miércoles, 30 de abril de 2014

EL BUEN ENTENDIMIENTO Y LA FE (PARTE 2)

PRO 16:20 RVR1960
"El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado."

Proverbios 16:21-24 RVR1960
"El sabio de corazón es llamado prudente, Y la dulzura de labios aumenta el saber.  Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; Mas la erudición de los necios es necedad.  El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios.  Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos."

PRO 17:27-28 RVR1960
"El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido.  Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido."

Dentro de este tema vimos el significado tan amplio que del original hebreo tiene el término "palabra", en hebreo "dabár", materia o cosa (como de lo que se habla), asunto, dicho, discurso, hablar, lenguaje, hecho, libro, ley, mandamiento, mensaje, noticia, pensamiento, razón etc, etc.

Además de lo que traté en el artículo anterior, como podemos observar, el termino hace referencia al lenguaje, a lo que hablamos y expresamos con nuestros labios, a los temas en que ocupamos nuestras conversaciones y nuestro discurso, y a cual es nuestro pensamiento y razón.

Los versículos de proverbios que encabezan este escrito están relacionados precisamente con este significado, en cuanto que trata de nuestras palabras o de lo que pronunciamos con nuestros labios, lo que puede ser idicativo de tener un buen entendimiento o de la falta del mismo.

Primero reflexionemos brevemente en la frase "Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee" De alguna manera las personas entendidas manifiestan hacia el exterior esa cualidad o capacidad de caracter. El autor de proverbios toma la figura de un manantial para hacer la comparación. Como  bien sabemos todos, el manantial hace brotar el agua desde el interior de las rocas, hace que fluya hacia afuera. Una fuente natural de agua es vida, muy especialmente cuando se encuentra en un entorno desértico.

El individuo que posee un buen entendimiento y fe, de sus labios brotan palabras frescas, palabras de vida, palabras que reconfortan, que consuelan, que renuevan y que sacian al alma sedienta. Palabras fieles, de promesas que se cumplen, dichos verdaderos y coherentes en medio de un desierto repleto de contradicciones. Jesús dijo: "Mis palabras son espíritu y son vida a los que las hallan" Así el creyente con entendimiento en la palabra da vida y salud a los que le oyen.

PRO 18:4 RVR1960
"Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría."

S. Lucas 6:45 RVR1960
"El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca."

Por la boca sale lo que hay en el corazón, que no es otra cosa que lo que somos por dentro y lo que pensamos y creemos. Según la naturaleza por la que nos estamos dejando dominar en nuestro interior así será el fruto de nuestros labios y de nuestros actos.

En lo que hablamos, y en como nos expresamos, en la actitud, y en las palabras que empleamos vamos a reflejar nuestro estado espiritual, anímico y mental. El caracter, la madurez y nuestra salud integral también los manifestamos por nuestros labios. De manera que nuestras expresiones son un indicativo que apuntan sin lugar a dudas a como estamos, señalando o evidenciando nuestra condición interior actual.

Particulamente me interesa lo auténtico, lo honesto, lo sincero y verdadero. El problema no se resuelve simplemente tratando de aparentar delante de otros con nuestras palabras o teorias aprendidas, cosas que ni por asomo estamos experimentando. De manera que si queremos ser entendidos, estar sanos, ser verdaderos y honestos al punto de poder expresar con nuestras palabras aquello que creemos y de lo que estamos convencidos, descubriremos en la palabra de Dios los consejos más eficaces.

Es necesario comprender que el buen entendimiento o la sabiduría comienza en el corazón. "El sabio de corazón es llamado prudente...... El corazón del sabio hace prudente su boca"

Lo primero que se manifiesta en los sabios y entendidos es la prudencia, por medio de su actitud moderada y por su cuidado en el hablar. Según señala el proverbio es lo primero que se observa y de lo que otros se dan cuenta.

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