domingo, 24 de febrero de 2013

ENTRE OLLAS, PLATOS Y VIANDAS

Convierta su cocina en un santuario, un lugar especial donde encontrarse con Dios. Algunos podrán llevarse las manos a la cabeza con esto que digo, pero si lo analizan verán que no es ningún disparate. Por lo general no es un sitio frecuentado excepto por las esporádicas visitas al frigorífico o a la despensa donde están los viveres. Las madres son las que más tiempo pasan en ella preparando las viandas, seguidas por los hombres que colaboran en las tareas o les gusta cocinar. Cuando se hace necesario guisar, lavar platos o limpiar, son mas bien pocos los que se apuntan a la faena. Al menos es así en la mayoría de los casos y las casas. Los hijos/as suelen tener una especie de alergia que por acto de reflejo les impulsa a huir de dichos menesteres. De modo que, padres, no se inquieten, si algún día dejan ustedes la cocina patas arriba, porque han tenído que salir, cuando regresen todo seguirá igual de inalterado. Recuerdo a un creyente del que se escribió muy poco, pero que se dio testimonio de él, porque entre ollas y platos vivía la presencia de Dios intensamente.

Ahora bien, el meollo de la cuestión no está en el lugar, ni en el trabajo que hacemos, sino mas bien en nuestra actitud y estado con respecto a Dios. Se trata de dónde nos encontramos espiritualmente y de cuan cerca estamos del Señor y Él de nosotros. En medio de cualquier actividad que estemos realizando podemos sentir que Dios está con nosotros y experimentar su presencia desde una comunión sencilla con Él. Dios estará ahí y por medio de su Espíritu nos enseñará hasta que aprendamos a vivir en esa realidad espiritual, si lo queremos en verdad. Imaginese por un momento, que bendición, cuanta glória y satisfación tendríamos en nuestras vidas si estuvieramos conscientes continuamente y en todo cuanto nos ocupamos, de la presencia de Dios.

Muchos predicadores a lo largo de los años nos han hecho creer que para servir a Dios o tener experiencias profundas y significativas con Él tienes que ser misionero, pastor, o evangelista, o tener algún ministerio visible en la iglésia. De esta manera se ha separado a Dios de las tareas comunes de la vida, como el trabajo, los compromisos familiares, el ocio, el deporte etc. ¡Cuánto se ha perdido, y cuánto daño se ha hecho a las personas, con esa visión tan corta, y con ese concepto de Dios y de la vida espiritual tan equivocado! Es cierto que Dios reparte sus dones como Él quiere y puede utilizar a sus hijos de muy diversas maneras. Pero si hay algo en lo que Dios está interesado, no es tanto en utilizarnos, sino mas bien en tenernos cerca y unidos a Él. Y esto es posible y puede ser tan real cuando predicamos o relizamos servicios espirituales, como cuando estamos cumpliendo con nuestras obligaciones diarias y nos ocupamos en nuestros oficios.

Santiago 4:5 RVR60 "¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?"

El Espíritu de Dios que está dentro de nosotros los creyentes nos atrae para que vivamos en una continua e ininterrumpida comunión con Él. Es pasión lo que Dios tiene por sus hijos, y por tenernos en una estrecha relación.

¿Qué quería decir el apóstol Pablo cuando exhortaba a los creyentes diciendoles "Orad sin cesar"?

Sencillamente que nuestras comunicaciones debían permanecer abiertas continuamente, en todo tiempo y bajo cualquier circunstancia. Esto es posible porque Dios habita en nuestro interior y disponemos de una batería espiritual inagotable por medio del Espíritu Santo. Es posible vivir en la presencia de Dios sin interrupción si aprendemos a buscarlo donde Él está y mora; y como el apóstol decía, Dios no está lejos de cada uno de nosotros.

Hechos 17:27-28 RVR60 "para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos;"

Palpamos a Dios con nuestro espíritu y corazón, por fe, porque Dios es Espíritu; "Él busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad"

El velo que nos separaba del santuario de Dios y de donde se asienta su gloria fue roto mediante el cuerpo de Jesucristo, y mediante su sangre derramada tenemos acceso libre para entrar en su presencia.

Hebreos 10:19-20 RVR60 "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,"

1 comentario:

  1. Así es estimado Pedro, si Dios habita en la oscuridad y no por ello deja de ser Dios, cuanto mas muchos de sus agentes en su reino no dejan de serlo solo porque no estan en la primera y mas visible linea del frente. Me encanta esta porción del evangelio (Mateo 25:31-46) ni las ovejas ni las cabras conocian si hacian o no hacian bien a los hermanos de Jesús... Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí...en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis... Entonces en la cocina, los hospitales, las carceles etc hay agentes del reino de Dios sirviendo en la oscuridad del anonimato. Gracias por esta palabra que ha inspirado el comienzo de este dia. Un abrazo

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