martes, 8 de abril de 2014

PARTICIPES DE SUS PADECIMIENTOS (PARTE 1)

Filipenses 3:9-10 RVR1960
"y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte"

Dios en su gracia nos ha destinado un lugar y una participación en toda su obra realizada por medio de Jesucristo. Si atendemos bien la palabra de Dios observaremos que existe un proceso y un orden que es necesario que atravesemos con los medios que el mismo Señor nos ha provisto.

Nuestra actitud hacia todo lo que el Señor quiere hacer es muy importante, y es necesaria una disposición apropiada si es que queremos experimentar la gloria de Dios aquí y ahora.

En el pasaje de Filipenses que hemos mostrado tanto como en su contexto el apóstol Pablo nos señala unas pautas que él mismo sigue.

Filipenses 3:7-8 RVR1960
"Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo"

En este versículo él está haciendo referencia a su vida pasada en el judaismo, así como a su genealogía y todo cuanto había logrado como practicante celoso de su religión.

Filipenses 3:4-6 RVR1960
"Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;  en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible."

Pablo había sido un numero uno en su religión, un lider indiscutible e incoestionable, estando por delante de muchos personajes respetables contemporaneos suyos. Él podía estar muy orgulloso como judío que era de nacimiento y hombre religioso.

En el versículo ocho nos comienza a contar sus nuevas aspiraciones y de los nuevos valores y prioridades en su vida. Pablo nos cuenta la actitud que tiene ahora respecto a su vida pasada y qué es lo que pretende alcanzar.

Su experiencia pasada en el judaismo, sus titulos como israelita y todo lo conseguido con respecto a la ley, su celo; todo lo considera una pérdida y una basura comparado con el conocimiento de Jesús y con ganar a Cristo.

Noten ustedes que todas las cosas que el apóstol considera sin valor, hoy en nuestra actualidad muchos las tienen como tesoros y como aspectos valiosos y necesarios a lograr. Ser celoso de la ley, ser irreprensible según la ley, tener nacionalidad judía, estar circuncidado etc, etc. En Cristo Jesús nada de todo lo mencionado sirve para merecer el favor de Dios ni ninguna de sus bendiciones, nada de todas las cosas relacionadas con el antiguo pacto sirven o tienen utilidad en cuanto al nuevo pacto.

Por supuesto que esta actitud de rechazo hacia todo lo que representaba su vida pasada en el judaismo le trajo al apóstol persecución y muchos problemas con los de su nación.

Gálatas 5:11 RVR1960
"Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz."

La aspiración del apóstol Pablo era ser encontrado en Cristo revestido con la justicia que es de Dios por la fe de Jesús y no por sus propias obras de justicia que eran según la ley. Es curioso, lo normal sería que Pablo quisiese lograr meritos, pero no, los meritos del apóstol eran los que Cristo había logrado.

"y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo"

Todos queremos justificarnos siempre delante de Dios de alguna manera, bien por el cumplimiento del antiguo pacto y tradiciones religiosas, o bien con algunas prácticas eclesiales como  el ayuno, los diezmos, la mucha oración, las reuniones, el celo por servir al Señor, guardando el día de reposo, nuestra denominación etc, ect.

Muchas de estas cosas las hacemos para dar una imagen espiritual delante de los hombres y para que nos consideren buenos cristianos. Estas cosas se constituyen en la vara de medir por la mayoría de congregaciones protestantes. No digo que no tengan su importancia, y que algunas no tengan su valor en la vida espiritual, pero no para demostrar nada, ni para competir, ni para que nadie nos juzgue por la frecuencia o carencia con la que las cumplimos. No podemos ni debemos hacer leyes con todas estas prácticas.

La proyección prioritaria en la vida de Pablo era conocer a Cristo, ese era su objetivo "a fin de conocerle". La única manera de conocer a Cristo es estando unidos a Él. Aprendemos a conocerle cuando pasamos tiempo en comunión y en meditación de su palabra, cuando sabemos callar y estar en silencio permitiendo que nos hable al corazón. Conoceremos a Cristo cuando en nuestras vidas demos lugar al Espíritu Santo, porque es él quien nos enseñará todas las cosas.

Es más importante conocer a Jesucristo, que promovernos y procurar darnos a conocer a nosotros mismos al mundo e incluso que darle a conocer a él. El dar a conocer al Señor a otros debe ser solo la consecuencia de que lo conocemos a él antes.

2 Corintios 2:14 RVR1960
"Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento."

Aún no hemos entrado de lleno en el tema propuesto para esta reflexión, pero es importante considerar lo que he expuesto hasta ahora ya que constituyen los pasos previos hacia el avance y una mayor profundidad del conocimiento de Cristo.

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