martes, 9 de julio de 2013

EN EL DIA DE LA ANGUSTIA

PSA 77:1-20 RVR60
"Con mi voz clamé a Dios, A Dios clamé, y él me escuchará.  Al Señor busqué en el día de mi angustia; Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo.  Me acordaba de Dios, y me conmovía; Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah  No me dejabas pegar los ojos; Estaba yo quebrantado, y no hablaba.  Consideraba los días desde el principio, Los años de los siglos.  Me acordaba de mis cánticos de noche; Meditaba en mi corazón, Y mi espíritu inquiría:  ¿Desechará el Señor para siempre, Y no volverá más a sernos propicio?  ¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?  ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? ¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah  Dije: Enfermedad mía es ésta; Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.  Me acordaré de las obras de JAH; Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.  Meditaré en todas tus obras, Y hablaré de tus hechos.  Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?  Tú eres el Dios que hace maravillas; Hiciste notorio en los pueblos tu poder.  Con tu brazo redimiste a tu pueblo, A los hijos de Jacob y de José. Selah  Te vieron las aguas, oh Dios; Las aguas te vieron, y temieron; Los abismos también se estremecieron.  Las nubes echaron inundaciones de aguas; Tronaron los cielos, Y discurrieron tus rayos.  La voz de tu trueno estaba en el torbellino; Tus relámpagos alumbraron el mundo; Se estremeció y tembló la tierra.  En el mar fue tu camino, Y tus sendas en las muchas aguas; Y tus pisadas no fueron conocidas.  Condujiste a tu pueblo como ovejas Por mano de Moisés y de Aarón."

Todos experimentaremos en nuestras vidas el día de angustias, ese día no es limitado a uno, pueden ser muchos. Estemos mentalizados, porque eso será así.

Job 5:7 RVR60
"Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción."

Podemos sufrir por muchas razones, y sentiremos el dolor en nuestro cuerpo, nuestra alma y aún en lo más profundo de nuestro ser. Nos alcanzará la confusión y la oscuridad mental, y aun nuestra alma reusará el consuelo. Nadie nos podrá consolar, solo Dios en su gracia e intervención misericordiosa.

Asaf, cantor de Israel, nos cuenta en este precioso Salmo como es el tiempo de angustia y aflicción, de cómo nos podemos sentir; y desde su experiencia en todo el proceso nos dice como el actuó. Nos puede ser de gran ayuda considerar la respuesta de Asaf y su actitud en medio de su sufrimiento y crisis en el centro de ese desierto espiritual y emocional tan inospito.

1. Clamar a Dios. "Con mi voz clamé a Dios, A Dios clamé, y él me escuchará." El clamar a Dios será un alibio para toda la presión acumulada. Expresar a Dios con nuestra voz y grito de socorro que necesitamos de su intervención. Es un clamor desesperado a aquel de quién vendrá nuestro socorro, sabiendo que con toda certeza nos responderá.

2. Buscar a Dios. " Al Señor busqué en el día de mi angustia;" Es necesario buscar a Dios no porque Él se halla alejado de nosotros, sino porque a causa de la angustia, aflición o sufrimiento nos sentimos ofuscados y no le percibimos. El sol sigue brillando aunque existan las nubes y la oscuridad. Emanuel, Dios está con nosotros.

La palabra buscar, en hebreo "darásh" pisar o frecuentar, seguir en persecución o búsqueda, adorar, consultar, desear, indagar, inquirir. Es decir, que en tiempo de angustia debemos hacer lo mismo que en tiempos sosegados, persistir en buscar a Dios y en adorarle, seguir meditando en su palabra e inquiriendo en su presencia. Anhelarle con todo el corazón.

Tenemos su promesa que Él cumplirá con toda seguridad.

2 Samuel 22:7 RVR60
"En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios; Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó a sus oídos."

Jeremías 33:3 RVR60
"Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces."

Puede que nosotros no veamos en los dias de oscuridad, pero Dios si nos ve, Él no nos pierde de vista ni un momento. El Señor observa nuestra actitud deseando ver la expresión de nuestra fe y confianza en Él. Por medio de la adoración y rendición, alzando nuestras manos como señal de absoluta entrega y confianza, aunque fatigados y débiles; Dios será fiel en responder.

"Mi alma rehusaba consuelo." No hay consejo de nádie que nos ayude, las palabras de otros no tienen peso, no nos alcanzan. Solo Dios puede sacarnos del pozo donde nos hallamos.

3. Hacer memoria. " Me acordaba de Dios, y me conmovía;"  Todas estas cosas que se han mencionado y que el salmista hacía podemos hacerlas sin mayor dificultad nosotros también, y aún ésta que apuntamos ahora.

Acordar, en hebreo, "zakár" marcar como para que sea reconocido, mencionar, traer a la memoria. Necesitamos recordar quién es Dios. En nuestra situación es imperioso reconocer a Dios como lo que es. Mencionar su nombre e invocarlo resultará en nuestra liberación. Proclamar el nombre del Señor nos removerá y conmocionará profundamente, hará que toda nuestra pespectiva cambie. No nos hagamos una imagen distorsionada de Dios, según el estado se nuestros sentimientos, Él sigue siendo el mismo, no ha cambiado. Creamoslo tal como se ha manifestado a lo largo de la historia, conozcamos sus nombres y lo que representan.

Jehová Shalón (mi paz), Jehová Jireh (mi proveedor), Jehová Nisi (mi bandera) Jehova Shiquenu (mi justicia), Jehová Rafha ( mi médico), Jehová de los Ejercitos, Jehová es mi Pastor, Dios fuerte, Padre eterno, Admirable, Emanuel, Salvador...etc.

Es una elección nuestra el proceder conforme a los puntos que se han mencionado hasta ahora. No obstante aun podemos tener en nuestro interior sentimientos muy encontrados y contrarios a la fe.

"Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. No me dejabas pegar los ojos; Estaba yo quebrantado, y no hablaba."
La queja puede estar presente, así como la debilidad y el sentimiento de impotencia; podemos sentir que desmayamos y que estamos rotos. No debemos culparnos, ni condenarnos por ello, porque todo forma parte de nuestra condición humana.

Es una gran ayuda aceptar nuestra condición de que somos polvo, reconocer nuestras debilidades, incapacidades y limitaciones, Dios conoce nuestra condición y aunque el no comulga con nuestros pecados, si comprende nuestras debilidades.

Hebreos 4:15-16 RVR60
"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."

Ahora bien, como Asaf podemos considerar la situación y experiencia que estamos viviendo desde nuestra perspectiva subjetiva y permitir que nos embargue el desanimo, la duda y la depresión. O podemos dar solo cabida en nuestros pensamientos a los hechos de Dios considerando objetivamente todo lo que Él ha realizado a nuestro favor.

"Enfermedad mía es ésta" La palabra enfermedad que en hebreo es "kjalá"  gastado o desgastado, estar débil, enfermo, afligido. Estado en el que cualquiera puede llegar a encontrarse, pero que es importante identificar y reconocer como algo que procede de nosotros y que por diversas razones podríamos haber caído ahí.
En ésta condición pensamos que Dios nos ha rechazado y abandonado. No podemos vislumbrar el final del oscuro tunel donde nos hallamos. Sentimos que ya no tenemos esperanza y que no vamos a poder levantar cabeza. A causa de cómo nos encontramos sentimos que Dios no nos tiene ya en cuenta, que nos ha desechado y no volverá a ayudarnos.

Pero recordemos que esto es "enfermedad nuestra" todo este sentir no procede de Dios sino que es consecuencia de nuestra debilidad y desgaste emocional y mental. Puede ser también el producto de haber aceptado los dardos de satanás, son los pensamientos diabólicos que hemos permitido hacerse parte de nuestro diálogo interior.

No obstante hay una salida, y eso es una buena noticia, podemos remontarnos y salir de nuestra pésima y desgraciada situación, todabía podemos hacer algo por nosotros mismos, no estamos anulados del todo. Que el diablo no nos haga creer que no nos queda voluntad y capacidad para realizar un acto de fe y poder redirigir y enfocar nuestra mente en el Señor.
¿Qué haremos entonces? "Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.  Me acordaré de las obras de JAH; Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.  Meditaré en todas tus obras, Y hablaré de tus hechos."

Podemos tener uno o varios días malos, pero son muchos los días y los años buenos que nos da el Señor. De modo que recordemos trayendo a nuestra mente los años en los que hemos experimentado el poder de Dios y en los que a lo largo de la historia el brazo de Dios se ha extendido para salvar. Su diestra sigue extendida sosteniendo todas las cosas y dirigiendo como director la gran melodía del universo, su diestra nos sostiene, nuestras vidas están en sus manos.

Recuerde que Dios no se ha dormido, sino que está velando por usted y por mí. Traiga a su memoria las obras de Dios, y muy especialmente las obras realizadas por medio de Jesucristo a favor nuestro. Recuerde la obra preciosa de Jesús en el Calvario, su muerte y resurrección. En la obra de la cruz fuimos rescatados y liberados de la tiranía del pecado, del gobierno de Satanás y de la seducción del mundo. Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Cristo y fuimos hechos un nuevo hombre por la resurrección de los muertos de Jesús. Mire y considere a Jesús hasta que su fe se active y en su alma y espíritu resplandezca la luz.

Declare sus hechos, los de Dios naturalmente, confiese la verdad de Dios como realidades, creale a Él más que a sus propios sentimientos y eso lo cambiará todo. Usted comprobará como progresivamente todo se aclara en su vida y se remontará como un águila surcando los cielos con sus álas desplegadas.




2 comentarios:

  1. Muy Espiritual y sanador el mensaje de nuestro amado Padre Celestial

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  2. Muy Espiritual y sanador el mensaje de nuestro amado Padre Celestial

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