domingo, 2 de marzo de 2014

UNA QUIETUD ACTIVA

UNA QUIETUD ACTIVA

S. Mateo 11:28-30 RVR60
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;  porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."

S. Lucas 10:41-42 RVR60
"Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada."

En el pasaje de Mateo hay un llamado o invitación de Jesús a todas las personas que se encuentran trabajadas y cargadas por la exigencia de su religión. Ese era el caso del pueblo judío, ellos estaban bajo un pacto en el que se les demandaba un gran esfuerzo para cumplir todas sus leyes. Y por si fuera poco los lideres religiosos aumentaban la carga imponiendo más normas y tradiciones humanas.

Con estas pesadas cargas los hombres no pueden tirar, van renqueando y cayendose una y otra vez porque llevan más peso del que pueden aguantar. Hoy sucede un tanto de lo mismo en muchas religiones y congregaciones evangelicas, se colocan sobre los creyentes tal cantidad de normas y leyes que los agobian y les impide experimentar la libertad cristiana y tener en sus vidas el reposo prometido por el Señor.

S. Mateo 23:4 RVR60
Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.

El planteamiento de Jesús es totalmente distinto, somos invitados por él a entrar en su descanso, el Señor no nos cargará con un montón de normas, de leyes y exigencias. Jesús nos da para llevar un yugo facil con una carga muy ligera, y es él mismo que lo lleva con nosotros. Es un llamado a parar de vivir por nuestras propias obras y el esfuerzo de nuestras almas, para depender totalmente de la vida y obra del Señor.

El término que Jesús emplea en Mateo 23 es que los hombres "Atan" esclavizan; la naturaleza humana que corresponde al viejo hombre nos ata y relía con su religiosidad y falsa piedad. El hombre natural y carnal a tomado el poder en la religión para establecer su propio dominio y control.

Hechos 15:10-11 RVR60
Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.

Marta, aunque con todas sus buenas intenciones, se equivocaba al tratar de servir al Señor con muchas cosas; en su ímpetu natural y religioso quería también arrastrar a María, pero el Señor no lo permitió. Toda actividad carnal nos traerá afan y turbación, ansiedad e inquietud, estrés y frustración, así como un espíritu legalista de juicio y comparación con los demás.

Jesús corrigió a Marta con amor, y le mostró que él no le había demandado nada de todo lo que ella hacía  "Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas." Pero María estaba en el lugar correcto haciendo la voluntad de Dios. "Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada."

No se avanza más en la vida espiritual ni en la obra de Dios por hacer muchas cosas a la vez, sino simplemente por estar en el lugar que Dios ha dispuesto y haciendo lo más nececesario e importante que se puede hacer, y eso es estar en la presencia del Señor, muy cerca de Él, rendido a sus pies.

Dios tiene especial interés en nosotros, no tanto en lo que podamos hacer por Él; nosotros somos su obra y su especial tesoro y desea que vivamos en unión perfecta con Él y en su reposo. Algunos pondrán en sus labios las palabras de Jesús "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo" y "En los negocios de mi Padre es necesario que esté" Pero el problema no es que trabajemos y que nos ocupemos de los negocios de Dios, sino que nos metemos en más trabajo y en más negocio de la cuenta, y en demasiadas cosas que Dios no nos ha ordenado. La mayoría de los negocios religiosos en los que andamos metidos no son de Dios.

Muchas de las actividades que realizamos son en la carne, son hechas por el viejo hombre, para su propia gloria. Trabajamos para extender nuestro propio reino y conseguir seguidores, y construir nuestra propia torre de Babel y hacernos un nombre. Muchos no solo extienden sus dominios, sino sus demonios, es decir, su espíritu sectareo y legalista, sus ambiciones y pecados sensuales, traspasandoselos a todos sus seguidores. Eso no es lo que Dios quiere, pero lo menciono para que vea usted y discierna que no todo lo que se hace aunque sea religioso y parezca que se sirve a Dios lo agrada a Él.

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