viernes, 20 de abril de 2012

ESPEJOS (POEMA)



Reflejo de nuestras formas,
delatores verdaderos, imagen exacta
en pulida materia fría y transparente.
Nunca vemos en ti lo que quisiéramos,
nunca nos muestras lo que deseamos ver.
Algo siempre sobra o somos hallados faltos.
No te andas con rodeos, vas al grano
aunque la verdad nos duela.
Ante ti la realidad es descubierta
pues con penetrantes ojos nos miras.
Nos haces considerar más de lo
que en apariencia contemplamos.
Pues sacas defectos que ni aún
tenemos, ilusiones, irrealidades,
medidas inexactas.
Nos traes cada día el descontento,
la desilusión, haciendo que veamos
los desperfectos, vaya invento.
Siempre criticando la apariencia,
y resaltando las faltas,
no hay quien aguante
delante de ti por mucho tiempo.
Los que buscan tus halagos, descubren menosprecio
y por mucho que recurran a tu consejo
los llevarás por tortuosos senderos.
No me invites a pasar contigo
más de un minuto, hasta cierto
punto somos amigos, pero no te pases
conmigo que no te aguanto.
Me dices, así por encima lo imprescindible,
lo necesario, y te olvidas de mí.
Y aunque me halagues o digas
bonitas cosas, tampoco oírte quiero.
No me interesa lo que opines, soy feliz
como Dios me ha hecho.
Un espejo tengo del cual me fío,
recurriré a él cuantas veces necesite
y con amor me hablará diciendo
todo cuanto he de saber,
palabra de Dios, reflejo verdadero
que con luz propia alumbra todo mi ser.
Imagen correcta, semblanza de Cristo,
impronta divina quedará impresa en mi alma.
Cuanto más le contemple
seré transformado, mientras más me reflejo
ante él, su semejanza tendré.

Pedro Jurado

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