martes, 17 de enero de 2017

UN LADO OSCURO DEL CORAZÓN

"Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús."
Filipenses 2:21 RVR1960

Comparto esta reflexión sin el ánimo de ofender a nadie, pero sí con el deseo de despertar la conciencia de algunos a un llamado y servicio al Señor totalmente desinteresado. Entiendo que trato un tema delicado, y por tanto para creyentes maduros. Abstenganse de leerlo hermanos que se sientan débiles en la fe y que aún no tienen sus sentidos espirituales ejercitados en el discernimiento del bien y el mal.

Detrás de muchas cosas que se hacen existe un interés propio, ya sea económico, de promoción y fama, de reconocimiento, de poder e influencia, de control etc.

En los diferentes proyectos, actividades y tareas que se llevan a cabo en el mundillo religioso, por muy espirituales que parezcan siempre hay alguien que quiere apuntarse los tantos y sacar algún partido. Todos desean ser considerados los promotores de tal actividad de oración, de tal programa para lideres, del avivamiento que vendrá, de la restauración que se hará y de muchas cosas más.

Todo esto me recuerda la mención que hace el apóstol Pablo de aquellos que buscaban gloriarse en los creyentes a causa de la práctica de la circuncisión. Hay lideres y organizaciones que buscan el gloriarse en los creyentes consiguiendo que estos entren en sus actividades y participen de sus eventos o programas o se afilien a su organización. No buscan lo que es de Cristo, sino más bien satisfacer sus propios intereses de organización, de crecimiento y de influencia sobre el mayor numero de creyentes y congregaciones posible.

Nadie parece ofrecer nada de forma desinteresada, artruista o por gracia. Lo de, "de gracia recibisteis, dad de gracia" no tiene que ver con la práctica de muchos.

Todos quieren poner su sello o marca sobre los demás, para de alguna manera reclamar su derecho de patente y propiedad. Los creyentes somos hijos de Dios por la fe, le pertenecemos a Él y nada más. No somos iglesia de nadie excepto de Cristo. No somos siervos o esclavos ni de apóstoles, ni  de profetas, ni de maestros o pastores, ni de organizaciones, sino de Cristo y de Dios. No obtante, el Señor nos ha recibido como a hijos y nos trata como tales; Él nos ha hecho libres de toda servidumbre y esclavitud.

Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas.
2 Corintios 11:20 RVR1960

Hay demasiados faraones y faraonas entre las filas del liderazgo cristiano que no quieren dejar ir libre al pueblo del Señor, los necesitan para mantener sus propios reinos y permanecer subidos en su pedestal. El Señor les dice: "Deja ir libre a mi pueblo para que me sirva"

Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
1 Corintios 7:23 RVR1960

No nos hagamos esclavos de los hombres, ni permitamos que los hombres nos hagan sus esclavos. Los buenos obreros cristianos dejan en libertad a los hijos de Dios; ellos creen que Dios es poderoso y suficiente para trabajar profundamente en el corazón de su pueblo. Los buenos ministros no usurpan la soberanía de Dios pretendiendo forzar  y obligar a los creyentes a hacer cosas que es Dios mismo el que debe producirlas en ellos.

A la larga, el discipulado más eficaz es enseñar a los creyentes a vivir en libertad y responsabilidad delante de Dios, y no en sometimiento y dependencia de un liderazgo o sistema humano, por muy espiritual que parezca.

La escusa de estar haciendo la obra de Dios, o de ser los llamados o ungidos de Señor, no da derecho ni autoridad a nadie, para eregirse gobernador o señor de los demás y hacer que todos sirvan a sus proyectos o programas, sin interesarse ni discernir lo que Dios pueda estar queriendo hacer en cada persona. Hay muchos obreros, especialmente los que se hacen llamar 'apostoles' que sin pestañear, y haciendo uso de su autoridad e influencia, hipotecan la vida de los creyentes para sus propios intereses.

Pedro Jurado

martes, 10 de enero de 2017

ESFORCEMONOS EN LA GRACIA

Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Romanos 9:16 RVR1960

Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
2 Timoteo 2:1 RVR1960

Depender, gr. ec, o ex, denotando origen (el punto de donde procede el movimiento o acción) de, fuera (de lugar, tiempo o causa, directo o remoto.

Lo que Pablo nos viene a decir es que  aunque queramos y nos esforcemos en agradar a Dios y cumplir con sus propósitos según nuestro parecer y propia voluntad, nunca lo lograremos. Lo que se origina en la carne o que es iniciado y activado por ella no agrada a Dios.

Solo aquello que es iniciado u originado en Dios puede cumplir con toda demanda y exigencia suya. Es por la gracia de Dios únicamente que podremos ser salvos, liberados y bendecidos; solo por su voluntad,  su soberanía y su designio.

Un tema de reflexión importantísimo sería el de ocuparnos en entender cómo opera la gracia de Dios en la vida de los creyentes. De cómo podemos ser influenciados por ella de una manera práctica.

El pasaje de Pablo a Timoteo dice: "Esfuerzate en la gracia". Ahora bien, partiendo del hecho de que la gracia representa todo cuanto Dios ha realizado a nuestro favor sin que lo merezcamos, es decir, no por nuestras obras, ni por nuestras capacidades, ni porque lo deseemos ni nos esforcemos. Se hace necesario que reflexionemos y entendamos bien el significado del termino "esforzarse" dentro del contexto bíblico.

Al parecer, la única versión que se traduce con la palabra "esfuerzate" es la de Reina Valera de 1960; otras como la de, Dios habla hoy, la biblia de las Americas y la Palabra, no utilizan ese término.

Esforzar, del griego "endunamóo" dar fuerza, fortalecer. La palabra en griego se compone de una raíz, que es la preposición "en" denotando posición (fija) (en lugar, tiempo o estado), tiene relación con reposo, en, sobre, por. Y "dunamóo" capacitar, fortalecer. Procede de "dúnamis" fuerza, poder milagroso, eficacia, poder.

Entonces ¿qué significa este esfuerzate en la gracia, y qué es lo que implica?

A) Esforzarnos en la gracia implica creer y tener fe en todo cuanto Dios ha provisto por medio de Cristo.

B) Esforzarnos en la gracia implica permanecer en unión y comunión con Jesucristo.

C) Esforzarnos en la gracia implica vivir por y en dependencia de la vida de Dios, en su fuerza, por su energía.

"El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí."
S.Juan 6:56‭-‬57 RVR1960

lunes, 9 de enero de 2017

DESCARGA TU ANSIEDAD EN JESÚS

"echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros."
1 Pedro 5:7 RVR1960

Hay creyentes que experimentan en sus vidas un sentir constante de frustración y ansiedad. Están en ansiedad por cosas de su pasado, de su presente y/o de su futuro. En su mente tienen una idea de lo que podía haber sido su pasado y no fue, lo que debería ser su presente y no es, y los temores o incertidumbres que tienen de su futuro.
Tienen la sensación de no alcanzar nunca el bienestar espiritual que anhelan, nunca logran las expectativas de perfección que otros les han planteado o que ellos mismos se han autoimpuesto.

Ellos tienen metido en la cabeza un ideal de lo que debería haber sido y no fue, lo que deberían tener o haber alcanzado en sus vidas hoy, pero no lo han logrado. Sufren de ansiedad acerca de una esperanza de vida idealizada que nunca alcanzarán, sencillamente porque no es real, o no es ni por asomo lo que Dios tiene para ellos; o tal vez si sus sueños y aspiraciones son conforme a la voluntad de Dios no los alcanzan porque no siguen el camino adecuado.

Experimentan una sombra oscura y constante, que les susurra, que jamás alcanzarán a vivir lo que Dios tiene para ellos. No son conscientes que se trata de una artimaña de satanás para privarlos de la realidad que es Cristo en sus vidas y de toda la provisión que Dios ha hecho.
Jesús nunca nos da falsas expectativas, que es lo que muchos tienen; Él no nos hace creer en cosas que no son verdad, son los hombres que no le conocen y que tienen intereses propios particulares los que nos venden un falso evangelio. Nos ofrecen un evangelio de prosperidad, de grandezas y de éxitos sin medida.

Necesitamos librarnos de los ideales falsos sobre la vida cristiana.

Algunos predicadores han metido en la cabeza de los creyentes unas expectativas de vida cristiana completamente irreales y más bien dignas del creador de los super héroes de cómics Stan lee.

Tengamos cuidado con esas imagenes caricaturescas que algunos hacen de Dios, y que nos dan una visión absolutamente distorsionada de lo que Él es en realidad; y ya no solo de lo que Dios es, sino de lo que podemos esperar que Él hará por nosotros.

Dios llevará a cabo en la vida de los creyentes todo cuanto ha prometido y realizado por medio de su amado Hijo Cristo Jesús, que no es poco. Por lo que es necesario que conozcamos en profundidad el mensaje del evangelio de Dios, para que sepamos lo que Él nos ha concedido y cuál es la esperanza a la que hemos sido llamados.

"Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,"
1 Corintios 2:12 RVR1960


"para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,"
Efesios 1:17‭-‬20 RVR1960

Un gran numero de creyentes experimentan una carga invisible, un peso emocional y espiritual que no proviene de Dios, sino de sus falsas creencias y expectativas. Han abrazado un evangelio distorsionado, otro Jesús, y a un espíritu o unción que son completamente falsos.

Muchos son como el burro al que están engañando para que lleve una pesada carga o se mueva, al que le ponen una zanahoria por delante que nunca alcanzarán. Eso son las promesas de los hombres, los pactos, y las condiciones y normas que establecen como requisitos para alcanzar las bendiciones de Dios, zanahorias que nunca vamos a saborear.
Dios sólo ha establecido una condición, y ésta es inamovible, la salvación, la bendición, la unción, la eternidad, la victoria y todo cuanto Dios nos ofrece se obtiene por la fe en Jesucristo.

Todo lo que proviene de Dios nos es ofrecido por gracia y recibido en nuestras vidas sólo por medio de la fe.

Cristo habita por la fe en el interior de los creyentes, y Él es nuestra esperanza gloriosa. Todos los recursos espirituales que necesita un creyente se encuentran en Jesús que mora y vive en él. Sólo necesitamos aprender a vivir nuestra existencia en la fe del Hijo de Dios.

Los recursos que necesita el hombre y la mujer de Dios no vienen de fuera, ni del mundo, ni de ningún 'ungido-a', ¡que no seamos engañados!

Los hombres y mujeres usados por Dios, son sólo servidores por medio de los cuales hemos creído. Ellos nos indican el camino a la fuente de la vida, pero sólo Jesús sacia nuestra hambre y sed de Dios. Es el creyente el que debe profundizar en Dios en su vida personal hasta ser saciado de Su plenitud.

Mientras los cristianos estén buscando por todas partes, en los hombres 'ungidos', para recibir lo que sólo Dios puede darles, se encontrarán dando vueltas en un desierto, sin nunca alcanzar la tierra prometida.

"Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?"
Gálatas 3:5 RVR1960

En alguna medida, como humanos que somos, fracasamos, tenemos debilidades y limitaciones físicas,  mentales y emocionales, tenemos carencias o necesidades, somos incapaces para resolver muchas cosas, pero aun así, Dios llevará a buen término sus propósitos en aquellos que tienen fe.

La fe tiene en cuenta los recursos que Dios a provisto en su gracia, por medio de Jesucristo. La fe pone la mirada en las cosas inamovibles, eternas e invisibles de Dios, y eso la sostiene.
Pedro Jurado