domingo, 28 de octubre de 2012

CONOCE HOY LO QUE ES PARA TU PAZ

 
SAN LUCAS 19:42-44 RVR60-ES

¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.  Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán,  y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.

Todos tenemos nuestra idea o concepto de lo que es o será aquello que nos permitirá tener paz en nuestras vidas. Quizás pensemos que sea el dinero, o el cambio de estado de soltero a casado, o un cambio en nuestras circunstancias o tal vez salir de nuestras crisis. Algunos opinan que sería un cambio de gobierno y de política lo que necesitamos.
El pueblo judio aguardaba la liberación de la opresión romana, ellos esperaban un reinado de paz en el pais que vendría con la aparición del Mesías. Los judios estaban esperando el nuevo reinado de David y toda la gloria y prosperidad que tuvo en su tiempo israel.

¿Hay un día señalado y especial departe de Dios para todos y cada uno de nosotros? ¿Un día en el cual se nos presenta la oportunidad y el momento que tanto anhelabamos?
Es el día en que se hace la luz, es el día del cambio, es el día de la liberación.
Necesitamos conocer y discernir cuando es nuestro tiempo y lo que es o ha sido hecho para nuestra paz. 
El Señor quiere que su pueblo sea conocedor de su voluntad y no ignorante de ella. ¡oh, si también tu conocieses a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! para Jerusalén ese día era mientras Jesús estaba entre ellos. Si al menos ellos hubiesen entendido y conocido que Jesús era el Mesías, el enviado de Dios. Si solo hubieran reconocido en Cristo al Hijo de Dios, al salvador prometido, podrían haber sido librados de mucho sufrimiento inneceario. Pero fueron pocos los que creyeron y recibieron al Señor. 
SAN JUAN 1:10-12 RVR60-ES
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.  A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.  Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Israel no conoció lo que Dios habia hecho y estaba haciendo para que tuvieran paz. No recibieron su visitación.  ¿Y nosotros, somos receptivos?
Este es nuestro tiempo, este es el día que ha hecho el Señor para nosotros, es el momento de nuestra salvación.

2 CORINTIOS 6:2 RVR60-ES
Porque dice:
En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.

HEBREOS 4:7 RVR60-ES
otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones.

Necesitamos conocer y recibir lo que es y será nuestra paz. El Señor nos visita y nos trae la buena noticia de paz. El es Jehová shalóm.
Paz, en hebreo Shalóm= seguro, feliz, salud , prosperidad, salvo, victorioso, pasto delicado, propicio. Viene de la raíz Shalám= ser, estar seguro, (en mente, cuerpo o estado)

Paz no debe ser solo una palabra hermosa y deseada en nuestro bocabulario sino que necesitamos adquirir de ella todo su sentido, fuerza y riqueza. La paz es un bien y un valor espiritual, y no se experimenta simplemente por el hecho de no tener conflictos y guerras, aunque es muy deseable no tenerlos.
Lo opuesto a la paz no es solo la guerra sino la inseguridad, el desasosiego, la amargura, la desesperanza, la culpa, el temor y el sentirse dominados por la contrariedad. La paz como la vida es un don de Dios.

La palabra de Dios nos dice que el tiene pensamientos de paz, es decir, planes y propositos seguros y de victoria, de bendición y prosperidad para todos aquellos que creen.

¡Conozca hoy lo que es para su paz! No esté desinformado de algo tan importante y trascendental como es ésto. Jesucristo a venido para darnos vida y vida en abundancia. Volvamonos a Dios por medio de Jesús y hagamos la paz con él simplemente creyendo y aceptando el sacrificio de la cruz; nuestros pecados serán perdonados y el peso de nuestra culpa desaparecerá. Luego vayamos profundizando en el conocimiento de Dios por medio de su palabra y la oración y comunión diaria. Busquemos el reino de Dios, su justicia y paz y el nos añadirá las cosas necesarias. Vivamos en el espíritu y recogeremos paz en abundancia.
ROMANOS 8:6 RVR60-ES
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

ROMANOS 15:13 RVR60-ES
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

2 TESALONICENSES 3:16 RVR60-ES
Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.

"Mas ahora está encubierto de tus ojos."

Es necesario que nuestros ojos sean abiertos para que lo que nos está encubierto podamos verlo. Para ello necesitamos la revelación del Espíritu. Cuando vemos y conocemos la verdad de Dios entonces discernimos la realidad de las cosas, se descubre ante nosotros la provisión que Dios ha hecho y su gracia es derramada en nuestras vidas. La gracia y la verdad vienen juntas. Estas dos cosas traen liberación a nuestra vida, del pecado, del diablo y de todos nuestros adversarios. Las armas de nuestros enemigos y sus artimañas no prevalecerán contra nosotros, los veremos venir antes de que lleguen.

El Señor dijo: "Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz, pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas"
Es en nuestro espíritu que podemos ver y discernir las cosas espirituales y tener tener la visión de lo que Dios quiere hacer. Sin embargo es necesario que nuestro espíritu sea iluminado por el Espíritu Santo y la palabra profética.

2 PEDRO 1:19-21 RVR60-ES
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;  entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,  porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Así que es por la palabra de Dios iluminada por el Espíritu Santo que obtenemos la visión de aquellas cosas que no podemos ver de forma natural, es decir, con nuestro propio razonamiento. No obstante es de suma importancia enfocarnos en el reino de Dios, es decir, mirar las cosas de arriba.

2 CORINTIOS 4:17-18 RVR60-ES
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;  no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Seguramente no conocemos muchas cosas, y nos moriremos sin saberlas, pero hay algo que no podemos ignorar y que necesitamos ver y discernir con claridad matutina. Se trata de algo que todos los creyentes han recibido y deben tener plena conciencia de ello. Veamoslo:

2 CORINTIOS 4:6-11 RVR60-ES

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
   Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,  que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;  perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;  llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.  Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.


COLOSENSES 1:24-29 RVR60-ES
Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;  de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios,  el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,  a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,  a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;  para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

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