Desconocido y
complejo laberinto
que cada día
recorro, por sus interminables
e intrincados
pasillos.
Ruge el minotauro,
amenazante,
retumba su eco en
las paredes
frías del
silencio, para desaparecer de nuevo
entre las sombras,
dejando tras si desconcierto.
Desconfío de las
señales,
de las sombrías
impresiones,
de los trazados
imperceptibles, indefinidos,
y las ubicaciones
cambiantes.
¿Quién soy?
Incesantemente me sorprendo,
no se, no
entiendo: Pensamientos infinitos,
sentimientos
abismales, acciones incomprensibles,
motivos ocultos
que pasan desapercibidos
a mi mirada
introspectiva.
¿Qué quiero?
¿Qué busco? ¿Qué espero?
¿Qué necesito?
¿Qué es lo que anhelo?
Soy un
desconocido, soy un extraño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario