martes, 4 de marzo de 2014

UNA QUIETUD ACTIVA (PARTE 2)

Quietud activa

Veamos que es lo que quiero decir con "quietud activa" Vamos a descubrir que es algo que se enseña por toda la bíblia, y cuando lo entendamos será de mucha bendición para nuestras vidas, avanzaremos más rapido y más seguros en la vida espiritual.

El problema es que muchos creyentes actuan todabía según el principio de la ley y del antiguo pacto, el hacer "La ley dice, el hombre que haga estas cosas vivirá por ellas" Y no debe ser así, sino que debemos actuar según el nuevo pacto y bajo su principio que es el de la fe "Mas el justo por la fe vivirá"

Gálatas 3:11-12 RVR60
"Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;  y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas."

Estamos actuando por el principio del "hacer" o por el principio de la "fe", eso nos ayudará a entender con que fuerza y capacidad estamos viviento la vida cristiana.

En la carta a los hebreos se nos dice que hay un reposo para el pueblo de Dios, y que aun falta que muchos entren en él. El escritor nos pone como ejemplo la tierra de Canaán, en la cual toda una generación no pudo entrar por causa de la incredulidad y desobediencia.

Hebreos 3:18-19 RVR60
"¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?  Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad."

Hebreos 4:2-3, 9-11 RVR60
"Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo......... Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.  Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia."

Entrar en la quietud o el reposo del Señor nos da acceso al mover y obrar de Dios, ya no somos nosotros los que hacemos, sino que es Él quien actua por su Espíritu;
no son nuestras acciones las que nos hacen avanzar, sino las suyas. Desde luego que somos los que decidimos acceder o no a este estado, es decir, estarnos quietos y depender totalmente del Señor. De manera que por nuestra parte, lo que es de nuestra colaboración, es colocarnos en el lugar adecuado que sería el preparado por Dios para que el pueda trabajar por su gracia.

Veamos ahora donde se encuentra el lugar en el que todo creyente debe posicionarse y desde donde su vida será activa en Dios y avanzará en todo cuanto el Señor tiene para él.

S.Juan 15:4-5 RVR60
"Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer."

Es Jesús quien declara estas preciosas palabras "Permaneced en mí, y yo en vosotros" El termino permanecer, en griego es "méno" quedarse (en un lugar, estado, relación o expextación dado), morar, perseverar, esperar, vivir, permanecer. Esto se ha de dar en dos sentidos o direcciones, nosotros en Cristo y Cristo en nosotros.

Esto nos habla del estado de reposo y quietud donde debemos estar, es decir, dentro de Jesús, confiando en Él y en toda su obra hecha a favor nuestra. La declaración de Jesús en la cruz fue "Consumado es", el sacrificio ha sido completado, todo está cumplido, la obra está completamente hecha.

S.Juan 19:30 RVR60
"Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu."

En Juan 15 el enfasis no se encuentra en el fruto, sino en permanecer en Cristo; las obras o frutos serán la consecuencia de la vida de Jesús fluyendo en el creyente. Cuanto más quietos y firmes estemos en el Señor y en la fe de todo lo que él hizo el fruto irá creciendo y haciendose manifiesto en nuestras vidas.

La salvación con todo lo que ella implica, la victoria, la liberación, la adoración, la paz, la obediencia, el descanso etc, es como un potente y precioso vehículo. Muchos creyentes llevan años empujando y tratando de moverlo cada vez un poquito más, y avanzar, sin apenas tener éxito. Parece que todabía no se han enterado que éste vehículo ha sido un regalo del Señor para llevarnos, para tranportarnos; éste vehículo dispone de un gran motor y cantidad de combustible para que nos subamos en él y avancemos rapidamente.

Querido hermano, acomódese en el interior del vehículo y suelte todas sus cargas, y sus imposibilidades, y deje de empujar. Dele a la llave de la fe y arranque ese poderoso motor que con toda seguridad lo llevará a una vida de plenitud y de victoria.

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