martes, 21 de julio de 2015

EL REINADO DE LA GRACIA

Romanos 5:17, 20-21 RVR1960
"Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia........  Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro."

Donde reina la gracia de Dios por Jesucristo, reina la vida de Dios en los creyentes. El reino de Dios en la tierra se debe caracterizar por un gobierno de gracia. Podríamos decir que la señal de que el reino de Dios está entre nosotros y establecido en la iglesia o en un determinado grupo de creyentes, lo determina la manifestación de la gracia de Dios reflejada en amor, fe, restauración, libertad, diversidad, perdón y aceptación.

A veces los creyentes piensan equivocadamente que un gobierno teocratico es el ideal para que todo funcione perfectamente y según los planes y propositos de Dios. Según la rae, teocracia es el gobierno ejercido directamente por Dios, como el de los hebreos antes que tuviesen reyes. Es tambien la sociedad en que la autoridad política,  considerada emanada de Dios, se ejerce por sus ministros.

Como concepto o filosofía, ya sea en la política de un país o como ideología en una agrupación religiosa, la teocracia se ejecuta por imposición. Ahora bien, es muy dificil que los hombres puedan sujetarse y obedecer a un gobierno puramente teocratico, puesto que ningún ser humano por muy religioso que sea puede agradar a Dios y obedecer sus leyes. Debemos tener en cuenta que el término teocracia no expresa lo que sería un gobierno interno o reinado directo de Dios sobre cada individuo, sino más bien un orden a través de hombres supuestamente escogidos y portadores de la revelación divina.

Ni con Moisés, ni con Josué, ni con los jueces y los reyes, ni con las leyes y estatutos establecidos por Dios mismo los hombres vivian en justicia, paz ni armonia con Dios y su prójimo. Se trataba unicamente de gobiernos y leyes externas que no cambiaban en lo más mínimo la naturaleza interna de los hombres.

Debemos entender que el termino teocracia alude a un gobierno externo político-religioso, no aceptado necesariamente por convicción personal e interna. Sin embargo el reino de la gracia o reino de Dios opera desde dentro del corazón de cada creyente, es el gobierno de Dios por el Espíritu, en la mente y la conciencia de cada individuo.

El reino de la gracia opera desde un cambio profundo en la naturaleza humana y en una transformación radical de todo el ser del hombre, para que éste alcance a estar en armonia con la voluntad de Dios. Los creyentes son capacitados mediante el obrar de Dios para que vivan de acuerdo a los principios del reino. La gracia de Dios se manifiesta para salvación a todos, no para condenación y subyugación de las personas.

En el libro de Ezequiel encontramos profetizado el establecimiento de un reinado de gracia operado desde la intervención espiritual Dios.

Ezequiel 36:25-28 RVR1960
Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios."

En el reino de Dios toda obra genuina es prerrogativa de Él, toda revelación, el crecimiento y madurez espiritual es el Señor el que la produce. Es una inutilidad forzar a las personas hacia cosas que solo Dios puede hacer por el obrar de su gracia.

Por un lado el Señor dice, que su reino no es de este mundo; y por otro declara, que su reino está entre nosotros. Este mundo ha rechazado a Dios; los hombres en general no desean que Dios gobierne sobre ellos, sin embargo él es Rey y Señor de aquellos que lo reciben y lo aman.

Como dije antes, el reino de Dios es espiritual, y vino a este mundo por medio de Jesucristo y el evangelio de su gracia. Las condiciones para ser introducidos en este reino es la fe y el arrepentimiento para con Dios.

S. Marcos 1:14-15 RVR1960
"Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio."

Veamos ahora en que dos maneras se manifiesta el reino de Dios y su gobierno de gracia en la vida de los creyentes.

En los creyentes que reinan en vida.

En el pasaje que encabeza este escrito el término vida es zoé, que hace referencia a la vida de Dios o vida eterna. Por tanto los que reinan en vida, son aquellos que caminan teniendo como fundamento y poder de actuación y subsistencia la vida abundante de Dios.  Dicho de otra manera, los creyentes que reinan en vida son aquellos que reciben su fuerza y energía de la vida espiritual o vida de Dios.

a) Por  medio Jesucristo. La vida espiritual, la vida abundante o eterna se manifestó por Jesucristo. Jesús es el canal por donde fluye la vida divina con todos sus atributos y virtudes. El mayor testimonio que Dios nos ha dado es vida eterna por medio de su Hijo. La vida eterna no es un fin que conseguimos o alcanzamos por medio de rituales, o por el cumplimiento de mandamientos, ni por medio de nuestras propias obras de Justicia, sino por los meritos de Cristo.

Así que los que reinan en vida, son aquellos que viven por medio de Jesucristo, es decir, en dependencia de la vida de Él, que les es suministrada a través de su presencia y morada en el espíritu.

b) Los que reciben la abundancia de la gracia. Para no quedarnos cortos respecto a todo cuanto Dios quiere hacer u obrar en nuestras vidas debemos estar abiertos y receptivos a la abundancia de su gracia. Los propositos de Dios se realizan en plenitud cuando nos asimos de sus recursos y de su inagotable provisión.

c) Los que reciben el don de la Justicia. Parte fundamental de la obra de la gracia es el don o regalo de la justicia o justificación por medio de Jesucristo. Esto tiene que ver por un lado con el favor de Dios en  cuanto a su perdón de todos nuestros pecados, y por otro con la justicia de Cristo puesta a nuestra cuenta al punto de ser declarados justos ante Dios. Pero como veremos más adelante, el don de la justicia se trata de mucho más que solo el perdón de nuestros pecados y la justificación. Tiene que ver también con la santificación y perfección, o madurez espiritual.

En los creyentes sobre los que reina la gracia.

"Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; De brocado de oro es su vestido."

La gracia tiene su morada en el corazón y espíritu de los creyentes. En este pasaje es personificada como la hija del rey, toda gloriosa y vestida de brocado de oro. Ella reina en majestad estableciendo sus principios divinos en toda la vida de aquellos que le dan cabida. Los creyentes son revestidos con la gracia de Dios, manifestandose en ellos las virtudes o caracter de Cristo representadas por los frutos del Espíritu

a) Sobre los que sobreabunda la gracia. Para que sobreabunde la gracia debemos reconocer cuan pecadores, débiles e impotentes somos ante las demandas de Dios. Cuando descubrimos que no podemos superar nuestro propio y continuo fracaso, y nos volvemos a Dios en humildad y completa dependencia; y recibimos la superabundante gracia por medio de Cristo, no solo reinaremos en vida, sino que gobernaremos en gracia.

Hasta que llegamos a este punto de reconocida derrota y echemos mano de la sobreabundante gracia suelen pasar años, o bien recibir la revelación de la verdad divina. Digo que nos costará años, porque no solemos renunciar con facilidad a nuestros propios intentos y fuerza natural para cumplir con los propositos de Dios.

Mientras entendamos que la vida cristiana es algo que ejecutamos y experimentamos por nuestros medios propios, por nuestra piedad y según nuestras obras religiosas bien intencionadas no avanzaremos en Dios.

La sobreabundante gracia se manifiesta en aquellos creyentes que profundizan en su relación con Dios, sobre los que no se conforman con un cristianismo nominativo y superficial, sino que ahondan en la comunión y revelación de Jesucristo.

b) Sobre los que la gracia reina por la justicia para vida eterna. La gracia nos revela la justicia de Dios como don y principio de vida divina. Esto nos habla de la justificación que recibimos como perdón o indulto, y de la justicia divina o justificación de vida como conducta en nuestra vida diaria, operada por influencia de la gracia.

La gracia reina por la justicia, y para justicia; porque es por medio de ella que se establece el reino de Dios que es, justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

c) En Jesucristo, Señor nuestro. Es decir, en los que están unidos por fe a Cristo y viven bajo su señorío. La gracia reina mediante Jesucristo, por su presencia y realidad que mora en nosotros los creyente "Es Cristo en vosotros la esperanza de gloria".

Es en nuestra posición firme en Jesús y bajo su señorío que la gracia de Dios se derrama y fluye por nuestro ser, no podría ser de otra manera. Todo recurso que necesitamos está contenido en la vida de Cristo que nos ha sido y es suministrada por el Espíritu.

S.Juan 1:16 RVR1960
"Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia."

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