sábado, 23 de marzo de 2013

UNA IGLÉSIA PROFÉTICA

(Habacuc 2:1-20) Habacuc fue un profeta de Dios en medio de la crisis, pero él no fue un profeta de la prosperidad. Juan el bautista fue un profeta en el desierto, en la soledad y en la sequedad del pueblo de Dios. Él preparó el camino del Señor trayendo al pueblo un mensaje de arrepentimiento. Jesús fue profeta en medio de un pueblo desvalido y oprimido, sumido en la pobreza y bajo el yugo de sus explotadores y subyugadores los romanos. Fue un puente para la humanidad, el camino para la reconciliación de los hombres con Dios y de los unos con los otros. La crisis en el pueblo de Dios era espiritual y moral, y se manifestaba y hacía evidente en la vida social, política y económica de toda la nación. El mensaje que Dios le entregó a su profeta para que lo diese al pueblo no era de prosperidad material, ni consistía en una falsa consolación y una evasión de la realidad que estaban viviendo. No era una palabra de paz, paz y paz, y de que aquí no pasa nada. Las cosas no estaban bien, ni mucho menos. Pero si recibió Habacuc departe de Dios una palabra de prosperidad en la voluntad de Dios, en cuanto a que Dios iba a actuar y llevar a cabo sus propositos y de que llevaría a su pueblo al lugar en el que debían estar. La prosperidad es estar en la volundad de Dios y cumplirla, es depender de Él, es vivir en una estrecha y profunda relación con Él, esto es lo que debe ser para todo creyente, eso es lo que debemos considerar y valorar como una vida de éxito y una vida prospera. Considero que Habacuc es un símbolo, una figura o representación del espíritu y la actitud que debe caracterizar a la iglésia en los tiempos que nos ha tocado vivir. Habacuc significa "abrazo" y "apresurar". Se puede entender como el que se abraza a Dios y a todo lo que el Señor le ofrece y tiene para él. O también como aquél que es abrazado por Dios, protegido y consolado. Habacuc es también un profeta que ama al pueblo de Dios y a todos sus conciudadanos, se identifica con sus sufrimientos, con sus miserias y pecados, y los abraza y los consuela. Es el instrumento de Dios para traer esperanza a la nación. No obstante, Habacuc es portador de un mensaje que no consistia en lo que el pueblo quizás quería escuchar, pero si trataba de lo que Dios tenía para ellos, era lo que necesitaban y lo que Dios iba a hacer. Dios tenía la cura para ellos, y el iba a extirpar el mal de raiz por medio de metodos poco convencionales. 2 Corintios 1:3-4 RVR60 "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios." Filipenses 3:12 RVR60 "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús." "Apresurar" El que corre en pos de lo que Dios le ha mostrado y se apresura al cumplimiento de la palabra profética porque tiene la seguridad de que se va a cumplir lo que Dios le ha dicho. Es cierto que nos lanzamos y esforzamos por alcanzar y abrazar aquello que más nos atrae ¿qué perseguimos en nuestras vidas, las cosas de arriba o las de la tierra? Pero no solo se apresuraba él, sino que alentaba al pueblo a correr a los brazos de Dios y a poner toda su confianza y esperanza en Él. Como hicieran los ángeles con Lot y su familia tomandoles de la mano y apresurandolos hasta conducirlos a un lugar seguro. Así Habacuc por medio de la palabra profética que Dios le había dado dirige al pueblo en medio de todo el desastre que estaban viviendo. 2 Pedro 3:12 RVR60 "Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!" Una iglésia profética tiene el Espíritu de la profecía. El Espíritu de la profecía es el mismo Cristo, el testimonio de su vida y de sus obras. De modo que toda profecía o mensaje de Dios que no tiene a Cristo y la obra de la cruz como centro no son de Dios. Cristo es el Alfa y el Omega. Apocalipsis 19:10b RVR60 "porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía." 1 Pedro 1:10-12 RVR60 "Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles." En el comienzo de su ministerio Jesús nos revela la operatividad del Espíritu profético. S. Lucas 4:16-21 RVR60 "Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros." Aquí podemos obserbar el caracter sanador y restaurador, la palabra liberadora y consoladora que la unción del Espíritu Santo como Espíritu profético traerá al pueblo. En Cristo tuvo una manifestación total y completa. ¿Es ese el Espíritu que nos caracteriza como individuos y como iglésia? Una iglésia profética es poseedora de la palabra profética Si tenemos la palabra profética, si la hemos creido y abrazado, entonces tenemos también el Espíritu profético. 2 Pedro 1:19-21 RVR60 "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." Toda palabra que sale de Dios es profética. Pues ella es enviada o declarada para cumplir los propósitos de Dios. Siempre que Dios habla es con una finalidad. La palabra de Dios edifica y construye su obra. Añade o quita donde hace falta, corta cómo una espada, cura como medicina, alimenta el espíritu como leche, pan o carne alimentan al cuerpo. Esta es la palabra que tenemos, que nos ha sido encomendada. No es un tratado cualquiera, no son simples normas y preceptos, es la revelación de Dios. Son los planes de Dios que nos han sido dados a conocer, todo lo que el va a llevar a cabo. Lo mejor que podemos hacer es estar atentos y pendientes de ella. Atento, en griego "proséjo" sostener la mente hacia, prestar atención a, tener cautela por, aplicarse uno mismo a, adherirse a,: oír, escuchar, guardarse, atender, servir. La palabra profética nos alumbra en el camino hasta la completa revelación y manifestación de Jesucristo. Ahora vemos en la oscuridad gracias al rayo de luz que genera la palabra de Dios, ella es nuestra guía. Habacuc 2:1 DHHD "Estaré atento y vigilante, como lo está el centinela en su puesto, para ver qué me dice el Señor y qué respuesta da a mis quejas." Como muchos de nosotros podemos estarlo, Habacuc aparece quejoso, y yo diría también que se sentía indignado por la situación en que vivían sus conciudadanos. Toda la nación sufría de abusos y explotación por los poderosos, e incluso también padecian la extorsión y opresión de otros pueblos. Sin embargo, el profeta aguardaba en Dios, esperaba que Él tuviera algo que decir y hacer al respecto; el Señor no podía quedar pasivo ante tan trágica situación. Me pregunto, cuántos estarán en nuestro país escuchando lo que Dios tiene que decir, oigo eso si muchas quejas, y está bien, pero ¿estamos oyendo a Dios? ¿está Dios hablando? ¿Está operando el Espíritu y la palabra profética? Nuestra actualidad en España es muy similar a la que vivian los judios en esa epoca, la historia se repite, y ya no solo en nuestro país, sino a escala mundial. Como el profeta, los creyentes tenemos la responsabilidad de estar en alerta, necesitamos estar despiertos y buscando del Señor lo que el tiene que decir. Los hijos de la luz necesitamos en este tiempo que nos ha tocado vivir, buscar a Dios intensamente, con oidos y ojos espirituales bien abiertos para que podamos recibir su mensaje. Pero me temo que los creyentes en nuestra querida tierra están dormidos, perezosamente acomodados y siguiendo las corrientes y modas del mundo. Romanos 13:11-14 RVR60 "Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne." En la profecía de Habacud se pueden observar algunos fotogramas que nos muestran un avance de las cosas que sucederán. Apunta hacia nuestro tiempo, a unos acontecimientos próximos. Un panorama trágico que abarca una basta extensión de pueblos en todo el planeta; ya los protagonistas se encuentran en escena y todo está dispuesto. Habacuc 2:2-3 DHHD "El Señor me contestó: «Escribe en tablas de barro lo que te voy a mostrar, de modo que pueda leerse de corrido. Aún no ha llegado el momento de que esta visión se cumpla; pero no dejará de cumplirse. Tú espera, aunque parezca tardar, pues llegará en el momento preciso. 2 Pedro 3:9 RVR60 "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento." El barro representa la debilidad humana y su transitoriedad. Lo que Dios va a hacer lo escribe en barro porque se cumplirá en breve en la vida de los hombres, es decir, que el barro tendrá la duración necesaria para que todo lo que Dios ha determinado y ha escrito sobre él se cumpla. Esto nos habla también de que Dios escribe su palabra profética en el corazón de sus hijos y la muestra a través del testimonio de la fe de ellos. Romanos 10:8-9 RVR60 "Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Ésta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo." Hebreos 8:10 RVR60 "Por lo cual, éste es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo;" La iglésia es el pueblo de la profecía bíblica y la razón de toda palabra y promesa de Dios. Muchos piensan que las cosas estarán siempre igual, que no habrá cambios significativos y dramáticos en la humanidad y que los injustos, los abusadores y malvados se escaparán de rositas. Sin embargo la palabra profética de Dios declara que tanto sus juicios sobre los malos como sus promesas sobre los justos tendrán su cumplimiento. Hay una respuesta departe del Señor a su siervo, es una palabra que anuncia juicios y castigos sobre los malvados, pero también bendición y avivamiento espiritual. HAB 2:4-5 DHHD "Escribe que los malvados son orgullosos, pero los justos vivirán por su fidelidad a Dios.» Los hombres orgullosos desean el poder; lo buscan sin descanso y siempre quieren más, aun cuando el poder es traicionero. Abren su boca, como el sepulcro; son insaciables, como la muerte, y por eso se lanzan a conquistar nación tras nación." Los malvados y orgullosos están en escena y son: Hombres injustos. No son rectos de corazón. Se aprovechan de los más débiles tratandolos injustamente y pisoteando sus derechos. Son incredulos e infieles, y no buscan a Dios. Lo niegan de plano y no existe en ellos ni un ápice de respeto, ni de gratitud hacia Él. Están centrados en si mismos. Son amadores de si mismos. Pueden ser muy religiosos, pero sin embargo utilizan la religión para satisfacer sus ansias de dominio y control sobre otros, para alimentar su orgullo y para enriquecerse. Se consideran autosuficientes y confian en sus propias obras. Son vanidosos e independientes, y necesitan mostrar sus logros a todo el mundo. Los hombres malvados y orgullosos son también aquellos que: Desean el poder. Político, económico, religioso y mediático. Con el fin de utilizarlo para su propio provecho. Para enriquecerse desde su posición y estatus. Para extorsionar, manipular y robar al pueblo llano. Lo procurán con todas sus fuerzas y no descansan hasta conseguirlo. Estorban a otros y se valen de artes engañosas para impedir que los demás avancen o promocionen. Cuando lo tienen no se sacian, "siempre quieren más". Quieren estar en el candelero, les encanta el reconocimiento de los hombres. Lo quieren aunque que saben que se volverá contra ellos. Cuanto más alto suben, más dolorosa será la caída y humillación que sufrirán. Amenazadores juicios sobre los malvados Habacuc 2:6-8 DHHD "Pero todas las naciones conquistadas se burlarán del que las conquistó, cantándole: «¡Ay de ti, que te haces rico con lo que no te pertenece! ¿Hasta cuándo seguirás amontonando las riquezas que tomaste prestadas?» Cuando menos lo esperes, llegarán tus acreedores, despertarán los que te atormentan y te dejarán desnudo. Las naciones se unirán en contra tuya y te saquearán como tú las saqueaste a ellas. Te harán pagar todos tus crímenes, las violencias que cometiste en el país contra las ciudades y sus habitantes." Habrá consecuencias desastrosas para esos países y naciones que viven endeudadas con otras; así como para todas las instituciones que se han sostenido a base de créditos y gastando más de lo que disponían. Analizando un poco este pasaje podemos entender que habla de todas las posesiones y riquezas que se pueden atesorar en esta vida, pero que, sin embargo son en definitiva prestadas. En resumidas cuentas, desnudos vinimos a este mundo, y desnudos saldremos de él. Muchos se han preocupado solo en consequir cosas materiales, sin echar cuenta que tienen una gran deuda que saldar en la vida, y que todo lo que hayan podido acumular no les servirá para pagar a sus principales acreedores. " Cuando menos lo esperes, llegarán tus acreedores, despertarán los que te atormentan y te dejarán desnudo." S. Lucas 12:15-21 RVR60 "Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios." Muchisimas familias, paises e individuos han gastado más de lo que tenían y se han endeudado por muchos años adquiriendo cosas que no se podían permitir. Muchos han vendido su alma y su salvación por dinero, por tener más posesiones y riquezas, así como por tener una vida más placentera. Toda la humanidad, como el hijo pródigo de la parabola de Jesús vive despilfarrando y perdiendo toda la herencia y dones que Dios les a concedido, se han olvidado y han dejado de lado, la honestidad, la justicia, la libertad, la paz, el amor, la dignidad y la posición pribilegiada sobre toda la creación, y están viviendo apartados de Dios. Pero ésta parece que no vuelve en si, no regresa a su Padre, sino que sigue revolcandose en el cieno. Un día todos tendremos que dar cuentas delante del Creador. Romanos 6:23a RVR60 "Porque la paga del pecado es muerte" "pero los justos vivirán por su fidelidad a Dios." Los justos son todos aquellos que han creido en Jesucristo y cuyos pecados han sido perdonados. Han aceptado y recibido por la fe al Hijo de Dios y son llamados hijos de Dios. Aunque los justos que están en este mundo puedan estar padeciendo y siendo afligidos por los malvados o sufriendo necesidades, ellos disfrutan de una vida superior, tienen esperanza y seguridad en Dios, quién cuida de ellos. Hebreos 10:35-39 RVR60 "No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma." Los justos han de conservar la confianza en Dios hasta alcanzar la recompensa que el Señor les dará. Deberán ser pacientes mientras al mismo tiempo hacen la voluntad de Dios y cumplen con su propósito en la vida. Ellos viven la vida de Dios, la vida a la que se refiere este pasaje, es la vida abundante que depende de Dios, no de las circunstancias, acontecimientos, ni cosas de este mundo. Los justos viven sin temor a los hombres, porque ellos creen en la soberanía de Dios y en la promesa de sus cuidados. Hebreos 13:5-6 RVR60 "Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre." Aunque los justos pasen por pruebas, ellos saldrán victoriosos por su fe, porque la vida que tienen es indestructible, nada ni nadíe se las puede quitar. Es una vida que depende exclusivamente de la gracia de Dios. Romanos 8:28-39 RVR60 "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro." Habrá un gran avivamiento. Y esto es algo que como iglésia debemos tener en perspectiva y motivo central de nuestra oración intercesora a Dios. No se trata de un sentimiento, ni de una opinión particular, ni un subidón en nuestra presunción. Está basado en lo que Dios ha dicho, y esa palabra de fe es en la que nos basamos o fundamentamos para orar, sabiendo que es la voluntad de Dios. Es el respeto a la palabra de Dios, el temor de Dios y el amor a nuestros semejantes lo que debe llevarnos a tomar nuestro lugar en la brecha y clamar a Dios por su mover. HAB 3:2 RVR60 "Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia." Habacuc 2:14 DHHD "Y el conocimiento de la gloria del Señor llenará entonces toda la tierra, como las aguas llenan el mar." Esto tiene que comenzar necesariamente por el pueblo de Dios, en cada creyente. La gloria de Dios está depositada y reposa sobre la iglésia de Jesucristo. El conocimiento de la gloria de Dios comienza en el templo de Dios donde el habita, y desde ahí se extiende. Repasemos el orden en el que suceden todas estas cosas: 1) Sucede mucha injusticia, explotación, abusos y violencia. 2) Dios juzgará toda esta maldad en los pueblos y retribuirá también a los individuos por sus acciones. Gálatas 6:7 RVR60 "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará." 3) Los creyentes serán guardados y sostenidos por su fe. Esto constituirá un gran testimonio hacia el mundo de la fidelidad de Dios por su pueblo. 4) Dios derramará su gloria trayendo un despertar espiritual. Habacuc 2:14 DHHD "Y el conocimiento de la gloria del Señor llenará entonces toda la tierra, como las aguas llenan el mar." Por donde quieran que lo miremos, la iglésia es el pueblo profético del Señor. La cuestión es si somos conscientes de ello, y si lo somos, hasta que punto. En conclusión: Una iglésia profética tiene los ojos abiertos para ver el tiempo que le ha tocado vivir, y llora y se indigna por el estado de las cosas. Una iglésia profética sabe que Dios lleva a cabo sus juicios sobre los malvados, la injusticia y sobre todo pecado. Una iglésia profética está en su puesto velando a la luz de la palabra de Dios. Una iglésia profética está en oración intercesora por el pueblo y en espera de oir lo que Dios le tiene que decir en forma concreta. Una iglésia profética toma buena nota de la visión, la abraza y corre en pos de ella hacia su cumplimiento. Sabe que Dios será fiel en cumplir su palabra. Una iglésia profética cree a Dios y vive por fe en medio de las circunstancias que le ha tocado vivir. Una iglésia profética aguarda el derramamiento del conocimiento y de la gloria de Dios sobre ella y sobre toda la tierra. Una iglésia profética intercede por un avivamiento en la obra de Dios y para que este se extienda. HAB 3:2 RVR60 "Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia." Una iglésia profética se alegra y regocija en Dios por sus cuidados, porque en definitiva sabe que Él es Soberano y ejerce control absoluto sobre todo. Habacuc 3:17-19 RVR60 "Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar." Una iglesia profética está destinada y dedicada a cumplir los propósitos de Dios en el mundo.

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