domingo, 25 de octubre de 2015

¡¡SEÑALES!!

En nuestra actualidad la fe de muchos creyentes raya la superstición y el esoterismo. Ellos están expectantes a todo tipo de señales y fenomenos naturales que suceden, ya sea en el cielo o en la tierra.
Existe una obsesión por interpretar como señal de Dios, la inminente venida de Cristo y el fin de los tiempos todos los acontecimientos políticos, sociales y climáticos.

Observo una actitud paranoica que no tiene fundamentos bíblicos, así como veo la crencia e interpretación erronea de algunos pasajes bíblicos que sacados fuera de contexto muchos emplean para manipular a creyentes incautos.

La fe y vida de los cristianos debe ser regida por la palabra de Dios, el señorío de Jesucristo y el Espíritu Santo, y no por las sensaciones de su propio corazón ni por las predicaciones de hombres sensuales que con sus engaños tuercen el camino trazado en el evangelio de Jesucristo.

Me pregunto, qué van a hacer ahora todos esos falsos profetas que han estado anunciando catastrofes y acontecimientos apocalípticos relacionados con el fenomeno natural y reciente de la luna roja. En mí modesta opinión deberían cerrar sus bocas de una vez y dedicarse a asuntos más acordes a sus capacidades. Y todos los incautos que los han creído sería conveniente que aprendieran la lección de una vez por todas y no diesen nunca más oído a tanta chaladura.

Los creyentes, pastores, profetas y apóstoles de nuestro tiempo deberían dedicarse más a dar testimonio y predicar el evangelio de Jesucristo,  la obra de la cruz, la gracia de Dios, el perdón y la liberación del pecado, que a anunciar tanta condenación y catastrofismo que no tiene que ver con la obra de Dios.

Hay que anunciar el evangelio completo de Dios, tengamos cuidado de no hacer una caricatura irrisoria de la verdad del Señor. Tenemos un mensaje de salvación, de paz, de amor, de fe y esperanza que es lo que los hombres de este mundo necesitan ver y escuchar.

Deberíamos ser más reflexivos y críticos con quienes nos predican y enseñan, y no tragar todo lo que nos echan. Observo que aquellos que sostienen tener y defender la sana doctrina son los menos preparados e incapaces para dar una razón argumentada de su fe. Especialmente en las redes sociales la manera en que muchos defienden sus posturas es a base de insultos, condenando y desacreditando a otros sin hacer uso de argumentos convincentes y sin ninguna base bíblica.

Para dar un buen testimonio hacia el mundo es necesario que los creyentes anden en la libertad con la que Cristo les hizo libres y se respeten más los unos a los otros. Antes de intentar sacar la paja del ojo de alguien debemos sacar la viga de nuestro propio ojo.

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