14 RVR60
"Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.  Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;  y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.  Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero ), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu."

Permitanme decirles algo, si su sistema, maldice, condena, marca, discrimina, excluye y aparta a todo el que no esté de acuerdo con él, dudo mucho de que Dios lo apruebe.

Antes de continuar quiero explicar como funciona la ley y como la gracia. La respuesta la encontramos en el pasaje de Galatas.

"El justo por la fe vivirá;  y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas."

Romanos 10:5 RVR60
"Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas."

La ley exige al hombre que haga y obre por si mismo lo que ella demanda. Si lo logra entonces vivirá, pero estará siempre obligado a regirse por la misma y cumplirla absolutamente toda, de lo contrario si incumple alguna norma será culpable y condenado. Esto es así con cualquier ley escrita y constituida ya sean de los hombres o de Dios. Siempre es el hombre el que por su propio esfuerzo tiene que obedecer y cumplir.

La ley descarta a la fe " y la ley no es de fe" es decir, no adquirimos la fe por intentar cumplir la ley, porque la ley no puede producirla. Está muy claro lo que Pablo está diciendo, pero lo mismo es con cualquier norma, regla o ley  humana, no son de fe.

La gracia, y el nuevo pacto si produce fe y apela a ella "El justo por la fe vivirá"

Romanos 3:21-22 RVR60
"Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él."

La justicia de Dios no solo se refiere al favor de Dios en perdonar nuestros pecados, sino a todo cuanto se refiere es justo y santo, y es espiritual, y que corresponde a la naturaleza de Dios. Bien, pues todo eso se nos da por fe, y no se adquiere por nuestras propias obras, ni mediante la observancia de la ley escrita.

Es en este sentido que acabo de explicar a lo que el Señor se refiere cuando dice "porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."

El yugo del antiguo pacto comprendía todo el sistema legislativo mosaico. El apóstol Pedro dijo que era un yugo que en toda la historia de israel los padres no pudieron llevar; pero el yugo de Jesús, el sistema del evangelio, su carga es ligera y es fácil para llevar y cumplir.

El sistema que el Señor ha venido a establecer es el reino de Dios, un reino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.  Eso nos habla del mismo gobierno de Dios. No obstante, debemos comprender que se trata de un reino o gobierno espiritual, un reino de amor y de libertad. No lo confundamos con un gobierno teocrático que solo será establecido cuando Cristo regrese a este mundo para reinar por mil años.

En este último parrafo he mencionado varias cualidades que son parte integral del reino de Dios, he dicho que es de naturaleza espiritual, y que se ha de caracterizar por la justicia, la paz, el gozo, el amor, la libertad etc, etc.

La iglesia del Señor tiene un fundamento el cual es Jesucristo, es sobre Jesús que hay que edificar y construir. Sobre su propia obra, es decir, partiendo de los hechos en su vida, su muerte y su resurección. Debemos partir de la revelación de Jesucristo y del evangelio, de su verdad que por el Espíritu Santo nos es dada a cononocer por medio de las escrituras y su guía.

Dios ha establecido un sistema vital en su iglesia, no mecanico, él no nos controla como a marionetas ni juega con nosotros como se juega con las fichas del ajedrez. Todo funciona en base a una relación vital en la que estamos unidos como creyentes con nuestro Dios y Padre y con Jesucristo nuestro Señor, y los unos con los otros mediante la unidad del Espíritu.

Dios ha establecido en su iglesia un orden o sistema de gobierno espiritual, veamoslo en la carta de Pablo a los efesios y a los corintios.

Efesios 4:11-12 RVR60
"Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo"

1 Corintios 12:27-28 RVR60
"Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas."

En estos pasajes podemos ver claramente cinco dones ministeriales que el mismo Señor es el que da a su iglesia o cuerpo. Nadie toma para si esta honra de gobierno espiritual, no se adquiere por meritos propios, ni por estudios, ni por posición albitraria, es el Señor quien los pone. 

Como creyentes a lo más que podemos aspirar es a identificar y reconocer todos esos ministerios y dones que el Señor ha dado a su pueblo. Son regalos de Dios a su iglesia para que ésta sea edificada, madure y lo sirva y lo adore hasta el cumplimiento del tiempo en el que el Señor venga.

Hoy lamentablemente son muchos los que así mismos se llaman apóstoles o profetas, pastores y maestros ¿Pero realmente lo son? ¿Les ha dado el Señor esos ministerios? El Señor nos dejó dicho que por sus frutos los conoceríamos.

No hay dudas de que el Señor estableció también un cuerpo o sitema de enseñanza y de doctrina. Un metodo, la predicación y el discipulado; una doctrina o cuerpo de verdades, el evangelio de Jesús y la enseñanza apóstolica.

S. Mateo 28:18-20 RVR60
"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."

El sistema del Señor es del Espíritu, y no de la carne. En el no puede prevalecer la mente natural, ni la tradición, ni la costumbre de los hombres, ni la sabiduría humana. Aunque lógicamente deben existir algunas normas cívicas y sociales minimas que regulen el comportamiento. La anarquía no puede ser una opción, debe existir un orden, una ética, un respeto, un compromiso y una responsabilidad para tener una convivencia justa y apacible. Deben existir ciertas normas y leyes que regulen y marquen unas pautas a seguir y que promueban el respeto de los derechos humanos.

Mientras estemos en este mundo debemos obedecer las leyes del mundo, sujetarnos y obedecer mientras no desobedezcamos las leyes de Dios. Es necesario que demos al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.

Ahora bien, como creyentes estamos bajo el regimen del Espíritu, por tanto actuemos y sirvamos al Señor bajo el gobierno del Espíritu.

Romanos 7:4-6 RVR60
"Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra."

El regimen del Espíritu opera desde lo profundo de nuestro ser, es el sistema del Espíritu que obra por la vida de Jesús que se nos ha impartido. Se manifiesta desde dentro hacia afuera, es la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús. Es la ley de la fe, es la ley de la libertad y es la ley real, que es el amor.

Me ha llamado la atención la cantidad de sinónimos que tiene la palabra sistema, es abrumador, y curiosamente muchos de esos terminos se encuentran en la biblia.

Algunos sinónimos del término sistema son: Ordenanza, doctrina, red, regla, régimen, gobierno, uso, costumbre, norma, etc, etc. Vamos a ver en la biblia solo unos cuantos de ellos.

Ordenanza: Método, orden y concierto en las cosas que se ejecutan. Lógicamente eso nos habla de un sistema que sin lugar a dudas es bíblico. Necesitamos conocer los metodos y el orden de Dios para nuestro tiempo y estar abiertos a que el Señor obre como el desee, aunque a veces sus maneras nos puedan resultar extrañas y chocantes.

1 Corintios 14:37-40 RVR60
"Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. Mas el que ignora, ignore. Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden."

Doctrina: Enseñanza que se da para instrucción de alguien. Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, etc., sustentadas por una persona o grupo.

S.Juan 7:14-17 RVR60
"Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta."

2 Juan 1:9 RVR60
"Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo."

Hechos 2:42 RVR60
"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones."

Debemos procurar tener clara la doctrina de Cristo y de los apóstoles, conocer el cuerpo de verdades fundamentales para que nuestra fe sea solida. Y noten que digo verdades fundamentales, que son las que unen a todos los creyentes y nos hacen formar parte de un mismo cuerpo y una iglesia sin apellidos. Luego hay muchas creencias e interpretaciones que son secundarias y en las cuales debemos tener libertad.

El Señor nos ha dado un sistema muy sencillo y aplicable, de tal forma que todos los que quieran seguirlo puedan hacerlo. Es un sistema facilmente duplicable, miren como lo plantea el apóstol Pablo:

2 Timoteo 2:2 RVR60
"Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros."

Red: Aparejo hecho con hilos, cuerdas o alambres trabados en forma de mallas, y convenientemente dispuesto para pescar, cazar, cercar, sujetar, etc. Conjunto de elementos organizados para determinado fin.

S. Mateo 13:47-48 RVR60
"Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera."

Régimen: Conjunto de normas que gobiernan o rigen una cosa o una actividad.

Romanos 7:6 RVR60
"Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra."

Todo esto que he mencionado tiene su lado opuesto, y puede que existan quienes pervierten y usan de forma negativa estos conceptos; y los usen para su provecho, para controlar y manipular y hacer el mal. En algunos de mis escritos ya he mencionado a aquel personaje de la mitología griega que se llamaba Procustos.

Procustos era un personaje de la mitología griega que tenía una hacienda con una cama de hierro y cuando algún viajante pasaba cerca de sus terrenos los invitaba a hospedarse y a pasar la noche. Cuando el visitante se acostaba y éste era más grande que la cama Procustos le cortaba la parte de sus miembros que sobresalian de la cama y si era más pequeño lo estiraba hasta que se ajustase a la medida. Así mataba a todos los que se alojaban en su casa, porque nádie lógicamente daba la talla. Procusto significa en griego "estirador, avasallador, y controlador"

¿Nos cargamos a la gente? ¿Se nos rompen y quebrantan en las manos de forma que los echamos a perder? Muchos pueden creer que estirando a las personas van a crecer, pero lo único que consiguen es desmembrarlas y destrozarlas. Otros piensan que tienen que controlar todo lo que hacen y lo que logran es asfixiarlas y aplastarlas, e impiden que se desarrollen.

Si un sistema no sirve, porque no ayuda y sirve a las personas, simplemente hay que desecharlo; pero nunca dañar, violar y destrozar a las personas ni sus derechos y dignidad por conservar ese sistema, ese método concreto o esa institución.

Nada justifica la violación de los derechos fundamentales de las personas, no tenemos ningún derecho a privar de su dignidad a nadie, y nada justifica el que sacrifiquemos a otros haciendoles sufrir injustamente. Ni por razones políticas, ni religiosas, ni culturales, ni por creencias o diferencias de pensamiento, o de sexo.

Hace años leí un libro precioso escrito por un pastor, me acuerdo del título pero no del autor, si pueden conseguirlo, se lo recomiendo "Amor, perdón y aceptación" estos tres conceptos los exponía el escritor como las cualidades que deben caracterizar a la iglesia del Señor. Al trato que deben recibir todos los creyentes dentro de una congregación que se precie de ser la iglesia de Jesucristo.
Pedro Jurado

miércoles, 8 de marzo de 2023

CARTAS DE CRISTO

 CARTAS DE CRISTO


"Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón."
2 Corintios 3:2‭-‬3 RVR1960

A Cristo no se le atribuye ningún escrito en la biblia. Sólo en una ocasión escribió algo aunque no tenemos ninguna constancia de lo que fue. Ocurrió cuando le fue traída aquella mujer sorprendida en adulterio.

Ahora bien la biblia nos dice que Cristo es la palabra, el Verbo, el logos. 

Jesús no escribe con tinta o lápiz, sino con su Espíritu. Sus letras, sus palabras, sus expresiones son obras, experiencias impresas, realidades llevadas a cabo por su Espíritu; no son teorías ni promesas falsas. El soporte donde escribe son nuestras vidas y corazones. 

En este sentido el Señor ha escrito y sigue escribiendo muchas cartas, pues cada creyente es una carta con un mensaje escrito. 

Creo que en estos tiempos dificiles el Señor está siendo prolifero en escribir y expresar su voluntad en muchos corazones. 
Lógicamente Él lo hace en aquellos que se lo permiten. Es necesario ser sensibles a la mano del Señor y a todo cuanto él nos quiere enseñar. 

Los seres humanos tenemos una gran capacidad para aprender. Nuestra capacidad de pensar, razonar y reflexionar nos permite avanzar en conocimientos y sabiduría para vivir. Ahora bien, las cosas de Dios solo las podemos aprender por el Espíritu de Dios. Nuestras mentes y corazones necesitan la iluminación del Espíritu. 
Con tinta se pueden escribir bibliotecas enteras de teología, 
teorías e ideas religiosas. 
Las cartas de Cristo están escritas bajo el nuevo pacto en su sangre, son la expresión de la gracia de Dios. No son cartas grabadas en tablas de piedra, ni bajo el antiguo pacto. No son cartas de juicio ni de condenación; son cartas de amor, fe y justicia de Dios. 
¿Cómo pensamos que Dios escribe sus propósitos y lleva a cabo su voluntad en nuestras vidas? 
Algunos pueden creer que la enseñanza entra con vara, con juicio, con miedo, con condenación y sangre. Tal vez en la antigüedad fuera así, con represión, severidad y legalismos entraba la letra. Pero ya no, si antes funcionaban las cosas bajo una dura ley que era el antiguo pacto, ahora estamos bajo la gracia. 
Y aunque hay cosas que suceden, que puedan parecernos duras y permitidas por Dios, él nos ama. 
Como dice la escritura, "la letra(ley) mata, más el espíritu vivifica" 

El temor tiene su función en muchos aspectos de la vida siendo un agente motivador. 
Nos libra de ser imprudentes y negligentes. Cuando en muchos casos el temor nos hace conscientes del riesgo y peligro que corremos nos salva la vida. 
El temor nos hace pensar en las consecuencias de nuestros actos. Nos previene de salir perjudicados. 
La palabra de Dios nos previene de las consecuencias que pueden tener nuestros actos, Dios ha establecido leyes universales que si las quebrantamos ellas se vuelven contra nosotros. ¿Deberíamos temer las consecuencias de desobedecer alguna ley? Rotundamente sí. Pues si no hubiesen leyes que obedecer viviríamos en una anarquía y nadie respetaría ninguna norma ni a ninguna persona, cada cual iría a lo suyo. En todos los países existen leyes que cumplir de lo contrario las sociedades serían un caos. 
En la vida cristiana también existen leyes, principios y normas, pero estas son espirituales. 
En las escrituras se las llama de distintas maneras: la ley del amor, nuevo pacto, la ley de la fe, la ley del Espíritu, la gracia, la ley de Cristo.

Nuestra fe y conocimiento de Dios, nuestro carácter y conducta no pasan desapercibidos para los demás. 
Somos cartas... "Conocidas y leídas por todos los hombres" 

La biblia dice que los discípulos de Cristo somos luz y somos sal. Así que o alumbramos con la luz que tenemos de Dios y damos sabor a la vida, o somos oscuros y opacos, desabridos y amargados. 
Somos cartas de fe o cartas de incredulidad, cartas duras y legalistas o cartas que reflejamos la gracia y el amor de Dios. Somos cartas de Cristo o cartas del diablo. 

Pedro Jurado

domingo, 5 de marzo de 2023

LA LEY DE LA SIEMBRA Y LA REGLA DE ORO

 LA LEY DE LA SIEMBRA Y LA REGLA DE ORO


"Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas."
Colosenses 3:25 RVR1960

"que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado." 
1 Tesalonicenses 4:6 RVR1960

Tarde o temprano, lo que uno siembra será lo que coseche. Esto es una ley o principio inquebrantable en la naturaleza, en las relaciones y en la vida espiritual. 
El carácter y naturaleza de lo que sembramos es lo que vamos a cosechar. 
Si lo que sembramos en otros es malo, si es injusto, si es malvado y perverso, eso mismo vamos a recibir nosotros en la vida. Si hacemos sufrir a otros intencionalmente, si manipulamos, si maltratamos, si criticamos, si difamamos, nos será devuelta la misma moneda con intereses. 
Y según el verso de Colosenses, no se hace favoritismo en esto con nadie. No importa quienes seamos, si creyentes o ateos, si ricos o pobres, si nobles de posición o bajos de condición. Este principio o ley es universal, y no hace distinción de personas. 

Nuestro comportamiento con los demás volverá a nosotros en algún momento de la vida. Nuestras acciones hacia las personas tienen un efecto boomerang, regresarán a su origen, es decir, a nosotros, con fuerza retributiva. 

"No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido."
S. Mateo 7:1‭-‬2 RVR1960

"Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas."
S. Mateo 7:12 RVR1960

Lo que podemos deducir de este versículo doce no es complicado, simplemente preguntarnos ¿Qué queremos que los demás hagan con nosotros? ¿Qué trato nos gustaría recibir? 
En esta simple regla dice Jesús que se resume toda la ley y todo lo dicho por los profetas. Es por eso que se le llama la regla de oro, es una regla o principio de Dios. 
Este principio es válido y es práctico para cualquier asunto de la vida en cuanto al trato, en cuanto a lo que es justo y en cuanto a lo que está de acuerdo con la voluntad de Dios para las personas. 

Es interesante que tomáramos esta regla sobre todo como principio de interpretación para resolver multitud de asuntos de la vida. Especialmente es interesante considerar la regla de oro a la hora de aplicar la biblia a las personas desde la perpectiva de Jesús. Si lo entendemos bien, observaremos qué el Señor está anteponiendo a la persona, el considerarla y amarla, antes que a una interpretación y aplicación literal de la ley. 

De hecho el mismo Jesús actuó aplicando esta regla de oro en muchísimos casos. El puso la necesidad de las personas, el amarlas y tener misericordia antes que el cumplimiento de una ley mosaica. 
Cualquier ley está por debajo y es inferior al gran mandamiento de amar a Dios y a nuestro prójimo. 

Tenemos el caso de la mujer que fue sorprendida en adulterio. La ley dice que tales personas debían morir apedreadas. Pero Jesús no la condenó. Tenemos el caso de que Jesús y sus discípulos no se lavaran las manos para comer, lo cual era otro quebrantamiento de una regla judaica, pero Jesús no les reprochó. Tenemos los casos en que Jesús sanó a los enfermos en días de reposo, que fueron muchos. Y así podríamos enumerar muchas situaciones en las que Jesús antepuso a las personas a la ley. 

Jesús establece que cumplir con esta regla de oro está antes que cualquier ley. Y aún dice más, afirma que cumplir con esta regla es llevar a cabo y es cumplir con la obediencia a toda la ley y los profetas. 

"Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas."
S. Mateo 22:37‭-‬40 RVR1960

El amor a nuestro prójimo es el filtro, y debe ser la clave de actuación, de juicio y aplicación de cualquier verdad escritural o bíblica. 

"Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio."
Santiago 2:13 RVR1960

No se trata de justificar lo injustificable, ni de comulgar con el pecado. No tenemos que decir a lo malo bueno, ni a lo bueno malo. Sino de llevar a la práctica el amor de Dios, el mismo amor que Dios a tenido con nosotros. 

Algunos religiosos asumen un papel que sólo corresponde a Dios, el de condenar o salvar; sólo Dios puede salvar o condenar. Ellos además se quieren asegurar siempre que el pecado, los fracasos y supuestas herejías de otros sean bien ventiladas y conocidas por todos. Además les encanta poner la señal o marca de Caín en los creyentes que caen para asegurarse que cualquiera que los encuentre lo maten. Esto es duro, pero es así, preferimos ver a nuestro hermano muerto, que restaurado y bendecido. 

Muchos evangélicos en pro de la sana doctrina se han convertido en los inquisidores del siglo XXI celebrando autos de fe a todos los que no piensan como ellos. 
Excomulgan, condenan, torturan y crucifican a los creyentes sin comprender que ya hubo uno que padeció todo eso por todos nosotros, Cristo. 

Pero aún así muchos siguen midiendo a los demás y juzgando según la regla del antiguo pacto. 
La ley o antiguo pacto no es la vara o regla con la que Dios mide y juzga a sus hijos, ahora lo hace mediante el nuevo pacto en Jesucristo. 

Dios mide a sus hijos con vara de oro, no con reglas de hierro. Cristo es la medida exacta, y el modelo perfecto con el que Dios nos compara y nos mide. Bendiciones. 

Pedro Jurado



domingo, 26 de abril de 2020

RICOS PARA CON DIOS

RICOS PARA CON DIOS
Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
2 Corintios 8:9 RVR1960

Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
S. Lucas 12:21 RVR1960

Dejando a un lado las riquezas en cuanto a la posesión de cosas materiales, que tienen su importancia en este mundo; y que desde luego según el uso que le demos tendrán sus repercusiones en la vida del reino de Dios. 
La biblia nos enseña muchísimo de cual debe ser la actitud del creyente y de los hombres en general frente a ellas. Entre algunas de las cosas que nos enseña y a grandes rasgos sin entrar en detalles, está el hecho de que debemos trabajar para ganar nuestro sustento, debemos guardarnos de la avaricia, debemos ser buenos administradores y que debemos compartir con los más necesitados. 
La palabra de Dios también aconseja a todos a no trabajar solo por la comida de este mundo, sino a
esforzarnos también por conseguir el alimento que nos da la vida eterna. 
Aquí nos vamos a centrar en el tipo de riqueza y posesiones, más importantes aún si cabe decir que las cosas materiales, pero sin quitar la importancia que tienen estas últimas. 
La pobreza espiritual de la humanidad para con Dios es una evidencia. El Señor cuando creó al hombre le dio todo, en el sentido más completo e integral. Pero el hombre se arruinó desechando y apartando de si toda riqueza y posesión divina. 
Su pecado le condujo a la bancarrota moral y espiritual, a la separación de Dios y por tanto al alejamiento de la Vida. 
La crisis que vivimos en estos tiempos a nivel mundial y toda crisis vivida en la historia de la humanidad comenzaron en el huerto del Eden, en el momento en que el hombre desobedecio a Dios. 
Los hombres se hicieron malditos y por su causa toda la tierra fue maldita. 
Miserias, injusticias, guerras, enfermedades, catástrofes naturales y muerte, todo ello consecuencia del pecado, de la desobediencia y rebelión contra Dios. 
El pecado destituyó al ser humano de la gloria de Dios, el hombre fue desterrado y apartado de la vida espiritual y de la comunión con Dios. 

En este pasaje se nos dice lo que hizo Jesucristo a favor de la humanidad. 
Pero antes de entrar en lo que Jesús hizo quiero mencionar dos ejemplos que representan a la humanidad en su actitud hacia Dios y su menosprecio y rechazo a todo lo que le ha dado. 
En primer lugar tenemos al hijo pródigo, el cual exigió a su padre la herencia que por derecho le pertenecía. Con su padre lo tenía todo y podía disfrutar de toda riqueza viviendo bajo su techo. El se pensaría que independizado y haciendo cualquier cosa que se le antojase su vida hiba a ser más feliz. El no quería vivir bajo ninguna norma, ni quería tener a nadie por encima que le dijese como tenía que hacer las cosas. 
El padre respetando la decisión y libertad de su hijo le entregó lo que le correspondía de la herencia y este se marchó lejos. 
Lo que hizo el hijo fue malgastar todo lo que había recibido hasta quedar totalmente arruinado. 
El padre representa a Dios y el muchacho a sus criaturas, Dios es la fuente de toda vida y riqueza. En cuanto nos separamos de él y creemos que vamos a continuar ricos nos equivocamos rotundamente. La felicidad y el disfrute de las riquezas del Señor no están en las cosas en sí mismas o en los dones que el nos da, sino en la unión y relación con nuestro Padre celestial. 
El Señor nos creó para que siempre estuviésemos en comunión con Él. 

En secundo lugar está el que piensa que con las
riquezas materiales que el mundo le ofrece y cuánto más pueda conseguir de ellas estará completo, satisfecho y feliz. 
Tenemos a aquel hombre del que también nos habla Jesús, el cuál había prosperado mucho, pero el no estaba contento, quería más y más. Cuando había conseguido todo cuanto quería y pensó que ya estaba completo, Dios le hizo ver su necedad. 

Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
S. Lucas 12:20‭-‬21 RVR1960

Así que están las riquezas que podemos conseguir del mundo y las riquezas que solo Dios nos puede dar, que son espirituales. 

En apocalipsis encontramos lo que el Señor le dice a una de las iglesias, algo que viene al caso de lo que estamos tratando:

"Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo." 
Apocalipsis 3:17 RVR1960

Los creyentes de esta iglesia se consideraban ricos por poseer abundantes cosas mundo material, e incluso se consideraban ricos en lo moral y espiritual. Ellos estaban orgullosos del estatus que habían conseguido. Sin embargo el Señor les dice que la cosa no está bien con ellos, les dice que son unos pobres, miserables, ciegos y desnudos. 

El pensar que lo tenemos todo cuando nos falta lo más importante. Creer que todo va bien porque estamos acomodados y nos sentimos materialmente satisfechos y sin necesidad de nada más. El tener una opinión así poseyendo sólo las cosas del mundo es de ignorantes porque no se está tomando en cuenta ningún valor moral ni espiritual como pueden ser la fe, el amor, la obediencia a Dios y una buena comunión con Él. 

El problema del ser humano es existencial, aunque está vivo físicamente y en su alma, está muerto en el ámbito espiritual, por cuanto su relación con Dios no existe. El pecado ha provocado la muerte espiritual del hombre. 
"Porque la paga del pecado es muerte"
Romanos 6:23a RVR1960

La muerte espiritual es estar separados de Dios, que es la fuente de vida. 

Muchos hemos conocido la gracia de Dios y hemos experimentado el amor que Él a manifestado por medio de Jesucristo. Jesús siendo Dios y poseyendolo todo se hizo pobre, Él se despojó así mismo. El era rico en su preexistencia con el Padre, toda la creación le pertenecia a Él. Y el Señor lo dejó todo y renunció a ello para luego poder compartir con nosotros toda su herencia y hacernos ricos juntamente con Él. 
Es una paradoja, que Cristo siendo pobre nos enriqueciera a todos. 

La paga del pecado es muerte, pero la dádiva o regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Jesús nos da la vida abundante de Dios, vida eterna. 

Entonces ¿qué debemos hacer para obtener las riquezas de Dios? 
La biblia dice :
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
S. Mateo 6:19‭-‬21 RVR1960

Es necesario que vigilemos con cuidado donde enfocamos nuestro corazón. En aquello en lo que nos enfocamos es donde estará puesto nuestros intereses. 

En apocalipsis se nos dan unos consejos de cómo podemos obtener las riquezas de Dios. 

"Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo."
Apocalipsis 3:18‭-‬20 RVR1960

1°) Se nos aconseja adquirir fe, que es el oro del cielo. Jesús es el autor y el consumador de la fe. La fe la adquirimos por una elección personal, así que es necesario que tomemos la decisión de creer a Dios. Los que adquiren fe son ricos para con Dios. Así que tome su decisión voluntaria de creer a Dios. 
La fe viene por el oír de la palabra de Dios. Si podemos prestar atención a lo que Dios nos dice la fe nacera en nuestros corazones. 

2°) Se nos recomienda vestirnos o apropiarmos de la justicia Dios, que son las vestiduras blancas. Por muchas riquezas materiales que los hombres tengan sus vestidos son andrajosos, raidos y sucios. No existe boutique donde pueda vestirse de forma que agrade a Dios. Los hombres están desnudos ante Dios y contaminados con sus pecados. El único vestido aceptable para estar delante de Dios es vestirnos de Jesucristo.
Los vestidos que nosotros podamos confeccionar no sirven para cubrirnos ante Dios, así como no sirvieron las hojas de parra con las que intentaron cubrirse Adán y Eva. Sólo nos puede cubrir el vestido que Dios mismo nos ha dado, y ese es Jesucristo. Es la ropa de santidad y de justicia del hijo de Dios que fue sacrificado por nuestros pecados. 
 
"sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne" 
Romanos 13:14 RVR1960

3°) Se nos aconseja que hagamos uso del Espíritu para que podamos ver, discernir y entender las cosas de Dios, esto es el colirio o ungüento de Dios.
Cuando el Señor nos unge con su espíritu podemos ver y conocer nuestro estado o condición real delante de Él. 
El Espíritu Santo nos convence a todos de pecado y de qué debemos volvernos a Dios en arrepentimiento. 
El Espíritu nos convence de justicia, de que nuestra justicia propia no es suficiente para que Dios nos acepte. Nuestras obras o justicias son como trapos de inmundicia, dice la escritura. El Espíritu nos convence de que sólo por la justicia que es por la fe en Jesucristo podemos ser salvos. 
El Espíritu nos convence de juicio, es decir, de que Dios juzgará a todo el mundo y pagará a todos y cada uno según haya hecho en la vida. 
"Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio," 
Hebreos 9:27 RVR1960

4°) Se nos llama al
arrepentimiento, que es un cambio de mente, de actitud y de dirección. Para nadie es fácil reconocer sus errores y pedir perdón. Pero solo el arrepentimiento para con Dios nos puede hacer salir de la ruina espiritual. 
En el primer punto mencionamos la fe, tan importante como el arrepentimiento, los dos deben ir juntos. Arrepentirnos y creer son las dos condiciones que Dios a establecido para que seamos salvos. 

5°) Y por último se nos anima a tener una actitud abierta hacia el Señor para dar paso a una dimensión de comunión profunda con Él. Cada persona tiene en su mano la llave para abrir su corazón a Jesús. Es una elección personal, se trata de la decisión más importante que podamos tomar en la vida. Si accedemos a dar lugar a Jesús en nuestra vida Él entrará en ella y todo cambiará. Comenzaremos una relación significativa y profunda con Él, y Él nos mostrará cosas que jamás habíamos visto ni conocido. 

Pedro Jurado




jueves, 17 de mayo de 2018

SOBRE LOS PLANES DE DIOS

"Yo sé los planes que tengo para vosotros, planes para vuestro bienestar y no para vuestro mal, a fin de daros un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo."
JEREMÍAS 29:11 DHHE

"Al hombre le corresponde hacer planes y al Señor dirigirle los pasos."
PROVERBIOS 16:9 DHHE

"El hombre hace muchos planes, pero solo se realiza el propósito divino."
PROVERBIOS 19:21 DHHE

Nadie conoce en su totalidad los pensamientos o planes de Dios, ni tan siquiera una ínfima parte de ellos, pero de algo si podemos estar seguros, que él sí los tiene y que son buenos.

Damos gracias a Dios que tenemos su palabra escrita, por medio de la cual se nos revelan sus pensamientos y propósitos. 
En ella encontramos sus testimonios, sus mandamientos, sus promesas, sus hechos pasados, presentes y futuros.

"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;"
2 Pedro 1:19 RVR1960

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra."
2 Timoteo 3:16‭-‬17 RVR1960

Los planes de Dios los conocemos por las escrituras, por las palabras de Jesucristo y por la enseñanza de los apóstoles.

Pero todavía mucho mejor que eso es, que el Señor nos ha unido con sus planes y propositos en espíritu habiendo escrito su voluntad en nuestros corazones, y habiendonos sellado con el Espíritu Santo para que seamos guiados a toda la verdad.

"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra."
Ezequiel 36:26‭-‬27 RVR1960

En estos tiempos tan inciertos en que nos ha tocado vivir necesitamos asirnos de la palabra profética que Dios nos ha dado. Cuando la profecía es de Dios vamos a ser llevados a buscar más de él, a confiar en él y a descansar en su poder y en su amor.

La palabra que es de Dios no produce temor en nuestros corazones sino más bien fe y esperanza.
Dios tiene para todos y cada uno de los que creemos en él pensamientos de paz, planes de bienestar, propósitos de liberación, de perdón y de prosperidad.
Como pueblo e individuos tenemos diseñado de parte del Señor un plan estratégico perfecto. Lógicamente para que nos sea mostrado o revelado es necesario que estemos dispuestos a seguirlo.
Dios tiene para mí y para usted planes de bienestar ¡No es maravilloso! ¡Creamoslo!

"Los planes son del hombre; la palabra final la tiene el Señor.  Al hombre le parece bueno todo lo que hace, pero el Señor es quien juzga las intenciones.  Pon tus actos en las manos del Señor y tus planes se realizarán."
PROVERBIOS 16:1‭-‬3 DHHE

Está bien y es necesario que hagamos planes para alcanzar nuestras metas e intereses. Es responsabilidad de cada individuo organizar y planificar su vida en la medida de lo posible, según sus capacidades y recursos. Dios está de acuerdo, es su voluntad de que hagamos planes y tengamos proyectos. No necesitamos una palabra especifica de Dios ni una profecía o revelación para ponernos en marcha y hacer aquello que ya sabemos que es nuestra obligación y responsabilidad.

También es cierto que como creyentes nos conviene que presentemos en oración delante del Señor todos nuestros planes o proyectos para que él nos guíe.

Puede que pensemos que nuestras circunstancias actuales y las situaciones que vivimos no sean las mejores, Dios las conoce, él no las ignora. Siempre esperamos que las cosas cambien y vengan tiempos mejores, y eso es precisamente lo que Dios promete. El nos promete un futuro lleno de esperanza, pero también un presente con propósito y finalidad.

El tiempo presente que estamos viviendo con todo su contexto, circunstancias, pruebas y aflicciones son oportunidades que nos preparan para un futuro mejor. Si gestionamos bien nuestra vida presente y nuestras experiencias pasadas, podremos ser mejores personas y más felices. Conocer a Dios y tener fe en Él es esencial.

Una parte de los ciudadanos de Jerusalén se encontraban desterrados en Babilonia cautivos del rey Nabucodonosor, no estaban en su mejor momento. Ellos estaban bajo el juicio y castigo del Señor. Su conducta desobediente y su idolatría les había llevado a esa situación.
 
Aún así, Dios tenía un plan para su pueblo; el Señor estaba tratando con ellos en esas circunstancias de cautividad. Ellos podían elegir como vivir en el contexto en que Dios les había puesto. Ellos podían seguir creyendo a Dios o no, y podían reconocer su mano poderosa actuando sobre sus vidas y someterse a ella o no.

Por medio de Jeremías Dios les avisa de que tengan cuidado y no se dejen mover por los falsos profetas y sus profecías de rápido cumplimiento e instantánea y falsa prosperidad. Jeremías les dice que ellos deben aceptar el trato de Dios y mirar más allá de sus circunstancias. Los falsos profetas les dicen que huyan de su situación, que Dios no quiere esa prueba de sufrimiento para ellos. 
Pero Dios quiere que ellos se enfrenten con la realidad de sus circunstancias y las acepten con fe sabiendo que él está al control de todas las cosas.

Para salir airosos de toda situación debemos tomar siempre el lado de Dios. Esto no se trata de ser dogmáticos ni de creer que somos los únicos que tenemos la sana doctrina, ni de pensar que Dios sólo está por nosotros y por nadie más. Aunque es cierto lo que nos dice la escritura: "Si Dios es por nosotros, quién contra nosotros"

"El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama."
S. Lucas 11:23 RVR1960

Es posible que nuestro adversario el diablo tenga pensado el mal para nosotros, y que haya gente que nos aborrecan y nos maldigan, pero en los planes de Dios está bendecirnos y llevarnos a la prosperidad.

"Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Ésta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová."
Isaías 54:17 RVR1960

Para acertar a entender correctamente la voluntad y el plan de Dios es necesario que comprendamos que lo más importante no es lo que nosotros hacemos por Dios sino lo que el ha hecho por nosotros.

Nuestro interés principal debería ser conocer que ha hecho Dios por nosotros.

Toda nuestra vida depende de que conozcamos y recibamos la gracia y amor de Dios mostrados en su obra por Jesucristo y que nos es conferida por medio del Espíritu Santo.

Pero aún hay algo más importante que lo que el Señor ha hecho por todos y que lo que nosotros hacemos, primero se trata de conocer lo que Él es, y segundo la identidad que nos ha dado.

"Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado."
S.Juan 17:3 RVR1960

Necesitamos profundizar en conocer a Dios como Él es y en conocernos a nosotros mismos.

Para finalizar este escrito os dejo con las siguientes sugerencias para reflexionar:

En todo plan o proyecto de Dios hay un llamado, una salida o comienzo, un camino o desarrollo, y un fin o meta.
Dios llamó a su pueblo a salir de Egipto y les hizo atravesar el desierto, para finalmente introducirlos en Canaan.
La experiencia del pueblo de Dios es para nosotros los creyentes un ejemplo para la vida espiritual.

Dios tiene un plan de salvación y liberación, un plan de edificación, construcción o formación, y un propósito o plan final.

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.  En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria."
Efesios 1:3‭-‬14 RVR1960

"Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu."
Efesios 2:19‭-‬22 RVR1960

Observando estos pasajes podemos descubrir que hay un llamado, un proceso de edificación y un propósito final. Bendiciones.

Pedro Jurado