“¡Por eso las
doncellas te aman!”
(Cantares
1:3b)
Razones
innumerables
has
dado a todos para amarte.
Motivos
suficientes para apreciarte
por
tus hechos de amor tan loables.
Te
amamos porque tu nos amaste primero,
te
buscamos porque nos hallaste perdidos.
!Cómo
no íbamos a serte agradecidos¡
cuando
nuestra culpa sufriste en el madero.
Señor
y Dios, que tanto amor has derramado;
danos
acceso a tu secreto, y permitenos
que
mejor te conozcamos.
Tu
nos conoces, tal cual somos,
y
aun nos sigues amando,
en
absoluto nos has rechazado, sino
que
en el Amado nos has aceptado.
Pedro Jurado
No hay comentarios:
Publicar un comentario