martes, 15 de abril de 2014

LA CORRECCIÓN DEL SEÑOR

PRO 16:6 RVR1960
"Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal."

No es con el juicio y la condenación que las personas se vuelven de sus caminos malvados, de la inmoralidad y de la rebelión contra Dios. Estas cosas abren el camino hacia la desesperación y la incredulidad, haciendo que la gente resbale y se deslice aún más hasta la profundidad del infierno. La sentencia que cae sobre la culpabilidad de los hombres los mantendrá en la más absoluta miseria y la más desesperante debilidad. Según la ley de Dios, la paga del pecado es muerte.

No obstante, en este proverbio encontramos una solución mucho más efectiva por la que los hombres pueden ser rescatados de su desvío y corrupción. Humanamente no parecen que sean unas maneras eficaces ni mucho menos aceptables, pero sin embargo son la forma en que Dios actúa.

Santiago 2:13 RVR1960
"Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio."

El juicio y la misericordia deben ir siempre juntos, es así como Dios hace. No se trata de echar tierra sobre el pecado ni sobre nuestras debilidades y fracasos, es necesario que las reconozcamos y que las confesemos con arrepentimiento. Dios siempre nos dirá la verdad sobre nuestros errores y nos confrontará con ellos, pero también nos extenderá su mano de misericordia.

El amor de Dios nos da la oportunidad de salir airosos, justificados y victoriosos de nuestros pecados y debilidades.

"Con misericordia y verdad se corrige el pecado". La verdad muestra la realidad, descubre el problema haciendo un diagnostico de nuestra condición, y seguidamente nos conduce a la solución que se haya en la gracia de Dios. Las escrituras nos enseñan que la gracia y la verdad han venido por medio de Jesucristo, y juntas nos traen una salvación completa. La salvación no nos llega por la ley ni por el juicio, tampoco por la ira o por que nos muestren un rostro severo, sino por el favor de Dios, por su gracia y su verdad.

S.Juan 1:17 RVR1960
"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo."

Antes de llevar a la gente un camión lleno de verdades contruyamos un puente de amor. Y antes de decir a alguien lo que debe o no debe hacer, comprendamos lo que está viviendo e identifiquemonos su estado, para así poder aportarles algo nuevo, como una esperanza y un camino que los conduzca a la victoria.

La segunda parte del versículo parece contradecir la primera "Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal". Pero no es así, la palabra "temor" tanto en hebreo como en griego significa: reverencia, respeto y veneración. Es en la adoración reverente de Dios, en su veneración y respeto que somos librados del mal. Venerar a Dios es darle culto, buscarle y adorarle en su santidad. El pánico nos aleja de Dios, la reverencia nos acerca a él y nos aleja del pecado.

En la epistola a los Romanos capítulo 12 se nos dice como debemos reverenciar a Dios, que no es otra cosa que darle culto y adorarle:

Romanos 12:1-2 RVR1960
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."

Practicando lo que nos dice este pasaje es como nos apartamos del mal, es Dios quien nos libra, de tal manera que cuando le rendimos culto somos transformados mediante su gracia y conformados a su santidad y caracter. Somos trasformados de gloria en gloria a su misma imagen como por el Espíritu del Señor ¡Esto es algo grandioso!.

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