lunes, 19 de noviembre de 2012

AMIGOS DE LA CRUZ

SAN JUAN 12:27-28 RVR60-ES
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.  Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.


En esta escena el Señor tenía en mente la proximidad de su muerte en la cruz. Estaba a punto de alcanzar su meta en la tierra. Era el primero y el único hombre de toda la historia de la humanidad que había corrido en esta vida para alcanzar el pódium de la cruz. Como premio recibiría una corona de espinas y escucharía el himno de la nación del menosprecio y la injuria, acompañado de la melodía coral crucificale, crucificale, crucificale.
El Señor alcanzó el éxito total en su vida, sí, así es; conquistó la cima más alta a la que se pueda llegar, hacer la voluntad de Dios el Padre. Cierto que ese éxito tuvo un costo muy elevado, ser levantado del suelo, no en hombros como sacan a los toreros de las plazas sino en una cruz infame.
¡Qué distinta la idea que se tiene del éxito en el mundo y que abrazan un sinfin de creyentes!
Hace muchos años oí a una misionera decir algo que me llegó al corazón profundamente y que aún no he olvidado " Hacer la voluntad de Dios cuesta mucho, pero más caro nos saldrá no hacerla"
SAN LUCAS 9:24 RVR60-ES
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.


El Señor se encontraba turbado, en angustia, muy afligido por lo que le sobrevenía. Era hombre, con alma, y con cuerpo de carne tan débil o tan fuerte como el de todos nosotros. ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? ¡qué dilema!
Pedro, el discípulo, en una circunstancia similar en la que Jesús les estaba hablando de su muerte se lanzó a decirle al Señor lo que debía hacer.
SAN MATEO 16:22 RVR60-ES
Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
Otros, cuando ya Jesús estaba en la cruz le decian que bajase y se salvase si era el Hijo de Dios. Y le acusaban diciendo, míra a otros salvó y así mismo no puede, clame a su Padre para que lo libre.
El mundo, la carne y el diablo repudian la cruz. La cruz representa la voluntad de Dios y señala un antes y un después en el universo y la vida de los hombres, es la artillería pesada de Dios, con ella venció al pecado, al mundo y a satanás.
"¡Oh, yo siempre amaré esa cruz! En su triunfo mi gloria será. Y algún día en vez de una cruz, mi corona Jesús me dará"
Qué somos, amigos o enemigos de la cruz?
Me consta que éste no es un mensaje popular, ni para el mundo, ni para los creyentes carnales, maxime cuando en la actualidad se está proclamando por la mayoría un evangelio de deseos, de sueños y de grandezas. Para muchos, Jesús es simplememente la lámpara mágica que tienen que frotar para conseguir todo lo que desean.
Continuará....

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