sábado, 8 de febrero de 2014

UNOS APUNTES BIOGRÁFICOS (parte 4)

ESCRIBE TODO CUANTO TE HABLE

Escribe, este es el Sentir que puso el Señor en mi corazón en cuanto a la escritura, es decir, el de tomar buena nota de toda palabra que mediante la lectura, la meditación y la oración Él me diera. Dios me hizo comprender que todo cuanto el me hablara traería liberación y victoria a mi vida, y además me permitiría conocerle más directa y profundamente.

Una de las inquietudes más fuertes que he tenido en mi vida y a lo que he dado siempre mucha importancia es a aprender a excuchar a Dios y a saber distinguir su voz entre tantas otras que continuamente están susurrando. La voz de Dios solo la podemos captar en nuestro espíritu, esto es algo que sabía, puesto que es por el espíritu que nos comunicamos con Él. Y es por su Espíritu que Dios nos habla y transmite su voluntad a nuestras vidas.

1 Corintios 2:10-14 RVR60
"Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.  Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente."

La mente natural no es la que percibe las cosas de Dios, ni la mente del creyente ni la del incredulo, ambas son ineficaces. Es por la intuición del espíritu que ha sido vivificado por Dios, es en nuestro nuevo hombre interior que unicamente podemos oir al Señor. Se trata de un conocimiento revelacional e intuitivo que se recibe y que si le prestamos atención va creciendo y creciendo desde lo más profundo hasta irse haciendo claro en nuestras mentes.

Esta es mi propia experiencia y como funciona en mi vida, es como esas nuevas bombillas de luz a las que una vez que has dado al interruptor se encienden, pero no alumbran con toda intensidad hasta pasado un buen rato.

Puedo percibir ese toque del Señor y saber que Él me quiere mostrar algo por medio de su palabra, es entonces el momento de oir o ver lo que Dios quiere decirme prestando toda mi atención. Oro y medito, y guardo silencio, mientras cada vez se va haciendo más claro ese sentir y es el momento en el que me pongo a escribir y expresar lo que Dios me da. Es como la punta de un hilo que agarras y comienzas a tirar, y no sabes cuando darás con el final.

Dios no nos habla con voz audible, sino con impresiones espirituales que luego se transforman en ideas, en pensamientos y conceptos que nos alumbran el entendimiento.

Efesios 1:17-18 RVR60
"para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos"

En principio escribo para mí mismo, para tener mi propio granero. Quiero aprovechar cada palabra y retener lo que el Señor trae a mi vida; no puedo confiar a mí memoria todo cuanto medito, lo olvidaría.

La palabra que Dios habla a mi espíritu es justa la que ha salido de su boca. Es el pan que me alimenta y me sustenta cada día, me fortalece y me llena de fe.

S. Mateo 4:4 RVR60
"Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."

El Señor ha hablado mucho a lo largo de la historia, pero usted y yo necesitamos oír lo que el nos dice concreta y personalmente.

Para mí es un reto poder plasmar y expresar claramente mediante la escritura los mensajes que el Señor me da.

Les conté que me era muy difícil preparar mis mensajes, pasaba gran parte del fin de semana apartado, orando y leyendo para tener una palabra departe de Dios. Mi mujer no me veía el pelo, y no estaba para nadie. Eso ha cambiado por completo.

Ya no leo la Biblia para preparar sermones, sino para que el Señor me hable a mí, para que me enseñe, y eso cada día. Y como he explicado, tomo nota de todo y lleno mi granero.

Ahora tengo otro problema, y no es el no tener que compartir, sino de todo y de tanto como el Señor me da, que elijo cuando tengo que predicar. ¡El Señor es maravilloso en todo lo que hace!

Habacuc 2:1-3 RVR60
"Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará."

Yo ni soy profeta ni escritor profesional, soy solamente un testigo de Jesucristo que tiene algo que decir, osea, que tengo un mensaje del Señor, palabras preciosas que el me ha dado. Con los mensajes recibidos el Señor está transformando mi vida y me está llevando a una plenitud en Cristo y en un avance espiritual rapido, profundo y victorioso. Es mediante la revelación de la verdad que esto está ocurriendo.

El pasaje de Habacuc describe en cierto modo lo que está sucediendo en mi experiencia, el velar delante del Señor y exponerle mis quejas e inquietudes espirituales para oir lo que él me dirá. Permitir que por su espíritu escriba en mi corazón sus palabras, y expresarlas luego mediante la escritura con el proposito de que aquellos que lean puedan también avanzar hacia el cumplimiento de la voluntad de Dios y a una vida de liberación y victoria.

Espero que estos breves apuntes biograficos hayan podido ser de bendición e inspiración para algunos de los lectores. Yo me encuentro dentro de esa mayoría de los que el Señor ha escogido, como vil, como menospreciado y como lo que no es.

No tengo nada valioso ni importante que poder mostrar por mi mismo, solo puedo confesar con esas palabras de Pablo las cuales hago mias lo que representa la obra del Señor en mi vida. "Por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no ha sido en vano para conmigo"

Al Señor sea la gloria y la honra por siempre y para siempre.

Pedro Jurado: hijo de Dios y obrero de Jesucristo.


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