miércoles, 21 de diciembre de 2016

A LOS QUE QUIEREN ESTAR BAJO LA LEY

"Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley? Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre.  Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre. Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto; Porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido.  Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.  De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre."
Gálatas 4:21‭-‬31 RVR1960

¿Puede ser posible que halla creyentes que quieran estar bajo la ley? Algunos judíos convertidos al cristianismo enseñaban a los Gálatas, que era necesario que practicasen ciertas leyes establecidas por Moisés, si es que querían tener la bendición y salvación de Dios.

Hoy curiosamente, son algunos creyentes gentiles de occidente los que procuran convertirse al judaísmo, por que no creen que sea suficiente la salvación por la fe en Jesucristo. La fe sustituida por el temor y la inseguridad lleva a muchos a tratar de afianzarse en su salvación por medio de la observación de la ley. Parece que muchos creyentes no saben como administrar su libertad en Cristo y se sienten incomodos e inseguros, prefiriendo estar en esclavitud bajo leyes religiosas y normas de hombres.
Al parecer resulta más fácil, menos arriesgado y comprometedor seguir unas cuantas leyes y normas religiosas impuestas, que vivir por fe.

Sin duda alguna creo que el pueblo de Israel fue escogido por Dios para dar testimonio a todas las naciones del mundo y mostrar sus propositos para toda la humanidad. Creo que debemos estar agradecidos a Dios por su elección de ésta nación, sabiendo que de ella vino la salvación para toda la humanidad por medio del Mesías nuestro Señor.

Hoy día muchos creyentes se preocupan por averiguar si su apellido es de origen o descencencia judía. Algunos piensan que estar vinculados a la nación judía les aportará algún beneficio o bendición extra que no está incluida en la salvación por medio de Jesucristo. Nada está más lejos de la verdad.

Debemos amar y apreciar al pueblo de Israel, y debemos respetar sus costumbres y cultura. Aceptar el legado de las Escrituras y el evangelio de Jesucristo que hemos recibido a través de este pueblo departe de Dios es como mejor podemos honrarles.

No obstante, como cristianos no es necesario que practiquemos su cultura, costumbres ni rituales religiosos. La bendición de Dios es completa por medio de Jesucristo para todos los creyentes, no hay nada más que añadir.

Somos hijos de Dios por medio de la fe en Jesucristo, hijos de Abraham e hijos de la promesa. Somos ciudadanos de pleno derecho de la Jerusalen celestial, la nación libre. Los creyentes en Jesucristo somos judíos de pleno derecho por la fe.

"Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios."
Romanos 2:28‭-‬29 RVR1960

"pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa."
Gálatas 3:26‭-‬29 RVR1960

Se corre el peligro en la actualidad entre el pueblo evangélico de volver a prácticas y ritos judíos, que nada tienen que ver con la fe del evangelio de Jesucristo. Como en tiempos del apóstol Pablo, hoy también existen los judaizantes que predican la necesidad de practicar la ley, guardar las fiestas, y observar ciertos mandamientos en cuanto alimentos y purificación del cuerpo, con el fin de asegurar la salvación. Nada de todo eso tiene que ver con el nuevo pacto hecho por Jesucristo, firmado con su sangre en la cruz y ratificado por Dios en la resurrección.

La cosa raya la idolatría y la superstición cuando se piensa que una bandera del estado de Israel,  un símbolo como un candelabro o cualquier otro objeto que represente la cultura judía va añadir un valor espiritual extra o una unción especial al culto cristiano.

 "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren."
S.Juan 4:24 RVR1960

La adoración verdadera a Dios es en espíritu, necesidad y requisito tanto para los gentiles como para el pueblo judío.

"porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre."
Efesios 2:18 RVR1960

No hay un acceso a Dios diferente para cada pueblo, sólo hay un Dios y sólo un camino. Pero además, sólo hay un pueblo en Cristo formado por gentiles y por judíos.
Entendamos que la identidad nacional no es ningún requisito para acceder con más facilidad a Dios u obtener mejores bendiciones, lo siento por todos aquellos que lo hayan creído.

 "Ya no hay judío ni griego;...."

martes, 13 de diciembre de 2016

UNA ADVERTENCIA A LOS CREYENTES

De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
Gá. 5:4 RVR1960

Hay algo más desastroso y peligroso que caer en un determinado pecado o debilidad de la carne. Aún existe esperanza para los que están perdidos y viven bajo el poder del pecado e influencia del mundo, sean creyentes o incrédulos. Sin embargo la situación se complica para todos aquellos que rechazan la gracia de Dios provista por medio de Jesucristo.

La advertencia del apóstol es contra el peligro a caer de la gracia, es decir, a perder practicamente toda esperanza de salvación. Los que se precipitan de la gracia y se alejan de ella, se separan de Cristo y de una vida de fe. El asunto es muy grave, puesto que la vida cristiana depende totalmente de la unión del creyente con Cristo.
La ley al no ser de fe apela al esfuerzo humano con el propósito de que el hombre agrade a Dios por sí mismo.

Desligar del griego katargéo, estar (dejar) enteramente inmóvil (inútil), inutilizar, invalidar, abolir, deshacer, suprimir, acabar, dejar.

La rae: Desligar
1. Desatar, soltar las ligaduras.
2. Separar, independizar.

Centrar la vida cristiana en las obras, en la observancia del antiguo pacto e incluso en nuestras normas religiosas eclesiásticas nos hace independientes de Cristo. Los creyentes de Galacia que sin lugar a dudas habían tenido una experiencia espiritual autentica se extraviaron de la fe a una vida cristiana en la carne.

Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
Gálatas 3:2‭-‬3 RVR1960

Cuando el creyente se desvía de la gracia o cae de ella queda inutilizado por completo para una vida espiritual cristiana, dicho de otra manera, se ha extraviado de la fe, ha perdido la fe y por tanto su poder espiritual.

Es interesante conocer el sentido de caído=caer, del griego ekpipto, ser sacado del curso de uno( en nuestro caso ser sacado de Cristo), llegar a ser ineficiente, dejar de ser, fallar.

El estancamiento espiritual o inmobilidad proviene de un apartarnos de la obra de la gracia por medio de Jesucristo hacia nuestros propios recursos naturales y humanos. El no crecer y avanzar en todo lo que representa la obra de Dios sucede cuando nos separamos de la gracia de nuestro Señor Jesucristo y nos independizamos de Él.

lunes, 5 de diciembre de 2016

A LOS QUE HAN ABANDONADO LA FE DEL EVANGELIO

Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa.  Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea.
Gá. 5:7‭-‬10 RVR1960

Este pasaje me lleva a pensar en multitud de creyentes que se han desviado de la verdad del evangelio y se han apartado de la fe por causa del mal ejemplo y falsas doctrinas de dirigentes eclesiásticos.

He visto a muchísimos cristianos que corrían bien e incluso a algunos con los que he hecho junto a ellos un buen trecho del camino que abandonaron la carrera. Otros continuan entre el pelotón de multitud de creyentes, y siguen por inercia la avalancha de gente religiosa seguidoras de alguna denominación o predicador carismático.

Un gran numero de creyentes no quieren saber nada de la iglesia por las malas experiencias que han tenido con las congregaciones donde han pertenecido. Comprendo a todos estos, y me duele, y creo que se de lo que hablo, pues yo mismo he tenido experiencias religiosas decepcionantes con el liderazgo religioso.

El cristiano que desea permanecer en la carrera hasta llegar a la meta debe entender que la apostasía que traerían los falsos ministros religiosos, así como la injusticia, los abusos etc. está todo predicho en las escrituras. Falsos apóstoles,  falsos profetas, falsos maestros, doctrinas de hombres, abundante filosofía, control religioso, abusos, falsa prosperidad, son cosas que no deberían de sorprendernos.

Es muy importante que los creyentes aprendamos a reflexionar y desarrollar un criterio según la verdad y justicia del evangelio. Hay una verdad de la cual cada uno en particular es responsable ante Dios y no debería permitir que nadie le manipule para que renuncie a ella. Es la importancia y valor de su individualidad y relación personal con Dios, es su libertad de elección y la responsabilidad que ello conlleva.

Los creyentes se exponen continuamente a ser manipulados y abusados porque rehúsan a tomar las riendas de sus propias vidas; les resulta mas cómodo que el lider de turno decida por ellos. De eso la mayoría somos culpables en mayor o menor grado. Es necesario que los creyentes espabilen y entiendan que solo necesitan estar bajo el gobierno de Dios y el señorío de Jesucristo sin necesidad de sujetarse a doctrinas de hombres ni lideres 'ungidos', ni sistemas eclesiásticos con trazos legalistas y manipuladores.

martes, 29 de noviembre de 2016

ESTEMOS EN ALERTA

"Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;.......Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.......porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos. Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas."
2 Co. 11:3‭-‬4‭, ‬13‭, ‬19‭-‬20 RVR1960

Me ha llamado fuertemente la atención la lectura de este capítulo de corintios. El apóstol Pablo denuncia en él la práctica de los falsos apóstoles; es también, un retrato exacto de nuestros días, y delata a aquellos que se proclaman así mismos apóstoles de Cristo sin serlo en absoluto.

Pablo empieza diciendo, que como la serpiente engañó a Eva, estos falsos apóstoles seducen y engañan a la iglesia de Jesucristo. Expresa claramente en el capítulo que estos farsantes son ministros de satanás.

Ellos predican a otro Jesús, ofrecen otro espíritu y unción extraños, y predican otro evangelio. Muy especialmente estos falsos ministros apelan a las emociones, a los sentidos físicos y a las aspiraciones naturales y carnales del alma. Estimulan la avaricia, la codicia, y el éxito según los principios y valores del mundo.
Lo cierto es que los sentidos y orientación de infinidad de creyentes en nuestros días han sido confundidos y extraviados de su seguimiento a Cristo por esos falsos apóstoles.

Es interesante y muy aclaratorio considerar el significado del termino "extraviarse", del griego "fdseiro" languidecer o consumirse, agotarse o secarse, arruinarse (por cualquier proceso) por influencias de otros.

Los creyentes pierden su libertad, pierden el gozo de la vida cristiana, son explotados física y espiritualmente, son asaltados de continuo en su economía y sufren de anemia espiritual a causa de los abusos de obreros apostólicos, profetas, pastores, 'padres espirituales' y maestros fraudulentos.

¡Basta ya -iglesia de Cristo- de ser tolerantes con los falsos apóstoles! No vamos a ponernos a su altura, o mejor dicho a su bajeza moral y espiritual, ni los vamos a enfrentar con sus mismas armas, pero vamos a resistirlos como si fuesen demonios que quieren robarnos, destruirnos y matarnos, sometiendonos a Dios y no a ellos. Jesús no toleró ni por un momento a los falsos maestros y legalistas escribas y fariseos, los denunciaba y los enfrentaba con toda autoridad. Dejemos de estar bajo las directrices de esas estrellas errantes del espectáculo, porque de lo contrario sufriremos graves consecuencias espirituales y de todo índole moral y natural.

sábado, 24 de septiembre de 2016

JESUCRISTO ES EL MISMO

Hebreos 13:8 RVR1960
"Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos."

Jesús es el Señor del tiempo y del espacio. Es interesante notar en este pasaje que no se nos habla de un Jesús sobre el que pasa el tiempo, sino de un Jesús que está  o que habita en el tiempo sin que sufra cambios. El versículo no dice que Jesús sea el mismo que ayer, o que será el mismo mañana, sino que "es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos"  El pasado, el presente y el futuro están siempre delante de Él; dicho de otra manera, el Señor está presente y ahora en todos los tiempos.

Esto viene a significar que Jesús es el Dios soberano del pasado, del presente y del futuro. Suponiendo que actualmente estoy en él y le estoy creyendo, y si he depositado mi fe en la muerte y resurrección de Cristo toda mi vida desde que fui concebido está en sus manos. Los cambios no afectan a Jesucristo, pero Jesús si afecta toda mi existencia desde el instante en que me coloco en Él.

La inmutabilidad de Jesucristo si afecta mis tiempos y todos los resultados que estos puedan tener sobre mí.

Salmos 31:15a RVR1960 "En tu mano están mis tiempos"

En la medida en que nuestras experiencias pasadas de cualquier indole que sean nos afecten llevemoslas delante del Señor, Él puede intervenir, Dios se ha hecho cargo de todas nuestras preocupaciones pasadas, presentes y futuras.

Recoja todo su pasado, póngalo en Jesús, y mírelo a través de Él. Vea el amor, el poder y el perdón de la cruz. Traiga a la presencia del Señor toda experiencia preterita que le afecte, y su vida será sanada y restaurada.

El Señor tiene una respuesta para cada situación de nuestras vidas independientemente del tiempo en que sucedan los acontecimientos.

Dios puede obrar de tal manera por medio de su gracia que todo parezca que se ha reescrito nuevamente en nuestras vidas y venga a ser como un nuevo empezar.

Podemos reunir la totalidad de nuestra existencia y presentarla ante la eternidad de Jesucristo en un acto de fe, y comprobar como toda nuestra vida será impactada por su amor y su gracia.

Podemos hacer un montón con todos los recuerdos negativos y dolorosos del pasado, con los fracasos y derrotas, con los pecados y las malas decisiones, y ponerlos en la cruz de Jesucristo. Tome el presente con todas sus necesidades, las debilidades de su vida, sus circunstancias, sus anhelos y esperanzas y haga exactamente lo mismo. Con las preocupaciones por el futuro realizar la misma operación espiritual en un acto de fe, llevarlo todo a la cruz y dejarlo ahí, y proclamar que Jesús es el Señor de nuestra vida.

Es así como la eternidad de Jesucristo puede alcanzarnos y por medio de su vida abundante transformar toda nuestra existencia para siempre, unicamente a través del suceso ocurrido en la cruz.

Pedro Jurado

sábado, 30 de julio de 2016

EL CRECIMIENTO LO DA DIOS

Pensando en las expectativas que muchos creyentes tienen en sus líderes, llámense pastores, maestros, profetas o apóstoles, no dejo de pensar en lo frustrados que acabarán cuando no obtengan lo que esperaban.

Hay creyentes que se pasan la vida buscando el liderazgo más ungido o la Iglesia más avivada bajo los que poder estar.

El apóstol Pablo exhortó a los creyentes de Corinto para que ellos no fueran partidiarios de ningún obrero del Señor. En sus palabras deja claro el apóstol lo que es verdaderamente importante respecto a la obra y crecimiento en la vida espiritual.

"Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?  ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento."
1 Corintios 3:4‭-‬7 RVR1960

Los partidismos son el reflejo de una gran inmadurez espiritual; los que exaltan a los hombres y los idolatran son creyentes carnales. Los creyentes no necesitan tener ningún intermediario entre Dios y ellos para alcanzar una vida espiritual abundante y victoriosa. Es Dios mismo mediante la obra de su gracia en Jesucristo quien hace que los creyentes crezcan y alcancen toda su plenitud.

Es penoso ver a los cristianos corriendo detrás de lideres religiosos "exitosos" o buscando al "apóstol" de turno como si ellos fueran a darle lo que tanto necesitan y anhelan.

Son muchos los cristianos evangelicos que hoy día se dejan arrastrar por las modas religiosas, los parlanchines de turno, los seudo-profetas y seudo-apóstoles. Si reflexionasen un poquito y profundizasen en su propia vida espiritual se darían cuenta que lo único que están recibiendo de esas estrellas errantes es nada. Mejor dicho les están quitando todo, la libertad en Cristo, la oportunidad de crecer espiritualmente, les manipulan la conciencia, y les vacían sus bolsillos.

Creo en los ministerios que Dios ha dado a la iglesia para que los creyentes sean orientados hacia la madurez espiritual. Esos obreros, si de verdad son del Señor, lo van a orientar a usted hacia Cristo y su obra, no hacia sus propias personas y exitos aparentes. Los ministros de Dios capacitados están experimentados en la gracia, y su magisterio es en la gracia y dependencia absoluta de Dios. Le enseñarán a usted a depender de Dios y de su soberanía absoluta, le guiarán hacia la comprensión de la obra en la cruz y la profundización en su relación con el Señor. Ellos no le marcarán a fuego con su sello personal como si usted fuese una cabeza de su rebaño.

Quiero terminar esta reflexión haciendo una recomendación a los buscadores e inconformista, a los que desean lo mejor de Dios, a los que tienen hambre y sed espiritual. Si usted es creyente, nacido de nuevo, deje de buscar fuera en los hombres o en las iglesias lo que Dios le ha dado por su gracia. Dentro de usted, en su espíritu alma y cuerpo se encuentran todos los recursos y provisión de Dios para su vida. Tenemos este tesoro de la vida y abundancia de Dios que es Cristo en nuestro interior. Dediquese a descubrir lo que Dios le ha dado y acéptelo por fe, ore y medite en la verdad y realidad de lo que Dios ha hecho ya por usted. Deseche la ansiedad espiritual y apoyese completa y totalmente en la obra de la gracia por medio de Jesús.

Le recomiendo, desde luego, que se reuna con otros creyentes ya sea en un grupo pequeño o una congregación grande, pero no pierda nunca la perspectiva de lo que es verdaderamente importante, una relación profunda, individual e intransferible e insustituible con Dios.


lunes, 11 de julio de 2016

LA BUENA PARTE

Con relación al suceso ocurrido en casa de Marta y María, referente a la corrección que el Señor hace a una y la aprobación a otra. Creo que la intención de Jesús al reprobar a Marta iba más allá de hacerle un reproche por la ocupación y servicio en la que estaba envuelta, y con relación a María, el Señor establecía un principio de valor y orden espiritual.

El problema se presenta en que Marta estaba preocupada y atareada con muchos quehaceres. El Señor le hace ver que está afanada y turbada. No le reprocha lo que ella hacía, sino con qué actitud y disposición lo realizaba. Lo que hizo saltar la alarma era la tensión y ambiente que se creó en la casa, digamos que provocado por el nerviosismo de Marta, no por lo que ella hacía.

Sería un error interpretar que Jesús estaba haciendo una separación y contraposición entre una actividad espiritual y una secular o natural.

Es fácil caer en una interpretación religiosa en la que cargamos a los creyentes retándoles con la exigencia de que tienen que sacrificar o abandonar algo para gozar de la presencia de Dios en una comunión profunda con Él.

Si somos creyentes nacidos de nuevo, y nos hemos identificado con la Cruz de Cristo, nuestra prioridad es agradar a Dios porque le amamos. Nuestro avance y crecimiento espiritual está cien por ciento fundamentado en la obra de la gracia. Si somos guiados por el Espíritu estaremos en comunión ininterrumpida con el Señor y no viviremos bajo leyes y normas en la que nuestra carne se pueda vanagloriar.

Creo que lo que el Señor estaba estableciendo no era una prioridad de actividad sino más bien de principio de vida y de actitud. Lo más importante y prioritario en la vida de todo creyente debe ser su comunión con Dios. Pero no una relación con Dios que le aparte de la realidad del mundo y de las necesidades que tenemos nosotros y los que nos rodean.

Marta se indignó un poquito con María considerando que la situación era injusta porque su hermana no le ayudaba a servir. Los que son muy activos en el trabajo y servicio a Dios suelen criticar a los que no les apoyan y no son como ellos.

Abogo por los tiempos de soledad y los apartamientos y retiros para buscar a Dios, que pueden ser de mucha bendición y edificación. Sin embargo creo que los creyentes debemos aprender a estar en comunión constante con Dios y a estar en su presencia en medio de cualquier tarea que estemos realizando.

Ya sea que estemos cocinando, cuidando niños, haciendo las tareas de la casa, trabajando en la oficina, pintando, practicando deporte o realizando cualquier otra actividad podemos estar en comunión con Dios y con el corazón abierto para escuchar su voz.

Necesitamos ver y entender la vida como un todo, donde Dios está presente y es el eje central . Todos los creyentes tenemos la necesidad de aprender a orar sin cesar.

De modo que lo que entiendo y me parece que es conforme al espíritu y enseñanza de toda la escritura es, que servicio sí, trabajo sí, y cualquier otra tarea u ocupación honrrada sí, pero sin afanes, sin ansiedad o turbación alguna, sino con tranquilidad y fe, descansando en la gracia de Dios y disfrutando de la comunión con Él.

Reconozco la importancia de pasar tiempos a solas con Dios. Los creyentes no deberían privarse de estar a diario algún momento en oración, apartado de todo ruido y de toda otra actividad. La oración en  silencio, la meditación y la contemplación espiritual son muy necesarias para el espíritu y el alma de los creyentes.

Pero creo también que necesitamos aprender a vivir en la consciencia de la presencia de Dios en todo tiempo, circunstacia y actividad de nuestras vidas. Saber que Dios mora en nuestros corazones, que en Él vivimos, en Él nos movemos y en Él somos, y que nuestra comunión con Él no tiene por que interrumpirse.

No tenemos que perdernos la buena parte. El Señor nos promete que nunca nos será quitada ésta comunión íntima y profunda con Él; sin embargo, aun falta que muchos creyentes entren en esa dimensión de conunión con el Señor.

La oración no debe convertirse en algo que simplemente tenemos que hacer para cubrir nuestro expediente de cristiano o como si se tratase de un ejercicio religioso, obligación, o deber semejante a muchos otros que realizamos. La verdadera oración fluye de una relación de amor con el Señor, de nuestro afecto por Él y la apreciación y gratitud de todo cuánto es Él y cuánto ha hecho por nosotros.

La oración no es sólo apartarse de vez en cuando y encerrarse en una habitación, sino estar en comunión con Dios en todo momento y depender de él a todas horas.

Orar sin cesar debería ser el objetivo de todo cristiano; se empieza poniéndonos de rodilla en soledad, pero no es posible mantenerse en oración y comunión con Dios si no somos conscientes de su presencia continua en nuestro interior. Necesitamos aprender a encontrarnos con Dios en el santuario de nuestro ser, en lo profundo y secreto de nuestro corazón, en el espíritu.

sábado, 28 de mayo de 2016

DECRARANDO NUESTRA FE


"Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros."
2 Corintios 4:13-14 RVR1960

Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo."
S. Lucas 1:20 RVR1960

Hay momentos en los que experimentamos una mudez en nuestro testimonio, parereciera que no tenemos nada que decir, nos faltan palabras, motivos y razones para hablar. Creemos en el Señor y estamos convencidos de que somos salvos, sin embargo nos falta el empuje del Espíritu. Otras veces nos falta la ocasión u oportunidad, el momento o kayros de Dios. Puede ser también que no hallamos descubierto aún el medio de expresión o método con el cual nos sentimos identificados y comodos compartiendo nuestra fe.

Cuando el creyente comparte con otros su propio testimonio de fe, él es fortalecido y crece, experimenta una revitalización espirtual en su vida, y por otro lado contribuye al crecimiento y expansión del reino de Dios en aquellos  que lo escuchan.

Cuando hablamos de metodos de evangelizar es necesario que estemos abiertos a poder utilizar cualquier instrumento o medio que Dios ponga en nuestras manos, siempre que nos permita dar testimonio de forma natural, libre y siendo fiel al mensaje del evangelio.

Al hecho de dar testimonio o hacer participes a otros de nuestra fe debe preceder la experiencia de creer en la revelación de la palabra de Dios. Es necesario que seamos participantes de primera mano de la gracia del evangelio, y que estemos plenamente convencidos de su veracidad.

"Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual."
1 Corintios 2:12-13 RVR1960

Por el Espíritu sabemos todo lo que Dios nos ha concedido, es por Él que recibimos las revelaciones del Señor a nuestro propio espíritu.

No hablo únicamente de conocer la palabra escrita que se nos ha dado a través de la biblia como revelación cierta y guía de Dios, ni de lo que hemos estudiado en los libros, sino de la importancia de oir al Señor en el secreto de la oración, en la profundidad de nuestro espíritu,  recostados sobre su pecho en la confianza del Espíritu Santo.

"Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? ...............Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras."
Jeremías 23:18, 22 RVR1960

Muchas personas leen la biblia y la estudian, pero sin embargo no sacan de ella ningún provecho espiritual. Algunos se acercan al libro de Dios simplemente como un libro más de los que existen en todo el mundo; los más supersticiosos se acercan como si se tratase de un libro mágico, y son pocos los creyentes que tienen una interacción constante con la palabra y la experimentan, comprendiendo que estas son espíritu y son vida.

A pesar de que Dios se manifestara a Zacarias y le hablara mediante el arcángel Gabriel, él no creyó a Dios. La falta de fe le paralizó y mermó por completo su capacidad lingüística. Dios suele hablar con frecuencia, pero nosotros necesitamos escuchar y creer lo que nos dice. Lo que el Señor nos habla en secreto es necesario que lo proclamemos desde las azoteas.

"Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas."
S. Mateo 10:27 RVR1960

Hablar en la luz no solo se refiere al hecho de hacer manifiesto publicamente con palabras el mensaje que hemos recibido, sino que también hace referencia a nuestro testimonio, a ser coherentes con lo que decimos. De modo que hablar en la luz, es procamar la verdad desde nuestra vivencia y experiencia en ella, de manera que otros puedan ver nuestras obras y ser alumbrados.

Las azoteas hace referencia a los medios de comunicación existentes hoy día, y que podemos hacer uso de ellos para transmitir el mensaje del Evangelio. Curiosamente las azoteas están sembradas de antenas televisivas, de radio y de Internet por medio de las cuales tenemos comunicación con todo el mundo.

Las azoteas pueden perfectamente representar cualquier plataforma desde la cual podemos compartir el Evangelio. No deberíamos limitar la comunicación de las buenas nuevas a las maneras, formas y métodos tradicionales y que estén desfasados, y que por tanto no captan el interés de la gran mayoría de personas.

Cuando predicamos el evangelio debemos conectar con las necesidades espirituales y humanas de las personas. Debemos procurar no dar un mensaje triunfalista e irreal, si bien Jesús tiene respuestas a las preguntas y necesidades transcendentales de los hombres, nosotros como hombres no tenemos respuestas para todo.

Por lo general, el problema a la hora de comunicar el evangelio no es el método, la forma o el medio por el que lo hacemos aunque estos son importantes, sino con el contenido del mensaje. Barnizamos el mensaje con una capa de brillo que distorsiona la realidad de la experiencia humana; damos a entender que a los cristianos todo nos va bien y que todo es maravilloso. Parece que vivimos en el mundo de Yupi y no con los pies en la tierra.

Los cristianos vivimos una realidad espiritual maravillosa, cosa que no podemos ni debemos negar, pero a la hora de transmitir esa realidad espiritual no nos comunicamos de manera que nos entiendan. Ahí es donde justamente debemos concentrar nuestro esfuerzo y pedir a Dios sabiduría para dar un mensaje o testimonio inteligible.

Jesús no ocultaba sus necesidades ni dejaba de mostrar hasta cierto punto sus sentimientos. A la mujer samaritana le manifestó su sed y necesidad de beber, de manera que desde ese punto se entabló un diálogo entre ambos sobre temas transcendentales. En el huerto de Gesemaní le expresó a sus discípulos la gran tristeza que sentía a causa de la proximidad de su muerte en la cruz. En el templo se enojó con los mercaderes. A los fariseos llamó hipócritas, a los gobernantes zorras.. Ante la tumba de su amigo Lázaro lloró. Y por ninguna de las expresiones de sus sentimientos dejó de ser veraz ni perdió un gramo de autoridad. Antes al contrario, la gente reconoció en él más autoridad que la que poseían los escribas y los fariseos a pesar del estatus que tenían.

Pedro Jurado

jueves, 26 de mayo de 2016

FALSAS EXPECTATIVAS

A veces esperamos de los demás cosas que no pueden o no tienen por que darnos. Nos equivocamos cuando nos enfocamos excesivamente en las personas, porque nadie tiene la capacidad ni los recursos necesarios para satisfacer todas nuestras necesidades. Sería un error y una injusticia si exigieramos y obligaramos a otros a ser generosos con nosotros.

Los seres humanos tenemos necesidades que sólo pueden ser satisfechas por Dios. El ser felices y estar contentos es mas una actitud, y depende en gran parte de tener un propósito en la vida que vaya más allá de nuestras circunstancias, y que sea más grande que nuestras propias capacidades naturales y limitaciones, pero eso sólo viene de Dios. Ni el matrimonio, ni la familia, ni el trabajo, ni el dinero pueden dar satisfacción a nuestra necesidad moral y espiritual. La felicidad no es alcanzable considerando únicamente y teniendo en cuenta las relaciones personales, lo material y los aspectos sensuales e intelectuales de la vida, sino dándole a Dios el lugar que le corresponde en nuestras vidas.

Muchos se embarcan en el matrimonio con la idea de que sus problemas, necesidades y fantasías personales van a ser todas cubiertas por la otra persona que aman, no obstante esas son unas expectativas demasiado altas y una carga muy pesada que echamos sobre los demás.

Ahora bien, conocernos a nosotros mismos es un factor muy importante para una sana relación matrimonial, conocer nuestras fuerzas y nuestras debilidades, e igual de necesario e importante conocer lo más profundamente posible a nuestra pareja. Lógicamente el proceso del conocimiento de uno mismo y de nuestro cónyuge lleva su tiempo y esfuerzo, se requiere una buena dosis de paciencia, comprensión, empatía, reflexión y comunicación, entre otras cosas.

Cuando hay un verdadero amor en el matrimonio, muchas de las debilidades, carencias y defectos de caracter en nuestra pareja son minimizados o pasados por alto sin darles mayor importancia "el amor cubre multitud de errores"

Las falsas expectativas suelen ser la mayoría de las veces una proyección del exterior, pueden venir del cine o la televisión,  e incluso de una mentalidad excesivamente positivista y de falso éxito y prosperidad.

Hay quienes se casan esperando que su pareja cambie con el tiempo y sean más como ellos desean, cosa que no suele suceder. Por lo general ocurre lo contrario, cuando el amor inicial comienza a bajar de temperatura, pasados los dos o tres años de relación o matrimonio nos fijamos más en los defectos y carencias que en los aspectos positivos que nos unen. Tarde o temprano las mujeres descubren que su principe azul a cambiado de color, ya no es tan azul ni apuesto, más bien ahora se parece a un ogro o bruto villano de aspecto descuidado. Ellas dejan de ser princesas dulces y sonrrientes, se vuelven mandonas, manipuladoras, protestonas, cotillas y descuidadas en su aspecto.

Muchos caen en el error de forzar y obligar a su pareja a que cambie, pero esa es una actitud que no mejorará en nada al otro, sino más bien empeorará la situación. El chantaje y la manipulación no conseguirá que nuestra pareja mejore en su carácter o malas costumbres.

Antes de decirle a tu esposo o esposa un camión de verdades construye un puente de amor. Algo a tener en cuenta en cuanto al cambio en las personas y de nosotros mismos es, saber que la verdad y la gracia deben cooperar juntas para que las personas cambien profundamente. La verdad alumbra el entendimiento de las personas para que reconozcan sus errores, la gracia los capacita para cambiar. Necesitamos aprender a darle a Dios la oportunidad para que Él cambie las cosas que tengan que cambiar, pero muy especialmente en nosotros mismos antes que en el otro.

Los defectos, faltas o errores de nuestra pareja no deberían impedirnos amarle, sino más bien ayudarnos a comprenderla. La verdad debe ser planteada en nuestras relaciones con amor y comprensión no con actitudes y palabras sentenciosas e hirientes. La relación en el matrimonio sufre y se rompe cuando a toda costa queremos salvaguardar y mantener nuestra razón.  La imposición no es precisamente un buen método para fomentar la buena comunicación.

La mujer samaritana tenía una falsa expectativa de los hombres, ellos nunca pudierón calmar la sed de su alma ni satisfacer los anhelos de su corazón, a pesar de que se había casado cinco veces y que finalmente mantenía una relación ilícita con un hombre. Jesús le dijo que su sed no sería satisfecha por medio de esa agua, sino que solo Él le podría dar el agua de vida que satisfaría la sed de su alma y espíritu.

Poner toda nuestra esperanza de vida en una persona, una relación, un proyecto, un trabajo o cualquier otra cosa de este mundo es un error; es Dios quien debería ser el eje central de nuestra existencia. No digo que las cosas mencionadas anteriormente no sean importantes, son fundamentales, pero todas ellas deberían girar alrededor de una relación personal y bien fundamentada con Jesucristo si no queremos estar abocados al fracaso y quedar muy defraudados.

La vida es como un puzle donde cada pieza debe encajar en el lugar que le corresponde, si las colocamos en cualquier otro sitio abrá desorden y confusión, no alcanzaremos nuestro propósito de vida y ni mucho menos seremos felices.

sábado, 21 de mayo de 2016

PATERNALISMO ESPIRITUAL

"Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos."
S. Mateo 23:9 RVR1960


Los creyentes que han sido enseñados por un liderazgo autoritario y controlador suelen estar marcados y programados para ser dependientes toda su vida, se vuelven incapaces de vivir bajo la guía personal del Espíritu. El deseo de estar bajo la cobertura de un ministerio pastoral o llámese apostólico paternalista no me parece responsable ni sano para nuestro desarrollo espiritual. Todos necesitamos aprender a ser responsables en cada área de la vida, y a saber depender única y exclusivamente de Dios.

Tenemos un Padre que es Dios del cual siempre podemos estar seguros que seremos socorridos en toda necesidad y circunstancia. Las personas con ministerios, dones o liderazgo que Dios tiene en su iglesia no deberían usurpar el papel que solo corresponde a Dios.

La vida nos enseña y la biblia nos confirma que la cobertura paterna debe tener y tiene sus limitaciones tanto en el tiempo como en las circunstancias de toda criatura viviente.

Existen muchos abusos por parte de personas con actitudes excesivamente paternalistas, además de que pueden obstruir considerablente el desarroyo de los creyentes, pueden también ser causa de conflictos e inestabilidad en nuestras relaciones con otros y vida familiar.

Los padres tienen su función en el ámbito de la vida familiar, pero es de vital importancia que entiendan que los hijos se han de independizar de ellos para ser total y absolutamente responsables de sus propias vidas. La reponsabilidad de unos padres es la de preparar lo mejor posible a sus hijos para que lleguen a ser personas maduras, libres, responsables y autosuficientes, para cuando llegado el momento puedan cumplir por sí mismos con su propósito en la vida.

Querer retener a los hijos y ordenarle la vida permanentemente es una aberración. En la vida espiritual una actitud paternalista es contraproducente, y suele esconder un caracter manipulador y el deseo de sacar interés de la vida de los creyentes.

Los abusos espirituales lo llevan a cabo lideres religiosos con actitudes y maneras muy paternales y matriarcales, ellos creen tener el derecho de meterse en todos los asuntos de la vida de los creyentes, decirles lo que deben hacer y lo que no, donde vivir, con quién se deben casar, y sobre todo lo que tienen que hacer con su dinero y posesiones.

Los ministerios acaparadores y recolectores, que siempre andan buscando iglesias y creyentes que se pongan bajo sus cuidados y cobertura suelen ser un verdadero peligro. Buscan gloria, reconocimientos y dinero para sus fines, se meten en obras que no les corresponde a ellos, para usurparlas y despojarlas, y después cuando llega el conflicto huyen como pastores asalariados.

Los creyentes evangelicos siempre hemos estado en contra del papado católico,  sin embargo en la práctica aceptamos en nuestras congregaciones a multitud de papas espirituales, ésto es una contradicción.

Aunque es cierto que la biblia hace alusión a una cierta relación o responsabilidad paternal en la vida cristiana, ésta no debe llevarse a los extremos que se llevan, es decir, al punto de crear una dependencia malsana. Los hijos de Dios deben ser guiados por el Espíritu de Dios y no controlados por el lider de turno.

No nos dejemos llevar por doctrinas encubiertas por una seudoespiritualidad. Cuidado con los que enfatizan demasiado el concepto de autoridad, sumisión, liderazgo, cobertura espiritual etc. Por lo general son gente religiosa que esconden intereses particulares deshonestos. Huyamos de aquellos lideres que nos prometen resolver todos nuestros males, solucionar todo en nuestras vidas y guiarnos a experiencias de éxtasis espiritual, por lo general son manipualdores.

Algo muy importante y que ingente numero de creyentes no acaban de comprender, es que el crecimiento espiritual, las bendiciones de Dios y el experimentar una vida de resurrección poderosa, provienen de nuestro estar en Cristo y depender total y absolutamente de su gracia, no de oraciones de algún hombre ungido ni de ambientes externos, ni de reuniones espectaculares ni de condiciones y pactos impuestos por hombres. Solo de una experiencia interior y profunda vamos a obtener una plenitud y satisfación en nuestra vida cristiana; solo muriendo y resucitando en Cristo se puede avanzar en la vida espiritual.

Queridos lectores, por ahí se aconseja que debemos dejar salir al niño que llevamos dentro, sin embargo, en la vida espiritual eso es un error excepto en la humildad, sencillez y naturalidad que se manifiesta en los infantes que son dignas de imitar. El apóstol Pablo aconseja a los creyentes a que sean niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. El mismo apóstol nos exhorta a que no seamos niños llevados por todo viento de doctrinas extrañas. Los niños son inmaduros y carnales, son controlados por sus emociones, sentimientos y forma de pensar, son llevados y manipulados por hombres religiosos sensuales.

El creyente maduro entiente que todo lo que necesita proviene de Dios, y que su vida espiritual depente de su relación con Cristo que mora en su interior y la apropiación de todo lo que Jesús hizo por él.

Los creyentes hemos recibido el espíritu de adopción por el cual clamamos abba Padre, así que tenemos un solo Padre que es Dios, los hombres son todos hermanos. No esperemos de los hombres lo que solo nuestro Padre celestial puede darnos. No permitamos que nos convenzan de la falsa necesidad de un padre o maestro espiritual. Tenemos un maestro que es el Señor, y por su Espíritu Santo nos guía a toda la verdad.

Creamos en los ministerios y dones que el Señor a dado a la iglesia y reconozcamoslos, pero no consintamos que estos tomen el lugar que solo le corresponde a Dios y al Espíritu Santo, ni que usurpen la responsabilidad y capacidad que Dios ha dado a cada creyente de decidir por sí mismos.

miércoles, 11 de mayo de 2016

NADA HAY IMPOSIBLE PARA DIOS

"porque nada hay imposible para Dios."
S. Lucas 1:37 RVR1960

Este pasaje es necesario que lo entendamos dentro del contexto donde se encuentra, e interpretarlo en su sentido particular y concreto. Luego al meditarlo en su sentido general es necesario que lo veamos dentro del contexto de la voluntad general de Dios expresada en toda la escritura y aplicarlo a nuestra experiencia particular según la fe que tengamos.

No cabe duda de que para Dios no hay nada imposible, sin embargo debemos tener cuidado a la hora de interpretar esta gran verdad, en el sentido de que Él no va a satisfacer todas nuestras ocurrencias, demandas y cosas que le pidamos. Que para Dios todo es posible solo puede significar que hará aquello que esté dentro de su voluntad y que forme parte de sus planes en su infinita sabiduría y bondad.

Existe mucho fanatismo a la hora de interpretar el atributo de que Dios es Todopoderoso, queremos utilizarlo como si fuese el genio de la lámpara mágica.

Una fe supersticiosa, fetichera y mágica no tiene nada que ver con una fe sólidamente fundamentada en la verdad de Dios.

Ante todo debemos comprender que Dios es Soberano Señor, y que Él hace todas las cosas según el designio de su voluntad. Pedir con fe y esperar todo aquello que es según su voluntad es fundamental para que nos sea concedido; sin embargo no es tan simple o fácil discernir la voluntad de Dios. Nos cuesta captar cuál es la voluntad de Dios en un determinado momento, circunstancia o necesidad. No todo está claramente especificado en las escrituras, aunque hay muchas cosas que sí. Debemos tener cuidado de no interpretar la biblia entendiendo que Dios va a repetir las mismas cosas del pasado. Dios puede seguir siendo el mismo, sin embargo su trato y actuación varía en el tiempo, las circunstancias e historia de los hombres.

Hay quienes quieren convertir la iglesia de Dios en un circo o espectáculo en la cuál puede suceder de todo porque tenemos un Dios Todopoderoso, son los payasos de turno que nada más buscan protagonismo y dinero. Llevar la fe hasta un fanatismo emocional es una herejía muy dañina, como igualmente de dañino es un cristianismo intelectual frio y escéptico. Tan carnales son los creyentes controlados por sus emociones y sentimientos, como aquellos que son gobernados por su propia mente y pensamientos.

Podemos esperar milagros de parte de Dios, pero si Él no los realiza en nuestro caso particular, entonces Él nos proveerá sin lugar a dudas la gracia necesaria para sobrellevar nuestra situación,  ya sea una enfermedad, crisis, conflicto o necesidad. Si hemos orado con fe debemos descansar en la voluntad y soberanía de Dios dando gracias. Si Él no realiza exactamente lo que le hemos pedido no debemos pensar que no hemos orado con fe o que es por causa de algún pecado. Dios convierte por medio de su gracia todas nuestras necesidades, nuestras adversidades y nuestros sufrimientos en plataformas para nuestro crecimiento y madurez espiritual.

No nos decepcionemos si Dios no responde especificamente como esperamos, sino descubramos la provisión que nos ha concedido mediante su gracia. La respuesta de Dios se encuentra en el tesoro que ha depositado en nuestro interior.

"Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.  Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos."
2 Corintios 4:6‭-‬10 RVR1960

La respuesta a nuestra necesidad se encuentra en la manifestación de la vida de Jesús desde nuestro interior. Es la vida de Dios Zóe dentro de nuestro ser la provisión para nuestras incapacidades, debilidades, aflicciones, así como para cualquier circunstancia adversa que nos hace sufrir.

¿Dejaremos de orar a Dios para que haga las cosas que son imposible para nosotros y para otros? Rotundamente no ¡esperemos grandes cosas de Dios! "Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá"

Pero no nos engañemos a nosotros mismos ni engañemos a nadie con una fe fingida, presuntuosa y vanidosa. Seamos honesto y humildes, y aceptemos que no tenemos respuestas ni solución para todo, seremos más felices y haremos más dichosos a otros.
No reprochemos a nadie su falta de fe ni los condenemos haciendoles pensar que están malditos, con toda seguridad nos estemos equivocando. No impongamos normas, pactos, leyes y ofrendas para obtener las bendiciones de Dios, esas son cosas de hombres.

Pedro Jurado Rodriguez



domingo, 8 de mayo de 2016

NO ESTAMOS BAJO LA LEY , SINO BAJO LA GRACIA



TRANSFORMAOS PARA VENCER

"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobeis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta..
Romanos 12:1-2


lunes, 11 de abril de 2016

RESUCITADOS CON CRISTO

"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.  Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.  Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,"
Colosenses 3:1-6 RVR1960

El tema del que trata estos pasajes es demasiado importante como para no reflexionar seriamente sobre ellos, procurando hacer una interpretación ajustada al contexto donde se encuentra. Es importante, porque en ello nos va el experimentar o no la verdad de Dios en nuestra vida cristiana. La gracia de Dios opera conjuntamente con la verdad del Evangelio; basta con entender erróneamente el sentido espiritual del texto para perdernos la bendición.

Con frecuencia, cuando se habla de estos versículos se suele hacer énfasis en las indicaciones imperativas que hace el apóstol Pablo como: "buscad las cosas de arriba" " poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra" "haced morir lo terrenal en vosotros...."

Parece que olvidamos con facilidad que nadie puede obedecer el más pequeño mandato o ley de Dios y agradarle sin haber participado antes de la gracia de Dios manifestada en el calvario mediante Jesucristo. Recordemos que en el antiguo pacto los hombres vivían bajo unas leyes y ordenanzas que ellos tenían que obedecer sí o sí, y ante esa imposibilidad de los hombres a agradar a Dios por la ley es que Dios envió a su Hijo Jesucristo. No podemos experimentar la gracia de Dios en el nuevo pacto si tratamos de entenderlo bajo el paradigma de las del antiguo pacto.

De la misma manera, es imposible buscar las cosas de arriba y hacer morir lo terrenal en nosotros si primeramente no hemos sido hechos participantes de la naturaleza divina.

Antes de estos escritos del apóstol Pablo Jesús ya había declarado que "el que no naciere de nuevo no puede ver el Reino de Dios". Muchos no pueden discernir las maravillas del Reino de Dios porque aún no son nuevas criaturas en Cristo, no tienen ojos espirituales, ni aún están capacitados para contemplar las cosas de Dios que se han de discernir espiritualmente.

Cuando se habla de hacer morir lo terrenal, la mayoría entiende que han de vivir una vida sacrificada, de constante flagelación, de privación, y anulación propia. Y todo esto parecería muy cristiano y espiritual, sin embargo ninguna de estas actitudes tiene efectos contra los apetitos, deseos y pasiones de la carne.

La vida cristiana no es una filosofía de comportamiento asceta que muchos religiosos y personas de diferentes creencias practican y predican.

El apóstol Pablo explicó la diferencia entre vida cristiana y vida basada en esfuerzos meramente humanos y religiosos.

"Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne."
Colosenses 2:20-23 RVR1960

Estos comportamientos exaltan el ego y justicia propia del hombre, y les hace aparentar muy religiosos y espirituales, sin embargo son prácticas inútiles e inservibles en la vida espiritual cristiana. Estas son las cosas que hacen aquellos que no han entendido aún la vida cristiana, porque ellos no se han identificado aún con la muerte y resurrección de Jesús. Son los rudimentos del mundo, de la humanidad, basados en esfuerzos carnales y de negación sacrificada.

Ahora bien, el creyente que entiende y acepta que ha muerto juntamente con Cristo no necesita estar en estas prácticas religiosas aparentes. "Pues si habéis muerto en Cristo" aquí no se está hablando de una posibilidad, sino de un hecho realizado ya, y que ocurrió en el momento en que Jesús murió en la Cruz. Muchos creyentes sólo han creído que Jesús murió por ellos, pero aún no han aceptado la realidad de que ellos también han muerto, y que la vieja naturaleza pecaminosa no tiene ya ningún poder sobre ellos.

"Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;"
2 Corintios 5:14 RVR1960

Los creyentes en Cristo han muerto todos, sólo que muchos aún no lo saben, y como no lo saben no lo creen, y si no lo creen es imposible que lo experimenten.

En la carta a los Romanos Pablo nos habla de la importancia de saber, es decir de tener por cierto el hecho de nuestra muerte ocurrida en tiempo pasado.

"sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado."
Romanos 6:6 RVR1960

Todo creyente necesita apropiarse esta verdad mediante la oración y la confesión de fe, de la misma manera que cuando aceptó a Cristo como Salvador. En este caso para recibir completa liberación del poder del pecado y del viejo hombre mediante la cruz de Cristo.

Lo que Pablo quiere decir es que, porque hemos muerto y resucitado con Cristo, es que podemos buscar las cosas de arriba, poner la mira en ellas, y hacer morir lo terrenal en nosotros. Es una consecuencia, un resultado de la obra de Cristo hecha a nuestro favor, es por gracia ¡Gloria al Señor!

Haber resucitado con Cristo es estar en unión espiritual con Él, sentado en los lugares celestiales junto a Él. Por medio del poder del Espíritu Santo que resucitó a Cristo también somos nosotros resucitados y colocados en una posición privilegiada delante del Señor.

Estando resucitados ya no resulta complicado buscar las cosas de Dios y agradarle.

"y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús."
Efesios 2:6-7 RVR1960

Es estando en esta posición de sentados con Cristo que podremos experimentar las abundantes riquezas de su gracia. Necesitamos creer esto; entendamos que son hechos realizados por Dios en el ámbito espiritual, son realidades ocurridas y efectuadas en el Reino de Dios.

sábado, 9 de abril de 2016

RENACER A UNA ESPERANZA VIVA

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
1 Pedro 1:3 RVR1960

Un mensaje para los que han perdido toda esperanza e ilusión en la vida; para aquellos a los que por las inclemencias de los tiempos sociales, morales, políticos,  económicos y familiares en que vivimos se encuentran hundidos y desesperanzados.

Muchos que viven se sienten como muertos, se encuentran en una oscuridad profunda y en desesperación. Debido a los problemas y circunstancias personales que experimentan no alcanzan a amar la vida que tienen ni son capaces de disfrutar de multitud de cosas que están al alcance de su mano. Muchas personas no están contentas con lo que tienen, y viven amargados deseando más, son incapaces de apreciar y disfrutar lo poco o lo mucho que Dios les ha dado anhelando tener lo que otros poseen.

Ahora bien, debemos entender que no vamos a ser felices dandole la espalda a Dios, en desobediencia a su voluntad, viviendo en pecado, yendo contra nuestra propia conciencia y siendo injustos con los demás. Una ley inquebrantable es, que todo el mundo recogerá lo que siembra. Si usted y yo queremos amar la vida, disfrutando de paz, alegría y amor, es necesario que aborrezcamos todo mal.

"Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;  Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala."
1 Pedro 3:10-11 RVR1960


A los que piensan que lo han perdido todo y no les queda nada, les digo que hay una esperanza que aún queda viva, y que no muere nunca, la esperanza de una vida en Cristo. Es una esperanza en cosas que son  hechas nuevas; es la esperanza en lo inamovible, en lo espiritual y eterno.

"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.  Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria."
Colosenses 3:1-4 RVR1960

Para muchas personas es muy difícil hacer lo que el apóstol Pablo dice en este pasaje, incluso para multitud de creyentes, "Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra". Pareciera que algunos tienen un peso o yugo sobre sus cuellos que solo les permite mirar hacia el suelo, son incapaces de levantar sus ojos hacia arriba. Sencillamente, ellos no han echado mano de la vida de Dios por medio de Jesucristo. Puede que hallan adquirido una idea o creencia de segunda mano, pero no han abrazado en absoluto la vida espiritual ni han entendido como ésta funciona.

Una vida colmada de esperanza es una vida que se renueva día a día, es una vida resucitada, es vida nueva en todos los aspectos relevantes.

El versículo que encabeza este escrito relaciona la esperanza de vida con la resurrección de Jesucristo. Por la resurrección de Jesús somos renacidos, nacidos de nuevo, regenerados por el poder del Espíritu Santo. Debemos entender que para que nos alcance plenamente la obra de Jesús es necesario que nos impliquemos e identifiquemos por medio de la fe en toda ella.

Para que la resurrección de Cristo sea efectiva en nuestras vidas es necesario que pasemos primero por la identificación con su muerte en la cruz. Necesitamos aplicarnos por fe la crucifixión de Cristo comprendiendo y aceptanto que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él, una realidad y hecho histórico en el cual todos los creyentes hemos sido incluidos.

"sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado."
Romanos 6:6 RVR1960

Aceptando el hecho de nuestra muerte conjunta con Cristo y considerandonos muertos al pecado la gracia de Dios encuentra via libre y poderosa para liberarnos de forma práctica de toda maldad, del pecado e injusticia de la carne.

La esperanza viva que Dios nos ofrece no es para el viejo hombre, sino para la nueva creación en Cristo Jesús; el viejo hombre y todo lo que pertenece a él debe ser muerto en la cruz de Cristo y enterrado, pero no en un futuro próximo o lejano, sino creído y aceptado como un hecho pasado y experimentado en nuestro presente continuo.

Para los que han muerto y resucitado en Cristo su vida está escondida en el Señor, la tienen por descubrir día a día por fe, en su unión y comunión con Él.

lunes, 14 de marzo de 2016

GRACIA LIBERADORA

Tit.2.11-14.RVR1960
"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras."

La derrota continuada de ingente numero de creyentes que son sinceros, y que a pesar de los efuerzos que hacen para alejarse del pecado no lo consiguen, es debido a la falta de luz y madurez espiritual. Muchos oran, leen sus biblias y asisten a todas las reuniones posibles, pero no alcanzan la victoria sobre sus pecados y debilidades. Los pastores y lideres interceden por estos creyentes y les dan los mejores consejos del mundo, pero aún así no llega a producirse en ellos el tan anhelado cambio.

Para experimentar un arrepentimiento transformador en nuestras vidas necesitamos el obrar de la gracia de Dios a través de la obra consumada de Jesucristo. Pero no solo es suficiente un entendimiento mental de la obra de la cruz, sino que nos hace falta un conocimiento por medio del Espíritu de Dios a nuestro espíritu.

Hay creyentes que viven en un circulo vicioso de pecado y arrepentimiento, sencillamente porque no han comprendido lo que Cristo ha hecho para que sean libres. Es necesario predicar el arrepentimiento, pero es aún mucho más necesario y efectivo enseñar cómo ser libres de las ataduras del pecado.

Creo que es insuficiente predicar la gracia de Dios exclusiva y unicamente para el perdón de los pecados, hay que enseñar el evangelio completo, que también nos habla de cómo ser libres del poder del pecado. La gracia de Dios se ha manifestado por medio de Jesucristo para darnos una completa salvación.

No sería correcto proclamar el evangelio del perdón gratuito para que la gente sea salva, y luego hablarles de un evangelio de obras y esfuerzos para conservar su salvación. Introducimos a las personas en nuestras iglesias por medio de un mensaje de amor y perdón, con una gran sonrrisa y una amplia bien venida, para seguidamente cargarlos con un montón de normas  a cumplir, ya sean divinas o humanas.

El mensaje del evangelio de salvación apela a la fe en la gracia de Dios, y este mensaje no puede cambiar a mitad de camino, sino que las mismas condiciones siguen vigentes hasta el final de nuestras vidas y de los tiempos. Muchos hemos empezado la vida cristiana por fe, pero queremos continuarla y acabarla mediante un gran esfuerzo en las obras.

Nadie puede ofrecer lo que no tiene, y eso es también muy cierto respecto a la verdad del evangelio. No podemos enseñar a otros de una vida cristiana en victoria sobre el pecado si nosotros mismos no la estamos experimentando. Cómo pueden vivir los creyentes en victoria sobre el pecado y sus debilidades si solo les decimos que sus pecados han sido perdonados, y no les instruimos en la verdad de una identificación con la muerte te Cristo.

Necesitamos comprender que hemos muerto al pecado mediante la cruz de Cristo. El viejo hombre ha sido crucificado juntamente con Cristo, y el cuerpo de pecado ha sido destruido, para que ya no seamos dominados por el pecado.

La obra de la cruz es liberadora, y su mensaje es poderoso y transformador cuando lo creemos y recibimos en toda su plenitud. El problema es que muchos entienden y reciben solo a medias la obra del calvario. Aceptan la salvación y reciben el perdón de sus pecados, pero aparte de eso sus vidas parece que siguen intactas, son dominados por su naturaleza pecaminosa, por la carne y el viejo hombre.

Existe una ruta segura que Dios ha establecido para que seamos liberados de la tiranía del viejo hombre, de la carne y del poder del pecado, y cuanto antes la aprendamos más rápido avanzaremos hacia una madurez espiritual y plenitud de vida en Cristo.

La sangre de Jesucristo limpia nuestros pecados, pero es la cruz de Jesucristo que neutraliza al viejo hombre. Entender y aceptar el hecho de nuestra propia muerte en la obra del calvario es fundamental para poder avanzar en la vida espiritual. Pero es una realidad que esta doctrina muchos creyentes no la han comprendido correctamente, y se inclinan a pensar que deben vivir una vida ascética de renuncias y sacrificios constantes, sin disfrutar nada en absoluto de lo que les ofrece la vida dentro del orden de Dios

Col.2.20-23
"Si habéis muerto con Cristo a los principios elementales del mundo, ¿por qué, como si aún vivierais en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: no manipules, no gustes, no toques (todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso), según los preceptos y enseñanzas de los hombres? Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana, en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo, pero carecen de valor alguno contra los apetitos de la carne."

La vida cristiana no es una filosofía o religión nacida de los hombres, es la misma vida de Dios que se nos transmite por medio del Espíritu Santo. La vida cristiana no es siquiera la observancia de la ley de Dios que fue escrita en tablas de piedra y rollos de pergamino, sino el mismo Espíritu de Dios morando en nuestro interior y produciendo las obras y frutos que agradan al Señor.

No es la ley, las normas, los mandamientos ni los estatutos divinos ni humanos que nos libran del poder del pecado, sino la nueva ley del Espíritu de vida en Jesucristo.

Rom.8.2-4.RVR1960
"Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu."

Observo a creyentes obsesionados con un estándar idealizado de la vida cristiana, que no deja de ser nada mas que un conjunto de normas que se han impuesto ellos mismos o que les han mandado otros, nada diferente a cualquier religión de las existentes en el mundo.

La vida cristiana es comunión con el Padre y con El Hijo por medio del Espíritu Santo. Nuestra experiencia espiritual es plena cuando permanecemos en Cristo y en una entrega y sujeción completa al Espíritu y la palabra de Dios.

El Señor ha grabado sus mandamientos y leyes en nuestros corazones, y tenemos al Espíritu Santo para guiarnos a toda la verdad. Debemos creer en esta obra de la gracia de Dios y vivir por fe, sabiendo que nos han sido dados todos los recursos necesarios para vivir una vida cristiana victoriosa.

Al hilo de este artículo recomiendo la lectura de otros en este mismo blog "Ningún pecado se enseñoree de mí" y "Muertos al pecado"

miércoles, 9 de marzo de 2016

SANIDAD Y LIBERACIÓN INTERIOR

Leamos un pasaje en el que se nos muestra cuál era el ministerio de Jesús, y el que aún sigue siendo hoy en nuestra actualidad por medio del Espíritu Santo y a través de la iglesia.

S. Lucas 4:18-19 RVR1960
"El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;  A predicar el año agradable del Señor."

Pobreza en muchos sentidos, quebranto y aflicción, cautividad física,  moral, emocional, mental y espiritual, ceguera, tinieblas y ofuscación, confusión, opresión, culpa y depresión; éstas son muchas de las condiciones del ser  humano y de las cosas que experimenta en su vida. Nadie está exento a ellas, ni libre de tener algunas, todo ser humano es vulnerable a las mismas.

Ante todo y sobre todo la voluntad de Dios es que todos los hombres y mujeres que habitan el mundo sean salvos, es decir, que vengan a formar parte del reino espiritual del Señor y reciban la vida eterna. Para que eso sea posible cada persona debe nacer de nuevo del Espíritu,  hecho que sucede cuando creemos en Jesucristo, en su identidad de Hijo de Dios, en su obra realizada en el calvario, y nos arrepentimos de todos nuestros pecados.

Ahora bien, la experiencia cristiana es mucho más que creer que iremos al cielo. La palabra del evangelio produce cambios profundos y significativos en las vidas. La obra de Cristo es para sanidad, liberación, victoria sobre el pecado y sobre la injusticia, así como para que seamos restaurados espiritual, mental y emocionalmente.

Dios realiza su preciosa obra de restauración y sanidad interior por medio del Espíritu Santo que él nos ha dado, por su palabra verdadera que nos es revelada, el arrepentimiento, la oración de fe y el perdón. Éstos son básicamente los instrumentos y medios que el Señor nos ha concedido para restaurarnos, sin dejar de mencionar que Dios va a utilizar personas que conocen bien estos medios para guiarnos en el camino.

No obstante, cualquier creyente, por muy nuevo que sea, podrá aprender a hacer uso de estas herramientas espirituales que el Señor a entregado a todos. Estos instrumentos y el método que emplea el Espíritu Santo para restaurar, sanar y liberar, no es monopolio de ningún profesional religioso ni seglar. La sanidad es el pan de los hijos de Dios, es parte de la herencia que tenemos en Cristo Jesús mediante su obra y sus promesas. Son cosas que nos fueron entregadas por gracia, y a las que tenemos acceso mediante la fe.

Todo hombre y mujer necesitan ser restaurados espiritualmente, y en alguna medida todos necesitan también sanidad y liberación emocional y mental para ser felices y que puedan desarrollarse en plenitud.

La sanidad y restauración del alma y del espíritu es realizada por la gracia de Dios. Él va a utilizar a personas que están en la gracia para ministrar a otros en estas necesidades. Difícilmente, alguien que no está experimentando la gracia podrá restaurar a otras personas.

Algunos que intentan ayudar a otros sin haber ellos mismos experimentado el amor y la gracia de Dios hacen más daño que otra cosa.

Creo que Dios ha provisto todo lo necesario mediante la obra de Jesucristo, para que a través de ello podamos ser restaurados íntegramente. No obstante, debemos estar dispuestos a aceptar sus condiciones y obedecerle; se hace necesaria una mínima colaboración de nuestra parte para que dicha restauración llegue a ser una realidad en nuestra experiencia.

Observen un pasaje en el libro del profeta Isaías en el que se señala la globalidad de la enfermedad y sufrimiento humano.

Isaías 1:5-6 RVR1960
"¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite."

Dios está hablando en este capítulo al pueblo escogido de Israel, a quienes por su rebeliones, desobediencia y pecado a enviado sus juicios. De manera que todo sufrimiento, enfermedad y desolación es atraído por la propia injusticia y pecado del ser humano. Esto es así a escala global; el trato de Dios con el pueblo de Israel es solo una representación de como el actúa con todas las naciones e individuos.

Metafóricamente la visión profética de Isaías señala el padecimiento espiritual, social y moral del pueblo a causa de sus pecados, así como sus efectos físicos,  mentales y emocionales. Hay graves consecuencias derivadas de dar la espalda a Dios y revelarnos contra su voluntad.

Ahora bien, no todo sufrimiento, carencia y enfermedad es el resultado de nuestro propio pecado, ni del pecado de otros que nos ha afectado. Sino que hay excepciones; Dios tiene en su soberana voluntad un propósito superior y particular en su trato con cada individuo, que a su tiempo Él revelará.

S.Juan 9:1-3 RVR1960
"Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él."

Como bien dicen las escrituras en otro lugar:

Romanos 8:28 RVR1960
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."

La obra de Dios se perfecciona en los creyentes por medio de muchas cosas que Él permite que les sucedan, son pruebas que les fortalece la fe, les madura el carácter y les hace más fuertes.

La gracia de Dios está a disposición de todo creyente para que por medio de la fe echen mano de ella y se apropien de los recursos espirituales provistos por Él. Cuando en la necesidad depositamos nuestra  confianza en la gracia de Dios nos será suplido todo cuanto nos hace falta.

Le quiero exponer algunos pasos específicos que le serán de ayuda para recibir sanidad interior, restauración y liberación.

En primer lugar, es necesario que queramos estar sanos. ¿Quiere usted ser sanado? . Una respuesta positiva a ésta pregunta es fundamental. Una observación superficial nos puede hacer pensar que todo el mundo quiere restaurarse y estar sano. Pero la verdad es que hay personas que no quieren abandonar su estado de postración en su dolencia o necesidad.

Algunos no desean abandonar su estado de comodidad, prefieren seguir dependiendo de los demás. Que  les lleven y traigan de un lado para otro, es más fácil. Están acostumbrados a que los demás decidan por ellos.

Otros quieren seguir siendo el centro de atención toda la vida, y utilizan su enfermedad para manipular a todos los que le rodean. Estar sanos les supondría dejar de ser el centro de interés y de conmiseración de cuantos les rodean.

En segundo lugar, es necesario que nos expongamos a la luz de la verdad de la palabra Dios; es por medio de ella que recibiremos sanidad y liberación. Hay una verdad específica que es la que cada individuo necesita oír y conocer, y ésta puede llegarnos por medio de la lectura y meditación personal de las escrituras o a través de otra persona, pero siempre es obra del Espíritu Santo.

Muchas veces la verdad no hace referencia a una escritura bíblica concreta, sino que es la exposición o aclaración, el reconocimiento y comprensión de un determinado problema que tenemos. Sea reconocer nuestra necesidad, el conflicto que tenemos o el origen y causa de nuestros males.

Reconocer, comprender y aceptar nuestras propias emociones y sentimientos es ya un paso importante para alcanzar nuestra sanidad integral.

En tercer lugar, asuma su parte de responsabilidad por sus actos pecaminosos, negligencia, y malas decisiones. Las cosas no se resuelven culpando a los demás y escapando nosotros de rositas.

En cuarto lugar, abra su corazón delante de Dios y de algún creyente maduro que usted respete. Exprese su dolor, y averigüe cuál es la naturaleza y origen de sus problemas. Usted debe reconocer también que ha ofendido y tratado injustamente a otros.

En quinto lugar, perdone a todos cuantos le han ofendido, maltratado, tratado injustamente y abusado de usted.

En sexto lugar, permita que en la presencia de Dios orando, el Espíritu Santo lo envuelva y haga su obra de sanidad y restauración. Él es el consolador, y el que alcanzará en nuestras vidas áreas que ningún hombre siquiera puede rozar para ayudarnos.

Romanos 8:26-27 RVR1960
"Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos."

jueves, 3 de marzo de 2016

ABUSOS EN LA IGLESIA DEL SEÑOR

2Co.11.19-21.RVR1960
"porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos. Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas. Para vergüenza mía lo digo, para eso fuimos demasiado débiles."

Este pasaje de la segunda carta de Pablo a los corintios nos habla de los abusos de algunos obreros sobre la iglesia del Señor. Algunos apóstoles engreídos,  falsos ministros del evangelio, ejercían una autoridad desmedida, manipuladora y abusiva sobre los hermanos.

En qué pensaban los corintios y de que manera fueron engañados por esos falsos apóstoles para permitirles y aguantar semejantes abusos. Me imagino que tales falsos obreros hacian uso de las mismas tácticas que hoy emplean muchos que se hacen pasar por ministros y apóstoles de Cristo, la manipulación de la conciencia de los creyentes.

2Co.11.13-15.RVR1960 "Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras."

La doctrina de una obediencia a una autoridad absoluta e incuestinable, la doctrina de la prosperidad, el planteamiento de que la obra de Dios es lo primero y que servirlo a Él es lo más importante. La idea o doctrina del cumplimiento de pactos para ser merecedores de la bendición de Dios y cosas como éstas son las que esgrimen los falsos apóstoles y profetas de ayer y hoy.

Estimado hermano y hermana en Cristo, usted no se opone a Dios ni le desobedece a Él si resiste a estos falsos ministros, y ni mucho menos perderá las bendiciones del Señor sobre su vida ni dejará de experimentar su presencia y obrar de Dios en usted por más que le digan estos farsantes, a no ser que usted los crea, grave en su corazón esto que le estoy diciendo.

Usted no tiene necesidad de tolerar y soportar la imposición y el abuso sobre su persona, sobre su vida espiritual, sobre su vida familiar, sobre sus emociones o sus bienes y economía por parte de nadie que se haga llamar ministro de Dios.

Lo sorprendente de los Corintios es que toleraban de buena gana, es decir, con gusto y sin quejarse a aquellos apóstoles que se aprovechaban de ellos. ¿Pero no sucede hoy exactamente lo mismo? Incluso muchos creyentes justifican y defienden a esos obreros fraudulentos y corruptos, no tienen discernimiento espiritual para detectar y desenmascarar a esos lobos espirituales rapaces.

¿Lo están a usted manipulando e instrumentalizando haciéndole servir y trabajar para la "obra de Dios" pero no puede decidir por usted mismo lo que le conviene y actuar en conciencia y libertad? Eso es esclavitud.
¿Ve usted y siente que lo están anulando como persona, que no crece espiritualmente, que no puede expresarse con libertad y está siendo todo el tiempo juzgado por el liderazgo? Está usted bajo la autoridad de un lobo disfrazado de oveja que lo está devorando.

¿Le están exigiendo en cada predicación que usted sea generoso y se desprenda de su dinero y posesiones para que Dios lo bendiga y prospere en abundancia? ¿El predicador condiciona el cumplimiento de la palabra de Dios y su bendición a la generosidad que usted tenga? Permítame que le diga que le están robando y tomando de usted con argucias lo que es suyo y aquello  sobre lo que es usted único administrador y responsable delante de Dios.

¿El liderazgo sobre usted es un showman que acapara todo el protagonismo para él? Entonces se ha enaltecido y no está dando la gloria a Dios.

¿Le están a usted presionando continuamente y lanzando condenación, juicios, desprecio, sentencias etc? Entonces lo están apaleando y dándole bofetadas y golpes bajos.

Si tiene en su vida gente cercana que se dicen obreros y apóstoles y se consideran espirituales, pero le tratan como le he mencionado anteriormente, salga de la influencia de ellos, por el bien moral, físico y espiritual de usted y el de su familia.

En resumen, lo que nos está diciendo el apóstol Pablo es que estaríamos locos y seríamos estúpidos si tolerásemos que obreros necios abusen de nuestras vidas. ¿Somos cuerdos o estúpidos? No permitamos que sacudan nuestras emociones y nos lleven a actuar de forma convulsiva y sin reflexión.

"Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo."
Filipenses 3:2 RVR1960

lunes, 29 de febrero de 2016

¿DIVORCIO POR CUALQUIER CAUSA?

"Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo,  y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?  Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?  Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera."
S. Mateo 19:3-9 RVR1960

Este escrito es solo una breve reflexión personal sobre el matrimonio basada en el pasaje citado, no pretende abarcar todos los temas involucrados, aspectos y problemáticas del mismo. Mi perspectiva es básicamente espiritual y desde el punto de vista de los valores y vida cristiana. Estoy convencido de que si en el matrimonio y la familia se pusiesen de relieve los principios cristanos muchos verían superar con amplitud sus adversidades.

La contestación del Señor fue muy clara y contundente, primeramente remarcó la diferencia entre hombre y mujer y luego los comparó a ambos en el matrimonio como a una sola carne o unidad corporal; para después establecer que lo que Dios ha hecho no lo puede deshacer el hombre.

Jesús responde estableciendo un hecho y relación que existen desde el principio de la creación. Dios mismo instituyó el matrimonio y unió al hombre y a la mujer tan íntima y profundamente que forman una sola carne o persona. En base a lo establecido, el Señor deja claro que no está permitido divorciarse y mucho menos por cualquier causa.

Nadie que sufre de una molestia en un brazo, pierna, o cualquier otro órgano se lo arranca y lo tira; es su propia carne y cuerpo, por tanto lo cuida y lo mima hasta que se recupere y funcione con normalidad.


"Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre."


Sin embargo el Señor responde a sus interlocutores, que eran muy celosos en guadar la ley, que Moisés consintió que rechazaran a sus esposas por la dureza de sus corazones. Moisés les permitió que despidieran a sus mujeres, pero no les mandó que lo hiciesen, por lo que no era la voluntad perfecta de Dios que ellos se divorciaran. Ellos rompían el pacto matrimonial por su incapacidad de amar.

Me inclino a pensar que al no estar dispuestos a cambiar en absoluto sus actitudes y maneras insensibles, duras y machistas, Moisés les permitió repudiar a sus mujeres; éstas quedaban así libres de tales borricos, probablemente para que no fuesen maltratadas durante toda la vida. No obstante a las mujeres el repudio les planteaba un gran problema social y un rechazo en los círculos religiosos. Desde luego era una injusticia que sufrían por causa de la desigualdad de género, como muchas otras discriminaciones que padecían por el hecho de ser mujer.

"Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres" El corazón duro que no conoce a Dios y que no ha sido regenerado es incapaz de amar a su prójimo como así mismo.

El matrimonio es una institución establecida por Dios para el bien del hombre y la mujer, para que mutuamente se ayuden y avancen hacia la madurez moral y espiritual, así como para que procreen sobre la tierra. El matrimonio fue instituido por Dios para bendición del hombre, la mujer, los hijos y la sociedad.

Según Jesús, la principal causa de ruptura o división en el matrimonio es la dureza del corazón tanto del hombre como de la mujer.

El matrimonio debe cumplir la función por la que fue instituido, por tanto es necesario que entendamos su importancia y finalidad. Considerado basicamente en su función relacional, la unión matrimonial no da derecho a ninguno de los cónyuges a maltratar, vejar, violentar, suprimir y abusar de su pareja. Si en el matrimonio no se cumple con la función positiva de ser de ayuda, de edificación integral y de colaboración respetuosa, este pierde su razón de ser.

Tomando como referencia la institución del sábado como día de reposo, entiendo que lo que Jesús dijo acerca del día sabado, que "el hombre no fue hecho por causa del día de reposo, sino el día de reposo por causa del hombre" es perfectamente aplicable al matrimonio. Los religiosos judíos habían sacralizado el día de reposo hasta tal punto, que más que un día de descanso se había convertido en una carga injusta e insoportable de cumplir. Lo llevaron a una práctica totalmente legalista, contra todo derecho y necesidad humanamente legítima.

El matrimonio no puede convertirse en la escusa para el sufrimiento perpetuo e insoportable de los cónyuges y los hijos, simplemente porque lo hemos sacralizado. La salud e integridad física, moral y espiritual del hombre y de la mujer son más importantes que cualquier institución establecida, aunque esta sea el propio matrimonio.

El hombre en su inclinación natural religiosa es legalista y lleva la ley y los mandamientos de Dios más allá del propósito y finalidad para las que fueron dados; no deberíamos pretender ser más justos y santos que Dios. El Señor es misericordioso y compasivo, y su respuesta y ayuda son más amplias que una aplicación simplista, literal y descontextualizada de sus mandamientos y leyes.

Personalmente no creo que el divorcio sea la voluntad de Dios, ni mucho menos que deba realizarse por cualquier causa y excusa, excepto por razones de peso como adulterio, fornicación, vejación, maltrato de uno de los conyuges o a los hijos sea físico o psicológico,  abusos, drogadicción e irresponsabilidad en el cuidado familiar, abandono del hogar e incumplimiento de los deberes conyugales y paternales. También creo y estoy convencido de que hay que luchar hasta donde sea posible por la restauración del matrimonio y la familia, si es necesario procurando ayuda exterior en asesoramiento, tanto moral como espiritual.

Amar al prójimo (próximo) como a uno mismo, hay que practicarlo en el matrimonio y ámbito familiar hasta las últimas consecuencias. Los más próximos a nosotros son nuestro cónyuge y nuestros hijos.

El mal caracter, las malas actitudes, los insultos, la ira, los celos, las infidelidades, la inmoralidad sexual, la mentira, la manipulación del prójimo y todo cuanto destruye el matrimonio y a la familia surge según la palabra de Dios de un corazón duro, es decir, de la naturaleza pecadora del hombre.

La vida cristiana y nuestras creencias deben transformar nuestros matrimonios de tal manera que sean un testimonio a nuestra propia familia, al mundo, y una honra para Dios.

Ef.4.22-24.RVR1960 "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."

El hombre y la mujer cristianos, si en verdad lo son y han entendido bien la vida cristiana, ellos han crucificado la carne con sus pasiones y deseos desordenados. El corazón duro ha sido quitado de ellos y renovado por un nuevo corazón "y quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne"

"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne."
Ezequiel 36:26 RVR1960

Cada individuo es responsable de sus propios actos y reacciones, y no es aceptable ni congruente culpar a nuestro cónyuge, familiares u a otros por nuestras propias injusticias y maldades. Toda persona tiene derecho a ser tratada dignamente y con respeto, y es lícito y de todo derecho defender nuestra integridad física,  moral y espiritual frente a todo atropello.

Ahora bien en el matrimonio todo problema es cosa de dos personas que juntas forman un vínculo de unión vital. A un hombre y una mujer que unen sus vidas en matrimonio les llevará toda su existencia en conocerse, comprenderse y aceptarse en todas sus diferentes facetas. Se hace necesario por tanto un gran esfuerzo y dedicación al cultivo de esa relación.

Ya no podemos vivir como si estuviéramos solteros-as, lo cual no significa que no podamos disfrutar de un espacio propio e íntimo como individuos.

El incumplimiendo por parte de uno de los cónyuges de los deberes y responsabilidades matrimoniales puede llevar al matrimonio a graves problemas y forzar al otro a romper el vínculo de unión. El hombre y la mujer casados tienen necesidades legítimas, que deben ser cubiertas dentro del ámbito del matrimonio y esto muchas veces con un amor entregado y sacrificado.

1Co.7.3-5.RVR1960
"El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia."

Entiendo que los conflictos en el matrimonio y la convivencia familiar son una oportunidad que Dios nos da para que nos superemos a nosotros mismos y maduremos como individuos; la familia es una de las escuelas más avanzadas y provechosas de discipulado cristiano. Siempre necesitamos  reconocer nuestra propia debilidad y echar mano de los recursos de la gracia de Dios que son más que suficientes para hacer que salgamos victoriosos.