lunes, 27 de enero de 2014

LAS TROMPETAS DE PLATA

LAS TROMPETAS DE PLATA

NUM 10:1-2 RVR60
"Jehová habló a Moisés, diciendo: Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover los campamentos."

Es interesante considerar el significado de lo que representan estas trompetas de plata. Se tocaban para reunir a la congregación, y según el sonido podía indicar al pueblo que se moviera de su lugar, o podría ser señal de alarma, o signo de adoración y de alegría.

Teniendo en cuenta que la plata es figura de la redención y la salvación, y representa también la justicia de Dios, vemos que este instrumento tiene para los creyentes de hoy un significado muy especial.

El Espíritu Santo trae con su soplo el sonido de la palabra de Dios, nos habla de que la justicia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres. Las trompetas de Dios suenan y anuncian el sacrificio redentor de Jesucristo, la obra en el Calvario realizada para salvación de todos los que acuden a su llamado.

En la antiguedad eran exclusivamente los sacerdotes los que hacían sonar las trompetas para todo el pueblo, ahora en el nuevo pacto, el Señor nos ha hecho a todos cuantos hemos creído sacerdotes del Dios altísimo.

Apocalipsis 1:5-6 RVR60
"y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén."

Apocalipsis 5:9-10 RVR60
"Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra."

Cada creyente como sacerdote que es del Señor posee las trompetas de plata que son la justicia de Dios, su salvación y redención. Necesitamos hacerlas sonar de tal manera que su sonido y melodía nos traigan al corazón y todo nuestro ser los efectos de la justicia de Dios, su paz, su guía y su liberación.

Hace años que aprendí a tocar con estas trompetas de plata una partitura que suena a música celestial para mis oídos, escuchela usted también, es mas hermosa que una sinfonía de Mozar o de Bethoven.

Romanos 5:1-2 RVR60
"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios."

Capte usted bien el sonido, distinga sus notas y déjese seducir por sus incomparables acordes. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" ¿No es una sinfonía gloriosa? Si usted y yo la escuchamos y cantamos, nos remontará hasta alturas increíbles y a experimentar sensaciones maravillosas. El coro de esta música y toda su composición, nos llenará de abundante paz y quietud.

Sin embargo, al sonido de estas trompetas nuestros enemigos saldrán despavoridos, huirán y nos dejaran tranquilo; creanme si les digo que es eso lo que sucederá.

Ahora bien, usted debe tocar las trompetas de plata que el mismo Señor le ha dado, no las trompetillas de feria de su propia imvención. Es decir, usted no debe hacer sonar sus propias obras, ni mostrar su propia justicia, ni pretender alcanzar su liberación y salvación con sus hábitos y costumbres religiosas, nada de eso atraerá la atención del Señor.

El Señor nos atenderá y prestará atención cuando proclamemos su justicia y redención, cuando por fe invoquemos su nombre.

NUM 10:9 RVR60
"Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos."

No podemos vencer al pecado, ni a la carne, ni al mundo, y mucho menos al diablo con nuestra musiquilla de barrio y con nuestras melodias religiosas y carnales. Es solo con las trompetas celestiales que podremos combatir y vencer a todos nuestros adversarios. Hay sonidos que vienen solo del cielo, es la música que sopla el Espíritu Santo la que será mortal para la carne y todos nuestros enemigos.


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