miércoles, 11 de diciembre de 2013

VIVOS PARA DIOS

Romanos 6:11 RVR60
"Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro."

Gálatas 2:19-21 RVR60
"Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo."

En artículos anteriores he expuesto el hecho de la crucifixión y muerte de Jesús, así como nuestra inclusión en ella. En el texto de Romanos 6:11 el apóstol nos indica como se aplica a nuestra propia experiencia la muerte con Jesús.
"Así también vosotros consideraos muertos al pecado"

El término "considerados" significa tener en cuenta; la muerte con Jesús es un valor que tenemos en nuestro haber, forma parte del inventario de la herencia que hemos recibido en Cristo.

Si dispongo de x dinero, propiedad, esposa etc, puedo contar con ello y disfrutarlo, porque ya lo poseo. Pues es lo mismo, en Cristo he muerto al pecado, luego es algo que ya poseo, mi muerte junto con Jesús es una realidad, así que la victoria sobre el pecado también lo es.

En nuestro corazón y mente debemos asirnos de esa verdad en un acto continuo de apropiación consciente. Necesitamos pensar en ello y meditarlo a diario hasta que forme parte de nuestra forma de pensar.

La segunda parte del versículo también es cierta, "pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro". Se hace también necesario que si queremos experimentar la vida de Dios, nos consideremos vivos para Él.

En Gálatas se nos habla de la muerte y de la vida como un acto legal, es decir, que ha sido un acontecimiento llevado a cabo por ley. "Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios"

Es interesante tener en cuenta que en este pasaje se dice que hemos muerto "para la ley". Los que no han muerto para la ley, no pueden vivir para Dios.

Algunos pueden pensar erróneamente que han muerto al pecado para ahora servir según la ley, pero no es así. Hemos muerto al pecado y a la ley, para vivir para Dios y servirlo, no según la ley, sino según el Espíritu.

Hemos muerto y resucitado, para vivir según la ley del Espíritu, conforme a la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús. El Reino de Dios es gobernado por la ley del Espíritu, no por la ley mosaica. La vida de cada creyente debe ser regida por la ley que Dios ha escrito en su corazón por el Espíritu.

¿Qué mandamientos observa y cumple la ley del Espíritu? El amor, la ley del amor donde está incluida toda la ley y los profetas, y aún va más allá; practica la ley de la libertad y la ley de la fe.

La ley del Espíritu nos lleva a una mayor justicia que la ley de Moisés. Pues nos enseña a amar a nuestros enemigos, a bendecir a los que nos maldicen y a hacer bien a los que nos aborrecen.

¿Qué significa estar vivos para Dios? ¿Qué características se manifiestan en una vida vivida para Dios? ¿Cómo vamos a experimentar la vida de Dios?

No podemos experimentar la vida de Dios con todo poder sin antes identificarnos  con la muerte de Jesús. Primero es la muerte, luego la resurrección. Sobre esto ya hemos expuesto lo que nos dice la palabra de Dios. Ahora necesitamos saber cómo opera la vida de Dios, y que tenemos que hacer para que se manifieste en todo nuestro ser.

Los textos que encabezan este escrito nos dan algunas pistas o claves para que experimentemos en nuestra carne y alma la vida de Dios.

Primero considerarnos muertos al pecado, segundo considerarnos vivos para Dios.

En tercer lugar necesitamos entender que Cristo es el Señor de nuestras vidas, por tanto debemos estar sujetos a su señorío. Estamos vivos en Cristo Jesús, Señor nuestro. Esto nos habla de una posición "en Cristo". No hay vida de Dios fuera del señorío de Jesucristo.

Romanos 14:7-9 RVR60
"Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven."

La vida de Dios se vive bajo el gobierno de Jesucristo, en obediencia al Señor. Por supuesto no se trata de cumplir un sinfín de mandamientos exteriores, sino de vivir en una relación estrecha con Él y en sujeción a la vida del Espíritu. El creyente que ha muerto y resucitado junto con Cristo tiene su vida orientada y guiada por la voluntad de Dios; está enfocado en agradar al Señor y no así mismo. El cristiano que se ha identificado con la muerte y resurrección de Jesús busca la gloria de Dios y no su propio reconocimiento y gloria; él no busca seguidores personales, sino que las personas conozcan a Dios y lo sirvan.

En cuarto lugar, vivir para Dios es vivir por fe.

Hebreos 10:38 RVR60
"Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma."

El apóstol Pablo declaró:
"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí."

Es por la fe que echamos mano de la vida de Dios, vida que proviene de su realidad eterna y presente, así como de su palabra viva y revelada a nuestro corazón.

En quinto lugar, vivir para Dios es vivir conforme a la ley del Espíritu de vida en Cristo.

Romanos 8:2 RVR60
"Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte."

Si leemos el capitulo 8 de Romanos atentamente observaremos como funciona esta ley. Vale su peso en oro meditar sobre ello. Hay almenos cinco aspectos que necesitamos considerar para que conozcamos por la experiencia propia la ley del Espíritu de vida. Solo los enumeraré de pasada.

Principios a considerar para hacer funcionar la ley del Espíritu:

A) Esta ley del Espíritu se pone a funcionar por el principio de adhesión a Cristo.

Romanos 8:1-2 RVR60
"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte."

B) La ley del Espíritu de vida opera mediante el principio de la oración.

Romanos 8:26-27 RVR60
"Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos."

C) La ley del Espíritu se cumple en nosotros mediante el principio de la dedicación y consagración a la vida espiritual.

Romanos 8:5-8 RVR60
"Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios."

D) La ley del Espíritu de vida la hacemos funcionar cuando andamos conforme al Espíritu.

Romanos 8:4, 14 RVR60
"para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu...... Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios."

E) La ley del Espíritu de vida en Cristo se pone a funcionar mediante el principio de nuestra identificación con el sufrimiento de Jesús, es decir, cuando padecemos por su causa.

Romanos 8:17-18 RVR60
"Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.  Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse."

2 Corintios 4:11 RVR60
"Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal."

En sesto y último lugar y a riesgo de ser mal interpretado, quiero apuntar algo que tiene confundido a muchos creyentes, algunos se llevarán las manos a la cabeza, pero creo que se hace necesario mencionarlo. Vivir para Dios, no es vivir para los demás, es sencillamente tener la vida de Dios operando en nosotros.

Decir que vivir para Dios es vivir para los demás puede parecer muy espiritual, pero es una mentira muy gorda y un engaño que muchos emplean para manipular la voluntad y libertad de las personas.

A lo largo de toda mi vida cristiana me han enseñado que no debía preocuparme por mis cosas, que eso era egoismo. No debía buscar mis intereses personales, ni familiares, sino que debía darme a todo el mundo y a la obra de Dios. Mi cometido era servir a los demás, que ya Dios se haría cargo de todo lo mio. Y así lo hice. Lo que no me habían explicado con detalle es que el amor al prójimo empezaba por amarme a mi mismo, por ser responsable con mi propia vida, con mi trabajo y con mi esposa y mis hijos. Todo lo mio debía quedar en un segundo o tercer plano.

De las consecuencias y los resultados de haber tenído esa falsa creencia podría contarles muchas cosas pero no es éste el momento, ni el lugar para entrar en detalles.

Ahora es en verdad cuando vivo para Dios, le amo, pero sobre todo estoy seguro de su amor, le sirvo a Él y procuro vivir según los principios que he compartido en este escrito.

Termino con un pasaje de Jesús hablando acerca de lo que es vivir para Dios.

S.Juan 6:57 RVR60
"Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí."

Vivir para Dios es sencillamente tener fluyendo en nosotros la vida eterna que es Jesús, es alimentarnos continuamente de Cristo.

1 comentario:

  1. Dios te bendiga Juan Antonio. He copiado la carta que has puesto a modo de comentario de Mijail Sofer. Te responderé sobre ella en cuanto pueda. No obstante es muy larga y con todos mis respetos para Mijail Sofer la voy a borrar del bloc. Tu sabes que puedes comentar todo lo que quieras a favor o en contra de lo que escribo, no obstante supongo que este señor Mijail tendrá donde publicar sus disparates, porque dice unos pocos.  Estará todo lo preparado que quieras y será rabino pero creo que está algo confundido además de afectado. Yo no ataco a nadie como el lo hace, observo que es bastante peleón e intolerante.

    Un saludo.

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